Al abrir los ojos lo primero que vio fue una pintura de La noche estrellada sobre el Rónado de Vincent Van Gogh.
Hoseok enarcó una ceja, apenas moviendo la cabeza que, al pestañeo, empezó a doler como si le hubieran pegado con un bate comparándose a la peor resaca que había tenido en su vida, gruñendo audiblemente y sintiendo un aroma desconocido y agradable cuando rozó la punta de la nariz con la almohada.
Era un aroma agridulce.
Se sentó en la cama con rapidez, sin importar que su cabeza le diera vueltas y se encontró así mismo en una cama desconocida, una habitación desconocida y sólo en ropa interior.
- ¿Qué mierda...? -preguntó al aire, justo cuando vio algo removerse frente a él que hizo que diera un salto en la cama y tapara su torso desnudo con las sábanas.
Fijo la vista en el lugar y se encontró con un cuerpo hecho un ovillo en un pequeño sillón, se encontraba semi sentado y envuelto en una manta de Tigres animados mientras abrazaba lo que parecía ser una croquera.
Hoseok se quedó sin aliento, sin poder procesar que la persona que estaba durmiendo frente a él tan incomodamente era el escultor Kim Taehyung.
¿En qué momento él había terminado siendo arrastrado allí? Porque era lo suficientemente razonal como para jamás haber seguido a Taehyung a su departamento, porque estaba seguro que lo era; se notaba en los cuadros bellamente pintados, en las luces de Navidad colgados de los techos, los botes de pintura en una esquina al lado de dos atriles, uno pequeño encima de un gran escritorio lleno de papeles, lápices y pinceles y otro justo al lado del balcón. Todo en ese lugar gritaba y culpaba a Taehyung a la vez.
Hoseok estaba empezando a entrar en pánico.
No le había pasado eso desde los veinte años. No se había acostado con ningún desconocido estando ebrio.
Aunque prácticamente Kim Taehyung no era un desconocido.
¿De verdad lo habían hecho? Hoseok temía que sí, porque lo último que recordaba era haber bailado en la pista de baile y ver de reojo a alguien muy parecido a Taehyung con él. Pero pensó que era una ilusión de tanto que pensaba en lo odioso que era el escultor.
Ahora se daba cuenta que tal vez si era él.
¿Pero qué le había pasado a su rostro que le dolía tanto?
Hoseok estuvo a punto de vomitar, viendo de reojo un vaso con agua en la mesa de noche. Estiró el brazo para tomarlo, pero su torpeza mañanera hizo que botara la lámpara con forma de árbol y flores de cerezo.
El cuerpo de Taehyung se sobresalto, sus ojos hinchados ni siquiera abriéndose, sólo su cabeza que empezó a moverse de un lado a otro como un cachorro que trata de escuchar mejor. Sus lentes casi cayéndose de la punta de su nariz le provocaba cierto malestar al estómago de Hoseok, porque nunca pensó que Taehyung se vería tan bien con lentes, su cabello largo y rubio cayendo con mechones rebeldes por su rostro.
Trago saliva, sin importar mantener el silencio, tomo el vaso con agua y le dio un largo sorbo que estaba seguro que necesitaba una botella de un litro de agua para saciar su sed.
Dejo el vaso devuelta en la mesa cuando Taehyung por fin entreabrió los ojos sacándose los lentes y bostezando en el proceso. Al encontrarse con los ojos de Hoseok, pareció acordarse de algo muy importante, porque se levantó abruptamente y Hoseok ya hasta podía ver el lindo color de sus ojos. La imagen le hubiera dado risa si no se encontrase tan enojado.
- ¿Qué mierda estoy haciendo aquí? -preguntó con voz ronca, notablemente enfurecido.
Taehyung pestañeo con nerviosismo mientras se relamió los labios tragando saliva. Era tan obvio que estaba nervioso, pero que trataba arduamente de no demostrarlo. Inútilmente desvió el rostro bajo la mirada escrutadora de Hoseok y se sonrojándose hasta las orejas.
- Anoche... te peleaste con un sujeto -musito casi entre dientes, pasándose la mano por el cabello enredado-, Mel me ayudo a traerte a casa, perdiste tus llaves, así que te quedaste aquí.
- Mientes -enarcó una ceja, empezando a irritarse por lo tímido que estaba Taehyung ante él. Nunca lo había visto así de nervioso, bueno, en general nunca lo había visto después de despertar-. Nam me hubiera abierto la puerta si Mel lo hubiera llamado.
- No sé si lo hizo - se encogió de hombros con la manía ya repetitiva de pasarse los dedos por el cabello-, yo traté, pero Nam hyung no contestó.
- No le digas Nam hyung -chasqueó la lengua y abulto sus labios, aun más disgustado-. Es mi amigo, no el tuyo.
Taehyung ante eso resopló, rodando los ojos y conteniendo una sonrisa. En ese momento sintió que era el Taehyung que conocía últimamente.
- Oh, vaya, que maduro eres -dijo sarcástico y agudizando la voz con burla-. Tranquilo, no te quitaré a tu amigo Nam hyung~.
- Púdrete -exclamó Hoseok, mirándole con desprecio, pero el escultor lo ignoró volviéndose hacia el sillón y ordenando la manta que tenía desordenada luego de poner la croquera encima del escritorio.
Casi gruñendo como un perro rabioso, Hoseok se paró abruptamente, pero un dolor en su parte trasera le hizo devolverse a la cama con un gemido que se le quedó atascado en la garganta. Un sudor frío le empezó a recorrer la sien, su manzana de adán moviéndose nerviosamente al tragar grueso y sin atreverse a mirar fijamente al escultor que se le había quedado mirando por el gemido de Hoseok, quien empezó a sentir náuseas.
- ¿Qué te pasa, viejo raro? -preguntó Taehyung, enarcando una ceja extrañado ante el semblante pálido del contrario.
Hoseok tembló, pero lo ocultó bastante bien. No era como si se estuviera imaginando toda una desgracia en su cabeza digna de una obra teatral trágica.
Cuando por fin se armó de valor sólo por el hecho de parecer orgulloso y seguro, alzó la mirada hacia Taehyung y preguntó.
- ¿N-nosotros... t-tuvimos...?
Taehyung arrugó el entrecejo sin entender.
- ¿Qué?, ¿Tuvimos qué..?
El contrario puso los ojos en blanco, irritado ante el desconcierto del escultor, señalando vagamente su parte baja y trasera.
- Sabes a lo que me refiero, no te hagas el idiota.
A Taehyung le tomó diez segundos entender a lo que se refería y cuando lo hizo, casi se atraganta con su saliva.
- ¿Te refieres a que tuvimos sexo? -exclamó perplejo, haciendo que Hoseok se pagara una palmada en la frente que resonó por toda la habitación. Taehyung soltó una carcajada burlesca y lo miró con un gesto altivo-. Ya quisieras... no es que yo no quisiera, sabes, pero tú eres un viejo gruñón y...
- Ya, entendido -lo cortó con la mano en alto, desviando la mirada. Era la situación más incómoda que había pasado en mucho, mucho tiempo, sin poder evitar refunfuñar y odiar el hecho de que su rostro se sintiera en llamas-, tampoco es que quiera saber porqué mierda me duele el trasero, imbécil.
Taehyung le oyó, cruzándose de brazos, volvió a soltar otra risa burlesca a pesar de la mirada asesina de Hoseok.
- Te caíste de culo al suelo cuando te peleaste con ese tipo, es obvio que te va a doler, imbécil -explicó con sorna imitándole-. Y te caíste de camino aquí también, cuando te metimos al taxi -se detuvo, sus ojos radiantes de sorpresa que aun no se esfumaba y esa sonrisa juguetona que Hoseok estaba empezando a detestar-. ¿En serio creías que tú y yo...? -se señaló a ambos con el dedo-. Ay, Hobi hyung~, quien diría que en realidad te gusto lo suficiente como para tener sexo conmigo en tu imaginación.
- ¡Cállate! -gritó Hoseok, horrorizado, haciendo que Taehyung se tensara asustado por su grito borrando su sonrisa burlona. Hoseok gimió de dolor, tocándose la sien con la palma de su mano al dolor en su cabeza por haber gritado, bajando la voz-. Fue un malentendido, cállate.
Hoseok se levantó de la cama como pudo, apretando la mandíbula, y es que sabía que tenía que revisar su espalda baja porque le dolía como en el infierno. Nunca había tenido sexo con un hombre, así que no podía saber si es que Taehyung se las había dado de activo y, aunque así fuera, él jamás lo hubiera permitido. Tal vez si él fuera el de arriba.
<< Mierda >> detuvo el sentido de sus pensamientos, ¿Qué estaba mal con él?, ¿Aún estaba borracho que andaba si quiera pensando en la posibilidad de un polvo con ese tipo? Su cuerpo era envidiable en el sentido de que era delgado, pero más allá de eso, no tenía comparación al de una mujer. No. ¿Pero porqué demonios no podía quitárselo de la mente?
<< Necesitas parar >> se dijo al ver como Taehyung le había dado la espalda, guardando la manta en el mueble que estaba en la otra esquina de la habitación. ¿Por qué estaba pensando en el cuerpo de Taehyung semi desnudo justo en ese instante? Empezó a crecer cierta rabia dentro de él de la que no era realmente consciente por eso.
Y creció aún más cuando Taehyung se dio la vuelta y volvió a hablar, apoyando el hombro en el mueble y mirándole otra vez con ese gesto juguetón.
- ¿Y si de verdad pasó algo entre nosotros anoche?
- Eres un bastardo -cortó Hoseok, indignado por la capacidad que tenía de decir cosas sin ninguna vergüenza y, no sabe porque lo dijo, pero añadió-: No te jodería ni aunque fueras una chica.
- ¿Cómo sabes que eso? -replicó Taehyung con una risita sarcástica-. Tú eres el que está en ropa interior.
Hoseok bufó, armándose de paciencia si es que no quería matar a ese chico allí mismo, pasándose la mano por la cara a punto de estallar sobre él. Le desquiciaba tanto que su piel estaba empezando a picar.
- ¿Dónde están mis pantalones? -preguntó arisco-, ¿Dónde está mi ropa?, ¿Tú me la quitaste?
- Tenían olor a cerveza, vomito y estaba sucia -explicó Taehyung, encogiéndose de hombros y caminando fuera de la habitación, seguido por Hoseok, que había terminado dándole igual estar en ropa interior y lo siguió tal cual-, la deje lavando durante la noche y supongo que está seca... Hay algo que se llama amabilidad, ¿Sabes?
- No podría llamar a esto amabilidad, no, corrijo, nadie pidió tu amabilidad.
Hoseok se detuvo con los brazos cruzados cuando Taehyung gruñó y se dio la vuelta, quedando frente a él y abriendo los ojos de par en par cuando su mirada recorrió el grueso bulto tras la tela de la ropa interior del profesor.
- Oh, wow -exclamó Taehyung exageradamente, elevando las cejas al ver la notable -y nada sutil- erección de Hoseok, quien no se cubría y tampoco se había dado cuenta que la tenía. Cuando siguió la mirada de Taehyung, empezó a toser, ¿En qué momento se había puesto duro? Se negó a darse la vuelta o a ocultarla con sus manos; tenía un orgullo que quería mantener.
- Mierda -gruñó entre dientes. Ahora le dolía más que su ceño fruncido. Odiaba tanto masturbarse, pero siempre terminaba haciéndolo cuando las erecciones mañaneras lo molestaban.
Taehyung contuvo la sonrisa burlesca y traviesa, alzando la mirada hacia él.
- ¿Necesitas ayuda?
Se le desencajó la mandíbula, su respiración se detuvo y hasta pudo sentir el escalofrío que le recorrió por la espina dorsal al escuchar la voz gruesa de Taehyung decir << ¿Necesitas ayuda? >>, su piel erizándose y su visible bulto entre las piernas molestándole aún más.
Se acercó a Taehyung unos pasos sólo para empujarlo de forma intimidante. Taehyung tragó saliva y lo miró ocultando su miedo por la mirada asesina de Hoseok. Sabía que en cualquier momento estallaría y le golpearía contra la pared.
- ¿Quieres morir? Sígueme jodiendo y enterraré tu cadáver en el jardín botánico.
- No, gracias, me gusta que me jodan, no joder -replicó Taehyung burlón, inconscientemente. Hoseok lo miró desconcertado y Taehyung tosió, dándose cuenta de lo que dijo e, incómodo, se dio la vuelta y señaló una cesta con ropa-. Ahí está tu ropa.
Hoseok chasqueó la lengua, caminando hacia la cesta de ropa y sacando su ropa.
- Sigue mojada -musitó.
- Mi amabilidad tiene límites.
- ¿Y mi billetera?
- Encima de mi escritorio.
Hoseok se mordió la mejilla, queriendo gritar, pero en cambio se puso los pantalones -que más bien estaban húmedos- y todo lo que traía puesto anoche y que Taehyung se había dado el tiempo de lavar. Al acabar, todo bajo la mirada escrutadora y un poco avergonzada de Taehyung, tratando de parecer indiferente, Hoseok volvió a la habitación y tomó la billetera que estaba encima del escritorio, dándose cuenta de un detalle.
- ¿Y las pastillas? -preguntó Hoseok, dándose la vuelta y mirando a Taehyung apoyado en el contorno de la puerta con gesto desinteresado-. Yo tenía una caja de pastillas en mi chaqueta, ¿Dónde las dejaste?
Taehyung se hizo el desentendido, aunque Hoseok sabía muy bien que actuaba. Había visto muchas veces esa expresión antes en Taehyung. No quería reconocerlo, pero Hoseok también le miraba... a veces.
- ¿Pastillas?, ¿De qué?, ¿De dulces?
Y eso desató la masa de ira en Hoseok, quien no dudó en avanzar amenazadoramente hacia él, agarrar su sudadera entre las manos y empotrar a Taehyung contra la pared, haciendo que este exclamara un gemido adolorido al sentir su espalda y cabeza golpearse con violencia en un ruido sordo. Antes de decir nada, sintió como la mano de Hoseok envolvía su cuello y lo mantenía fijo contra la pared, su rostro a centímetros del suyo. Taehyung sentía que mientras más saliva tragaba, la mano de Hoseok más apretaba su cuello y ver su expresión enojado y dominante era...
... malditamente terrorífico y excitante.
- Escúchame con atención, necesito esas pastillas -demandó Hoseok con expresión furiosa-. Devuélvemelas.
- ¿Q-qué te hace pensar que lo haré? -dijo Taehyung, relamiéndose los labios y frunciendo el entrecejo a medida que Hoseok apretaba y sentía su aliento rozar su rostro, sus manos aferrándose al brazo de Hoseok, quien ante el gesto apartó una mano agarrándola de la muñeca y poniéndola sobre su cabeza. -, ¿Vas a... golpear...me? Va...mos, golpéame.
- No me provoques -musitó Hoseok, ladeando la cabeza con una sombra tétrica en el rostro-. Mi paciencia tiene límites. Tocar no es lo mismo a tener mi puño en tu cara.
- Pue...des... golpear...me -dijo con dificultad, cerrando los ojos y dejando escapar un gemido ronco al sentir como sus mejillas se tornaban calientes y todo su cuerpo por la falta de aire, aferrándose a la muñeca de Hoseok quien se negaba a soltar su cuello. Estaba asustado, pero tampoco podía ocultar la evidente excitación que provocaba en él que Hoseok estuviera tan cerca de él, bajo su dominancia, y no se diera cuenta por su mirada ensombrecida, pero a la vez con ese brillo de indescifrable satisfacción al verle tan sumiso. Taehyung era un poco más alto que él, podría luchar y zafarse de su agarre... pero no lo hacía. Ni siquiera se le pasaba por la mente alejar a Hoseok, se sentía paralizado y asustado, pero no sabía si estaba asustado por Hoseok y su aura asesina o la excitación que provocaba en él el agarre que mantenía en su cuello y que no sabía que podía ser tan sensible ante eso. Se sentía estúpido, Hoseok apenas le estaba tocando y él derritiéndose como helado al sol, haciéndole sentir como un tonto masoquista y fetichista-, aún así... aunque busques... en todas partes... no sabrás dón...de... están.
Al ver que la respiración de Taehyung se volvía irregular, su labios abiertos y sus ojos brillosos por las lágrimas asomarse, Hoseok tuvo plena consciencia de un deseo sucio que surgió en su mente y lo soltó de golpe, aún más furioso y desorientado por eso, viendo como tosía y sobaba su cuello.
- Hijo de... ¿Qué quieres? -gritó Hoseok, ya fuera de sí. El escultor le hacía sentir tan frustrado, provocando miles de explosiones en él con emociones que no podía manejar. Sentía tantas contradicciones en ese momento y estaba tan enojado por eso.
- Quiero... quiero que seas mi modelo -confesó Taehyung, luego de recomponerse, sintiendo aún los dedos de Hoseok en su garganta-. Eres un animal, eso dolió.
- ¿Qué?
Taehyung suspiró ruidosamente.
- Te lo he pedido tantas malditas veces, he sido muy amable y paciente contigo... soporto tus miraditas de mierda... y siempre me dices que no... así que me cansé -suspiró Taehyung, con expresión tensa-. Una sesión por cada pastilla. Y eso daría un mes. Lo tomas o lo dejas.
Hoseok gruñó, impactado.
- ¿Has hecho toda esta mierda porque quieres que sea tu modelo de desnudos?
- No te quiero desnudo, idiota pervertido -revoloteó los ojos, cruzándose de brazos-, sólo quiero tu cuerpo para moldear una figura antes de que sea mi exposición. Tengo un mes y medio para terminarlo, y te necesito. Hazlo o consíguete otras pastillas no recetadas.
Se quedó mudo, con unas ganas crecientes de volver a rodear el delgado cuello de Taehyung con su mano. O con las dos. Y luego tirarlo contra ese estúpido sillón indivual y...
<< Detente, ¿Qué mierda estás pensando? >> se detuvo así mismo, soltando un gruñido. Se sentía tan cansado y estaba hartándose de todo, de sus sucios pensamientos y el desagrado que eso le provocaba, pero a la vez... sentía que algo estaba mal con él. Algo más que su obvia hafefobia. Aún podía sentir la piel de Taehyung bajo sus palmas y el sudor frío en su espalda.
Odiaba tanto los ojos de Taehyung, la forma en la que lo miraban.
Porque Hoseok, de repente, tuvo plena consciencia de la forma en la que Taehyung lo estaba mirando. Y no le gustaba, porque podía mal entenderlo. Estaba empezando asustarse y a enojarse otra vez-
- Tengo tantas ganas de patear tu rostro ahora.
Taehyung suspiró, frunciendo el entrecejo. Él también estaba empezando a cansarse, sino fuera por lo tembloroso que tenía sus piernas ante lo que había pasado segundos antes y trataba de que pasara desapercibido.
- ¿Por qué mejor no aceptas y ya? Tengo mi sesión, tú tienes tus pastillas, y todos felices.
No, Hoseok no estaba feliz.
Y por más que trató de buscar otra solución, nada se le venía a la mente, pero definitivamente no se iba a dejar chantajear por el escultor.
Lo único que tenía claro era en lo mucho que Taehyung le desagradaba.
Y por eso se fue sin decir nada más.
[...]
¿Qué piensan que pasará? ¿Creen Hoseok aceptara el chantaje de Taehyung?
Leánlo en el próximo capítulo :D ah
pa' que vean que si lxs amo actualizo en época de exámenes
DESEENME SUERTE POR FAVOR
SATANSOO AIUDA
bye, nos vemos pronto, besitos <3