El cielo estaba de un color rosa pastel. Era un hermoso atardecer a simple vista, tanto que aproveché en tomar una foto mientras esperaba a Yoongi que saliera de su estudio. Miré a la foto apreciando lo bello que se veía. Era extraño que existiera ese tipo de atardecer en invierno, normalmente oscurecía rápido e inapreciable, pero en ese preciso momento, podía incluso ver a las aves moverse por el cielo. Algo también extraño era no recordar ver aves durante el invierno en Gwangju, a excepción de las palomas que caminaban por el suelo. ¿Alguien ha visto alguna? Y cuando justamente trataba de hacer memoria, la puerta del estudio se abrió. De ahí salía la alumna de Yoongi, que había vuelto por unos minutos, y luego él.
Observé a Yoongi despedirse de la muchacha de cabello naranja y ondulado antes que se acercara a mí. —¿Entonces te decidiste? — preguntó. Me había dado la opción de escoger qué comer esa noche, pero realmente no había pensado mucho con los audífonos puestos a todo volumen y con aquel paisaje, ahora a mi espalda, que había. Aún podía escucharle un poco bajo, por lo que me quité rápidamente solo uno de ellos. Era buena leyendo los labios también, así que eso ayudaba bastante aunque lo haya entendido.
—¡Sí! ¡Pizza!— le dije, realmente hacía mucho que no comía Pizza. La última vez habíamos comido olla caliente junto con los demás. Hacía mucho no comía comida rápida, así que pizza era mi mejor opción.
—Qué cliché, las chicas siempre quieren comer pizza con sus amigos, pero si fueran sus novios... Buscarían algo dietético— Yoongi dijo. Le miré horrorizada. No siempre era así. Con Jungkook no era así, con él hasta me embarraba los dedos con grasa por pollo frito o papas.
—No siempre es así. Con mi novio como hasta con los dedos.
—Es porque ya tienes tiempo con él. Ya se acostumbró. Pero en cambio, si fuera yo tu futuro novio y esta una primera cita hubieras escogido otra cosa ¿No? — atacó. Fruncí el ceño. Aunque si lo decía así, tenía razón, la primera cita con Jungkook habíamos ido a comer pasta. Oh rayos. Tenía razón.
—Pero...—quise dar una excusa, pero me quedé en silencio. Obviamente en aquella vez quería impresionar a Jungkook. No iba a hacer el ridículo comiendo comida rápida sabiendo lo torpe que era y lo fácil que sería ensuciarme.
—¿Pero qué?— dijo. Podía ver su risa de victoria. —¿Estoy en lo cierto, verdad?
—Sí. —admití. El maldito tenía razón en eso. Aunque quizá eso no se aplicaría para todas las mujeres, por supuesto, pero para la mayoría talvez. —Eso significa que no te veo como posible novio.
Quise molestarle. Él me miró serio. —¿Y? Igual no dejaré a mi novia.
Su tono de horror me causó una sonrisa. —Ni yo a mi novio por ti.
—Eso dices ahora...— susurró un poco alto ocasionando que lo miré con la ceja levantada. No sé en qué momento habíamos empezado a caminar, pero la conversación era bastante interesante por alguna razón. —Es decir, todas caen.
—pero ¡Qué ego tan grande tienes! Ahora ya sé porque no creciste más. Algo tenías que tener grande — me empecé a burlar de él. Sabía que se iba a cabrear fácilmente. Sin embargo se empezó a reír.
—Ego es lo menos que tengo grande. Tengo algo más —dijo con un tono tan sarcástico al punto que entendí su referencia. Mis mejillas ardieron. Por más que estaba rodeada de hombres gracias a Joonie y un novio, no estaba acostumbrada al doble sentido. No con ciertas personas
—¡Yoongi!
Me quejé mientras sentía mi rostro ponerse rojo. Toqué mis mejillas. Efectivamente, ardían. Llegamos a la puerta y Yoongi empezó a deslizar su tarjeta en ella. —¿¡Qué!? Es la verdad, además tú mencionaste que me masturbaba, no te hagas la santa.
Una cosa era decir, otra escuchar. Podía ser bien descarada con mis amigos, pero que soltaran comentarios así de improvisto causaban que me convirtiera en un camaleón. Por ejemplo una vez, cuando estaba en preparatoria, un Jimin emocionado llegó a casa diciendo que había perdido su virginidad y me puse tan roja pues él creía que yo lo tomaría tan normal como cuando me enteré que Namjoon también la había perdido meses atrás. Pero la gran diferencia era que ¡Jimin estaba siendo explícito! Namjoon solo lo había admitido y ya. O cuando Taehyung soltaba comentarios con doble sentido y yo le seguía antes de empezarnos a reír, aunque para ese nivel de confianza había pasado mucho, pues con él también me había sonrojado cuando dijo yo te doy y no necesariamente consejos. Obviamente en broma, pero había sido la primera vez al punto que corrí tras Namjoon para alejarme de él por la vergüenza. Sin embargo, si ahora me lo decía le respondería ¿Entonces qué esperas? , en el mismo tono de broma antes de reírnos.
Más, en este caso era la primera vez que era tan así Min Yoongi. —Me tomó por sorpresa, idiota.
—¿O te sorprendió la verdad?— volvió a molestar. Sostuvo la puerta mientras me dejaba pasar. Pronto siguió tras de mí.
—No idiota— le respondí en el proceso. Su sonrisa de victoria empezaba a ser un dolor de cabeza. —Ugh. —hice ese peculiar sonido de molestia al seguir viendo su sonrisa y sus dientes pequeñitos. Parecía un gato. —En fin ¿Pizza?
—Sí —dijo aún con ese gesto de felicidad corriendo en su rostro. ¿Tanto le gustaba verme sonrojada? — Me gustaría verte comer grasa.
—Y lo verás más seguido. No tengo que pretender ser tan rosa contigo. Es más, —le dije, deteniéndome al borde de la escalera. Saqué dos barras de chocolate que había comprado en la estación de trenes antes de regresar a Seúl. —Ten. Tú serás mi compañero de rompamos la dieta hoy
Le estiré la barra chocolate blanco que tanto amaba. Él la recibió, dudoso. —¿Estás en dieta?
—No, pero considero día de dieta los días que no como comida grasosa. —dije y empezó a reírse mientras negaba con la cabeza en un movimiento sutil. Yo también me reí. Sí, había dicho algo estúpido.
—Bueno rompamos la dieta hoy, Nami. —dijo empezando a bajar las escaleras. Me acomodé la mochila de vuelta y procedí a abrir al paquete. Yoongi me detuvo.—Joder, guárdalo como postre.
—No, el postre será un helado de oreo, que tú vas a pagar ¿No?— dije, en tono de burla. Definitivamente molestarlo se volvería mi nuevo pasatiempo. Yoongi rodó los ojos.
—¿No que ibas a pagar la mitad?
—La comida, no el postre. —le hice una seña de una pistola más un clack saliendo de mis labios. En sí, no iba a comer un helado con este frío infernal. Sería suicidio, pero Yoongi aún no caía en ese detalle.
—Bien.
Su respuesta me sorprendió. Así que esperaba que durara más mi nueva broma— Estaba bromeando ¿No ves como está el clima? ¡Voy a enfermar!
—Es lo que quiero.
—¡Idiota!
Volvió a reírse. ¿Cuántas veces ya nos habíamos reído? Yoongi parecía saber cómo convertir mis bromas en las suyas. Definitivamente tendría que saber cómo devolvérselas. —Así me vas a querer.
—No te ilusiones— le dije. Aunque debía admitir que Yoongi ya tenía bastante aprecio de mi parte así como Yongsun y Hoseok. La primera era como la hermana que nunca tuve, y aunque pasara mucho tiempo con Eunmi, mayormente Namjoon se la llevaba. Hoseok era preciado también porque todo lo que había hecho ya. Y los quería conservar así para siempre. —
—Qué sincera.— dijo, llegamos al final de la escalera, justamente dónde él había pateado a Joohyeok. Rápidamente nos dirigimos hacia la salida. El gorro de Yoongi le estaba cubriendo su rostro en caso de que alguien lo reconociera por lo que hizo antes. —Me agradas
Yoongi soltó de repente ante la rápida carrera que habíamos hecho, pues habíamos acordado salir así para evitar algún problema o que nos retengan por la pelea. —Es decir, me agradan las chicas bastante sinceras
—Lo dices como si muchas chicas no lo fueran contigo. —anuncié, pues había puesto una expresión de tristeza, pero Yoongi solo miró a otro lado antes de poner analizarlo bien.
—Tu impresión. —volvió a mirarme. —Simplemente odio las chicas falsas. Así que está bien que vayamos por pizza y no tengas que fingir ser tan delicada. Me agrada conocer a la verdadera Nami.
Suele pasar que cuando más tristes estás, más te ríes. Porque a pesar que sonreía, yo sabía que no estaba bien. Y Yoongi era el único que parecía notarlo también.
Nota:
Pude escribir en estos días pequeñas partes y ahorita lo terminé mientras espero mi almuerzo, así que ignoren cualquier HORROR gramatical.
Dejen mucho amor y hasta el siguiente (pues seguiré inactiva de todas maneras hasta la fecha acordada) 💕