Advertencia: ¡Bienvenidos a la casa de los locos si esta es la primera historia que lees una historia escrita por mi y sino lo es, ¡Te extrañe! Esta historia viene con una advertencia bastante fuerte, habrá mucho drama, sexo, decisiones morales bastante cuestionables, sustancias ilegales, etc. Les aseguro desde ya mucho rabia contra los personajes, tristeza, emoción, en fin, un desastre emocional del que no me haré responsable (Bueno solo un poco, les daré galletas después) Es una historia con personajes muy humanos, muy reales (me refiero a sus pensamientos, a sus decisiones, a como ven las cosas) y eso puede llegar a molestar o incomodar porque solemos querer personajes perfectos, que tomen decisiones moralmente correctas, etc. Si esperas eso, creo que es mejor que no leas. Si estas preparado para el desastre emocional, adelante.
Ariana G.
Prologo
No debí retarlo.
No debí mirarlo.
Pero eso no es nada comparado con lo que hice después de eso.
Pudiera culpar a la adrenalina del momento, a mi eterna fascinación por las decisiones impulsivas o a mi tendencia a lanzarme a lo desconocido y pensar en las consecuencias luego pero la realidad es que no estoy buscando culpables o justificaciones. Soy como soy y justificar mis acciones a mi misma no es algo que hago con frecuencia. No suelo ser el ente juzgador de mis propias acciones, eso se lo dejo al mundo y a las personas a mi alrededor que parecen encantados con esa tarea.
Si, no debí hacer todo eso aquella tarde calurosa de verano, es increíble como una hora, 60 minutos, un periodo tan corto de tiempo, tendría un efecto tan duradero y prolongado en mi vida. Para ser honesta, aún no se si me arrepiento, supongo que tendré que esperar que el tiempo pase para llegar a una conclusión sobre ese día.
El día que conocí a Black.