Después de todo había concluido que un Jung Hoseok borracho definitivamente era más divertido, pero no por eso más fácil de tratar.
Sólo él podía pensar que estaba besando a un Kim Taehyung creado por su mente en un sueño del cual creía que no despertaba, aún cuando Taehyung lo arrastró al baño luego de que viera como varias personas se les quedaban mirando al estarse besando por más de -supuso- diez minutos en medio de la pista de baile. << Tan molestos >>, pensó Taehyung a sus rostros juzgándoles, todo el tiempo hasta llegar a los baños del primer piso, cuando volvió a escuchar la voz de Hoseok detrás de él.
- ¿En serio eres el Taehyung real? -insistió Hoseok confundido y ebrio, empujando a Taehyung contra la puerta del baño al entrar. Taehyung le miró sorprendido y luego lo empujó hacia atrás para que saliera un chico que se había terminado de lavar las manos y ahora los miraba con cara de << ¿Qué demonios les pasa? >>, dejando el lugar para ellos dos, silencioso y maloliente.
- Sí, soy real -asintió por quinta vez, frunciendo el ceño al ver que Hoseok no le creía, mirándole suspicaz.
- Hmm... no te creo -replicó enarcando una ceja y dándole una sonrisa torcida-. Te reto a besarme otra vez.
Taehyung puso los ojos en blanco, cruzándose de brazos y tratando de no sonreír.
- Si esta es una excusa para que te bese no te está saliendo demasiado bien.
Como respuesta Hoseok chasqueó la lengua, disgustado, apoyándose en la pared y mirando el techo con la mirada perdida.
- ¿Por qué... estás aquí?, ¿No dijiste que ya no me querías ver nunca... más? -musito lentamente, cabizbajo y triste-. Ya no me quieres en tu vida... no sé porqué estas... aquí.
El escultor lo miró indignado, casi riéndose por lo descabellado y tonto que eso sonaba.
- ¡Eso no fue en absoluto lo que yo te dije!
Hoseok hizo esa mueca adorable cuando estaba molesto y refunfuñó, mirándole desconfiado.
- No deberías estar en mi sueño.
- ¡Esto no es sueño! -exclamó Taehyung, gruñendo cansino-. Estoy aquí, vine a la celebración del cumpleaños de Jaebum hyung, Hoseok tonto, ¡Sólo para hablar contigo!
- ¿Cómo me dijiste? -lo miró indignado, señalándose así mismo con el dedo-, ¿Te atreviste a llamarme Hoseok tonto sin el Hyung?, ¿Quién eres tú? Tú no eres mi Taehyungie.
Abriendo la boca y sonrojándose, Taehyung se sintió estúpidamente ofendido.
- ¿Qué estás diciendo?, ¡Yo sí soy tu Taehyungie! -exclamó impulsivo, carraspeando avergonzado y aclarando con incomodidad-: Quiero decir, yo sí soy Kim Taehyung.
El profesor negó fervientemente, arrugando la nariz mientras pinchaba el pecho de Taehyung con su dedo índice, provocándole cosquillas.
- Si fueras mi Taehyungie me besarías... y me dirías que tengo una sonrisa bonita... y no vendrías hasta aquí para decirme Hoseok tonto... -dijo acercándose cada vez más, a sólo medio paso de él. Quedándose quieto y balanceándose de un lado a otro como todo borracho, Hoseok ladeó la cabeza con extrañeza-... Ah, no, espera, él si lo haría.
Taehyung se mordió el labio inferior, controlando las tontas ganas de seguir besándole a lo adorable que se veía con el rostro rojo, ojos lagrimosos y los labios hinchados. Había venido para hablar con él, pero dudaba que fuera buena idea teniéndolo ebrio, diciendo tonterías, y perdiendo el equilibrio a cada minuto. Con suerte, lograría llevárselo al departamento y hacer que Namjoon se hiciera cargo de él si es que estaba. O tal vez llevarlo a su departamento; pero la última y primera vez que lo hizo no había salido tan bien, así que evitaría hacerlo otra vez.
- ¿En qué viniste, Hoseok hyung? -preguntó Taehyung, ahuecando el rostro de Hoseok entre sus manos para que se mantuviera quieto-, ¿En tu auto o alguien te trajo?
- No lo... sé -se encogió de hombros, otra vez con ese mohín adorable mientras palmeaba todo su cuerpo en busca de lo que supuso serían las llaves-. Creo que en mi... no, no tengo... las llaves, ¿Dónde se fueron? No recuerdo quién... me trajo.
Suspirando, Taehyung tomó la muñeca de Hoseok y ladeó la cabeza para que este le mirase directamente a los ojos y no tuviera la mirada perdida como en ese instante.
- Te llevaré a casa en el auto de Jimin, ¿Sí?
- No -negó frunciendo el ceño y rodeando la cintura de Taehyung con un brazo, posicionando la palma de su mano extendida en su espalda baja-. Quiero ir a bailar.
Taehyung maldijo en su mente las provocaciones de Hoseok, quien acercó sus labios a su cuello y empezó a dejar besos distraídos en su mentón y a susurrar insistentemente un << Vamos a bailar, chico de mis sueños >>, que parecía más una caricia en su oído que le hacía querer derretirse entre sus brazos.
- Oye, ve más lento, borrachín -balbuceó nervioso, tratando de sacárselo de encima, porque por más que quisiera que lo siguiera tocando, se resistía a que lo hiciera borracho. Sentía que él estaba aprovechándose de Hoseok en su estado, lo que era tonto e irónico ya que tenía al profesor prácticamente encima suyo manoseándolo. Deshaciéndose del agarre de sus manos, se puso detrás de él y empezó a empujarlo fuera del baño-. No te resistas, vamos a ir a bailar, sólo sigue derecho -mintió, viendo como Hoseok le miraba por encima del hombro, aturdido por lo veloz que había sido.
- ¿Hacia dónde vamos? -preguntó el profesor, cuando Taehyung pasó un brazo alrededor de su cintura e hizo que rodeara su hombro para que se apoyase. Sin darle ninguna respuesta, Taehyung caminó hacia donde estaba Jimin hablando con los demás profesores y, tratando de no entrar en pánico, lo jaló de la camisa hacia él y susurró en su oído-. Necesito tus llaves.
- ¿Por qué? -preguntó extrañado dándose la vuelta, pero sólo le bastó para echarle una mirada a Hoseok a su lado para que sus ojos brillasen con burla-. Así que ustedes...
- Oh, Jimin-ssi, que bajito estás -lo interrumpió Hoseok desordenando su cabello con una sonrisa bobalicona, recién dándose cuenta de su presencia al estar mirando a su alrededor-. Creo que te puedo usar de silla.
Jimin entre abrió la boca, ofendido, y sacó sus llaves del pantalón para tendérsela a Taehyung.
- Llevátelo de aquí antes de que le de una patada.
Como respuesta y muriéndose de nervios por si algún profesor pudiese ver a Hoseok en ese estado, Taehyung lo jaló hacia la salida. Antes de siquiera dar un paso el profesor se deshizo de su agarre y apretó las mejillas de Jimin como si estas fueran de chicle.
- Que tierno, pareces un Mochi -rió enternecido-. ¿Qué pasa si te muerdo?
Jimin tenía el rostro tan rojo que Taehyung creía que iba a explotar y a darle un puñetazo directamente en la nariz al profesor. Antes de que ocurriera el homicidio por parte de su amigo, Taehyung atrajo a Hoseok hacia él, abrazándolo e inmovilizándolo para ponerse en medio y antes de que pudiera quejarse o decir algo, se acercó a la mejilla de Jimin y le plantó un beso fugaz como disculpas.
- Te debo una grande -susurró en su oído, riéndose nervioso, para luego alejarse y exclamar-. Te quiero, ¡Nos vemos mañana!
Cuando se volvió a mirar a Hoseok, este se había quedado quieto como una piedra entre sus brazos y le miraba furioso.
- ¿Por qué a mi no me dices te quiero? -se quejó atrayendo la atención de varias personas a su alrededor-, ¿Me dejaste por el Mochi?, ¿Por eso ya no me quieres?
- ¡Hyung! -prorrumpió Taehyung, frunciendo el ceño y siseando para que se callase. Al ver de reojo como los profesores se daban la vuelta para verle, suspiró aliviado cuando Jimin alzó las manos y dio pequeños saltos llamando su atención, tapándoles.
- ¡Yah, que gran fiesta!, ¡Deberíamos ir a bailar todos! -le oyó gritar.
Taehyung le agradeció mentalmente a su amigo y apurándose en caminar arrastró a Hoseok fuera del recinto, tratando de que el profesor no se distrajera con querer volver a la barra y tomar otro trago o ir a la pista para bailar otra canción. De repente, cuando estuvieron fuera del lugar en medio de la calle y de camino al estacionamiento, Taehyung vio como Hoseok veía a su alrededor y se detenía abruptamente en medio de la acera peatonal.
- No me quiero ir -gimió afligido-. No me quiero ir hasta despertar de este sueño... -repitió, mirándole ido, y ladeó la cabeza como si le pesara sobre sus hombros-. Se supone que no te vería nunca más.
Taehyung le miró perplejo, ya sin tirar de su brazo para que siguiera caminando y se detuvo frente a él, afirmando un poco más el agarre para que no se cayera.
- ¿Cómo dices?
- No quiero verte... -volvió a gemir con derrota-. Verte significaría que lo he perdido.
Sin entender, Taehyung se quedó quieto como una estatua cuando Hoseok rodeó su cuello con los brazos y apoyó la frente en su hombro.
- ¿Qué perdiste que?
- Mi independencia -le escuchó decir escondido en su cuello mientras sentía como sus manos acariciaban su nuca y tocaban su cabello-. No quiero necesitarte, no quiero necesitar a nadie. No quiero necesitar a Kim Taehyung jamás en mi vida...
Taehyung jamás creyó que unas palabras podrían detenerle el corazón, pero ahí estaba, a punto de desmayarse por la confesión que Hoseok le estaba haciendo. De repente le dieron ganas de llorar, pero con un nudo en la garganta trató de apartarse y verle el rostro.
- ¿Por qué piensas que me necesitas? -preguntó tembloroso. Hoseok, sin escucharle, olfateó su cabello, susurrando en su mejilla.
- Me gusta tu aroma, ¿Qué es?
- Hyung -insistió Taehyung, abochornado, alejándose un poco hacia atrás para ver a Hoseok a los ojos-, ¿Por qué me necesitas?
Viéndose mareado, Hoseok contestó vagamente.
- Porque pienso en ti y me siento bien.
- No te entiendo.
Juntando las cejas desentendido, el profesor lo miró seriamente, su semblante decayendo cada vez más.
- ¿Qué quieres que te diga?
- Respóndeme, ¿Por qué realmente me necesitas?
Incrédulo, Taehyung pensó que Hoseok no le contestaría, pero en cambio se quedó sin aire cuando sólo le tomó unos segundos contestar mirándole fijamente a los ojos.
- Porque cada vez que me ves haces que me guste a mí mismo... haces que no sólo vea partes malas de mí, sino las buenas... Te necesito porque me haces querer tocarte tanto como quiere tocarme -Hoseok se relamió los labios, cerró los ojos y apoyó la mejilla contra la suya, como si estuviera descansando. Su voz sonaba soñolienta, queda y sumamente cansada-. Me haces desearte tanto como me deseas, pero me da miedo. Trato de engañarme a mí mismo y alejarte de mí, porque un tipo como tú, tan perfecto, jamás podría desearme... Y por algún extraño motivo que no logro entender lo haces, cada vez que me miras o me dices algo bonito... me quieres de la forma en la que yo no me quiero... y eso hacía que me quisiera un poco más cada día que pasaba contigo... Por eso te necesito y por eso tengo miedo... No entiendo como puedo necesitarte y tener miedo de eso a la vez, pero te deseo... y no sé que has hecho, pero ya no puedo quitar mis manos de ti.
Taehyung sintió una avalancha de emociones cálidas en su pecho, desbordándose en sus ojos. Se secó con el dorso de la mano las lágrimas tibias cayendo por sus mejillas y sorbió su nariz, abrazando por la cintura al profesor, quien se mecía de un lado a otro. Casi podía escuchar la música ambiental de la discoteca. Hacía frío, podía verlo en el vapor de la noche como una sutil neblina, pero lo único que sentía era un amor cálido entre los brazos de Hoseok.
- ¿No quieres depender de mí porque tienes miedo de que te lastime? -susurró Taehyung.
- ¡Sí, exacto! -exclamó Hoseok, frunciendo el rostro con congoja al separarse de él-. ¿No ves lo patético que soy?, ¡Quiero que me devuelvas mi libertad! -exclamó casi con desesperación, tocando las mejillas de Taehyung con las manos y dándole un beso fugaz, pero profundo. Posó su frente en la contraria, con los ojos cerrados, de repente notándose el vapor de sus propias respiraciones y suspirando profundamente-. Devuélveme las pocas horas de sueño... en mi maldito insomnio... donde siempre estás.
No sabía que pensar, ni que sentir; porque estaba sintiendo demasiado y era abrumador. Hoseok, con tan sólo algunas palabras y sus besos llenos de amor podían hacerle sentir fuera de combate, borrando cualquier pregunta que pudiera haber para simplemente disfrutarlo como suyo. ¿Cómo había pensando que no significaba nada para Hoseok? En su desilusión, ya había dado por hecho tantas cosas negativas como el mismo profesor y, tontamente, había concluido lo que por miedo era más fácil pensar. Y ahora que sabía los sentimientos de Hoseok, definitivamente no iba a dejar que el tiempo arreglase algo que sólo ellos tenían que hacer. Había olvidado que el tiempo era el detonante principal para separar a dos personas y, definitivamente, él no quería ser parte de ese porcentaje que no lograba sobrellevarlo.
- Hobi hyung... -musito Taehyung, dejando un beso en el puchero triste de Hoseok-. Vamos al departamento, ¿Sí?
Hoseok asintió, sin decir nada más y apoyándose en Taehyung, con los ojos semi cerrados y murmurando bajo un << estoy mareado >> o << ¿Por qué ese árbol de ahí se está moviendo? >>, haciendo que Taehyung sonriera por su tono de voz aniñado, hasta llegar al auto de Jimin. Desbloqueándolo con el botón que tenía el llavero, metió a Hoseok en el asiento del copiloto y le puso el cinturón, siendo retenido por sus brazos que lo rodearon y sus labios rozando su cabello al hablar.
- ¿Quieres acostarte conmigo?
Taehyung casi se atora con su saliva; sintiéndose estúpidamente avergonzado, negó.
- Vamos a comer algo.
Si lo que Hoseok preguntó hace dos segundos era una broma, quedo totalmente descartado con lo que dijo después. Taehyung tosió ante su descaro y serio rostro mirándole a tan sólo centímetros.
- ¿Me dejarás comerte?
- Vamos a que duermas -aclaró con voz aguda, tratando de quitar las manos inquietas de Hoseok que se escabulleron bajo su chaleco.
- Entonces sí vas a acostarte conmigo -dijo con esa sonrisa torcida que sacaba de quicio a Taehyung por lo sensual que era.
- ¡Hyung, compórtate! -chilló en pánico, logrando que Hoseok lo soltara y le cerrara la puerta del auto en las narices. Apoyando la espalda contra la puerta del auto, Taehyung se llevó una mano al pecho e inhaló profundamente, espirando el aire que se le había quedado atascado en la garganta por lo sonrojado que se encontraba. Simplemente no estaba acostumbrado a que alguien fuera tan directo y descarado como él mismo, mucho menos Hoseok.
<< Perder el control es aterrador >> concluyó, rodeando el capó y entrando al auto, encontrándose con un durmiente Hoseok, quien roncaba despacio y tan profundamente como si no lo hubiera hecho por días.
[...]
Yo sólo vengo a decir que tócame va a terminar en el capítulo 56-60 más o menos, so, les he advertido~ fin del comunicado oficial.
Que tengan una bonita semana que lo que es yo, me voy a morir estudiando
pero ya mero revivo
bais
pd: errores se editan luego baes