Canción: Never tear us apart - bishop briggs
- ¿Esa mujer? - Dice levantando una ceja. - ¿Qué te hace pensar que la aceptaré en mi familia?
- ¿Qué te hace pensar que me importa tu opinion? - el tono del ruso es desafiante, observa al hombre que tiene enfrente como si fuera su peor enemigo, no se cuanto daño Kostantin le haya hecho a Dimitri, pero sin duda alguna es un hombre que te eriza la piel de tan sólo escucharlo.
- No me hables de esa manera, yo soy..
- ¿Yo soy que? ¿El hombre más poderoso de Rusia? Eso era hace algunos años, te retiraste, ahora yo manejo Moscú. Viktor retira a este tipo de mi vista.
- Pero señor..
- ¡Te dije que lo hicieras!
- No es necesario, me retirare por mi propia cuenta - el padre de Dimitri se aleja en su silla de ruedas y veo como él está apretando sus puños, tanto que sus manos se han colocado rojas.
- Te lastimaras - digo tomandolas.
- ¿Qué se cree? Es un maldito imbécil.
- Es tu padre, no lo llamas asi.
- Ya te he dicho que dejes de ver las cosas con inocencia. Ven, iremos a jugar una partida de póker.
- Yo no se jugar eso.
- Eso no importa - me toma de la mano y me conduce a una mesa en la que hay varios hombres apostando, muchos de ellos con mujeres a su lado.
- Señor Ivanov - Se atreve a mencionar uno de ellos cuando lo ve acercarse.
- ¿Me permiten una partida?
- Por supuesto.
Jamás he jugado poker y jamás he visto como se juega, pero estar ahí sentada sin hacer nada, inhalando el humo de los fumadores, me aburre asi que cuando veo que Dimitri se distrae me voy hacia un punto del lugar a tomar un poco de aire.
- ¿Disfrutas estar con él? - esa voz chillona y fastidiosa.
- ¿Tu labor en el mundo es joder a la gente? Buscate un hobby menos fatidoso que ese.
- No te creas mucho sólo porque eres su prometida.
- ¿Qué quieres Irina? ¿El dinero de Dimitri? ¿Su poder? Toma te los doy - me quito el maldito collar de mi cuello y se lo entrego en sus manos. - Al fin y al cabo son sólo cosas materiales, Dimitri no quiere nada contigo, pero tu cabezita llena de aire y estupideces no comprende esa parte.
- ¡Estúpida! - me grita cuando le doy la espalda.
- Y sorpresa no soy su prometida soy ¡su esposa! - le muestro la argolla y juro que pagaría un millón de dólares porque alguien le tomará una foto a su rostro de sorpresa. Me rio para mis adentros con lo que acabo de hacer, pero esta misma se borra en cuanto veo la cara de amargado del rubio.
- ¿Dónde mierdas estabas? - Me sujeta de la mano fuertemente, apretando sus dientes.
- Estaba tomando aire, el humo me fastidia.
- No te alejes de esa forma, no conoces los hombres con los que trabajo.
- No volverá a suceder.
- Irina me pagó la deuda de su padre.
- ¿Si? Me acabo de cruzar con ella hace unos segundos. Deberías regalarle un perrito, así evita hacerle la vida imposible a las personas.
- Siéntate en la mesa, Viktor estará todo el tiempo contigo, tengo que hablar algunas cosas con Kostantin.
- ¿Me vas a recomendar como la nuera perfecta? - Digo irónicamente.
- Que graciosa. Ve a la mesa.
- Como ordenes - hago un ademán de princesa con mi vestido y me dirijo a la mesa. Me encuentro a Viktor el pobre toda la noche parado como si fuera un poste de luz. - Viktor siéntate, te saldrán raíces y no eres árbol.
- Estoy bien asi señora.
- Tu y Dimitri son iguales, unos necios de primera. ¿Puedo preguntar algo?
- Adelante.
- ¿Cuánto tiempo lleva Dimitri metido en esto?
- El señor lleva quince años en esto.
- Eso es mucho.
- Muchos creían que sería la vergüenza de los Ivanov y resultó ser mejor que su padre. Pero en todo negocio hay enemigos y eso es lo que sucede cuando alguien quiere quitarte el puesto, te involucran en cosas que no haz hecho.
- Él lo menciono hace algunos días en el evento al que asistimos.
- Así es, el señor está algo estresado con todo lo del asunto con la policía rusa.
- Debe ser, por eso su amargura - rio con ello, creo que Dimitri tiene cara de úlcera siempre.
Me quedo allí sentada toda la noche, Viktor me informa que el ruso está afuera esperándoronos para devolvernos a la mansión, asi que voy junto a él y subo al auto. Dimitri está enojado, lo sé por su expresión y explota conmigo,cuando ve que no tengo el collar puesto.
- ¿Dónde mierdas esta tu collar?
Trago saliva y lo encaro.
- Se lo di a Irina - respondo cruzada de brazos y mirando la ventana del auto.
- ¿Qué hiciste que? - su voz suena molesta e irritable.
- No soporto a esa mujer, así que le deje las cosas claras, ah y también sabe que estamos casados.
- ¿Porque hiciste tal cosa?
- Tu lo haces todo el tiempo - me encojo de hombros. - Es una fastidiosa y ya no la soportaba.
- ¿Y le regalas un collar de Cartier como premio a sus inmadureces?
- Pues déjale claro quien soy entonces, dices que soy tu esposa, ¿que acaso no merezco algo de respeto?
Dimitri pasa sus manos por su cabellos y y rueda los ojos.
- Mujeres.. - Es lo único que susurra.
Llegamos a la mansión y una vez entró en la habitación me quito los malditos tacones, odio usarlos, me meto al baño y me doy una ducha larga y relajante en la bañera. Cuando salgo ya cambiada con ropa de dormir, encuentro a Dimitri en la cama.
Tomo la pequeña hoja que me dio Leah y la pego a un lado del closet, es un recuerdo de mi familia, amo a esa pequeña. Hago a un lado la sábana y me meto en la cama.
- La pequeña es dulce - su voz ronca resuena atraves del silencio que nos envuelve.
- Ella siempre ha sido.
- Un perro por un bebé - ríe con ello. - Como si fuera tan fácil ser una familia.
- Leah cree que la dejaré de querer si tengo un bebé, es tan inocente.
- Igual a ti, les falta ver el mundo como es en realidad.
- Es sólo una niña, yo no pienso darle una vida a un hijo mío como me la dio mi madre a mi. Buenas noches.
- Buenas noches - responde dando un leve movimiento en la cama.
El maldito sonido del móvil de Dimitri no ha dejado dormir, suena cada dos minutos y el idota no le baja volumen.
- Juro que si escucho de nuevo esa cosa la tiraré por la ventana.
- No sonará de nuevo.
- ¿Quien llama a las dos de la madrugada?
- Tu sólo duerme, apagare el móvil.
- Llevas diciendo eso toda la noche, iré por algo de leche - salgo de la cama y cruzo la puerta para ir directo a la cocina. Abro el refrigerador y saco la jarra para servirme un vaso.
Oh..delicioso.
- ¿Señora que hace tan temprano en la cocina? - Tiffany aparece de la nada y hace que pegue un brinco en mi asiento.
- Santo Dios, me asustaste.
- No era mi intención señora.
- Sólo no podía dormir por el sonido del móvil de Dimitri.
- ¿Desea algo más que leche?
- No, con este vaso tengo.
Coloco el vaso en la platillera, y antes de devolverme a la habitación siento que todo me da vueltas.
- ¿Esta bien Señora? - Tiffany me detiene por detrás para no caerme.
- Si, debí levantarme muy rapido, gracias, nos veremos más tarde Tiff.
- Que descanse.
Me devuelvo a la habitación y Dimitri está sentado en la cama, mirando la entrada de la puerta.
- Demoraste.
- ¿De verdad cinco minutos ? - señalo el reloj que esta colgado a un lado de la pared.
- El teléfono no volverá a sonar, así que puedes dormir plácidamente y contar ovejitas si quieres.
Me meto dentro de la cama y le doy la espalda abrazandome a la almohada, mientras siento como él se hunde del lado opuesto.
Esta mañana me levanté tarde y lo primero que hice fue vestirme para ir a encontrarme con mi amiga Erica, había estado programando en mi mente lo que iba a decirle y aunque intente decirle a Dimitri de que Viktor podría perfectamente pasar por mi y recogerme se ofreció a acompañarme pero se quedo afuera de la cafetería.
- ¿Y bien? A mi si me dirás la verdadera razón por la que te casaste.
Tomo aire y le digo a Erica todo, bueno en teoria.
- Es empleo.
- ¿Empleo? - levanta un ceja. - ¿Cómo asi que empleo?
- Él necesitaba un favor y la única solución era casarme con él.
- Oh por Dios ¿te obligo?
- No, no me obligó yo fue quien aceptó.
- ¿Te trata almenos bien? ¿No ha querido sobrepasarte contigo?
Niego con la cabeza.
- Que hombre más extraño, ¿es feo?
- Bueno no se como describirlo...
- ¿Cómo que no sabes como describirlo?
- Erica, sólo acepté y ya, no estoy allí para ver si es apuesto o no, almenos tengo donde quedarme y no estorbarle a Melanie.
- Rossalie - Esa maldita voz de nuevo y esa maldita costumbre de aparecerse de la nada. - ¿Podemos regresar a la casa ya?
- Por una mierda ¿es él? - susurra entre dientes mi amiga.
Asiento con la cabeza y le doy una sonrisa.
- Pues yo si tengo una descripción, ese tipo está que arde Ross, yo aceptaría con gusto hacerme pasar por su esposa, tiene hasta esa aura de chico malo.
¿Y si le dijera que está en lo cierto que no es ninguna pera en almíbar? Mejor no arruinar el café.
- Dimitri ella es Erica,mi mejor amiga y Erica él es Dimitri, mi esposo.
- Mucho gusto - le da su mano y ella sonríe. - Te espero en el auto - sale de la cafetería y me deja de nuevo a solas con mi amiga.
- Ay Ross ¿de donde sacaste a ese hombre? Es como si Zeus hubiese bajado a la tierra y le hubiera dado la belleza de adonis, es un hombre impresionante, siento que hasta peco viendolo. ¿Como soportas ni siquiera morir por besarlo?
- No lo soporto, es la persona más odiosa que conozco.
- Bueno, ninguno es perfecto y más si se trata de ellos. Estaré pendiente a una próxima salida.
- ¡Ay Erica cuanto te extraño amiga! - le doy un abrazo y la despeino. - Besos de Nutella.
- Besos de Nutella Ross.
Me despido de Erica y subo al auto, Dimitri está discutiendo con Viktor y no ha dejado de gritar por todo el camino a la mansión.
- ¡Me importa una mierda que sea mi padre! No entrará a la casa y fin de la discusión.
- Señor, el señor Kostantin.. sabe como es él y los pocos hombres que tiene a su lado, también hacen parte de su seguridad.
- ¿Me estas queriendo decir que ya está en la casa?
- No lo creo, pero es posible que vaya.
- Como si fuera un adolescente para que este pendiente de lo que hago o no, que le quedé claro que ya tengo treintaiun años, no soy el niño de cuatro años que perdió a su madre.
- ¿Entonces que sugiere que hagamos?
- Si viene que me espere afuera, es mejor resolver las cosas por mi propia cuenta, ¿Novikov ha llamado?
- No lo ha hecho.
- Le pedí un jodido diamante y no ha traído nada.
Y de nuevo con lo del diamante.. ¿Qué parte de que no quiero nada de eso no entiende? Mejor no decir nada, es muy temprano para discutir.
- Puede que demore cierto tiempo.
- Iremos a visitar la propiedad que compre una vez está este terminada.
- Hice lo que me ordeno y compré la compañía que estaba en bancarrota, sólo falta cambiarle el nombre y colocarla a funcionar.
- Que eficiente Viktor.
- El señor Bonatti llamo y dijo que por favor "dejará de joderlo" palabras textuales.
No puedo soportarlo y me echo a reír
- ¿Qué se supone es tan gracioso?
- Que no siquiera el oxígeno te soporta.
- No me interesa que lo hagan.
- Si claro..
- Y hoy llego la invitación a la boda del señor Lombardi, será en Sicilia. Es dentro de una semana.
- Bruno se casa ¿quien lo creería? encontró a alguien que soportará su jodido ego. Rosita prepara un lindo vestido, iremos a esa boda.
Ruedo los ojos ¿Quien será la mujer con la que se casé su amigo? Definitivamente una que lo ame y mucho para aceptar su mundo.
**
Ha pasado una semana, una semana desde que llegue a la mansión y con ella los problemas, y el acostumbrarme a esta vida o almenos a hacerme la idea, las cosas ya estan empacadas de nuevo en mi maleta por que mañana partiremos a primera hora a la boda de el amigo de Dimitri.
Aunque he mantenido contacto con Melanie extraño verla, pero no es lo conveniente desde lo ocurrido en la cena con Enzo.
Ni Irina, ni el padre de Dimitri han ido a la mansión y eso en parte es algo que agradezco, son las dos personas que atraen problemas y desatan el infierno en el ruso.
Justo ahora estoy con Tiffany viendo algunos libros de flores, he estado viendo en Internet algunas universidades para estudiar botanica.
- Esta es muy bonita ¿Cómo se llama?
- Creo que es una rosa silvestre.
- Parece que fuese artificial.
- Si así es.
- ¿Usted no echa de menos al señor cuando se va en las noches?
- Dimitri me despierta a cada instante con su teléfono esa es una señal de vida.
- Usted es tan diferente a él. Se ve el contraste de lo tierno con lo..
- ¿Agrio? Dilo con confianza es un ogro.
- En realidad no lo es, sólo que se deja llevar por el mal humor.
Claro..mal humor, el cual aparece las veinti cuatro horas del día.
- ¿Que tal si preparamos un delicioso pastel de Nutella? - le pregunto a Tiffany quien deja a un lado la cartilla y me mira incrédula.
- ¿Le gusta el chocolate?
- Me fascina, delicioso néctar de los dioses - paso mi lengua por mis labios.
- Como quiera señora - rie esta.
- Entonces andando - me levanto de la silla pero me caigo al suelo cuando siento que todo se vuelve oscuro.
- ¡Por Dios! ¿está bien? - Tiffany me ayuda a levantar.
- Si, tal vez pise algo y me caí.
- Eso no es normal, el señor debería saberlo. Se ve pálida.
- Ni una palabra de esto a Dimitri.
- Pero en varias ocasiones le ha sucedido.
- Me duele un poco el pecho, creo que dejaremos el pastel para otro día, subiré a la habitación a recostarme, ¿podrías llevarme un poco de agua?
- Desde luego señora.
Me he sentido mal en algunas ocasiones, he culpado al estrés, porque no quiero hacerme la idea de que otra cosa este mal en mí, tal vez sea conveniente sacar una cita médica.
El problema será en ¿como hacerlo sin que Dimitri se de cuenta?
Imagen aportada por una seguidora Milenia_Bautista2000
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