-20-
Artemis
3 meses después.
—De nada.
Alex me dice con arrogancia mientras me lanza un pequeño montón de carpetas sobre mi escritorio. Tiene esa expresión de que se ha ganado el premio al mejor amigo del año. Me pregunto que se trama así que abro la primera carpeta y veo la hoja de vida de una chica universitaria.
—¿Qué es esto? ¿Quieres involucrarme en el proceso de contratación? ¿En serio?
Alex me señala con su dedo indice, —Oh créeme, amigo, vas a querer estar involucrado en esto.
Analizo la hoja de vida de la chica y refleja que esta en su último año de la universidad, arrugo mis cejas, —¿Son pasantes? ¿Quieres involucrarme en la selección de internas universitarias para la empresa?
Alex se deja caer en la silla al otro lado de mi escritorio, —Si.
Cierro la carpeta y empujo el montón hacia él, —No tengo tiempo para eso, recursos humanos se encarga de eso, Alex.
Alex bufa, —Tú no entiendes las pistas, bien,— suena frustrado, —Abre la siguiente carpeta.
De mala gana lo hago porque estoy seguro de que quiere llegar a un punto con esto. Mi dedo se paraliza sobre la hoja de vida de quien menos espero ver: Claudia.
Me quedo como idiota viendo la pequeña foto en la esquina de su hoja de vida, sus calificaciones, y toda su información, ¿Ella aplicó para hacer sus pasantías en la empresa? Me siento halagado, pero muy confundido, ¿Por qué no me dijo nada?
—Estoy esperando las gracias, sino fuera por mi, nunca lo habrías sabido, probablemente, ella hubiera hecho sus pasantías aquí y ni te hubieras enterado, nunca bajas a ese departamento.
—¿La aprobaron?
Alex sonríe, —Por supuesto, mira esas calificaciones y ese desempeño, fue la primera que aprobaron.
Y entonces, caigo en cuenta, ella no me ha dicho nada porque quería lograr todo por sus propios méritos, y tal vez pensaba trabajar aquí sin que yo me diera cuenta en lo absoluto, lo cual habría pasado si Alex no me informaba.
—Me sorprende tu capacidad de meter tu nariz en todos los departamentos de la empresa.
Él guiñe un ojo, —Es una habilidad, lo se.
—¿En qué departamento estará?
Alex alza una ceja, —¿Para que puedas ir a quedártele viendo como un tonto?
Le doy una mirada fría, —No.
—Primero que nada, aún no he escuchado un "Gracias, Alex, eres el mejor amigo del mundo, no se que haría sin ti, oh espera, si lo se, ser un maldito cubo de hielo que ni el sol de verano derrite."
Cubo de hielo... Iceberg...
Una sonrisa estúpida invade mis labios, Alex jadea dramáticamente, —Oh, ha sonreído, señoras y señores.
—Alex.
—No te diré donde trabajará.
—Como si no pudiera averiguarlo por mi cuenta.
—Eh,— Alex sonríe maliciosamente, —ahí te equivocas, te conozco, ¿Por qué el CEO de esta empresa se esforzaría en preguntar por las pasantes de este año cuando nunca lo ha hecho? Sabes bien que les parecerá extraño tu interés, y le pondrán el ojo a la pobre chica antes de su primer día de trabajo.
—Hoy estas en ese humor de juegos, ¿No es así?
—Siempre, además, creo que ella no te dijo nada por eso mismo, no quiere la atención especial en la empresa que sabe que tu probablemente le darás si te enteras.
—Yo no—
—Artemis, dime que no has pensando en las miles de formas que puedes hacerle las cosas fáciles y más agradables en la empresa desde que te enteraste que trabajara aquí.
Si, tiene razón, no puedo evitarlo, me gustaría darle su primera oficina, organizarla y decorarla como a ella le diera la gana, con el mejor equipo de alta tecnología para que pueda hacer su trabajo con todas las herramientas. Quiero ver su sonrisa, y la emoción en sus ojos al sentarse en la silla detrás de su escritorio. Pero se que a las pasantes no les dan una oficina, solo una silla en una mesa compartida con otras pasantes.
Me paso la mano por la cara, —No puedo negar todo lo que he pensado pero la respeto, Alex, ella quiere empezar de cero como debe ser y ganarse las cosas a través de su trabajo, intervenir de alguna forma para ayudarla arbitrariamente sería una falta de respeto de mi parte a su intelecto y habilidades.
Alex se queda con la boca abierta en forma dramática, —Mierda, esa chica te tiene mal.
Volteo los ojos, —Y tu tienes demasiado tiempo libre.
—Ah, vamos, es viernes.— él mueve sus cejas arriba y abajo, —¿No te apetece un Whisky? Deberíamos ir a tu bar, me he encariñado con el salón de las velas.
—Recordarme que estuviste a punto de besar a Claudia aquella noche no es tu mejor jugada, Alex.
—Ah, supéralo, ¿Cómo se suponía que sabría que era ella? Agradece que até cabos antes de que las cosas avanzaran. Además, fue gracias a mi aviso que pudiste llegar al bar a seducirla y de nuevo, nunca me diste las gracias, me siento poco valorado en esta amistad.
—Oh, ¿Qué debo decir? Gracias, Alex, por no meter tu lengua en la garganta de mi chica.
Apenas lo digo, aprieto mis labios porque se el error que acabo de cometer: mi chica. Ella no es mi chica.
Alex sonríe abiertamente, —¿Tu chica, eh?
—No escuchaste nada.
Pero por supuesto, Alex no puede dejarlo ir, —Todo el mundo te teme en esta empresa, a cualquier lugar que vas con esa aura fría y seria, si supieran que eres todo suavecito por dentro, como un...
—No lo digas.
—Aguacate.
—Lárgate, Alex, trabaja, justifica tu salario.
—Es viernes, y son las...— mira su reloj, —5 de la tarde, el trabajo terminó a las 4 así que deberías aflojar esa corbata y acompañarme a tu bar.
—Esto podría sorprenderte pero ahogarme en whisky no es mi prioridad ahora,— sostengo el puente de mi nariz entre dos dedos, —Nuevo proyecto, muchas cosas que firmar y decidir.
Alex revisa su teléfono, —Guao, según instagram, tu prometida se la ha pasado genial en... ¿Barcelona? Pensé que estaba en Roma.
—Ha estado por toda Europa todo este mes.
—¿Cuándo fue la última vez que la viste?
Me encojo de hombros, —No lo se, ¿Hace dos meses?
—No suenas como un prometido al que le importa.
—He estado ocupado, es todo.
Alex toma su mentón, analizando, —¿Cómo sobrevives tanto tiempo sin sexo?
—¿Cómo sobrevives haciendo preguntas como esa?
Alex me guiñe el ojo de nuevo, —Quéjate todo lo que quieras pero sabes que no puedes vivir sin mi.
Finjo una sonrisa, —Como me gustaría poner eso a prueba.
Alex me saca el dedo.
Y me recuerda esa noche de Diciembre hace tres meses cuando Claudia me sacó el dedo después de retarme en la piscina. Sus palabras me han mantenido a raya, alejado de ella, como debe ser porque tiene toda la razón, no tengo derecho a intentar seducirla o acercarme cuando no tengo claro lo que haré después de eso.
Y aunque Cristina y yo somos una fachada, oficialmente estamos juntos, y de esa forma no pondré a Claudia en una situación tan incomoda.
—¿No te parece que Cristina tiene muchas fotos con este hombre?— Alex me muestra una foto de instagram donde Cristina esta de pie al lado de un hombre alto de barba y lentes de sol. Tiene muchas fotos con él en diferentes lugares de Europa.
—Me alegra que se divierta, necesitaba un descanso del trabajo.
Alex arruga sus cejas, —Artemis.
—¿Si?
—Me puedes decir, ¿De qué me perdí? Tu prometida esta obviamente pasándosela bien con un hombre en las mejores vistas de Europa y tu ni siquiera parpadeas.
Suspiro, —No soy celoso y lo sabes.
—Claro,— Alex asiente, —No eres celoso, pero golpeaste a tu hermano menor y casi me golpeas a mí cuando te enteraste que casi me lio con Claudia. Este patrón no concuerda, amigo.
—Claudia... es... algo, complicado.
—Ok, organizaré este desastre,— Alex esta en modo molestia extrema hoy, —No te importa que tu prometida este posiblemente siéndote infiel en estos momentos pero si te vuelves todo animal salvaje cuando alguien respira cerca de Claudia. Conclusión: Estas enamorado de Claudia y no sientes ni mierda por tu prometida.
Bufo, —Enamorado, por Dios, Alex.
—Lo que no entiendo es porque estas con Cristina si es obvio que quieres estar con Claudia, mierda, esto es una maldita novela de las nueve.
—Necesitas encontrarte una novia así dejarás de preocuparte tanto por mi vida.
—Nah,— su sonrisa se desvanece, —no quiero nada serio en un buen tiempo.
—Alex.
—No me des esa mirada condescendiente.
—Han pasado meses, necesitas un nuevo comienzo.
—Todavía no, ella...— se lame el labio inferior, su voz apenas su susurro, —destruyó una parte de mi que no se si pueda reconstruir.
—Ella te fue infiel, no tiene derecho a destruir nada de tí, no le des tanto poder.
Alex se pone de pie, —Bien, si querías que me fuera, lo has conseguido.
—Alex, espera, no quise—
Me da un intento de sonrisa, —Estaré en tu bar, divirtiéndome en alcohol y manoseo en el salón de las velas, por cierto, excelente idea.
Entrecierro mis ojos.
—No fue mi idea.
—Oh cierto, fue mía, ¡Ups!
Se da la vuelta y se dirige a la puerta, —No causes problemas en el bar.
Alex sacude su mano a modo de despedida, —Me comportaré, anciano.
Cuando se ha ido, leo el archivo de Claudia por completo, mi pecho se calienta en orgullo por ella, a pesar de todo lo que hace en el día a día, sus notas son impresionantes y el trabajo que ha puesto de ejemplo de su desempeño es impecable.
Puedes lograr todo lo que te propones, eh, tonta.
La admiro, ella que no ha tenido nada desde el principio, nunca se ha rendido a pesar de que su vida no ha sido un arcoíris de felicidad. En cierta forma, ella se merece mucho más respeto y reconocimiento que yo, nunca he tenido que esforzarme, todo me fue dado en una bandeja de plata. Ni siquiera tuve que estudiar demasiado en la universidad para graduarme con honores, aprendía todo con mucha facilidad, así que nunca tuve que esforzarme realmente.
Me gradué y mi padre me puso a la cabeza de esta compañía, la responsabilidad de tantos trabajadores sobre mí, nunca tuve que empezar en una posición baja y ganarme el puesto de gerente general, simplemente llegué y ya lo era. De alguna forma, eso me ha estancando profesionalmente, el gerente es el puesto más alto en la cadena laboral, no tengo nada más que escalar o que ganarme. En cambio, si hubiera empezado desde cero, cada ascenso habría sido una victoria, un escalón más para llegar a este puesto. Tal vez, suene mal agradecido, pero a veces me pongo a imaginar como hubiera sido eso. Codearme con cada departamento, crecer con ellos, relacionarme con todos los miembros de mi compañía hasta volverme su líder.
Paso mi dedo por la pequeña foto de Claudia, —Tienes mi respeto, Claudia.
Aunque su pasión por el canto sigue ahí, ella supo que quería estudiar Publicidad y mercadeo cuando cumplió 12. Sin embargo, sus habilidades para eso empezaron mucho antes, recuerdo una tarde de verano cuando aún éramos niños y la escuela organizó una venta de limonadas por salón para recaudar fondos para una buena causa y la nuestra no se estaba vendiendo.
—A ver,— Claudia tomó nuestro aviso y tachó el precio de 1$ por vaso y le puso, "ahora 99 centavos y te llevas un sticker."
Le di una mirada incrédula, —¿Qué haces?
Ella me sonríe, —Tengo varias hojas de stickers que me gané así que mejoré nuestra oferta. A todos nos encantan los stickers.
Volteé los ojos, —No vamos a vender nada.
Lo vendimos todo.
Supongo que hay persona que nacen para ciertas profesiones, el pensamiento me recuerda a la otra noche en la que Ares le rogó a mi padre que lo dejará estudiar medicina, me sentí mal por mi hermano pero enfrentar a mi padre, llevarle la contraria no es algo que pueda hacer. A veces, siento que puedo hacerlo, pero cuando estoy frente a mi padre, no quiero molestarlo, decepcionarlo o causarle dolor de ninguna forma, y no entiendo esa parte de mi que le es tan leal, no se si tenga que ver la promesa que le hice o que nunca quiero volver a verlo así de roto como aquella noche. El dolor, la rendición en sus ojos, las lagrimas en sus ojos rojos es una imagen que esta tatuada en mi mente.
Pero tampoco quiero ser participante del dolor de mi hermano, es como si la vida disfrutara poner en encrucijadas, a escoger entre las personas que más me importan.
----
>>>>>>>>>>> Doble actualización ¿Qué? ¿Qué? no olviden votar o pisarán un charco cuando lleven puestos sus zapatos favoritos >>>>>>>>>>>>>