Tócame. HOPEV.

By kathsxl61

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Kim Taehyung era un adicto al tacto, a tocar y a que le tocaran. Jung Hoseok, para nada. Ó Donde un escultor... More

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By kathsxl61

<< Tócame. >>

Para la gente normal, tocarse el uno al otro es una forma de comunicación no verbal que puede tener muchos, muchísimos significados que cada uno pueda crear dependiendo del contexto en el que se esté.

Si tocas la mano de alguien, en específico de tu mejor amiga porque ella está enojada y deprimida y tiene el corazón roto, tal vez pueda significar << lamento mucho haber arruinado tu noviazgo al hacer que te enamoraras de mí sin tener la mínima idea de ello >>, pero ese no era el mejor consuelo, ni siquiera si tratase de decir << lamento que tu perro haya muerto por un hueso de pollo >>. Demasiados significados para un simple gesto.

No le encontraba mucho sentido a la comunicación no verbal si no eres mudo, tal vez porque desde el comienzo fue la peor comunicación que tuvo en su vida. Un toque fuerte o  suave no hacían mucha diferencia para él, en el desagrado que le provocaba.

Hoseok detestaba ese método de comunicación. Simple.

Así que cuando Mel le dijo precisamente eso, << Tócame >> a pesar de que le gustaba como mejor amiga y tal vez novia, no le hizo mucha gracia. No quería tocarla, y tampoco aceptó que tratara de besarle para según ella << curar su enfermedad >>.

Hoseok no tenía ninguna maldita enfermedad, sólo era un efecto secundario de detestar que cruzaran la gruesa línea de su espacio personal y el establecido socialmente como abrazar a su madre adoptiva en navidad.

Él sólo odiaba que le tocaran.

<< Hemos vuelto al inicio, Hoseok >>

Su psicólogo Lee Kyung, un hombre cinco años mayor que él, había estado tratándolo desde los veinte y desde entonces ya había tenido diez parejas casuales y cinco oficiales. Ninguna duraba más de un año. Ninguna duraba más de dos besos y un intento de mamada.

No era que Hoseok odiara a las personas, es sólo que su cuerpo reaccionaba diferente y, aunque ya no le daban ataques de pánico cuando alguien lo abrazaba, seguía siendo desagradable tener sexo o que alguien le tocara demasiado tiempo.

<< Tal vez eres asexual >>

Namjoon, su mejor amigo desde que tenía doce años, sabía lo importante que era para Hoseok no ser tocado, porque años de amistad no habían hecho gran diferencia. Pero por lo menos habían sido menos desagradables las palmadas en la espalda o los abrazos cuando Namjoon se sentía demasiado solo.

Tal vez porque también vivía con él. Era inevitable no tener un acercamiento así una vez al año.

El punto era que Hoseok sabía que tenía un trauma y que todo empezó desde ahí. Tenía veintisiete años cumplidos y era bastante consciente de ello cuando todos a su alrededor tenían una maravillosa vida social a base de follar, tener bebés, follar, tener bebés y follar.

Hoseok sólo había follado una vez cuando estaba ebrio con una chica que le gustaba demasiado, cosa que ni siquiera recordaba bien, aunque había usado condón. Y fue cuando tenía veintitrés años. Ni siquiera pensaba en los bebés. Tal vez las hormonas habían explotado en ese entonces y habían sido más fuertes que su maldito trauma que se había vuelto un hábito imposible de cambiar.

Pero las cosas estaban cambiando. Y comenzó desde que rechazó a Mel.

Mel no le deja en paz. Desde los quince años. Y es que tenía que aceptar que también estaba algo enamorado de ella y algo celoso de su ahora ex novio.

No sabía qué hacer. No se creía capaz de tener una vida amorosa normal con Mel, la chica más romántica, activa sexualmente y cariñosa que había conocido nunca. Ni siquiera sabía porque seguían siendo amigos -sin contar a Namjoon-, pero lo eran.

Se sentía mal, como si tuviera que darle un pedazo de pastel envenenado que no le hacía nada él, pero la mataba a ella.

Estaba cansado. Tal vez debería darle una oportunidad a Mel, pero le gustaba mucho como para darle ese futuro tan frívolo que tenía para darle. Y en su experiencia eso nunca terminaba bien, aunque ella no pareció importarle.

<< No me importa que seas frío, no te diré los típicos sermones de que no me amas porque no me tocas, sólo necesito saber si puedes darme una oportunidad para cambiar eso y hacer que te enamores de mí. >>

Hoseok siempre vivía con tantas contradicciones. Como ahora.

- Profesor Jung, ¿Vamos a ir a la biblioteca, al auditorio o a la sala de computación?

Todos los alumnos del grupo 2 de esa clase, alrededor de unos veinte, le miraron intrigados mientras él arreglaba distraidamente los papeles en la mesa y su bolso para dirigirse al otro salón.

- Eeh... hoy iremos a la sala de computación. He cambiado de planes y en vez de que leamos y profundicemos la vida de Ko Un a través de los miles de libros que hay, veremos una película que expresa una de sus obras.

Otro alumno, que reconocía como Song In, uno de los chicos más aplicados, preguntó.

- ¿Es un trabajo?

Sonrió, asintiendo satisfecho.

- Me has leído la mente, Song In, es un trabajo y les daré la guía una vez estemos en la sala -todos bufaron entre dientes, más como costumbre que porque de verdad lo encontrasen tedioso-. Esa es la actitud -dijo sarcástico Hoseok-. Agradezcan que es una película de la cual tienen que escribir el informe y no toda la vida de Ko Un. Sé que están llenos de pruebas ésta semana y como ya hemos tenido la última, lo único que queda de esta asignatura es este informe para terminar el primer semestre.

Todos los alumnos en la sala hablaban entre ellos, aliviados y felices ahora, provocando una risa divertida en Hoseok cuando Jeon Jungkook preguntó bromeando.

- Profesor Jung, ¿Es usted Dios?

Y todos los demás en la sala rieron.

- Creo que soy Jesús, pero el grupo 3 no piensa lo mismo, así que no lo mencionen.

Todos tomaron sus cosas, dando por terminadas las preguntas casuales y fueron juntos caminando hacia la otra sala, que quedaba en el tercer piso al fondo del pasillo. Tenían que pasar la sala de profesores y otra habitación para auxiliares, en donde Hoseok se detuvo para pedir la llave porque se le había olvidado pedirla antes, así que todos sus alumnos fueron al tercer piso mientras el se detenía en esa sala y hablaba con el auxiliar Min Woon, un hombre de mediana edad y con calvicie temprana que acababa de hacerse un café.

- Gracias, señor Min.

- De nada, Jung-sii, pero no olvides devolverlas antes de las seis.

Hoseok asintió, guardando las llaves en su pantalón y dándose la vuelta hacia el pasillo, a punto de subir las escaleras, cuando un toque en su espalda lo sobresalto, alejándose y girándose bruscamente para resoplar con hastío ante la persona sonriente frente a él.

Si había una persona que de verdad le irritaba, que le sacaba de quicio y que quería encerrar en un armario y huir, era él.

Kim Taehyung.

No había ser en la tierra más sociable, despreocupado, desvergonzado, pegajoso y amante de los abrazos que Kim Taehyung. Sólo había falta mirarlo un minuto para darse cuenta de ello.

Desde los 2 años que llevaba trabajando con él en el mismo lugar, o más bien, topandose con él en las reuniones de maestros o eventos de la Universidad, vivía tratando de quitárselo de encima. Literalmente. En cada ocasión que Taehyung se cruzaba por su camino, ya sea su hombro, sus dedos, la palma de su mano, su pierna, su codo o hasta el mínimo ademán de un abrazo rozaban su cuerpo, y era tan consciente de eso que era insoportable.

Y las cosas no habían cambiado cuando Hoseok le dijo serio y fulminante un  << no me toques >> cuando Taehyung agarró sus mejillas y las estrujo con suavidad acercando su rostro al de él para decirle lo "tierno" que se veía con esas orejas de oso que una de sus alumnas le había regalado en un evento para alumnos de quinto año.

No, Taehyung nunca aprendía, y tampoco se alejaba cuando Hoseok lo miraba mal, seguía diciendo que todos los fugaces toques que le daba eran accidentales o el típico  <<tienes algo en la mejilla>>.

Sólo podía describir a Taehyung como un insoportable, un tonto prodigio en el mundo de la escultura y el arte. Tan molesto.

Y odiaba aún más cuando todos justificaban su comportamiento diciendo que se había acostumbrado a las actitudes cercanas de los extranjeros, porque había hecho un postgrado en París, como dar abrazos a cada desconocido como un saludo o un beso en la mejilla. Eso hizo la primera vez que Yosung los presentó, cuando Taehyung ingresó como reemplazo del profesor de Artes y terminó siendo contratado como profesor en la mención de escultura o trabajo de arcilla y manualidades.

Hoseok trataba de no ser grosero, pero esa vez no pudo evitar alejarse agilmente, provocando que se pegara en la cabeza con la pared tratando de escapar de las largas extremidades de Taehyung.

Odiaba cuando la gente lo tomaba por sorpresa. Y Kim Taehyun siempre lo hacía, como en esos momentos.

- Hoseok-ssi, necesito pedirle un favor enorme, realmente enorme, tan enorme como Jupiter. Le pagaré, incluso.

Taehyung se veía realmente nervioso, relamiéndose los labios y sobando sus manos una y otra vez haciendo que Hoseok se irritaba aún mas.

- ¿Qué quieres, Kim? Estoy ocupado.

- Necesito que sea mi modelo en una escultura que estoy haciendo, de verdad, por favor, es usted ideal para...

- Ya te di mi respuesta antes, cinco veces para ser exactos -interrumpió Hoseok, recordando esa otra vez cuando Taehyung le pidió lo mismo y Min Yoongi, el maestro de música, le contó a otros maestros el método que implementaba. Ni pensarlo. Esas veces había sido muy "amable" para rechazarlo, pero ese día no se sentía en absoluto con paciencia o una pizca de amabilidsd para Kim Taehyung-. Dije que no.

Hizo un puchero, mirándole suplicante.

- Pero ésta vez es distinto.

Hoseok esbozó una sonrisa mordaz.

- ¿Implica toques o que yo me desnude?

Taehyung trago saliva, evitando mirarle. Hoseok encontraba que Kim Taehyung era incluso más raro que él mismo.

- Bueno... alguno que otro toque... sí.

Balbuceó, pero Hoseok le entendió perfectamente arrugando el rostro molesto.

- ¡Entonces no es distinto, es lo mismo!

Taehyung volvió a interponerse entre la escalera, cuando Hoseok trato de seguir avanzando. De cierta forma era increíble su perseverancia.

- Pero sólo serán unos toques a torso desnudo, tu rostro, los brazos y las piernas y eso será todo, lo juro. Déjame hacerlo al menos una vez. Soy muy profesional, la maestra Young puede asegurarlo.

Hoseok lo miró despectivo y desconcertado, remarcando las palabras incrédulo.

- Quieres tocarme desnudo.

- ¿Y? -replico como si nada-. Por favor, no será desagradable, incluso hasta puede llegar a gustarle la experiencia. Será divertido.

Eso había sonado tan, pero tan mal para Hoseok aun con esa sonrisa boba que le dio Kim Taehyung, que ya no pudo evitar expresar lo mucho que le desagradaba. Se puso rojo de la ira, e inexpresivo exclamó:

- Púdrete.

Y rodeando a Taehyung sin apenas rozarlo, subió casi corriendo las escaleras huyendo de él.

Volvió a pensar en Mel. Y en todo lo mucho que tenía que hablar con Namjoon para solucionar eso, porque él definitivamente no podía hacerlo.

<< Problemas de chicos con traumas >>

En días como ese Hoseok odiaba estar tan jodido.

...

Del odio al amor sólo hay una mamada.

Ok, what.

Broma djdkdkfm

¿Les va gustando como va la cosa?

A mi sí porque al pasar de los capítulos... jejejejeje🙄👀👅👉👌

Gracias por leer 😗❤
Lxs amo.

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