Canción: Ember Island - Creep
Sus brazos se dirigen a mis caderas, y mis manos a desabrochar los botones de su camisa dejando al descubierto su increíble figura, una de sus manos pasa por mis cabellos y con la otra empieza a deshacerse del pequeño cierre que tiene mi vestido dejándolo caer al suelo.
- Joder no tengo ningún preservativo.
- No hace falta, me estoy cuidando.
El ruso me dirige una mirada burlona, mientras me apoya en la cama, mis manos bajan hasta sus pantalones a la vez que las suyas a mi sostén y después a mis bragas. Mi respiración se agita en el momento en que estamos con nuestras pieles al descubierto. Y un gemido se escapa de mis labios cuando entra en mí con total precisión. Sus movimientos en un comienzo son lentos y pausados, para después aumentar el ritmo, no lo juzgo en la cama, es increíble es más que eso, es total adrenalina.
Jamas me había sentido así en mi vida, jamás me había sentido amada en esa forma que tan solo la siento cuando estoy a su lado.
- Quiero ser el único hombre en tu vida – susurra en cada beso. Para mí no habrá ningún otro, así sea en la otra vida, Dimitri será el único que deseare tener a mi lado.
- Lo serás siempre - es lo único que respondo cuando nuestros labios se vuelven a juntar.
Pierdo el momento exacto en el cual caemos a la cama, abrazados.
- Es una casa hermosa – digo con una sonrisa.
- Solo espera a que nos mudemos.
- Nunca imagine esto
- ¿Que? – dice mientras pasa sus manos por mis cabellos.
– Que fuera feliz al menos por un breve lapso de tiempo.
- ¿Porque lo mencionas como si me prepararas para perderte?
- Tu bien sabes que no puedo mantener una vida normal, y que probablemente odies que te recalque mi enfermedad.
- Yo no odio que la recalques, odio que hables como si estuvieras ya muerta – Se levanta de la cama y se dirige a colocarse su ropa. – Solo no lo menciones más, todos los días intento quitarme esa idea de la cabeza.
Recojo mis cosas y me coloco de nuevo el vestido, las lágrimas amanazan con salir, y lo único que hago es cubrirme el rostro con mis manos mientras bajo las escaleras.
- ¡Rossalie espera! ¡Rossalie!
Me devuelvo al auto y cuando estoy en la entrada tomo un taxi. Ni siquiera sé que mierdas estoy haciendo, ni siquiera se porque le miento, supongo que necesito un espacio para mi sola, así que el espacio que escojo es el orfanato. Donde empezó todo.
En el jardín hay algunos niños jugando, a algunos los conozco a otros no porque son nuevos, muchos de ellos llegaron como yo, bebés abandonados a su suerte, se criaron toda la vida ali, sin las palabras consejos de sus padres, ilusionándose con ser adoptados, con encajar en una familia que no lo vio nacer.
Solo puedo sonreír ante eso, pase muchos años sumida en mi tristeza, deprimiéndome por considerarme poco valiosa, hasta que descubrí que no era yo la del problema, que tal vez las cosas necesitaban ser así, para convertirme en una mujer decidida e independiente, durante tres años viví en ese apartamento, el mismo que yo pague con mi primer sueldo en la cafetería, evitando ocasionarle gastos a Melanie, evitando incomodarla.
Y después cuando ya todo lo veía resuelto, apareció él, y Oh Dios quería irme con todas mis fuerzas de ese lugar, me irritaba escucharlo, me irritaba su forma de alardear de las cosas y ahora se ha convertido en una de las razones por las que no quiero abandonar este mundo.
- Señorita Hilton – Una voz de un hombre desconocido, me hace voltear mi vista hasta un auto de color rojo.
- ¿Si?
- El señor Ivanov la espera en el auto.
¿Dimitri? ¿Porque no vino Viktor? Tal vez lo envió a buscarme por otro lugar.
- Por supuesto – me dirijo con él al auto y subo, pero mi cuerpo se paraliza cuando veo al padre de Dimitri allí.
- ¿Sorprendida? ¿Esperabas a mi hijo? No es el único Ivanov.
- ¿Qué quiere?
- Tu sabes lo que quiero, tienes una hermosa familia, cuatro niños, una mujer que te crio y su esposo –Kostantin me extiende un cumulo de fotos, fotos en los que aparecen todos.
- No les haga nada.
- No les hare nada, si acatas lo que te diga. Deja a Dimitri, salte de su vida, deja de estorbarle.
- Dimitri es lo suficiente mayor para decidir sobre su vida.
Kostantin se carcajea.
- No creas que porque se casó contigo, puedes decir eso, Dimitri "era" el hombre más temido de Rusia, hasta que la cago y hecho todo a perder, ahora, yo soy el único que puede ayudarlo porque se de este negocio más que nadie, porque me puedo mover por toda Moscú, sin ningún problema a diferencia de él.
- ¿Qué busca de él entonces? ¿No le basto con arruinar su vida?
- ¿Arruinar su vida? – bufa – Dimitri es mi heredero, no pensaras que iba a estudiar como un idiota y manejar empresitas.
- Usted solo quiere asegurar su puesto, no le importa en absoluto su hijo.
- Me importa mi apellido, no voy a dejar que una mujer intervenga en mis planes. No creo que estés preparada para perder lo único que tienes, una huérfana, una simple mujerzuela, desde mi punto de vista podríamos ver todo como un accidente, "Familia muere en un lamentable y aparatoso accidente de auto". Que trágico – dice irónicamente. – Como podrás saber, no estoy solo en esto. Eres prácticamente tu sola contra mí, no creo que se necesario mencionar que no le digas nada de esto a él, firmarías tu misma condena.
No puedo creer lo que este hombre me esté diciendo, quería creer que en su ser había alguna pisca de arrepentimiento, pero veo que no existe ni siquiera alma en él.
- Mientras pasaban unas patéticas vacaciones en Barcelona, cuando debería ocuparse por resolver los asuntos con la policía. Yo mismo podría decirle al FBI donde esta y todo llegaría a su fin.
- ¿Sería capaz de eso?
- No me conoces, soy la peor pesadilla que puedes conocer. El tiempo no es mi fuerte así que decídete. El ruso o tu familia.
- Solo deme tiempo, si me voy ahora sospechara.
- No seas lista conmigo. Te tendré monitoreada, a ti y a la pequeña Leah.
- No te metas con ninguno de mi familia.
- Obedece y no habrá inocentes, muertos – dice con una sádica sonrisa dibujada en sus labios. – Valerian sácala de mi visita – le dice al mismo hombre que me hizo subir al auto.
- Yo puedo salir por mi cuenta – salgo allí y tiro la puerta del auto.
- Ya sabes te estaré observando, cuidado con lo que haces – Kostantin desaparece junto al hombre en el auto rojo seguido de otros dos más. Mientras yo me quedo allí, en el maldito dilema de que hare. Si le digo la verdad a Dimitri, le harán daño a mi familia, Kostantin no miente con lo que dice, él tiene a Irina, a su padre y a sus hombres, un solo error y le costaría la vida a todos los que quiero y por otro lado, esta él, el mentirle de nuevo, el irme de su lado, me odiara, no me perdonara y evitara verme, solo querrá que desaparezca de su vida.
Creo que jamás en mi vida había tenido que tomar una decisión tan difícil como esa, pero lo debo hacer, así todo se vaya a la mierda, así nunca vuelva a ser lo mismo, dejare a Dimitri, me iré, me iré a un lugar el que no me hagan más daño ni a mí ni a los que quiero, nunca debí aceptar ese trato, nunca debí conocer esta vida. Él y yo nunca debimos conocernos.
Regreso a la mansión en un taxi y veo a Viktor en la entrada, la casa luce desecha. Y lo primero que se atreve a decirme el peli rojo es que el ruso me espera en la oficina. Subo las escaleras y lo encuentro con su cabello alborotado, una botella de whisky a un lado y un vaso a medio tomar.
- ¿Dónde mierdas estabas? – pregunta molesto.
- Fui al orfanato en el que crecí.
- ¿Qué mierdas te pasa? – voltea su vista hacia mí. - ¡¿Que carajos pasa por tu mente?! – grita y hace que me sobresalte.
- No me grites – volteo mis pasos hasta la puerta de entrada, dispuesta a salir de allí.
- Tú no te vas de aquí hasta que me des una maldita explicación de lo que paso. Llevo dos jodidas horas buscándote, pensando en lo peor, y entras como si me importara un coño, todo.
- Solo quería ver el orfanato, es todo.
Dimitri aprieta sus labios y tira la silla que esta enfrente de los dos.
- ¡¿Crees que soy estúpido?! Dime que sucedió.
- Te estoy diciendo la verdad.
- Tú me ocultas algo, y espero no sea lo que creo que es ¡¿porque no me dices entonces la maldita verdad?!
- Tal vez solo quiera un tiempo sola.
- ¿Es eso lo que quieres? ¿Quieres largarte?
Me quedo callada y no contesto a su pregunta, no sé qué decir, estoy lo suficiente asustada con lo que me dijo su padre y solo quiero que se trate de una mentira, lo que está sucediendo.
- ¡Contesta! – vuelve a gritar.
- Si – susurro finalmente. – Quiero irme de aquí.
- Mientes, mientes al punto de que quieres convencerme con semejante estupidez.
- ¿Entonces que quieres que te diga Dimitri? ¿Qué me gusta esta maldita vida? ¿Qué me gusta estar al lado de un hombre que es un criminal? ¿Que ni siquiera puedo decidir sobre mi vida? Estoy cansada de esto, estoy cansada de que mi vida no salga como la planee.
- Creí que hace tiempo te habías hecho la idea, de que eso es lo que soy un "criminal" como me llamas, un maldito bastardo. Creí que en verdad estabas cómoda aquí, que las cosas cambiarian una vez nos mudáramos.
- Pues te equivocas, una casa bonita no arregla la realidad.
- Te doy esta oportunidad para que dejes de decirme esas malditas mentiras y seas honesta conmigo.
- Quiero estar sola – susurro bajando mi cabeza. – Quiero tranquilidad
- Si es por tu enfermedad, te prometí que te protegería de todo. Hace un momento estábamos bien y ahora, ahora todo ha ido al carajo.
- Es mejor dejar esta conversación así, estas ebrio.
- Sí, estoy ebrio, peor no soy idiota, descubriré quien es el que está detrás de todo esto. Y si es mi padre, te aseguro que lo mandare a su mismísima tumba, sin importar que lleve mi propia sangre.
- No cometas una locura.
- Sal de la oficina, ¡vete!
- Lo siento en verdad..
- Rossalie, no quiero verte mas ahora, así que vete de la maldita oficina, ¿quieres estar sola? Yo también, la diferencia entre tú y yo, es que yo no me ando con juegos, y si después te preguntas porque actúo como un maldito cabron contigo, ignorándote, sabes la respuesta.
- No tengo por qué soportar eso.
- Pues te tengo malas noticias, lo tendrás que hacer, porque tú no te largas de aquí, no hasta que yo lo diga. Ahora vete.
Salgo de la oficia y solo puedo pensar en lo estúpida que soy, en lo que acabo de hacer, es una completa estupidez, me dirijo a la habitación y me abalanzo sobre la cama a llorar, necesito sacar mi dolor, desahogarme. Nunca pensé que sucediera esto, Dimitri no miente con que no me dejara ir, y después esta mi familia, todo es una maldita situación de mierda y lo peor de todo, lo he defraudado una vez más, le he dicho mentiras, he roto su corazón y he sido la peor mujer con él.
Aunque Dimitri intente retenerme, me iré, no puedo permitir que mi familia corra riesgo.
No te olvide de comentar ❤
Pdta: Actualizare el cap 21 después de mi semana de vacaciones.