Te Siento (Andrew Garfield y tú)

Capítulo 26

Unos años atrás...

Pov Miranda

-Escoge la a ella... - menciones mientras recordaba aquel programa en el que vi que un padre tenía que escoger entre su esposa y su hija. Al final salvo a su esposa...

- ¿Que?- separo su mirada de la revista que tenía en sus manos- ¿De qué hablas, hermosa?.

Hoy tenía un chequeo con el médico, ya casi llegaba a mi último mes. Estaba algo ansiosa, se que es por el embarazo pero no he dejado de pensar en, ¿que tal si algo sucede?

- Que la escojas a ella... - señale mi hinchada panza, el me miraba aun con duda. Tomo su mano- prometeme, que si algo me llegase a pasar en el parto, la escogerás a ella--me miro mucho tiempo- prometemelo...

- ¿Por que piensas en estas cosas? Todo saldrá bien, Miranda- el comenzó a acariciar mi mano con su pulgar.

- Solo prometemelo, ¿si?. Yo se que todo estará bien pero...

- Te... Te lo- suspiro, se que esto no es fácil para el. Tampoco lo es para mi, pero algo me dice que es mejor que me lo prometa ahora- te lo prometo.....- amo tanto a este hombre, amo el hecho de que no le importe mis miedos y el hecho de tener que criar a la pequeña dentro mio.

- Te amo- le dije con toda la sinceridad del mundo. Creo que esto no sólo vino de mi corazón, sino también de mi mente, mi cuerpo. Le besé. Siempre he sido una chica con suerte, pero nunca crei que tuviera tanta.

Al salir, me sentí un poco más tranquila. Me siento muy positiva, pase lo que pase no debo dejarme caer, no ahora y mucho menos estos días.

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Dolores, dolores.

Son horribles, pero son normales la contracciones. Ya casi nace esta pequeña...al final todo valdrá la pena. Ella crecerá y será un hermosa mujer cita, llena de vida.

Me levante de la cama con el mayor cuidado posible, intentando no despertar a David.

Cierro los ojos con fuerza mientras posó una mano en mi estómago. Inhalo y exhalo...mis pies descalzos sobre la madera se sienten tan frágiles e hinchados. Maldito frio

Me acerco a la mesita de noche y bebo del vaso de agua que siempre dejó ahi.

Vuelvo a recostarme en la cama, de alguna manera los cambios emocionales u hormonales del embarazo me afectan. Comienzo a recordar todo...El no debe de enterarse, pero ¿si algo malo sucediese?

Mejor vor a dormir, antes de que mi cabeza siga haciéndose ideas estúpidas. Me recoste de nuevo, a seguida sentí como la mano de mi ya esposo, David, se entrelaza con la mía. Siemto su tacto tibio, sobre mi fría piel.

- Te amo, preciosa- sí antes yo era muy segura de mi misma, con el diciendome estas palabras me siento como un torbellino de amor propio.

- Te amo más- bese su mano- mi apuesto esposo.

- Eso lo debería de hacer yo- abrió los ojos, me sonrió- ¿acaso quieres cambiar los papeles? Sería un buen embarazado- le di un pequeño golpe- piensas demasiado, últimamente. Todo va a estar bien, pase lo que pase. Todo tiene solución.

- Lo sé, pero algo me dice que me cuide.

- Eres solo tu, tus sentimientos están a flor de piel. Pero no te preocupes, te comprendo.

- Después de unos meses tu chica fuerte regresará.

- Ella está conmigo ahora, sigue siendo fuerte y llena de esperanza. Tienes más esperanza que mi apellido- comenzamos a reír- te ves aun más hermosa sonriendo, por favor no dejes de hacerlo.