Canción: Bed - Nicki Minaj ft Ariana Grande
La puerta se abre de un solo golpe, la furia de Dimitri se apodera del hombre que antes tenía encima de mí, tirándolo hacia un lado de la habitación, sigo en shock, estática, sin moverme.
- ¡¿Te crees muy hombre maldito infeliz?!
- Señor no lo mate acá, se despertarían sospechas – la voz de Viktor aparece detrás del ruso.
- Lo matare ahora mismo, y colgare su maldito cadáver en el kremlin. ¡Suéltame!
- Piense bien las cosas.
- Ese bastardo la quería violar ¡¿qué hay que pensar?! ¡Sácalo de mi vista!. cástralo, pero déjalo vivo, me vengare en otro lugar que no sea este.
- Como ordene señor.
- Ella me provoco - es lo que se atreve a decir el hombre.
- Abre tu boca una vez más y te juro por mi madre, que la llenare de pólvora.
Viktor saca al hombre y apenas soy consciente que sigo inmóvil en la cama, estoy como un zombi.
- ¿Estás bien? – dice acercándose a mi intentando corroborar mi estado pero lo alejo rápidamente de mí. – Sé que estas asustada, pero te fui claro con que no salieras. Ahora entiendo cuan cabreado se siente Bruno, cuando su mujer se expone.
- ¿Ahora me culparas de que uno de tus malditos gorilas intentará abusar de mí solo porque salí de mi habitación? ¡¿Qué le pasa a tus hombres?!
- Ellos te ven como a la mujer que compre en un burdel, eso es lo que pasa, no pensé que uno de ellos fuera tan estúpido de meterse contigo.
- Estoy cansada de esto, tal vez nunca debí aceptar ese trato, pero creo que no puedo decirte nada, después de todo me compraste, en cierto modo eres mi dueño – me limpio las lágrimas que caen de mis mejilla, en el poco tiempo que he estado al lado de Dimitri solo he recibido humillaciones.
- No eres un objeto.
- Pues parece que lo fuese.
Mi sistema nervioso aún esta alterado, es la experiencia más horrible que he atravesado por mi vida, no sé qué sucede, si es miedo, si es la necesidad de sentir protección, pero me abrazo a él. Él queda estático ante mi respuesta, y poco a poco me aleja de su lado.
- Todo va a estar bien, solo...
Dimitri se queda un momento pensativo, y pasa sus manos por su cabello, hasta que vuelve a mirarme.
- ¿Quieres quedarte en mi habitación? – dice en un suspiro.
- ¡¿Qué?!
- No es cómo crees, es para que estés más segura, te aseguro que no volverá a suceder lo de hoy.
- No lo sé.
- Escucha Rossalie, te dije que no sería tu maldita sombra. Intentare algo para que evitemos este tipo de problemas, llevare tus cosas a mi habitación. Aunque pensándolo bien, pediré que la cambien a una matrimonial.
- Pero..
- Es seguridad rosita.
Ruedo los ojos, es un necio de primera, y si le pido que haga algo, terminará haciendo lo contrario. Aunque en verdad querida Ross, Dimitri no te haría caso, no es el tipo de hombre que sigue las reglas y menos de ti.
Dimitri ordena el cambio de habitación y nos dan una más grande, más cómoda, y por seguridad, está en otro piso del hotel. Paso todo el día allí, las empleadas suben el servicio a la habitación, por su parte Dimitri ha estado encerrado en una pequeña oficina que hay instalada en ella en compañía de Viktor, cerca de las seis de la tarde y cuando me encuentro mirando el atardecer por el balcón de la habitación, el ruso vuelve a aparecer.
- Si... ya sé que son las cuatro de la mañana en Rusia ¡Mishenka deja de gritar maldita sea! Necesito un anillo con el mejor diamante que tengas. ¡¿Dos malditas semanas para un diamante?! ¿Estás loco? Quiero uno que supere a los de Cartier, y si puede costar más que el de Bruno, sería perfecto. De acuerdo, te daré ese tiempo, adiós. Maldito amargado - dice colgando su móvil.
- Si piensas darme un diamante que cueste una suma exorbitante de dinero déjame decirte que pierdes tu tiempo, ya te dije que no quiero nada de lujos.
- Yo soy el que te dará el anillo, yo soy el que gastara el dinero, y yo soy tu prometido, y además me gustan los lujos, vete acostumbrando a eso, mientras estés a mi lado.
- Que materialista eres.
- ¿Alguna vez has hecho algo loco en tu vida?
- ¿A qué viene esa pregunta?
- ¿Lo has hecho o no? aunque creo que tu respuesta será obvia, nunca has hecho algo loco. Eres inocente.
- No, no lo he hecho.
- Entonces prepárate para la primera locura de tu vida, te espero en el living del hotel, Viktor te dará un paquete, utiliza lo que hay allí y colócate linda, bueno elegante.
- ¿Cómo así que locura? Dimitri oye, idiota! – le grito pero él no voltee su vista solo sale de allí.
¿Que se trae? Maldito estúpido, presumido, un diamante, ¿que sigue? ¿una mansión con esmeraldas? Viktor aparece después de eso con una enorme caja, la deja encima de la cama y al abrirla descubro un vestido corto blanco, es hermoso y delicado, parece de novia, pero no puede ser..
Me lo coloco y peino mi cabello en una media cola, me maquillo de manera causal y poco cargada, odio que no diga que es lo que se trae en manos, una vez lista bajo junto a Viktor a el living del hotel y lo veo con un traje gris, luce, más elegante que nunca y más varonil, suprimo esa idea en mi cabeza y vuelvo a mis cabales.
- Ya estoy lista, ¿para que querías que bajara con esto?
- Luce bien en ti, sube al auto – me ordena una vez salimos del hotel, obedezco y observo como el auto sigue su dirección hasta el centro de la ciudad. En el cual se levantan varios casinos con sus enormes letreros en neón, llegamos a lo que parece ser..¿una capilla? Una capilla con luces,
No será lo que creo que pienso.. o ¿sí? ¿Nos vamos a casar en las vegas?
- Bienvenida rosita.
- ¿Qué es esto?
- Baja del auto y te explico.
Hago lo que dice y una vez abajo le reclamo de su locura.
- Cuando dijiste que me casara contigo, no pensé que fuera tan.. pronto y menos en las Vegas
- Bueno, con esto no te joderan mas la vida, así mis hombres y cualquier estúpido sabrá que ya eres mi esposa, aunque evita mencionarlo a mis amigos hasta que nos casemos en Seattle, y hagamos oficial el matrimonio allí y en Rusia.
- Eres tan extraño..
- Lo sé, lo extraño atrae a las chicas – dice con una sonrisa. – Bueno, como no sabía tu tipo de flores favoritas, llame a tu nana, rosas amarillas.. que original.
Ay Dios.. Lánzame a otro universo en el que solo haya nutella.
- Bueno, sigamos,nuestra boda nos espera. Viktor será el testigo, oh, olvidaba las argollas.. – dice sacando del bolsillo del pantalón unas argollas doradas.
- Ya tenías todo planeado.
- Espero no la pierdas, cada una costo dos millones de dólares, es bulgari.
- Que más que perder mi dignidad – ruedo los ojos entrando a la capilla, la cual esta adornada de rosas amarillas, hay una mujer al lado de lo que parece ser el hombre que nos casara.
No puedo creer que este haciendo esto, cuando soñé mi boda, no era algo asi. Melanie se sentirá tan defraudada de mí.
El hombre oficia la ceremonia aunque para ser honesta, he estado perdida en los miles de pensamientos acerca de la vida que me espera.
- Rossalie, la argolla - me susurra Dimitri sacándome de mis pensamientos.
- Oh sí, claro - digo colocándola en su dedo.
- Muy bien los declaro marido y mujer, puede besar a la novia.
- Ah no, nada de eso – digo alejándolo de mí.
- Cariño es normal en las parejas.
- Tu y yo no somos pareja Dimitri – el maldito estúpido me calla con un suave beso, y lo cierro mis ojos, jamás había experimentado algo como lo que mi cuerpo atraviesa en ese instante, siento que la sangre se me calienta, y quisiera profundizarlo, pero solo retiro mis labios de los de él.
- Ya estamos casados.. – dice con unas sonrisa.
El hombre nos entrega algunas fotografías, mientras me quedo en la entrada esperando a que salga Dimitri de allí.
- ¿A dónde quieres ir a cenar rosita?
- Que no me digas así.
- Bueno, entonces ¿a dónde quieres ir a cenar señora Ivanova?
Ya ni sé que es peor..
- No lo sé, ¿te parece subway?
- ¿Qué? Nos casamos y ¿quieres ir a un subway?
- ¿Para qué me preguntaste entonces?
- No creo que un subway sea un buen lugar para cenar.
- Tampoco el casarse en las vegas..
- Iremos al estúpido subway, entonces.
Subimos al auto y este aparca en un subway cercano, hay varias personas allí, se que este no es el sitio que Dimitri frecuentaria pero accedió y eso es "algo"
- ¿Cuál quieres? - Me pregunta una vez estamos enfrente de la vitrina.
- El de atún.
- ¿Atún? Odio el atún.
- Bueno a mi me encanta..
- Como quieras - Dimitri hace el pedido pero la vendedora se queda observando nuestros atuendos.
- ¿Recién casados?
- Si - responde fríamente el ruso.
- Entonces siendo así le regalaremos labebdidas.
- No hace falta tengo dinero para pagar mis propias bebidas.
- Pero que grosero - le susurro.
- Sólo aceptenlas.
- Lo haremos - le respondo a la chica. - Trae la comida- le ordeno a Dimitri mientras me siento en una de las mesas.
- ¿Podemos almenos comerlas en el auto?
- Basta, deja de tratar a las personas como si fueran objetos que compras con dinero. Cométe el maldito sándwich y deja de molestar.
- ¿Ahora me das órdenes?
- Tomalo como quieras, me comeré mi sándwich aca, si quieres comerte el tuyo en el auto adelante.
- Vaya, no conocía ese lado de tu personalidad.
- Hay ciertas cosas que no conoces de mí.
Una vez terminamos de comer, nos devolvemos al hotel, Dimitri sugirió que nos quedaríamos en el casino del hotel, pero yo preferí subir a la habitación. Estaba cansada, aún no podía creer que fuera tan loco de hacer eso.
Ahora la pregunta era ¿Dormiriamos juntos?Claro que si Ross, es una cama grande, no pensará dormir en el piso.
- Tu..
- ¿Yo que? - dice levantando una ceja.
- ¿Dormirás conmigo? Quiero decir..¿dormirás en la cama?
- No.
- ¿Dormirás en el suelo?
- Dormire en el sillón Rossalie, yo no duermo con nadie, nunca lo hago.
- ¿Estarás cómodo allí?
- Lo estaré - dice encogido de hombros.
- De acuerdo.
Me meto al baño, y me cambio de ropa, Dimitri sólo se ha colocado un pantalon deportivo y anda paseándose hablando por celular con su torso desnudo.
Maldito idiota ¿tenía que ser tan perfecto?
Me meto en las sábanas y al poco tiempo él se acuesta en el sillón, lo puedo escuchar dando vueltas en el, hasta que se escucha un ruido
- ¡Joder!
- Ese sillón es muy pequeño, te has caído.
- Es cómodo.
- No es cómodo y lo sabes.
- Creo que aceptaré tu idea de dormir contigo.
Se acerca hasta donde estoy y se mete a la cama sin pronunciar una palabra.
¿Porque su cercanía ahora se siente tan.. diferente?
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