Canción: Video Games - Lana del Rey
Dimitri desvía el auto por un camino diferente al que siempre nos conduce a la mansión los nervios me invaden y por más que quiera calmarme no lo puedo hacer y menos cuando escucho disparos.
- Oh Dios mío..nos están disparando.
- El auto tiene vidrios blindados, pero sólo en caso de que algo suceda, ocultate baje la guantera.
- ¿Qué hay de ti?
- Alguien tiene que manejar, no voy a arriesgarme a que te disparen - el ruso vuelve y toma su móvil para comunicarse con Viktor. - ¿Que sucedió?¡tengo a un maldito detrás mio disparandonos! No me pidas que trate de controlarme, quita esas basuras de mi camino. Los veo en cinco en la mansión.
- ¿Qué sucedió?
- Viktor y los hombres quitaron del medio a los dos autos, pero aún no pueden con el que está detrás de nosotros.
- Tengo una idea, desviate por esta calle - digo señalando una pequeña callejuela.
- Vamos rumbo a la mansión.
- Ya lo sé, pero debemos desviarnos por otro lugar, aparca aca el auto. - le ordeno.
- ¿Estás loca? Nos están siguiendo y ¿quieres que aparque el auto en un orfanato?
- Es donde crecí, los hombres pasarán de largo,sólo hazme caso antes de que vuelvan a aparecer.
Dimitri obedece y estaciones el auto evitando que se vea por la oscuridad, mientras nos ocultamos en una parte cercana al jardín, recuerdo de niña sentarme en esa misma esquina, esperando a que alguna familia me adoptará, pero eso jamás sucedió, muchos de mis amigos perdieron contacto conmigo, o simplemente se marcharon para otro país.
Sólo puedo guardar buenos recuerdos de aquel lugar, allí fue donde conocí a Erica,se ofreció a ayudarme a sembrar algunas flores como parte de las actividades escolares que eran puestas por Melanie, desde entonces nos hicimos grandes amigas.
Dimitri y yo permanecemos tan juntos el uno con el otro, que puedo escuchar su respiración y su aliento cerca al mío.
Oh..su embrigador aroma, me envuelve al igual que el calor que me trasmite el estar a su lado.
- Creo que han pasado de largo, es mejor que nos devolvemos a la mansión - dice fríamente apartandome de su lado, mientras me quedo con la sensación de abrazarlo y confesarle que siento lo mismo que él.
De camino a la mansión no mencionamos nada,de hecho sube a la oficina y se encierra allí. Sigo mi camino hacia la habitación y tiro mi bolso de mano,me retiro los zapatos haciéndolos a un lado, me quito el maldito vestido que antes adornaba mi cuerpo, para colocarme una toalla de baño y meterme a la regadera.
Mientras mojo mis cabellos, miles de pensamientos se cuelan en mi mente.Tal vez deba decirle a Dimitri lo que siento, ¿Porque mentirle? Una vez más lo defraudaria, se cuanto odia que le oculten las cosas.
Pero ni yo estoy segura de lo que siento¿ y si es una simple ilusión? ¿Que me hace pensar que si acepto que también lo quiero duraremos juntos? Odio hacerme esas preguntas, ningún hombre me había despertado ese interés como él lo hace, él simplemente se adueña de mis pensamientos, de mi emociones, y me hace ver otra faceta de mí.
Salgo del baño y me coloco una pijama mientras me meto en las suaves sábanas.
<<Compartes la cama con el hombre del cual estas enamorada y ni siquiera tienes la valentía de decirle que lo quieres. Que tonta eres>>
Caigo en un profundo sueño y a la mañana siguiente sólo encuentro su olor tan característico que inunda toda la habitación.
El sonido de mi móvil hace que dirija mi vista hasta donde se encuentra el aparato. Es Melanie.
- Hola nana, buenos días.
- ¡Feliz cumpleaños Ross! - la voz de todos los pequeños se hace presente detrás de la otra linea.
Oh si,olvidaba que era mi cumpleaños, ¿Qué persona olvida su propio cumpleaños? Les tengo una respuesta,yo.
En realidad, ni yo se con certeza si este sea mi verdadera fecha de cumpleaños, Melanie la tomo como el día en que me dejarón en el orfanato.
- Gracias chicos.
- Mamá quiere saludarte dice Leah - mientras escucho como pelean por sostener el teléfono.
- Ross,hija ¡feliz cumpleaños! te deseo muchas cosas buenas en tu vida mi ángel, en especial al lado de Dimitri, aún no me hago la idea de que te hayas casado.
- Nana, gracias por todo, yo debo estar agradecida contigo, me has dado mucho en mi vida.
- Lo haría mil veces más,sabes que eres como ml hija,Leah quería hacerte una fiesta pero la convencí de que saldrías seguro a celebrar con tu esposo.
Claro.. celebrar con él, ni siquiera sabe que es mi cumpleaños.
- Dimitri no ha mencionado aún nada, pero puede que lo haga- miento, si le digo lo contrario a Melanie se hará la idea de que nuestro "matrimonio" va mal y sólo causaría que se preocupara y me hiciera un millón de preguntas acerca del tema.
- Siendo así, te deseo que este día sea diferente a los demás, te quiero linda.
- Y yo a ti nana, dale mis saludos a Enzo y a Ron
- Lo haré linda - cuelgo la llamada con Melanie y una vez cambiada, bajo las escaleras, poso mi mirada en el comedor pero el ruso no está en ningún lado, así que me dirijo hasta la cocina para encontrar a Tiffany cocinando el desayuno.
- Buenos días señora.
- Buenos días Tiffy ¿Has visto al..?
- El señor salió muy temprano en la mañana a las empresas, pero dejo a Viktor a su disposición.
¿Que? Dimitri está loco, ayer casi nos matan y él se va sin Viktor a las empresas, ¿que pasa por su cabeza?
- ¿Ya tiene pensado en que darle? - pregunta Tiffany sacandome de mis pensamientos.
- ¿Disculpa?
- Hoy es el cumpleaños del señor - Tiffany me mira extrañada, como si le jugará una broma acerca de que no conozco la fecha de cumpleaños de Dimitri. Se supone que soy su esposa debería saber esas cosas.
- Oh, aún no - juego con mi cabello y muerdo mi labio inferior. ¿Qué demonios le doy? Jamás pensé que cumplieramos años el mismo día. - Es muy curioso,hoy es mi cumpleaños también.
- Oh por Dios.. el señor no menciono nada ¿Quiere que haga algo especial para esta noche? ¿Quizás algo de chocolate? Que tonta soy, no puede comer chocolate por su enfermedad.
- Si puedo comer, no mucho pero si en pequeñas cantidades, Tiffy saldré con Viktor, veré que puedo regalarle a.. mi esposo.
- ¿No desayunara?
Niego con la cabeza.
- Quizás por el camino coma algo.
- Debería comer algo, le escuche al señor Ivanov, que ciertos medicamentos le causaban náuseas y la mareaban.
- No te preocupes por eso - le doy una sonrisa.
- Acá el que más está preocupado, es el señor, él no la quiere perder, se que puede verse que es un hombre temperamental y quizás encerrado en si mismo, pero le aseguro señora que él no se ha hecho la idea, ni nunca se la hará de que usted no lo acompañe el resto de sus días.
Las palabras de Tiffany me hacen ver tantas cosas, pero entre ellas la principal para no decirle la verdad a Dimitri, él aún es joven y puede conseguir a otra mujer como esposa, aún si quisiera quedarme una eternidad junto a él, el futuro y las posibilidades son tan inciertas y tan pocas que es casi imposible que suceda.
- Quizás deba hacerse esa idea desde ya - suelto un suspiro y salgo de la cocina camino al patio para encontrarme con Viktor en el jardín. - ¡Viktor!
- Buenos días señora.
- ¿Podrías llevarme al centro comercial? deseo comprarle algo a Dimitri por su cumpleaños.
- Por supuesto - asiente y sale junto a mi para subir al auto.
- ¿Porque Dimitri no fue contigo? Se supone que eres su hombre de extrema confianza.
- Al señor le importa más su seguridad que la de él, por eso me dejó con usted.
Trago saliva. Le estás trayendo problemas Ross.
El auto aparca en un centro comercial bastante amplio mientras Viktor me ayuda a bajar, pienso en las posibilidades de regalo.
- Dime Viktor ¿Qué le gustaría a Dimitri?
- Al señor le gustan los lujos.
Ruedo los ojos. Es obvio que le gustan los lujos, es un pretencioso de primera.
- ¿Qué le podría regalar a un hombre como Dimitri?
- No lo sé señora,yo creo que si le regalará una roca a él le gustaria, porque se la ha dado usted.
- Eso es muy cursi.
- Nunca había visto al señor tan feliz como cuando usted llego.
¿Feliz? ¿Y cuando ha sucedido eso? porque su cara de amargado revela otra cosa.
Entro al centro comercial y me acerco hasta donde hay una almacén exclusivo para hombres.
- ¿En que la puedo ayudar? - pregunta la peliroja encargada del mostrador.
- Estaba buscando un obsequio para..
- ¿Su hermano?
- No, no es para mi hermano.
- ¿Su padre?
Niego con la cabeza.
- Para mi esposo - digo finalmente. - Es para mi esposo.
- Oh lo siento, no pensé que siendo tan joven estuviera casada.¿Qué tipo de hombre es su esposo? ¿Le gusta lo elegante o lo deportivo?
- Bueno.. creo que es más del tipo elegante y lujoso - me encojo de hombros.
- Creo que tengo algo que le gustará - la mujer se aleja de la vitrina y al poco tiempo regresa con una caja. - Son relojes rolex, este es uno de los último diseños - la mujer me muestra uno negro con adornos dorados.
- Es muy bello.
- Y elegante, el precio es de seis mil dólares.
- ¡¿Seis mil dólares por un reloj?!
- Es original.
La gente que compra esto está loca, definitivamente lo esta.
- ¿Qué haces tan temprano aca Rossalie?
Él y su maldita costumbre en aparecer de la nada.
- Esa sería mi pregunta, porque parece que me tuvieras un radar, como el que se utiliza para buscar las esferas del dragón.
- Soy tu sombra ¿lo olvidas? y no necesito un radar, para eso tengo a Viktor ¿Qué haces aquí?
- Buscaba un regalo para Melanie - trato de sonar convencida.
- ¿En un almacén para caballeros? - levanta una ceja.
- Bueno.. Es para Ron,su esposo.
- ¿Y le ibas a comprar un rolex?
Miro a la empleada que está callada, se ha quedado inmóvil viendo a Dimitri.
- Lo siento..creo que no llevaré nada.
- Eh.. ¿Él es su esposo?
- Si - responde el ruso. - ¿Acaso buscabas un regalo para mi?
- Si, era para ti ¿de acuerdo? - ruedo los ojos. - No tenía ni idea que cumplias el mismo día que yo.
- Espera..¿Es tu cumpleaños también?
- Es lo que dije.
- Yo.. yo no sabía.
Tomo mi bolso y me dirijo hasta donde está Viktor.
- ¿Quieres ir a algún lado en especial? O ¿algún regalo en especial?
- No, y por favor no quiero nada de lujos, para mi cumpleaños, iba a regalarte algo pero no pagaré una suma exhorbitante por un reloj.
- Regalame tu compañía esta noche, cenemos juntos ¿Te parece?
- Dimitri..
- Solo eso ¿Qué dices?
- De acuerdo - le doy una sonrisa. - Pero nada de cosas lujosas.
Dimitri ríe con ello, se que no lo cumplira.
Después de pasar la tarde junto a Tiffany aprendiendo recetas rusas, bueno de comida que en su mayoría eran postres, me preparo para la cena con Dimitri, me coloco un vestido negro junto a unas zapatillas bronce, al bajar las escaleras lo puedo ver con una camisa blanca ajustada al cuerpo, y un pantalón azul mediterráneo.
Salimos tomados de la mano y una vez dentro del auto, el ruso conduce hasta un restaurante elegante y algo alejado de Seattle.
Me extiende la silla de la mesa y le ordena al mesero traer su mejor plato.
- Pediré el mejor vino.
- ¿Estás loco? La botella cuesta cinco mil euros - observo el menú que tengo en mis manos.
- Es económica a comparación de otras - se encoje de hombros.
- No puedo tomar alcohol.
- Lo siento, yo lo olvidaba.
- Pide para ti la bebida que quieras, me conformo con soda o gaseosa.
Dimitri pasa toda la noche hablando de como expander la empresa en Barcelona y con cuáles socios firmará contrato. Un tema tan aburrido que cuando veo la oportunidad hago cambiar la conversación.
- ¿Qué tipo de niño eras de pequeño?
- No tengo recuerdos muy gratos de mi infancia, mi padre se volvió un alcohólico cuando murió mi madre y ella, bueno ella era lo opuesto a él. Mi madre quería que yo tuviera una vida diferente a la de mi padre y termine defraudandola.
- No lo hiciste - tomo su mano y veo como la retira lentamente.
- Es mejor que nos vayamos.
- ¡Feliz cumpleaños número treinta y dos Dimitri!. Para mi tal vez sea el último.
-¿Porque lo haces? - suena irritado.
- ¿Porque hago que?
- Esto.. el mencionar las cosas tan normal como si en tus planes este la muerte.
- Ya te he dicho al respecto de mi enfermedad.
- Me hablas como si fuera seguro que te irás para siempre.
- Porque tal vez así lo sea.
- ¡Basta! - se levanta abruptamente de la mesa y pasa sus manos por sus cabellos, deja el dinero a un lado de la charola y sale enojado del restaurante, mientras yo lo sigo.
- ¿Puedes calmarte?
No me responde nada sólo me da una señal de que suba al auto y así lo hago, su mirada se torna fría, y fija en el volante.
Cuando llegamos lo primero que hace es dirigirse al mini bar de la mansión tirando la puerta de un sólo golpe, yo por el contrario subo hasta la habitación para cambiarme de ropa.
Me sumerjo en las sábanas y lloro, ni siquiera se porque lo hago, tal vez porque me duele el verlo así, o me duele el que nuestros caminos no se hayan encontrado de otra manera que no fuera esta.
- ¡Fuera de aqui! - los gritos provienen de abajo asi que lo que hago es bajar las escaleras y encuentro al ruso cara a cara con su padre. - ¡Te he dicho que te vayas! - sigue gritando hasta que nota mi presencia.
- Puedes volver a Rusia, puedes tener el imperio de los Ivanov de nuevo en tus manos - Kostantin suena directo con sus palabras mientras que su hijo suelta una carcajada.
- No soy un niño, para aceptar tus ridiculas órdenes.
- Acepta mi ayuda, y volevaras a Rusia limpio, pero deberás dejar a la puta que conseguiste como mujer.
Los ojos de Dimitri cambian de expresión, a una de rabia.
- ¿Cómo has dicho?
- Es una golfa, se que la sacaste de un lugar de mala muerte.
Veo como Dimitri acerca su mano a la pretina de su pantalón dispuesto a sacar su arma.
- ¡Dimitri no por favor!
- Devuelvete a la cama Rossalie - me ordena.
- No lo hagas por Dios.
- ¿Ahora que? ¿me matarás porque te he dicho la verdad? - Kostantin lo hace como si su objetivo fuera el retar a su hijo.
- ¡Tú te callas!
- ¡Basta! La del problema soy yo, me iré de la casa. Yo soy la que me tengo que ir.
Dmitri me mira incrédulo ante lo que acabo de decir, y mientras subo las escaleras con miles de emociones atascadas en mi sistema, siento como me sujeta fuerte por el brazo.
- No te vayas - me susurra, mientras yo me pierdo en el azul cristalino de sus ojos.
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Pdta: lamento la tardanza,pero lo prometido es deuda 😊Besos de nutella❤