Un dolor agudo arde en su mejilla, y Baekhyun gime en silencio, tratando de abrir los párpados, sintiendo el dolor que golpeaba en sus sienes, haciendo que las náuseas subieran por su garganta. El sabor amargo se impregnó en su boca, y Byun trata de levantar la mano para tocar su nuca, pero hay una cuerda sujetando dolorosamente sus muñecas detrás de su espalda, de modo que es imposible moverse. Siente otro golpe débil en la mejilla, y con dificultad abre los ojos ante una luz cegadora.
Su mirada capta al hombre del club, parado frente a él con los brazos cruzados sobre su pecho. Él sonríe y resopla, inclinando la cabeza.
–¡Finalmente despiertas! Creí que tendría que matarte sin siquiera haber podido hablar contigo adecuadamente.
Baekhyun frunce el ceño con dolor y mira a su alrededor lentamente. El lugar es amplio y está desordenado, a juzgar por la gran cantidad de muebles deteriorados, parecía un café o bar abandonado. Antiguas sillas altas, un sofá viejo, una barra de bar y una mesa de billar maltratada. Detrás del tipo había cerca de una docena de tipos fuertes y armados, en trajes negros, que provocó en Byun una sensación de deja vú, porque esos hombres lo hacían sentir el mismo repudio que sentía hacia los perros de su padre.
–¿Qué quieres de mí? —pregunta débilmente, sintiendo una resequedad tormentosa en su garganta. El tipo voltea los ojos y pregunta con sorpresa:
–¿Hablas en serio, Baekhyun? Para ser el hijo de uno de los jefes de las mayores mafias criminales en nuestro hermoso país, eres muy estúpido. Obviamente tu padre tampoco destacaba en ingenio, porque de haber sido así, —se inclina hacia el muchacho, lentamente— hubiera sido precavido al cerrar las ventanas de su oficina aquella tarde. —murmura afectuosamente, sacudiendo la cabeza— Es como si él mismo hubiera trazado el camino a su propia muerte, ¿no lo crees?
Byun se lame los labios y, sintiendo cómo su interior se llenaba de rabia impotente, ejerce movimientos salvajes para librarse de las cuerdas.
–Maldito idiota, ¡así que tú lo mataste!
El hombre sonríe, y Byun, después de darse por vencido, le escupe en la cara. Él retrocede y se balancea un poco, y con todas sus fuerzas, golpea a Baekhyun en la nariz. Le causa un dolor muy fuerte y agudo, pero no tanto como su dolor interior, y el deseo de arrancarle la tráquea al tipo se hace más fuerte.
–Dices eso como si tu padre fuera un ángel. Tú mismo entiendes muy bien lo que era ese hijo de puta. Mataba, robaba, ya sabes, ¿cuántas vidas arruinó tu padre para que pudieras vivir feliz? ¿Lo sabes, inútil? —él lo golpea con la rodilla en el estómago, y Baekhyun jadea con dolor, a duras penas levantando su cabeza.
–Lo sé. Sé que él era líder de una mafia y un asesino. Pero también era mi padre, después de todo eso, lo seguía siendo. Y lo amaba, a pesar de ser un maldito hijo de perra.
Habla francamente, porque en ese momento, sentado y atado, prácticamente al borde de la muerte, se da cuenta de cómo su padre era su ser más querido. Y eso, probablemente, su madre también lo pensaba, ya que quizá continuó amándolo hasta su muerte. Baekhyun nunca iba a poder justificar todo lo que hizo en su vida. Pero podía amarlo por el simple hecho de que era su padre, no un asesino, o un mafioso, o el jefe del clan. Él lo amó, tanto como a su madre, más que a nadie.
–¿Por qué no me matas de una vez, eh? —pregunta vacilante, mirando cómo el hombre se limpia la cara con un pañuelo— Anda, enséñame sus distintos métodos de tortura, ¿por qué necesitabas arrastrarme hasta aquí?
–¡Oh, Byun, no podemos hacerle eso al futuro jefe del clan! —finge horrorizado— Ese clan de bastardos, que quieren tomar el poder de sitios que no les pertenecen. —él sonríe y se sienta en una de las sillas— Además, también tienes un hermano adoptivo, Park Chanyeol, ese perro sucio que se la vive aniquilando a mis hombres, vaya hijo de puta. Incluso él podría ser peor que tu querido papi. En fin, pronto terminaré con él, porque, —mira directamente a los ojos cansados de Byun— todo el mundo sabe que Chanyeol-ssi tiene un punto débil: y ese es su querido hermano mayor, a quien sirve como un cachorro y trata con respeto y dulzura.
El corazón de Byun se hunde en el momento que menciona el nombre de Park, un escalofrío recorre su cuerpo pensando en ese tipo, y su garganta se contrae nerviosamente.
–Tu hermanito te ama tanto que vendrá a nosotros tan pronto como le digamos que estás aquí. —él se ríe alegremente— Será increíble cuando te disparemos delante de él, y después lo matemos en ese mismo instante.
Yifan decía que Chanyeol era cruel y despiadado, listo para acabar con quien fuera si era necesario. Y ahora este tipo, argumentaba que incluso era peor que su padre, que era capaz de cualquier asunto sucio.
Baekhyun conocía a Chanyeol de una manera distinta. Suave, amoroso y cariñoso, alejándolo de todos los problemas y cuidándolo siempre, aún cuando Byun sólo lo llamaba de maneras desagradables y lo trataba como basura.
Chanyeol era una bestia salvaje, un depredador, despiadado. Pero con él, se convertía en un pequeño cachorro, listo para obedecer cualquier orden de su dueño.
–Ambos nos odiamos, —dice Baekhyun, sintiendo el dolor en su pecho— todo eso es una farsa, él sólo fingía ser así para ganarse el cariño de mi padre. —bufó despectivamente, tratando de que su voz no temblara y que su miedo no saliera a flote. No por él, sino por Park— De hecho, me desprecia porque soy su hijo directo, y yo lo odio por ser un estorboso bastardo. —Baekhyun hace una mueca y pretende burlarse, mirando al hombre— Ese idiota no vendrá, en efecto, creo que estará agradecido por deshacerse de mí. Harás todo el trabajo por él, que imbécil. —echa hacia atrás la cabeza y se ríe a carcajadas. Su risa suena histérica y desesperada, porque Baekhyun estaba tan herido y asustado porque quizá iba a morir, pero continuó burlándose frente a la cara del tipo.
–¡Cierra la boca! —grita, sacando un arma de su saco— Deja de reírte o te mato ahora mismo.
–¿Qué esperas? Haz el trabajo por mi hermano el bastardo, te lo agradecerá toda su vida.
–Cállate de una vez o te perforaré la cabeza justo como lo hice con tu padre.
Baekhyun intenta desesperadamente llevarlo al límite, para que no lo soporte más.
–¡No me matarás! ¿Sabes por qué? Porque eres un simple idiota que no tiene las agallas para matar a un hombre cara a cara, y por eso prefieres hacerlo con un rifle de francotirador. ¡Te reto a que me dispares aquí y ahora! ¡Anda! ¡Vuélame la cabeza de una vez!
–Voy a complacerte, maldito hijo de puta.
Grita el hombre y le apunta en la frente. Baekhyun cierra los ojos y piensa lo que sucederá. Ahora todo había terminado. Y si las historias sobre la vida después de la muerte eran reales, entonces, tal vez, podría volver a ver a sus padres.
–¡Están aquí! —El silencio se corta con un grito ensordecedor, y unos segundos más tarde se escuchan fuertes sonidos de disparos. Baekhyun abre los ojos de par en par y ve cómo los hombres corren hacia la puerta del lugar. Uno de ellos se precipita a escuchar los pasos, y antes de que pudiera avisar, la puerta trasera se abre de golpe.
Chanyeol se hace paso entre los hombres. Detrás de él, los demás perros aparecen, Jongin con un gran ojo morado, y Jongdae con vendajes en sus manos. La mirada de Byun se aferra al pálido, pero bastante vivo Yifan, con su cabeza vendada, y Baekhyun exhala, sintiendo que su interior se llena de alivio.
Chanyeol se dirige hacia él, sosteniendo una pistola en su mano extendida y disparando metódicamente a todas las personas del grupo enemigo que se cruzan en su camino. Las balas atraviesan la carne de los hombres, dejando manchas de sangre por todo el lugar, y Park sigue avanzando con paso firme, sin detenerse, mirando únicamente a Byun.
Él posee los ojos de una bestia, salvaje y tan feroz, que provoca que Baekhyun, sin saberlo, entre en calor. Porque las sensaciones que le provocaban verlo, estaban llenas de euforia y excitación. Sin aquella amplia sonrisa y voz suave. Sólo los silbidos de los disparos, y los ojos de un animal, mirándolo como su presa.
Alguien lo toma por el cuello y coloca algo frío y metálico en su sien. Byun se estremece y oye la voz quebrantada del hombre, que grita histéricamente.
–¡Detente! Suelta el arma, o le disparo. —la pistola hace presión en su cabeza, y Baekhyun grita involuntariamente, porque ve cómo los ojos de Chanyeol se ensanchan— ¡Para! ¡Voy a dispararle!
–Chanyeol ... —Byun murmura con dificultad y busca una manera de mostrarle a Park que no dispare, porque Baekhyun creía que en realidad se merecía todo eso. Ahora se arrepentía de todas las veces que lo llamó "bastardo". Y era una lástima que se haya dado cuenta de esto hasta ahora.
Park alza su mano más alto, y Byun oye el fuerte sonido de un disparo. El tipo produce un sollozo ahogado, y después su cuerpo cae sobre el de Baekhyun.
Byun mira a Chanyeol acercarse, y con un movimiento brusco, arroja el cuerpo sin vida del tipo, como si fuera un saco de basura. Toma una navaja del bolsillo de su chaqueta y comienza a cortar con destreza y rapidez las cuerdas que sujetan a Baekhyun. Byun mira a su alrededor y ve a Yifan dispararle en la cabeza al último hombre de pie, y después cae al suelo. Exhala convulsivamente, dándose cuenta de que todo ha terminado.
Chanyeol retira los restos de las cuerdas, y Byun se frota las muñecas sangrantes, abre la boca para decir aglo estúpido, pero el semblante de Park es duro, y Baekhyun se asfixia conteniendo sus palabras. Chanyeol lo carga en brazos y, tirándolo sobre su hombro, se dirige hacia la puerta frontal, pasando por encima de los cadáveres ensangrentados que yacían en el suelo.
Abre la puerta con una patada y sale a la calle, llevándose a Baekhyun hasta el auto. Park lo deja sobre el asiento trasero, tomando asiento a su lado, luego afirma con la cabeza al conductor y el Mercedes comienza a moverse.
–Gracias. —dice Baekhyun, rompiendo el silencio. Tiene un horrible dolor de garganta, y sus muñecas están irritadas y manchadas de sangre, pero habla de cualquier manera, porque no soporta cómo la presencia de Chanyeol lo hace estremecerse— Sé que me comporté como un idiota, pero ...—se ahoga de pronto cuando Park lo abofetea fuertemente en la cara, y después, sus labios calientes tocan los suyos, de manera grosera e impetuosa, y Byun se sofoca, sintiendo cómo Chanyeol hace presión sobre su cuerpo, acercándose más y más, de modo que puede sentir el calor proveniente de él.
–Estoy tan molesto contigo, Baekhyun-hyung. —su voz profunda penetra en su piel, llenándolo de una languidez dolorosa, y Byun se congela, sintiendo los afilados dientes de Park mordiendo su labio inferior— Tan malditamente molesto.
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