Isabelle despertó acariciándose los labios. Thomas. Pensó. Isabelle comenzó a mirar a los extremos de la habitación y se sintió confundida. ¿Por qué Thomas me besaría? ¿Será que me presentará a su familia como su novia? ¡Jamás aceptaría! No me mezclaría con alguien cuya sangre es su... diferente. - Isabelle se dijo a sí misma.
Partió de la habitación como de costumbre y se aseó. Bajó al Gran Salón en busca de Thomas. No lo encontró. Decidió caminar a la entrada de la sala común de Ravenclaw con esperanza de verlo.
En el transcurso del camino a la sala común, tropezó con alguien. Era Thomas.
-"A usted andaba buscando". - aclaró Isabelle.
-"Tanto me anhela que anda buscándome en horas tan tempranas, Belle". - mencionó Thomas.
-"No es por eso. Tengo que hablar contigo". - dijo Isabelle.
-"Diga". Comentó Thomas.
-"No iré contigo a ninguna parte"-
-"¿Por qué ese cambio repentino?"-
-"¡Debes entender y quitarte esa ilusión de que algo pasará entre nosotros!" - Exclamó Isabelle.
-"¿Algo? ¿A qué te refieres con algo, niña? Yo solo quiero una amistad... que conozcas más allá de lo que los magos comentan"
-"No me interesa y decidí no ir".
-"¿A qué le huyes, Belle? Ayer no te encontrabas así". - preguntó Thomas.
Isabelle se marchó sin comentar nada. Thomas no decidió perseguirla, pues era muy temprano para sus caprichos.
***
Así transcurrió el día. Ambos sin hablarse. Cada vez que Thomas intentaba acercarse a Isabelle, esta se marchaba.