Siete años atrás...
Pov Lissa
13/07/10
Pintaba ser un día normal, el cumpleaños de mi padre como cualquier otro: "sencillo y tal vez aburrido"
Al menos para mi...
No sentía que encajara en algún lugar. Con mis primas me sentía niña pequeña ya que ellas lo eran. Y mis primos; todos eran mayores que yo, a excepción de uno... Aunque no me acercaba ya que él simplemente se encerraba en su mundo mientras apretaba los botones de su pequeño videojuego, ignorando el mundo real.
Estaba sentada en una mesa cerca de donde se encontraba mi papá, me encantaba verlo tan feliz sin importar el tamaño de su festejo. Trabaja tan duro, me da todo lo que necesito y me siento un poco mal por no poder hacerle una gran fiesta digna de él.
Mi mejilla estaba recargada en mi mano, por algún extraño motivo me sentía exhausta.
- Has estado desvelandote y estudiando para los exámenes, es normal...- pensé. Después de que esa idea viniera a mi cabeza trate de no darle importancia al hecho de que desde hace 3 días tenia unas jaquecas algo extrañas.
¿Mi papá sabía? Si, sabía que últimamente me dolía la cabeza, pero no sabía que hace dos noches me levante empapada de mi propio sudor. Lo tomé como una simple gripe por bajas defensas gracias al estrés ya que me esforzaba lo suficiente por sacar una buena calificación para no darle problemas a mi papá, no he reprobado pero... No era muy buena.
Me estaba quedando dormida cuando mi abuela me levantó:
- Cariño, ¿estas bien?- asentí tallando me un ojo- ¿segura? Es que tu cara se ve muy cansada y... - ella toco mi frente- ¡tienes fiebre!
- Tranquila, abuela. Es una simple gripe, no te preocupes. Y mi cansancio es porque no he podido dormir muy bien estos días gracias a la escuela- sonreí para ella, me miró con ojos llenos de duda.
- Bien... Anda, ve con tu padre para que te sirva tu hamburguesa- asentí junto a un sonidito nasal.
Me coloque al lado de la parrilla, observandolo. No entendía porque estaba cocinando si él era el cumplañero, pero por otra parte me alegraba que fuese así, mi papá hacía las mejores hamburguesas. Su mirada se elevó un poco y me sonrió al notar mi presencia.
- Hey, conejita. ¿Estas esperando?
- Si, ¿ya casi esta la mía?- soltó una risa a la cual correspondi algo soñolienta.
- Si, cariño- me miro igual que mi abuela- ¿todo bien?- dejo a un lado su espátula para tocar mi frente- ¿aun duele?, si es así tendré que llevarte a un doctor.
- Un po... - una arcada me atacó, ¿ahora tengo náusea?
- No se diga más, mañana mismo al doctor, chiquilla- asentí. Mire como servía la comida en mi plato- ahora disfruta.
- Claro- sonreí.
Seguía parada en el mismo lugar, cuando a mi mente se colore la imagen de mi madre a un lado de él, festejando con nosotros... Era tan real que sentía que podría tocarla. A veces deseaba su presencia, aunque nunca la haya conocido papá siempre me hablaba de ella, me mostraba en antiguas fotos la belleza que portaba junto si humildad... Era difícil ser pre-adolescente y no tener a tu mamá a un lado.
Sacudí mi cabeza un par de veces, deshaciendome de esa triste idea.
Comencé a caminar con rumbo a mi mesa, lo extraño fue que a cada paso que daba me sentía más débil sumándole que todo a mi alrededor daba vueltas; el calor era insoportable...
- ¡Papá! - solte mi hamburguesa- ¡papá!- volví a gritar con la poca fuerza que tenia.
-¿Que pas...? - caí de rodilla y luego mi cuerpo se tumbo por completo en el suelo- ¡cariño!- como si fuese cámara lenta vi como dejaba caer sus cosas para comenzar a correr en mi dirección.
Todo se puso nublado, las voces eran cada segundo más lejanas y... Simplemente me desconecte.
Solo recuerdo escuchar el ruido de la ambulancia.
(...)
Un leve pitido comenzaba a sonar, lo extraño es que este tenia un ritmo.
Ahora escuchaba un pequeño murmullo. El sentido tacto regresó a mi junto con la sensación de que alguien apretaba mi mano, la sensación es muy plástica por alguna extraña razón.
Exhale pesadamente, ¿que pasó?, ¿donde estoy?; estas y más dudas aparecieron, pero simplemente no podía resolverla, por alguna extraña razón mis ojos no se abrían...
Espera... No puede ser. La sensación de parpadear esta ahí, entonces porque...
- ¡¿Papá?! - me quise levantar de golpe.
- ¡Lissa!- lo que pensaba era la mano de mi padre me sostuvo del pecho para regresarme a mi posición inicial- tranquila, cariño estas bien... Estas bien...- este último lo dijo más para el mismo que para tranquilizarme- ¡enfermera! ¡Doctor!- su voz sonaba como si algo la bloqueara.
- ¿Que pasó?, ¿por qué...porque no puedo... Ver?- su mano apretó con fuerza la mía. Mi pecho subía y bajaba de manera descontrolada- ¿que paso? - volví a preguntar muy nerviosa.
- ¿Que? ¿No pudes...? - la voz de mi papá fue cortada por lo que yo creía era el ruido de una puerta.
- Necesito que le hagan un pequeño chequeo. Revisen su temperatura, su presión arterial, respiración y palpitaciones- sentí como mi papá soltaba mi mano. Una persona nueva me sostenía del pecho y espalda comenzando a crear una ligera presión.
- Es mejor que te relajes y respires. El doctor está aquí para explicarte lo sucedido, ¿bien? - confundida asentí a la tranquila voz de la enfermera
- Es bueno que haya despertado, señorita Lissa. Estábamos preocupados pero es muy fuerte.
- ¿Que me pasó?, ¿por qué...?¿Mi vista no sirve?- escuche como el doctor suspiro de una manera un poco pesadamente.
-Bien, Lissa... Cuando llegaste aquel día- ¿aquel día? ¿De qué habla? Llegue hace apenas unas horas- estabas convulsionado...
Esto no puede estar pasando- ¿aquel día? Habla como si eso hubiera pasado hace muchos años- un silencio ensordecedor lleno la que, obviamente es, una habitación de hospital.
- Estuviste en coma... Por dos semanas, cariño- trato de decir mi papá de una manera sutil. Trague saliva.
¿Dos semanas? Es mucho para mi cabeza no puedo, simplemente no puedo asimilarlo
- Tu temperatura era de 40- interrumpió el doctor- ese nivel es muy peligroso, por eso tu cuerpo colapso. Eso significa que tuviste un caso de meningococo, el cual empeoró y te causó una meningitis bacteriana- no entendia nada de lo que decía- estuviste expuesta a una bacteria la cual te infecto de manera respiratoria... Dime, Lissa. Días antes de esta situación ¿tuviste dolores de cabeza? -diablos...
- S-si- dije con un poco de miedo.
- ¿Cuántos días?
- Tres... Y en una de esas noches recuerdo... - suspire- recuerdo haberme levantado con mi blusa completamente mojada de mi sudor.
- Eso no lo sabíamos. Tu padre nos dijo que solo habías presentado dolores de cabeza pero nunca dijo a que grado.
- Yo no le dije- sentía vergüenza- pero... ¿Mi vista?
- Digamos que las altas temperaturas continuas en tu cuerpo causaron que...tus nervios ópticos, los cuales son los principales en hacer que tu visión funcione, reventaron...
- ¿O sea, qué? Ya no... Podré ver...
- No al menos de que encuentre un donador... Lo siento, mucho. Pero no te dejes caer, sobrevivía te y eso ya es mucho, te lo vuelvo a repetir: eres muy fuerte- un silencio abrumador de nuevo- Aun no te podemos dar de alta, el virus sigue al rededor tuyo.
- ¿Y como es que están aquí? ¡Se pueden contagiar¡- me exaltar mucho.
- Tranquila, tenemos el uniforme adecuado y cubre bocas. En tu escuela no fuiste la única contagiada, nos llegó la triste noticia de que 5 alumnos más estaban contagiados, uno de ellos es una niña, parece ser que ella fue la principal portadora.
Dios, que tonta soy...
Flashback
Caminaba por los pasillos de mi escuela. Ida, pensando o angustiandome por mis inseguridades.
Iba mordiendo una de mis uñas directo a mi siguente clase, en la cual nos darán la calificación final de la misma.
- Solo espero no haber reprobado- suspiro pesadamente.
- ¡Lissa! - la voz de una de mis amigas se hizo presente, pero al distraerme por intentar voltear en su dirección, choque en seco con alguien tirando por completo sus libros.
- ¡Cuanto lo siento! - ayude a la persona a levantar las cosas que cayeron por mi culpa. Al tenerlas todas en mis manos pude levantar la vista y percatarse de que era una chica. Chica que a mi parecer te iba una mirada muy tristona junto a su muy rojizo rostro.
- Tranquila, yo tampoco te... - la chica volteo su rostro para así soltar su estornudo el cual ya no pudo bloquear con su brazo.
- ¿Estas bien?- la chica tenía una de sus manos encima de la mía así permitiendome sentir que su temperatura era damasiado alta... Más de lo normal- porque no te ves asi, deberías de ir a enfermería.
- Tienes razón. No creo que esto sea una simple alergia como lo dijo mi doctor, me siento fatal- pareciera que un ataque de náuseas vino y una arcada se apoderó de ella.
- Yo tampoco- le entregué sus cosas escuchando de fondo el timbre ensordecedor- te acompañaría pero esta clase es muy importante. Nuevamente, lo siento.
- Ya te dije que no te preocuparas- de nuevo estornudo- muchas gracias.
Vi como se alejaba tambaleante.
-¡Hey! - ahora si me gire en dirección de mi amiga- apresurate, no quieres ser reprobada, ¿o si?- camine en su dirección.
Fin del Flashback
La puerta de la habitación se cerró. La penumbra seguía presente, aunque podía notar ciertos movimientos, pero no ayudaba en nada a la prominente tristeza que sentía.
- ¿Por qué no me dijiste nada? -la lejana voz de mi papá, gracias al cubre boca, me despertó de mi trance para así llevarme a otro.
- Yo... No quería preocuparte. Estabas muy ocupado últimamente, llegabas tan cansado que me fue fácil guardar el secreto- sentí su mano apretando nuevamente la mía.
- Tu eres mi prioridad, Lissa ¿comprendes?. Tu jamas serias un peso más o un estorbo. Eres mi todo- lagrima comenzaron a salir.
- Pero ahora si lo soy... Estoy ciega, papá, ¡CIEGA! Si antes no hacía nada bien, ahora menos- mis sollozos llenarlo el lugar.
- No digas eso de nuevo, no voy a permitirte hablar así- su voz salía de manera brusca- saldremos de esta, como siempre- no dije nada- Jamas digas eso. Te amo, conejita. De aquí a la luna.
- ¿Y de regreso? ¿Solo saltando?- su tipica risa.
- Saltando, de rodillas, de cualquier manera....
Fin del Flashback.
Pov Peter.
- Tres de la mañana, ¿que día los hacen robando?, ¿que no tienen donde dormir? - miraba a los ladrones enredados en mi telaraña.
- ¿Y por qué crees que robamos, imbecil?
- Oh... Cierto. Bueno eso no es justificación.
- ¡Cierra la boca! - cerré su boca con una telaraña antes de que pudiera ofender e más.
- Mejor cierra la boca tú- a lo lejos pude ver como una sombra se movía en una dirección específica- bien, chicos. La policía ya viene así que... Los dejo.
A la lejanía pude escuchar los quejidos de uno de los tipos.
- ¡MALDITO!, ¡tienes que regresar!
Seguí la sombra. Para mi curiosidad resultó ser un hombre. Caminaba decidido y ansioso a mi parecer, pero mi angustia creció cuando este dio vuelta en la calle en la que se encuentra mi hogar.
- Por favor no te detengas ahí, no te detengas ahí...
Y como por arte de magia, el tipo se detiene en frente de la ca de Lissa... ¿Lo peor? La camioneta de David no esta, esto quiere decir que Lissa esta completamente sola.
Comenzó a acercarse a la puerta. Pareció intentar abrirla y antes de que el pudiera hacer algo yo ya me encontraba escabullendome hacia la ventana de Lissa.
- Maldita sea, esta cerrada- golpee unas cuantas veces. La luz estaba apagada, con obvia razón porque como ya dije "eran las tres de la mañana"- ¡Lissa! -dije entre un susurro y un grito. Golpee unas cuantas veces más. Nada.
- Cuanto lo siento, Lissa- dije antes ejercer la fuerza suficiente como para romper el seguro de la ventana.
Al poner un pie dentro de la casa, un golpe horrible fue recibido por mi cabeza.
- ¿Quien eres? - la voz de una chica nerviosa se presentó.
- Ouch- me queje- tienes un brazo fuerte... ¿Como rayos lo hiciste? - esa puntería fue muy buena , Dios mio mi cabeza.
- ¡¿Peter?! - diablos. No, no, no.
- No. Soy spiderman- masajeaba mi cabeza.
- Ah... ¡¿Qué haces aquí a las... - revizo los bailes de su reloj- tres casi cuatro de la mañana?! - su perro comenzó a gruñirme- tranquilo, Russ.
- Bien, te lo diré pero no vayas a alterar te, ¿okay?
- ¿Alterar me por qué? ¡Me das miedo!
- Un tipo, quiere entrar a la casa y... - fui interrumpido.
- ¿Y por qué no has hecho nada? - astuta como siempre.
- Necesito que vengas conmigo. No puedo explicarte, ahora solo sube a mi espalda- al ver que ella no se movía coloque el seguro a su puerta y la amarre a mi espalda.
- ¡Hey! ¡Espera!- Deje de escucharla y con ella en mi espalda cerré la ventana y comence a trepar en dirección al techo- ¡Oye! - como pude cubrí su boca con mi mano. Obviamente a ella no le pondría una telaraña.
- Shh- ella se aferro a mi- él está aquí- dije susurrando. Pude sentir como se tensa a de a poco- tranquila, yo me hago cargo.
Salte del techo y lance una telaraña a su cabeza para así tirar de ella, causando que el tipo calera de espaldas.
Escuche sus maldiciones y toda mi sangre se heló al ver quien era.
- Buitre... - unos pequeños pitidos comenzaron a sonar. Como pude me acerque al sonido.
Una rabia enorme creció en mi cuando vi que era aquel objeto ruidoso. Como lo supuse: era una pequeña bomba, pequeña pero muy peligrosa.
La arranque de la pared en la que estaba. La lucesita que este desprendía me causaba náuseas del tan solo pensar que hubiera pasado de no ser por mi tentación al seguir esa silueta.
- ¿Esto es enserio? - baje a Lissa de mi espalda momentánea mente. No podía pelear con ella ahí, pero me puse delante al notar como Buitre hizo el ademán de acercarse- No se te ocurra, idiota.
- Spiderman- dijo con ironía- vaya no pensé que estarías aquí. Me sorprende.
- A mi igual. ¿Que es lo que pretendidas con esto?- lo levante a la altura de mi cara.
- Pues... Te cuento- antes de poder reaccionar el golpeó mi mano y tiro el dispositivo al suelo. Por el rabillo del ojo pude ver como Lissa se tiraba a una esquina escondida detrás de un macetero.
Recibo un golpe en la cara, me tambalee un poco pero al reaccionar seguí con la pelea que el comenzó.
Entre golpes y telarañas trataba de tomar el dispositivo al cual le quedaban sólo dos minutos.
En un descuido el se posó a un lado de Lissa para tomarla del brazo. Fue impactante ver como desplegaba sus alas intentando emprender vuelo.
Un grito de parte de Lissa se hizo presente. Que bueno que la tía May tampoco se encuentra.
- No lo creo- con una telaraña me impulse para proporcionarle una patada en el rostro; como la altura no era muy predominante Lissa pudo caer en perfectas condiciones.
- ¿Lo quieres? Bien, es todo tuyo- me hizo perder el tiempo peleando para acabar con el conteo de la bomba...Es un...
Acerque a Lissa con una telaraña. Como si de una cámara lenta se tratase, antes de que la bomba cayera la pateé en dirección al hombre volador. Este la esquivo causando que la bomba explotará en el aire gracias a la fuerza que contuve en la patada.
Gire para encontrarme con su mirada asustada, sus manos en sus oído un pequeño tinteo en su cuerpo. El ruido la había lastimado, de nuevo lo olvidé.
- Vamos, Lissa. Sube- ella sin chistar se aferro a mi espalda con su frente pegada a mi hombro- Adiosito- huí del lugar, a sabiendas de que Buitre nos seguía.
Tarde pero seguro. Me encanta saber que ya estamos entrando en la parte más muajajajaja de esta historia. Entre cada captó habrá algún que otro regreso en el tiempo para que sus dudas sean contestadas UwU.
Amenlo, comanselo, atragantense y disfruten de esa sensación de amor que les quiero transmitir💕.
Los amo.
Hasta luego! Besos!