-Se va a enterar...-Dije en voz baja a la cámara encendida de mi móvil- Para cuando veas esto; lo siento Nam. Pero te la debo. No haberme puesto espuma de afeitar en la mano mientras dormía.
Guiñé un ojo a la pantalla para después cambiar la cámara a exterior en vez de frontal.
Me acerqué a la puerta del baño lentamente, sintiendome una ninja.
Esta siempre era su hora de la ducha y ya habían pasado al menos quince minutos desde que el agua dejó de correr, así que supongo que ya estará vestido.
Que pena que su ropa limpia no vaya a aguantar el nesquik mezclado con miel que le voy a echar encima.
Un bote entero.
Va a oler a dulce todo el día.
En parte esto también se lo merece por comprar nesquik cuando expresamente le pedí colacao.
Abrí la puerta lentamente con ayuda de mi pie izquierdo. El móvil apuntando hacia abajo y el bote de mi poción especial en mi otra mano.
Entonces lo vi.
Namjoon completamente desnudo.
Su miembro alzandose orgulloso en el aire, él con su pelo mojado y sus mejillas rosadas.
¿Por qué la tenía tan grande?
¿Acaso era algún tipo de enfermedad?
Mi corazón se paralizó y tanto el bote de nesquik como el móvil se precipitaron al suelo y pude ver claramente a Namjoon mirarme antes de que yo saliera corriendo como alma que lleva el diablo.
Me iba a explotar la cara debido a la vergüenza.
Namjoon era mi compañero de piso desde hace un año, era mi amigo, que coño, era mi colega, nos contábamos las cosas, incluso había dormido con él.
Pero jamás lo había visto desnudo, ni siquiera por casualidad.
De hecho no sentíamos la necesidad de vernos desnudos, nuestra relación no era así, no nos atraíamos de esa forma.
Pero después de esto y ahora encontrandome agarrada a la encimera, bebiendo un vasito de agua y recomponiendome de la vergüenza... Debo decir que jamás en mi vida me había sentido tan nerviosa.
Y me entra la risa floja ante un recuerdo que agolpa mi mente.
Toco la puerta con brusquedad, las maletas pesan como el culo de una vaca y me está entrando calor de estar esperando.
La puerta se abre dejando escapar a un chico realmente alto y masculino. Aunque su sonrisa descarta un poco de masculinidad dejando paso un rostro de niño con mejillas abultadas. Como sus facciones se aprietan en su sonrisa.
Su pelo es rosa claro o naranja no llego a distinguirlo y su camiseta azul de rayas te hace soltar una risita, es adorable.
-Bueno supongo que esta chica sudada y dispuesta a partirme la puerta es mi nueva compañera de piso- Dijo agarrando una maleta que colgaba de mi hombro para ayudarme-
-Tardas un poco más y te aseguro que tienes que comprar otra puerta macho- Suspiro y me limpio la suela de los zapatos antes de pasar-
-No te limpies los zapatos, te los vas a tener que quitar- Rió el chico divertido ante mi cansancio y yo resoplé-
-Joder, bueno que más da- Le tendí otra bolsa- ¿Dejame pasar no?
-Soy Namjoon, Kim Namjoon
Me tendió la mano y yo entré en el apartamento en cuanto se apartó de la puerta.
-Presentandote así podrías ser James Bons tío- Dije mientras miraba los alrededores del apartamento extrañamente ordenado y oí una carcajada por parte de Namjoon- Oye pues esto es grande
-¿Tu nombre?- Preguntó sacandome otra bolsa de las manos y dejandola en el suelo- No pretenderás que lo adivine
-Soy Rose- Esta vez le tendí yo la mano y él la apretó en un saludo- Encantada Namjoon
-Igualmente Rose- Sonrió de nuevo y comenzó a caerme bien- Espero que nos llevemos bien
-Mientras no me enseñes la polla, todo genial- Oí otra risotada de su parte mientras me adentraba a ver el resto del apartamento-
Ese recuerdo se agolpa en mi mente repetidas veces, haciendome reir ante la ironía.
No es que estuviera asustada de un miembro viril, he visto demasiados y los que me quedan es porque... joder, él no.
Él es mi Joonie, lo he visto llorar con El rey león, me hace trenzas cuando se aburre y sus cereales preferidos son los de frutas. Incluso se enfada y grita cuando pierde al Mario kart.
Verlo así, mojado, completamente desnudo, tan perfectamente formado y fuerte, su abdomen y brazos parecen esculpidos por el mismísimo Miguel Ángel, maldita sea, nunca me había dado cuenta de lo bueno que está.
Esto es una tontería, es mi amigo y lo seguirá siendo hasta ahora, no tiene nada que ver que me palpite la entrepierna descontroladamente.
Es mi amigo. Mi compañero de piso.
-¿Se puede saber que hacías?- Aparece de repente en la cocina-
Vestido, gracias a Dios.
-Vas a tener que limpiar el desastre de lo que coño llevaras en ese bote, lo has dejado todo hecho un asco, ¿me escuchas?
-Que sí- Seguí mirando el vaso- Que ahora lo recojo cansino
-¿Qué estabas intentando hacer?- Me miró serio-
Namjoon odia el desorden y la suciedad y me imagino que tener eso manchando todo el pasillo no le gusta un pelo.
-Nada...-Dejé el vaso vacío en su sitio y sentí a Namjoon más cerca- Apartate, que voy a limpiar eso
-¿Querías devolvermela no?- Sonrió y su sonrisa nunca me había parecido tan atractiva- Que faaaallo bonita- Se burló y yo resoplé por la nariz como si fuese un toro-
-Anda que te follen- Rodé los ojos al escucharlo reír y me dirigí al pasillo a limpiar aquel desastre- Encima tengo que limpiarlo, coño ya- Murmuré por lo bajo-
-¡Si no hicieras tanto el gamba no pasarían estas cosas!- Gritó desde el salón y gruñí ante sus burlas-
De una forma u otra me la devolvería.
~
9:30 AM. A estas horas no había mucho que hacer.
Namjoon trabajó anoche así que me redimí de mis bromas y lo dejé descansar, ya que normalmente nunca se levantaba temprano debido a su trabajo en aquello discoteca.
Cortando mis pensamientos en seco Namjoon apareció en la cocina, con el pelo revuelto y unas legañas que servirían de desayuno.
-Lavate la carita anda- Me bromeé y el me miró asesino-
-¿Solo has desayunado esto?- Señaló mi café cuando pasó el mostrador y alcanzó el armario-
-Sí
-¿Quieres tostadas?- Sacó el pan y enchufó la tostadora-
-Bueno, si me las haces tú- Sonreí aletendo mis pestañas y Namjoon sonrió aun un poco somnoliento-
Era injusto lo guapo que estaba por las mañanas, incluso con el pelo cayendole en los ojos.
-Eres como una niña pequeña- Se giró para preparar las tostadas y me tomé un poco de tiempo en la gloria para admirar su cuerpo-
Su espalda desnuda debido a que llevaba solo un pantalón de chandal gris y la cinturilla de este tan baja por lo que pude deducir que no llevaba bóxer. Era de hombros algo anchos y su piel era tan deliciosamente tostada que podría desayunarmelo a él mejor.
Joder, que cojones estoy pensando.
Sí, aún sigo con la tontería desde el otro día. Pero claro, una cosa como la suya no sale de la cabeza tan fácilmente.
Tampoco ayuda que se le notara un poco a través del pantalón.
Mientras desayunabamos no le quitaba la vista de encima, lo miraba sin que se diese cuenta ya que él estaba demasiado entusiasmado con su desayuno.
Se manchó el dedo de mermelada y lo chupó.
-Esto es ridículo- Dije en voz alta a lo que él me miró, aún con su dedo indice en los labios-
-¿Qué?- Frunció el ceño-
-¿Se puede saber que haces?- Pregunté casi enfadada y él me miró como si me hubiera salido otra cabeza- ¿Lo haces queriendo?
-¿De qué coño hablas?- Se rió y siguió comiendo-
-Paseandote por aquí medio desnudo y ahora chupandote los dedos como si fuera esto una pelicula porno, para ya de una vez- Me frustré y no sabía ni que coño estaba diciendo-
-Rose, ¿se puede saber porqué estás tan alterada?- Rió de nuevo- Siempre voy así por casa, ¿te molesta ahora?
No me molesta, ese es el problema.
-Dejalo- Me levanté de la mesa de la cocina dispuesta a irme-
En un movimiento más rápido que la luz Namjoon agarró mi brazo haciendome aterrizar en su regazo.
-¿La bromita te salió cara no?- Jugó con mi pelo y entonces sentí como se me cortó la respiración- No puedes dejar de pensar en mí en el baño, ¿verdad?
-Anda sueltame- Intenté hablar sin titubear pero me costó porque las manos de Namjoon estaban muy lejos de soltarme- Nam...
-Dime que deseas Rose, dímelo- Me pidió, bueno, me exigió mientras sus largos dedos serpenteaban por mis muslos-
-Deseo levantarme
-Respuesta incorrecta- Sonrió antes de pegar sus labios en mis nudillos-
-Namjoon para por favor...-Pedí suplicante cuando sus besos subieron por mi brazo en dirección a mi sensible cuello-
-¿Quieres que pare?- Me miró a los ojos con una intensidad que no había visto nunca antes en él-
-Joder no
En ese momento mis piernas lo rodearon, sentandome a horcajadas sobre él y sentí en mis labios como sonrió en aprobación antes de besarme.
Sabía de sobra que sus labios eran gruesos, estaba harta de verlo, pero no sabía que besara tan bien joder.
Y cuando sus dedos ascendieron por dentro de mi camiseta, acariciando mi espalda y alcanzando el cierre del sujetador, no pude hacer otra cosa que apretarlo contra mí.
-Llevo deseando esto tanto tiempo- Su respiración era dificultosa cuando abandonó mis labios para atacar mi cuello casi con brusquedad-
Una brusquedad que raramente me gustó.
Normalmente me gustaban las cosas cuando iban suaves, lentas. Pero él era tan fuerte y salvaje que simplemente me dejé llevar jadeando cuando mordió mi cuello.
Cuando noté su miembro debajo de mí, duro y preparado, no pude aguantar más para ponerme de rodillas entre sus piernas.
Dejé que antes se diera el gusto de quitarme la camiseta junto al sujetador para masajearme los pechos con sus grandes manos.
-No he podido parar de imaginar este momento desde que te vi en el baño Joonie...-Mordí mi labio cuando bajé su chandal-
-Pues haz tus sueños realidad- Rió un poco y de inmediato su risa se cortó cuando cogí su pene con una de mis manos-
-Deja de reirte
Mis labios llegaron a su glande haciendo que Namjoon mordiera su labio aspirando aire debido a la excitación.
Estaba tan grande y duro solo por haberme tenido unos minutos encima...
Que me sentía hasta orgullosa.
Lamí su punta un par de veces, jugando con él. Acaricié sus muslos mientras, haciendo que temblara un poco y eso me hizo sonreír. Mi lengua avanzó por el tronco hacia abajo, saboreandolo un poco y noté como se agarraba a la silla. Escupí en mi mano para moverla de arriba a bajo en su erección y que no le doliera la fricción. Mientras hacia aquello en su tronco, mi boca se encargaba de dar pequeños besos en su glande, mimandolo y acariciandolo. Cosa que hacía a Namjoon tener cada vez menos paciencia.
-Rose por dios. No juegues mas- Echó su cabeza hacia atrás- Duele
Hice caso después de un par de risitias y lo solté de mi mano para meterlo en mi boca.
Quizá calculé mal y no me esperaba que de verdad fuera tan grande asi que me atranganté un poco, pero ni se enteró.
-Joder que bien se te da...-Me halagó mientras acariciaba mi pelo y yo subía mi boca arriba y abajo por su longitud-
Mantuve el contacto visual y cuando me miró se estremeció tanto que pude notar un respingo en mi boca.
Debe de ser excitante hacer estas cosas con alguien que en la vida te imaginarías que lo harías.
Mis labios hicieron un sonido húmedo al soltar la punta y seguí con mi mano, dejando descansar un poco mi pobre mandíbula.
O yo tenía la boca muy pequeña o Namjoon la polla muy grande.
Decidí acabar con esto y agarre sus testículos con delicadeza, acariciandolos mientras mi boca lamía el tronco de arriba a bajo de nuevo, esta vez algo más rápido. Oí a Namjoon gemir profundamente y me pareció lo suficientemente sensual como para seguir.
Lo metí entero en mi boca, o casi. Y abrí mi garganta para que notara lo profundo que podría llegar, moví mi cabeza un poco para que notara lo hondo que estaba y entonces agarró mi pelo jadeando e intentando reprimir sus gemidos. Cuando estaba dispuesta a sacarla deslizando mi lengua por el tronco y llegando a la punta haciendo círculos ahí, noté sus piernas tensarse, sus músculos contraerse y me dio tiempo a apartar la cabeza. Terminó en el suelo de la cocina con un sonido ronco escapando de su garganta.
-Hostias...-Maldijo mientras su cabeza estaba aun echada hacia atrás recuperando la respiración- Ven aquí
Cogió mi mano y me levantó de un solo tirón pegandome nuestros torsos desnudos.
Besó mis labios con ansias y yo lo recibí encantada.
En un murmuro que llegó --con su aliento sabor mermelada-- a mi boca, dijo:
-Vamos a estrenar mi cama nueva, compañera de piso.