Cojo una bandeja que hay sobre el mármol y la lleno con las pocas casas que hay para desayunar.
Cinco minutos después, estoy sentada sobre la mesa con unos cereales, un vasito de leche, una manzana y lo más importante, la miel i el azúcar, imprescindibles para mi organismo.
Me siento a la tercera mesa, porque los otros están muy llenos. Por un momento, se me va la cabeza y empiezo a imaginarme que con las personas con las que estoy desayunando son mis padres y mi amigos, en vez de mis nuevos compañeros, pero pronto vuelvo a al realidad y por un instante se me pasa por la cabeza salir corriendo de este edificio.
-¡Cuanta miel!- exclama el compañero que tengo delante, creo que se llama Roy, sí, es él.
-No chilláis tanto, que por un día que como sin estar bajo la vigilancia de mis padres quiero libertad y comer toda la miel que me apetece.- susurro mirando hacia las cámaras que nos están grabando.
-Pero si tus padres lo hacen por tu bien, no es sano comer tanta miel y lo sabes...-me dice la compañera rubia que se sienta al lado de Roy.
-Ya...Aunque últimamente procuro que una botella de miel de 950g me dure entre 5 días y una semana.-de repente noto que me arden las mejillas.
- ¿ Cómo que procuras que una botella de miel te dure entre 5 y una semana? A mí, una de esas botellas me dura casi por lo menos dos meses.-este es Agoney, lo sé porque ayer hablamos un ratito antes de dormir.- ¿ Cuánta miel comías antes?- añade.
-Una botellita cada 2 días...-intento disimular mi nerviosismo.
¿Estará mi madre mirando OT24 oras en directo? ¿Y si me llama mi madre y me regaña por la cantidad de miel que he comido? ¿Y si me saca a rastras de aquí delante de todos mis compañeros? Solo con pensarlo un escalofrío me recorre por todo mi cuerpo.
<<Deja de pensar eso>> me digo a mi mismo. Mi subconsciente siempre imaginándose lo peor, sabiendo que no veré a nadie a parte de mis compañeros y mis profesores hasta que no salga de la Academia que por lo menos será de aquí dos semanas, una para conocer los nominados y la otra para echar fuera uno de los 16 concursantes (quien sabe si seré yo).
-Aitaaanaaaaaa...¿Nos oyes?- me pregunta alguien pasando la palma de su mano por delante de mi cara.
-Sí, sí, estoy bien, no os preocupéis...- Digo vergonzosa.
-Eso a sido por culpa de la miel.- Bromea Roy.- descubrimiento de una nueva síntoma provocada por el consumo de la miel, pérdida de conciencia.
Todos nos echamos a reír frente su comentario y poco a poco, sin prisas, cada uno se va terminando su almuerzo.