La hija de Zeus y Hera [1.2]

By DannyBaladon

128K 8.3K 1K

La princesa del olimpo comienza a explorar los sentimientos del amor, nuevas amistades y realidades la hacen... More

Prólogo🌩| Heredera
Capítulo 1| Corona
Capítulo 2| Entrenamiento
Capítulo 3| Una princesa...
Capítulo 4| Cabeza de uva
Capítulo 5| Niño bonito
Capítulo 6| Friendzone
Capítulo 7| ¿Amigos?
Capítulo 8| La cabaña de Morfeo
Capítulo 9| Cita de dos
Capítulo 10| Las Oρατή
Capítulo 11| California
Capítulo 12| Romeo y Julieta
Capítulo 13| ¿Papá lo sabe?
Capítulo 14| Ancestros
Capítulo 15| Un ángel
Capítulo 16| Una pesadilla
Capítulo 17| Negación
Capítulo 18| ¿Quién es Damián?
Capítulo 19| Depresión
Capítulo 20| Cargas eléctricas
Capítulo 21| Reina del drama
Capítulo 22| Ataques
Capítulo 23 | Aceptación
Capítulo 24| Aún duele
Capítulo 25| Enamórala
Capítulo 26| Tártaro
Capítulo 27| Por mi causa
Capítulo 28| Ser mala es bueno
Capítulo 29| Sonríe rayito
Capítulo 30| Ronda de Shots
Capítulo 32| Pay de limón
Capítulo 33| ¡Voy a superarte!
Capítulo 34| La casa de los sustos
Capítulo 35| Rubia oxigenada
Capítulo 36| Estoy bien
Capítulo 37| Intentamos
Capítulo 38| Aléjate
Capítulo 39| Resaca
Capítulo 40| Pasado
Capítulo 41| ¿Dónde está ella?
Capítulo 42| A salvo
Capítulo 43| Siempre Juntos
Capítulo 44| Perfecta Esposa
Capítulo 45| No en mi boda
Epílogo| Familia Passion
Agradecimientos
Capítulo Especial | El Corazón de Anteros
Capítulo Especial | Nuestra pequeña
Serie "Hijos de Dioses"
Saga "Criaturas Bestiales"
Preguntas de Lectores
Respuestas para lectores

Capítulo 31| Emma's coffe

1.3K 136 7
By DannyBaladon

A I L E E N
⚡️⚡️⚡️

Nos separamos con Alida, ella volvió a la habitación de su novio comiendo cereales y yo continué en dirección al comedor donde quería desayunar y tomar mucho, mucho, pero mucho café. Necesito regresar a la vida, al acercarme al comedor noté que no se escuchaban las voces de los semidioses, por lo general siempre se escuchan los murmullos de todos o el sonido de los cubiertos. Recordé las palabras de la pelirroja, es tarde y quizá ya todos hayan desayunado, de todas formas me acerque hasta el gran comedor para comprobar si había alguien o comida aun. Estaba vacío, sacando mi celular del bolsillo me percaté de que era muy tarde como para pedirle a las hijas de Hestia que me preparen algo. Por lo que decidí ir al mundo mortal a desayunar en alguna pintoresca cafetería donde nadie me conozca y no me miren con pena porque me engañaron. Estar sola me vendría bien.

Envuelta en un rayo viajó al mundo mortal, sin rumbo alguno dejo que mi transporte me lleve a un sitio soleado, alejado un poco de los mortales y cerca de un restaurante tranquilo. Apareciendo en un callejón solitario comencé a caminar por la ciudad, se veía un sitio algo tranquilo y finalmente encontré una lo que buscaba, una cafetería Emma's coffe. Su fachada era de una cafetería de los años cincuenta, con grandes ventanales que mostraban asientos de cuero con mesas pequeñas y luces neón. Frente a la puerta había dos pizarrones con el menú del día y otro colgando en la entrada con una frase divertida. Entrando en el establecimiento una campana aviso de mi llegada, algunos mortales voltearon en mi dirección analizando por unos minutos para posteriormente regresar a lo que estaban haciendo antes. El local estaba casi vacío, pero el aroma a pay de moras me pareció delicioso.

Me senté en la barra esperando a que me atendieran y observe que el lugar era de un ambiente vintage con varios focos de lucesitas colgando del techo y pisos de tablero de color blanco y negro. Me gusta este sitio, espero que la comida sea tan sabrosa como el aroma me está haciendo sentir. Una camarera que estaba en la barra me atendió y le pedí un café cargado y un pay de moras. El sonido de la campanita de la puerta atrajo mi atención. Al local ingresaron una chica y un chico parecían ser una pareja. Volteó a mirar el café y pay que la camarera dejó frente a mí. Bebí un sorbo del café y me sentí un poco mejor.

—¿Resaca? —interrogó la camarera que me había atendido minutos antes, estaba limpiando la barra con un pañuelo y me sonreía de manera amistosa. Su rostro de diamante llamó mi atención, ojos pequeños de color castaño, una nariz corta y labios carnosos. Traía el cabello negro bien atado en una cola de caballo alta y su piel bronceada natural me resulto exótica.

—Sí, es como si la cabeza se me partiera, nunca había tomado tanto alcohol —comente, tomando otro trago del café y pincho un trozo del pay llevándoselo a la boca, sabía delicioso y el malestar pareció abandonarme en ese segundo. Pero regresó rápidamente con un fuerte dolor de cabeza.

—Te puedo dar una aspirina si quieres, ayudará para el dolor de cabeza —aseguró la joven, agachándose un segundo buscó debajo de la barra. Y en un segundo volvió a ponerse de pie, con un paquete de comprimidos de aspirina —Aquí está —aseguro entregándome uno lo cual acepté, bebiendo junto con un vaso de agua el cual la chica me tendió.

—Muchas gracias por la aspirina... —No pude terminar la oración porque desconocía cómo se llamaba, su gafete solo ponía E. Rodríguez.

—Emma —terminó la oración por mí sonriendo. Me resultó gracioso que se llamara igual que el establecimiento, quizá solo era una coincidencia y su nombre le aseguro un lugar en el local. No pudimos seguir charlando porque el cocinero tocó la campana avisando que el pedido de la pareja que ingresó minutos atrás estaba listo.

Volví a pinchar el pay llevando un nuevo pedazo a mi boca, degustando el delicioso sabor de aquel manjar, por los dioses es lo mejor que he probado después de los pay de frutilla de Demi. Bebí un trago de café y cerré los ojos, me estaba sintiendo mucho mejor, esta cafetería se volvió mi lugar favorito en el mundo mortal.

—Princesa Aileen —escuchar aquella voz hizo que mi tenedor se resbalara de mis manos y cayera detrás de la barra, no quise darme vuelta porque conocía al dueño de aquella voz y aún no me sentía preparada para enfrentar la verdad. Estaba muy tensa en mi lugar, un escalofrío me recorrió la espalda y el malestar de la resaca era una tontería comparada a como me sentía en estos momentos. Una mano tocó mi hombro con delicadeza, fue como si temiera que le tire el café a la cara, gire la cabeza despacio viendo por encima de mi hombro a Damián. Un recuerdo fugaz de la noche anterior viene a mi cabeza, su sonrisa, algo que en estos momentos ni siquiera se imagina de ver en su rostro.

—Damián —habló con un hilo de voz, el nudo en mi garganta no me dejaba hablar con claridad y una sensación de miedo crecía en mi pecho. Apreté mis manos clavando mis uñas en mis palmas, quería irme corriendo, pero ya soy una adulta y debo enfrentar la cruda verdad. Él tiene todo el derecho de querer explicarme lo que sucedió y porque me mintió.

—Tenemos que hablar —anuncio las palabras que tanto miedo me daban, temblé en mi sitio asintiendo despacio con la cabeza, tenía muchas ganas de vomitar y la panza comenzó a dolerme mucho. Sin que pueda evitarlo en mis ojos comenzaron a acumularse lágrimas, no me sentía lista para esto. Sé que esto me va a doler.

—Te dejo un cubierto nuevo linda —interrumpiendo nuestro duelo de miradas, Emma me dejo un nuevo cubierto frente a mí, cerré los ojos apretando mis lagrimales para evitar llorar. Acomodándome en mi taburete, aclare mi garganta y miré a la camarera.

—Gracias —susurre tomando el tenedor entre mis dedos y pinche de nuevo el pay, no tenía hambre, pero hacer esto me mantenía ocupada y no pensando en la mirada de Damián sobre mi nuca.

—¿Puedo tomar tu orden? —preguntó Emma con una sonrisa al castaño, sacando del bolsillo de su delantal una pluma y una libreta.

—Solo quiero un café, por favor —respondió él volviendo a centrar su atención en mí, tenerlo tan cerca luego de creer que por meses que jamás lo vería otra vez es muy duro de asimilar. Lo peor es que mis padres lo sabían y no me dijeron nada, él tampoco me busco a pesar de que me vio sufrir tanto.

—Te escucho —logré decir con dificultad, mis labios temblaban y mi panza me dolía mucho, el nudo que se estaba instalando en ella me hacía querer vomitar.

—Quiero pedirte perdón por todo lo que te hice sufrir durante estos meses, desde el primer momento en que regresé a la vida quise volver contigo, con mis hermanas —aseguro sentándose en un banquillo a mi lado —Mi madre le imploro a Hades que me devolviera la vida, el acepto, pero me tuve que cuidar mucho estaba muy débil y tenía que recuperar fuerzas para beber una poción para que pueda regresar, pero debía ser fuerte y en esos momentos estaba muy débil. Quise regresar, pero no me lo permitieron, fue muy duro ver todo lo que pasaste, lo que pasaron todos por mi culpa y lo lamento rayito —su mano se apoyó encima de la mía, su tacto me hizo sentir cosquillas, separe mi mano de la suya, no quería sentirlo cerca, me hacía sentir tantas cosas que en estos momentos no quiero porque me dolió que me mintiera.

—Solo hacía falta una carta, una pequeña esperanza de saber que te encontrabas bien Damián, nos hiciste pasar por un trago amargo y no dijiste nada. Una parte de mí murió contigo y no sabes cuanto dolió que tú no estés, la falta que me hacías y sé que nadie es imprescindible en esta vida, pero es diferente saber que esa persona no está contigo, pero está bien a saber que no está contigo y jamás volverás a verla. Pudiste decirnos la verdad —respondo con rabia y dolor, pudo enviar una carta o dejar pistas de que aún seguía con vida. Pero prefirió callar y que todos nos jodamos con su ausencia.

—Estaba confundido, no entendía nada y mi madre me mantuvo encerrado en una habitación por semanas, no tenía ni siquiera fuerzas para levantarme solo de la cama. Y cuando me recupere ya era demasiado tarde, no podía volver como si nada, mi madre esperaba que me recuperara para ser ella misma quien dijera que estaba vivo —su tono de voz apagado me estaba rompiendo, lo mire y estaba observando su café —¿Podemos volver a intentar lo nuestro? —pregunto en un susurro, apartando mi mirada me centre en el pay de moras, sus palabras sonaban tan fáciles, pero no podía olvidarme de todo el dolor que me hizo pasar.

—No puedo olvidarme de todo este dolor, Damián necesito un tiempo para asimilar todo esto y plantearme si en verdad quiero volver a estar contigo —respondí con firmeza. Estaba muy confundida y debo tomarme un tiempo para asimilar todo lo que pasó y lo que pasará si decido regresar con él, tengo miedo de que la historia se repita y nada me asegura de que regrese una vez más. No quiero volver a pasar por algo como esto nunca más en la vida. Gire mi cabeza viendo en otra dirección notando a la pareja que había llegado hace un rato. Parecían estar hablando de algo serio, la chica intentaba tomar la mano del joven, pero este se apartó.

—Lo entiendo... y quizá sea momento de separarnos. No quiero que te sientas atada a mí, que sientas que debes perdonarme cuando te lastime tanto. Lo siento mucho Aileen, eres importante para mí y te daré todo el tiempo que necesites —murmuró en voz baja, cada una de sus palabras me dolieron muy profundo y ni siquiera me atrevía a mirarlo, mi corazón se estaba contrayendo en mi tórax. El ruido de su banco arrastrando en el suelo me hizo voltear a verle, tiró un par de billetes en la barra y levantó su mirada hacia mí. Cerré los ojos, un par de lágrimas se me escaparon, sentí un hormigueo en mi cuerpo cuando sus manos me tomaron del rostro y con sus pulgares seco, mis lágrimas.

Volví a abrir los ojos, lo tenía muy cerca de mi rostro, apoyando mi frente sobre la suya, busque sus labios, pero él se alejó y contengo un sollozo. Cerrando los ojos sentí un cálido beso suyo sobre mi frente, después de eso todo lo que sentí fue el frío. Su tacto no me estaba más sobre mi piel y un hormigueo de su fantasma aún estaba palpitante sobre mis mejillas, mire como comenzó a alejarse en mi mente todo estaba pasando tan despacio. Quería echarle toda la culpa de lo que nos sucedió, pero sería demasiado injusto y no podía. Yo lo alejé también y me duele que se haya rendido así de fácil con lo nuestro, siento un vacío en el pecho que no me permite respirar bien. Las lágrimas continúan saliendo volviendo mi vista borrosa, Damián no se giró en ningún momento y cuando la puerta del local se giró tras él, Emma me entregó unas servilletas para secar mis lágrimas.

—¿Quieres hablar? —interroga la joven con voz suave, pero al notar que la miraba con extrañeza se apresuró a añadir —Mi abuela decía que es mejor contarle tus problemas a un extraño que te aconsejara lo que de verdad necesitas, que contarle tus problemas a tus amigos que te dirán lo que tú quieres oír porque no quieren herirte —afirmó sacando una caja de servilletas nuevas para dejarlo frente a mí.

—Mi novio me acaba de dejar. Aún lo amo demasiado, pero necesito un tiempo para pensar y afrontar muchas cosas que pasaron y me hicieron daño —confieso limpiando mi nariz con una servilleta, las lágrimas continuaban saliendo y a cada segundo que pasaba me sentía peor. Lo de la resaca sumando esto me hacían sentirme mucho peor.

—Usa este tiempo para pensar en si te hace más feliz a ti, si regresar es lo que quieres y te hace bien o permanecer en caminos separados es lo mejor para ambos. Para que pases mejor las penas es hora del menú... —el ruido de una silla cayendo silencio sus palabras y toda la atención del local fue a parar a la pareja que había llegado de último. La chica que se levantó de su lugar levantó la silla y juntando sus cosas se fue del local, el chico quedó unos segundos viendo el asiento, vació frente a él. En silencio se puso de pie y se acercó a la barra mirando a Emma. —Es hora del menú para los corazones rotos —pudo finalizar su frase, tendiéndole pañuelos al chico que tenía los ojos rojos, estaba a punto de llorar también.

—Que sean dos, por favor —pidió el muchacho limpiando algunas de las lágrimas que caían por sus mejillas con rudeza —Arlie acaba de dejarme —confesó soltando todo el aire que contenían sus pulmones, sus manos cayeron como puños sobre la barra moviendo haciendo temblar la vajilla.

—Tranquilo Adam, enseguida los preparo —respondió Emma girándose para desaparecer tras una puerta roja que supongo debe ser la cocina.

Hola llamitas, estoy triste por Aileen y por Adam, a los pobres no les fue bien el día de hoy, veremos que pasa en el siguiente capítulo.

Continue Reading

You'll Also Like

2K 325 22
Nadie sabe como empezó, ni lo que es,los muertos se levantaron y nadie puede detenerlo ,Chris un chico que después de un accidente despierta en este...
138K 6.3K 16
estab en una escuela los chicos son los tipicos malotes y populares que ahí, estan con todas las chicas (son mujeriegos) pero....ahí 4 chicas que no...
97.4K 12.5K 72
˚→ ˚→ ˚→ Ann Taylor una joven mexicana de 22 años, llena de sueños viaja por primera vez a Italia, en medio de su recorrido en las ruinas antigu...
13.6K 834 47
Betania Sokolov, jefa del orden de alimentos del palacio, vive una vida tranquila y para nada divertida. Un gran momento decisivo cambiará su vida...