Cosas que pasan... Parte 1
La inspiración casi siempre viene a mi de noche así que, si hay actualización de alguna de mis historias ya saben que puede ser muy tarde en la noche o muy temprano por la mañana.
Habiendo dicho esto...
¡Espero que la disfruten!
Esperen... ¿Alguien dijo drama?
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Para zafarme de esto podría decir que todo sucedió demasiado rápido y que solamente actúe por impulso.
Lo cierto es que así fue, pero antes de decir aquello también podría agregar que todo sucedió gracias a la maldita imprudencia de Hange.
El que ella no ponga atención a las circunstancias no quiere decir que los demás también deban ignorarlas, por ese tipo de situaciones siempre debía haber alguien supervisándola.
En esta ocasión, el supervisor era yo.
Perfecto.
Era una patética clase de entrenamiento, la cual estaba siendo impartida por esa loca mujer a un grupo de 15 cadetes.
Yo me encontraba mirando de lejos lo que les ordenaba realizar, todo había sido realizado sin problemas.
Hasta que les indico que probarán su equipo tridimensional en los pocos árboles que se encontraban en la parte trasera del cuartel general de la legión.
Si tan solo supieran que estaba actuando sin pensar porque lo único que tenia en mente era largarse de ahí lo antes posible para poder encerrarse en su laboratorio, pensé.
Los primeros minutos todo marcho bien, ella les mostró lo que debían hacer, poniendo el ejemplo subió hasta la rama más alta de un árbol y luego fue saltando y enganchándose de cada rama en su camino hasta volver al suelo, todo lo hizo de manera limpia.
Las instrucciones eran sencillas... seguir los pasos que ella había hecho momentos atrás y volver a la posición inicial.
5 cadetes habían tenido éxito realizando dicha acción, fue hasta que el sexto cadete gritó desde la parte de arriba de aquel árbol que tenía demasiado miedo para poder seguir que comenzaron los problemas.
Era deber de Hange el asegurarse que el ejercicio se realizará de uno en uno.
Cosa que no había supervisado, ya que 3 personas esperaban su turno en la misma rama, junto a aquel cadete que tenía pánico de bajar.
Antes de que ella pudiera subir y hablar con aquel novato me acerque a ella.
—¿No se supone que debes decirles que suban uno por uno? —le dije.
—No pasa nada, están esperando su turno, así todo será más rápido —dijo mirando a los 4 cadetes en lo alto del árbol.
—Claro, y si todos caen y se rompen el cuello, será más rápido enterrarlos a todos juntos —dije burlándome.
—No, pero agiliza el entrenamiento, ya hice los cálculos y me toma 6 minutos y 32 segundos menos el regresar a mi laboratorio si esperan de esta manera —mencionó sonriente.
Suspiré sonoramente presionando el sitio entre mis cejas para tranquilizarme y mencioné.
—¿Es que no piensas en otra cosa que no sea largarte a tu laboratorio? —finalicé irritado.
—Claro que no solo pienso en mi laboratorio, también estoy pensando en cómo redactar una teoría muy interesante en el próximo informe... —tomó aire antes de continuar—. De cómo es posible que los titanes puedan ser excéntricos y otros sean normales, ¿qué es lo que los hace diferentes los unos a los otros? —mencionó.
—Ya tengo una lista de las diferencias qué hay solo hace falta hacer la conexión entre ambos, tu sabes poner detalles que sirvan para que podamos saber qué hacer en caso de toparnos con alguno que no se apegue a la norma...
Decidí intervenir en su comentario, de otra manera estaríamos aquí hasta que la noche cayera.
—Sabes que... no me interesa, no debí haber preguntado, solo presta atención a lo que estás haciendo ahora mismo —le dije antes de girarme y comenzar a caminar rumbo a un troncó en el cual momentos antes me encontraba recargado.
Camine a paso rápido para evitar seguir escuchando sus incoherencias.
—Por supuesto que estoy poniendo atención, ¿Quién crees que.... —su comentario término abruptamente.
Debido a un estruendo seguido de gritos por parte de 4 cadetes que en ese mismo instante caían de la rama en la cual momentos antes se encontraban.
¡Se había roto!
¡Por eso mismo el ejercicio se hacía respetando que cada cadete fuera uno por uno!
¡Mierda!, me encontraba lo suficientemente cerca para saber exactamente lo que había sucedido sin tener que girarme a ver la situación.
Cuando me giré y comencé a correr en dirección al percance, vi la magnitud del problema y solamente actué.
Todo paso realmente rápido, Hange ya se encontraba sujetando a uno de los cadetes en el aire gracias a que tenía puesto su equipo tridimensional.
Uno menos, faltaban 3 más.
Ninguno de los otros cadetes intentó hacer nada por ayudar, todos estaban en shock.
Cuando me encontré a una distancia considerable puse a trabajar mi equipo tridimensional el cual afortunadamente llevaba puesto.
Hange podía ser rápida pero no podría tratar de atrapar a otras 3 personas en el aire al mismo tiempo.
Sujete a una chica y la deje sobre la rama de un árbol cercano.
Mientras tanto Hange había tomado a otra chica y se dirigía a una rama para poder ponerla a salvo.
Faltaba un cadete, me apresuré y usando más gas del necesario tome al último chico que faltaba, todo iba bien.
Me encontraba sujetando al último cadete, aquel que no pudo continuar con el ejercicio debido al miedo, lo tenia firmemente tomado de la cintura.
Entre aquella conmoción al atraparlo en el aire el chico comenzó a patear y golpear lo que fuera que tuviera cerca, y lo único que tenía a su alcance era yo.
Nos balanceamos torpemente en el aire, él haciendo todo tipo de movimientos ridiculos y yo tratando de estabilizarnos.
Ese idiota entorpeció mi trabajo, el cual era salvar su estúpida vida.
Me acerque lo más que pude al suelo y lo solté, el chico retrocedió un par de pasos debido a la fuerza con la que lo lance.
Desenganche mi equipo tridimensional y cuando estaba a punto de decirle a Hange que las malditas reglas se hacían para evitar idioteces cómo está, justo antes de que yo pudiese gritar su nombre, ella grito el mío.
Rápidamente mire en su dirección, se encontraba al borde de una rama aún sujetando a la chica y señalando algo, su expresión me hizo entrar en pánico.
Trate de seguir la dirección que me señalaba, la rama donde antes se encontraban los 4 cadetes venía cayendo a toda velocidad, y para mi mala suerte estaba a punto de caer encima de aquel cadete miedoso que se encontraba igual que los otros cadetes... en shock.
De nada serviría que le gritase que se moviera.
¿Por qué siempre me sucedían este tipo de cosas cuando estaba con ella?
No tuve tiempo de pensar en nada más, corrí lo más rápido que pude y solamente atiné a empujar a aquel novato.
Mi mano derecha se encontraba sujetando una cuchilla que no dude en levantar en dirección a aquel objeto en cuanto pude.
De no haber hecho lo anterior probablemente hubiese quedado con el cráneo completamente destrozado.
La cuchilla como era de esperarse se rompió en dos, debido a la dureza del objeto y la fuerza que había ganado gracias a la caída, todo eso sin contar la fuerza con la que yo había empuñado el objeto para tratar de evitar morir gracias a una estupida rama.
Momentos después de ver aquello, todo a mi alrededor se vio envuelto en oscuridad.
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Este capítulo me encantó escribirlo, trate de dejarlo igual de claro que como lo vi en mi mente... si tienen preguntas no duden en hacérmelo saber, estaré encantada de contestarles.
¡Todos aman los comentarios y los votos!
Nos leemos pronto 👋🏻