—Vete, voy a vestirme —pidió Louis intentando cerrar la puerta mientras el pié del ojiverde se lo impedía.
—No hasta que hablemos —contestó Harry demandante.
El ojiazul se sentía furioso. No quería hablar con él ni saber nada de él por un tiempo, pero Harry era muy terco y no se cansaba de insistir. Cansado de aquello, Louis abrió la puerta de par en par ante la atenta mirada que Harry mantenía sobre él.
—¿De qué quieres hablar, eh? —gritó—. ¡Deberías de estar reenviándole la foto a todos tus amigos y así os reís juntos de mí! ¡Por qué no te largas a pregonar mi secreto a los cuatro vientos, si de todos modos se que lo vas a hacer!
Su mirada era dura e intimidante, haciendo a Harry sentirse como una hormiga frente a él. No sabía si había oído bien... ¿Su secreto? ¿Louis hablaba de ese secreto por el cuál no tenía amigos, el secreto por el que actuaba tan raro? ¿Ese secreto? Maldijo por dentro por no poder acordarse de nada, se sentía muy idiota en aquella situación.
Estaba tan shockeado que no supo que decir, por lo que Louis le cerró la puerta en las narices y, sin más, comenzó a vestirse. Harry apretó su puño frustrado y pegó su frente a la pared cerrando los ojos. Algo se removía en su interior al ver a Louis gritándole así, y le dolía. Le dolía pensar que era el culpable de aquella situación, aunque sabía que el verdadero culpable era aquel amigo al que tan bien conocía. El alcohol.
Oyó una puerta abrirse a sus espaldas pero no se movió de aquella posición. Unos pasos resonaron en el suelo de parqué y pronto sintió una mano posarse en su hombro. Esa mano que siempre estaba allí para reconfortarle.
—¿Qué ha pasado, Hazza? ¿Va todo bien?
Harry negó con la cabeza separándose de la pared y mirando a su amigo. El rubio vestía unos simples boxers y tenía su típica cara de recién levantado.
—En realidad nada va bien...
Niall iba a contestar a sus palabras, pero fue interrumpido por el sonido de la puerta del cuarto del ojiverde mientras se abría. De ella salió un Louis despeinado, vestido con la misma ropa que había llevado a la fiesta la noche anterior. Ni siquiera les dedicó una mirada. Bajó rápidamente las escaleras con la intención de salir de aquel lugar lo antes posible.
El rubio se quedó aturdido por aquello. ¿Qué se había perdido mientras dormía? Vió como Harry corría también escaleras abajo intentando detener al ojiazul.
—¡Louis, espera! —dijo agarrándole del brazo y haciéndole girarse—. Necesito que hablemos.
El chico se zafó de su agarre como pudo y habló mirándole a los ojos.
—Yo ahora no tengo ganas de hablar contigo, Harry.
Después de aquellas palabras salió del apartamento cerrando la puerta trás de sí. El chico de rizos se quedó aturdido por unos segundos con un gran nudo en la garganta. ¿Qué era lo que acababa de pasar? Cuando se giró se encontró con tres pares de ojos observándole fijamente.
—Nos debes una explicación, ¿no crees? —dijo Liam alzando sus cejas.
Harry soltó un largo suspiro bajando la mirada. Ojalá supiera como explicarles aquello. De nuevo tenía miedo a las reacciones de los chicos, a que no le aceptaran, a que le trataran diferente a partir de ese momento... Pero ya no había manera de dar marcha atrás. Alzó la cabeza de nuevo y se acercó a ellos.
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Elizabeth abrió el armario de la vieja cocina para sacar el bote de café. Necesitaba una taza bien cargada para controlar sus nervios. ¿Dónde estaba Louis? La última vez que le había visto había sido el día anterior antes de la fiesta y desde entonces no sabía nada de su hermano.
Liam la había llevado a casa al terminar el baile, como todo un caballero, y después de eso ella se había tumbado en el sofá mientras esperaba a que su hermano regresara; pero el sueño y el cansancio tras el baile pudieron con ella.
La noche con Liam había sido espectacular. Habían compartido muchas miradas, sonrisas e incluso alguna que otra carcajada... Elizabeth se sentía en una nube al recordar todo eso. Sorprendentemente no la había besado ni había intentado nada indebido con ella, eso la hacía pensar que a lo mejor ese chico realmente merecía la pena.
Pero, volviendo a la cuestión principal, a la mañana siguiente no había encontrado a Louis en toda la casa. Aunque contando con lo pequeño que era el piso en el que vivían no había tenido que buscar mucho. Estaba preocupada, ¿dónde había pasado la noche su hermano? ¿por qué ni siquiera le había mandado un mensaje?
Cogió su móvil y marcó el número de su hermano para hacer un último intento de llamada, mientras rogaba por no escuchar de nuevo la voz femenina que repetía: "El teléfono al que llama está apagado o fuera de cobertura". Pero antes de escuchar aquello oyó como la cerradura de la puerta se abría con un crujido, y se levantó de un salto de la silla para ir hacia allí.
—¡Louis! —exclamó al verle—. ¿Dónde estabas? ¿Por qué no me coges el teléfono?
—Lo siento... —susurró el ojiazul cabizbajo—. Me quedé sin batería.
Caminando pesadamente fue hasta la sala y se tiró en el sofá. Tenía un horrible nudo en el estómago, pero no quería llorar y no iba a hacerlo. No merecía la pena. Elizabeth observó su expresión y supo que algo le habría ocurrido.
—Lou... ¿Estás bien? —preguntó sentándose a su lado y rodeándole con su brazo.
El chico negó sin pronunciar palabra y una pequeña lágrima se deslizó rápida por su mejilla. La limpió queriendo detener aquello, pero más gotas saladas se acumulaban en sus ojos y comenzaron a caer una tras otra. Sin darse cuenta se encontraba sollozando con su cabeza escondida en el cuello de su hermana.
—Harry... anoche... Yo... —sollozó de nuevo sin saber como explicarse—. ¡Lo he fastidiado todo!
Rompió a llorar como un bebé. Por más que quisiera reprimir las ganas, necesitaba desahogarse y soltarlo todo o aquel nudo que sentía le cortaría la respiración.
—Ssh, tranquilo. Cuéntame con calma qué es lo que ha pasado.
—Él lo sabe... —fue lo único que Louis pudo pronunciar, intentando calmar su respiración agitada—. El tequila... Todo es culpa del tequila.
—¿De qué hablas? ¿Anoche bebiste?
El ojiazul asintió con la cabeza y miró a Elizabeth a los ojos. De nuevo recordó la razón que le daba sentido a todo, ella. A pesar de lo que ocurriera estaba ahí. Aunque él se sintiera roto, solo, sin ganas de nada, ella siempre estaba a su lado y eso le reconfortaba. Su hermana era lo que más quería en el mundo.
—Te quiero, pequeña. ¿Lo sabías?
—Lo sé, yo también te quiero —la rubia sonrió y besó su frente.
Louis soltó un largo suspiró y cogió un pañuelo del paquete que había sobre la mesa. Se limpió las lágrimas y después la nariz. Respiró profundo antes de hablar.
—Quizás anoche bebimos demasiado... Tú sabes que yo nunca había bebido y no tenía ni idea de lo rápido que se sube el tequila —mantuvo la cabeza gacha mientras hablaba—. No sé lo que me hizo esa cosa pero comencé a bailar con Harry un poco... Provocativo.
—¿Provocativo? —interrogó Elizabeth reprimiendo una carcajada—. ¿Desde cuándo te gusta el ricitos?
Las mejillás de Louis se tornaron de un rojo carmesí al oir aquello. ¿Harry? ¿Gustarle? Aquello era un completo disparate. Harry era su compañero de equipo además de... hetero. El alcohol les había echo confundir un poco sus ideas, pero nada más.
—No digas tonterias Eli, por favor —contestó resoplando—. Estaba bebido, sólo fue por eso. Además... A mi me gustan las chicas.
—Claro, como has salido con tantas...
El ojiazul le dio un pequeño golpe en el hombro. Era cierto que nunca había salido con nadie, pero él siempre se había sentido más como un chico, por lo que era obvio que le tenían que gustar las mujeres. Aunque Harry... Él era diferente.
—Louis es obvio que Harry te gusta —afirmó Elizabeth—. ¿Y qué más da si te gusta un chico o una chica? Sabes que yo te apoyaré de todas formas.
—Lo sé pero... odio ser el marica del instituto. Jamás conseguiré una beca para una buena universidad si alguien se entera.
La rubia le abrazó de nuevo acariciando su pelo suavemente, haciéndole saber que estaba ahí para él.
—Todo saldrá bien, ya lo verás.
—El problema es que... Harry sabe mi secreto.
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Hello lovely readers...
Sé que no es un gran capítulo pero... Lo siento mucho :( Estoy pasándolo un poco mal ultimamente, y mi humor siempre se ve reflejado en mi forma de escribir. Espero que lo podais entender.
Como ya te dije, este capítulo es para ti @DianaLSF, amo tus comentarios <3
Gracias a todos por el apoyo que me dais, os quiero xx
-Faty