"Caballeros, les presento al doctor Davies, es una de las mentes más brillantes aquí, no dudo que en un futuro él pueda revolucionar el mundo como lo conocemos".
"¿Qué esperaba que hiciera, señor Holmes? ¿Solo debía dejar que robara mi trabajo? ¡Solo estaba defendiendo lo que es mío!".
"asesino a dos de sus colegas por los planos de una maquina defectuosa, no puedo ayudarle en eso".
"Ni siquiera pudo recordar mi nombre, Tracy, es nuestra completa ruina".
"Si les dices que fue un accidente, querido, tal vez ellos..."
"No van a creerme jamás".
"esta máquina es en realidad mi herencia, en manos de Hydra, pero incluso ellos no han logrado resultados"
"estamos por casarnos ¡maldita sea! Me prometiste que lo dejarías, me prometiste que cambiarías, creen que estás muerto ¿no podemos dejarlo así? Tendremos un hijo ¡reacciona!"
Strange esperaba a que el detective dijera algo más, pero este se mantuvo callado.
Él y Moriarty caían al vacío, había sentido el agua salpicarle el rostro y el aire golpeando su cuerpo. No se había quedado inconsciente, de eso estaba seguro, sin embargo, después de la sensación de caída, lo siguiente que recordaba era estar en la orilla, vomitando un poco del agua que había tragado, sosteniendo con fuerza aquél artefacto que le había robado Mycroft.
Volvió más atrás, intentando recordar cuando lo había tomado. Pero no recordaba haberlo hecho, lo había dejado en su lugar ¿o no?
-Sin el equipo adecuado, con ese clima, no hay forma de que hayas sobrevivido a eso-le dijo Tony, después de considerarlo.
-solo hay alguien que puede darnos respuestas-dijo Ross, interrumpiendo la conversación-debemos atraparlo-
-puedo rastrear a Burrell mientras siga viajando en el tiempo, no hagan nada hasta que yo les de aviso-
-con todo respeto, está en juego la seguridad pública de este país, no podemos darnos el lujo de esperar a su próximo ataque-le dijo Ross, no estando de acuerdo con la resolución del hechicero.
-su próximo ataque no será público ¿no lo ven? –
-lo que veo es que Isaac podría volver a atacarnos, él quiere destruirnos a todos, doc ¿no podrías simplemente hacer un poco de abracadabra para atraparlo?-le pregunto el millonario, recibiendo una mala mirada del hechicero.
-él tiene razón, Tony, no tenemos más opciones, por la explosión lo más seguro es que crea que estemos muertos, podemos usar eso-
-sin embargo, al considerarlos fuera del camino, Burrell fijara su próximo objetivo con la señorita Maximoff y Visión, señor Rogers, que se volverían en este momento la amenaza más potencial contra él ¿saben al menos dónde están?-les cuestionó Holmes.
-podemos tenderle una trampa-
-no Ross, las trampas no funcionan con Burrell, ya lo comprobamos, el tiende la trampa y escapa, si queremos atraparlo, debe ser inmediatamente después de que haga su jugada-propuso Tony, pero Strange negó ante su idea.
-hacer eso implicaría sacrificar a alguien, que se volviera el punto rojo mediante el que podamos ubicar y neutralizar a Isaac-
-yo no puedo morir-se ofreció Deadpool ante las palabras del hechicero supremo, levantando la mano.
-es por eso que a ti no te atacaría, no puede dañarte-
-pero a mí sí, señor Stark-le dijo Peter-Puedo distraerlo-
-no, tú no juegas spidey-le regaño Wade.
-absolutamente no Peter, tú no vas-también le negó Steve.
-podría ser...-murmuro Stephen, comenzando a considerar una idea que se le había ocurrido.
-¿has perdido la cabeza? No lo enviaremos a él-se quejó Tony.
-no me refiero a eso, Deadpool no puede morir y tal vez podamos hacer que Isaac lo ataque sin que lo sepa-
-¿Cómo? ¿Disfrazándolo de otra persona?-comentó el millonario con sarcasmo, solo viendo la sonrisa que compartían Strange y Holmes.
-sería nuestra mejor oportunidad-estuvo de acuerdo Steve.
El mercenario se había ofrecido a hacerlo el mismo, era un plan que al parecer podía ser el mejor que se les hubiera ocurrido. La única pregunta que quedaba por darle respuesta era ¿de quién lo disfrazarían?
* * *
Nunca se había dado el lugar de pensar que algo como eso podía pasar, sin embargo, de alguna manera era consciente de que aquello no era ni de cerca lo que esperaba. Era mucho mejor.
John le había llenado de varios besos, y por supuesto que él no le había decepcionado, pues aprendía rápido, no tardando en entender los patrones en los movimientos que hacían los labios del doctor contra los suyos.
Las pausas, los escasos segundos para recuperar aire, la cantidad necesaria de tensión y espera antes de seguir, de volver al incesante choque de sus bocas. Todo llevaba un ritmo.
Y John parecía haber adquirido cierto gusto por tomar su cabello entre sus dedos, pues había comenzado a jugar con sus rizos luego de que se hubiera asegurado que había aprendido bien lo que significaba la palabra "beso".
La señora Hudson había entrado pocos segundos después con un grito que le sorprendió que los demás no hubieran acudido para ver qué había pasado, lanzándose a abrazarlos a pesar de la comprometedora posición, de la cual John intentó zafarse apenas notó que tenían público.
Sobra decir que le resulto casi imposible por dos razones: Una, que la señora Hudson se encontraba extremadamente aliviada que sus dos chicos consentidos estuvieran ya en casa, a salvo; Y dos, que ambos al fin hubieran aceptado lo que sentían el uno por el otro, con su mente ya pensando en lo que sería aquella relación, teniendo planes de boda, adopción y muchas otras cosas más, aunque la prioridad era como haría para saber cuándo ellos estuvieran...ejem... indispuestos.
Tal vez tendría que aprender a moverse por el lugar con los ojos cerrados, así evitaría ver algún espectáculo no deseado cuando entrara a su departamento.
Ni siquiera espero a que Sherlock y John pudieran explicarse, pues así como había entrado a la habitación, es como había salido, con una visita de pocos segundos y que la había dejado con una enorme sonrisa.
-no tardara en contarle a todos lo que vio-comentó John, apenas la mujer desapareció de su vista.
-¿problema?-
-No tengo nada en contra de que los demás se enteren, pero sí que Tony o tu hermano se enteren... la verdad no sé quién de ellos sería peor-
-Stark no dirá nada, no nos molestara, tiene un rubio abandonado de que preocuparse-dijo Sherlock con total seguridad-Mycroft sin embargo... -
-ya nos ocuparemos de él-lo interrumpió John, tomando sus manos entre las suyas, manteniéndose acostado a un lado de detective-creo que ya has recuperado tú temperatura normal, pero iré por un termómetro para asegurarme-
-aghh John, estoy bien, vuelve aquí-se quejó Sherlock, con su voz sonando algo extraña debido a la congestión en su nariz, con su cuerpo de pronto ocupando toda la cama, pues había dejado que sus piernas y brazos empezaran a colgar del colchón, en un gesto de lo más infantil.
-sigues resfriado, así que solo tienes dos opciones, o permaneces como un niño bueno en cama, descansando y tomando tu medicina... o te pongo una inyección sumamente dolorosa para que igual te quedes en cama-le amenazo John.
-no le temo a las inyecciones-
-no es eso lo que debería preocuparte-continuo diciéndole el doctor, trayendo consigo el termómetro y colocándoselo en la boca al detective antes de que volviera a hablar-compórtate, es una orden-
-está bien, capitán John Watson-le dijo el detective como pudo, algo impaciente por tener que guardar cama, soltando un leve estornudo-el caso...-
-no hay mucho que puedas hacer ahora, tienes que admitir, que se ha vuelto demasiado complicado incluso para ti-le dijo John, sentándose en la orilla de la cama.
-no tiene sentido, lo que le hizo a Holmes no puede ser, Isaac se habría arriesgado a cambiar las cosas si mataba a Holmes, Stark y yo no existiríamos ahora, recuérdame ¿Por qué comenzó a acechar a Anthony?-
-yo... no lo sé, no fue algo que supiéramos antes y ahora...-
-sabemos todo sobre Isaac, desde sus comienzos, conocemos su vida criminal, su obra completa en la palma de nuestra mano -reflexionó Sherlock.
-y de su vida personal no hay la gran cosa, solo los inicios de un maniático obsesivo compulsivo-comento John con cierta molestia, pues el nombre de Isaac le despertaba un montón de sentimientos negativos.
No pudo evitar recordar cuando se lo había encontrado por accidente, se había sentido tan bien golpear al maldito.
-¡eso es!-exclamo el detective, reincorporándose de la cama, dándole un torpe beso a su compañero antes de levantarse, quitándose el termómetro de la boca y la aguja de su brazo, buscando inmediatamente sus zapatos y su saco-John, eres maravilloso ¡eres único! Tal vez no seas la persona más luminosa pero conductor de la luz eres invencible-
-gracias ¿Qué?-pregunto el doctor confundido, levantándose también de la cama, tomando rápidamente el termómetro del suelo-espera, necesitas descansar, tienes algo de fiebre...-
-¡achuu! No hay tiempo, tenemos la clave, ahora lo veo, jamás revisamos su vida personal, el parece saber todo de nosotros pero nosotros no sabemos nada de él, sus crímenes no importan, es inteligente, jamás podremos atraparlo así, pero tal vez podamos golpear en otro punto...-se interrumpió para volver a estornudar, con lo último que iba a decir perdiéndose en el aire apenas abrió la puerta de la habitación, saliendo apresuradamente mientras le pedía a Viernes investigara cierta información.
John observo el termómetro de nuevo antes de dejarlo sobre la cama, tomando rápidamente una botella de agua y sacando un par de capsulas de la caja de medicamento que había traído, guardando además su arma en su saco, alcanzando luego al detective.
-tomate esto-
-estoy bien-
-o las tomas o no sales a ninguna parte, tú decides-le amenazo John, sonriendo al ver que le obedecía, tomando las pastillas y un gran trago de agua antes de devolvérselos.
-¿era tan difícil?-le pregunto John con burla, dejando la botella en el primer lugar que encontró.
-tal vez deberías tomar un par también, podría contagiarte después de haberte besado-
-el virus no vive en la saliva, Sherlock, no puedes contagiarme así-
-lo sé... pero si se contagia por la tos o la respiración-
-no tienes tos-
-pero si he estornudado-
-¿en serio tendremos esta discusión? Soy un doctor y digo que no me contagiaras, así que cierra la boca-se defendió John, llegando inmediatamente después un silenció que duro pocos segundos.
-cuando te bese sentí tu nariz fría, tienes más probabilidades de enfermarte, ya que hay menos células blanca en la sangre que combaten al virus, tu sistema inmunológico está débil ahora-
-sigue hablando y te llevare de vuelta a la habitación-sus voces se fueron perdiendo conforme bajaron las escaleras hacía el taller de Tony, pues era ahí donde tenía sus autos de colección.
Al pasar por la sala no vieron a nadie, sin embargo a Sherlock no le causo mayor problema, aunque John tenía curiosidad por saber dónde estaban.
-no es importante, andando, que tú conducirás-
-¿Qué te hace pensar que sé manejar uno de esto?-
-Anthony te regalo uno parecido hace algún tiempo-
-jamás lo use-
-que inconveniente-fue lo único que pronuncio el detective, de todas formas subiendo, tomando asiento en el lado del copiloto del primer auto que vio-este nos hará pasar desapercibidos-
-dice Stark en la matrícula-se quejó John, observando aquél auto en el que posiblemente podían morir.
-préstame tu celular, me temo que perdí el mío durante mi secuestro, necesito enviar un mensaje-
-debimos avisarle primero a Tony-
-está ocupado, esta información es urgente, la necesitamos cuanto antes si queremos que su plan no falle-
-¿Qué plan? ¿Cómo sabes que tienen un plan?-pregunto el doctor, encendiendo con éxito el auto, poniéndose tenso de inmediato ante la gran velocidad con la que habían salido.
-Viernes me lo... ¡excelente! Ella puede atendernos, pondré el GPS, necesitamos llegar ahí cuanto antes-respondió a medias Sherlock, ignorando por completo la alta velocidad.
-¿ella quién?-
-una aliada... en este caso una madre soltera de 38 años-