3r capítulo

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Como todos decimos, hacer ejercicio es imprescindible para nuestra salud, pues aquí estamos con nuestra entrenadora, Magali , si tengo que ser sincera, es un nombre muy raro que no la he escuchado en mi vida, pero me gusta y...¿Qué os parece mi nombre? ¿Aitana? A mi me gusta, ¿Cómo no? La verdad es que solo conozco a una Aitana, je, je, esa soy yo.

Bueno, volvamos con lo que decía. Eh... eso, ahora lo recuerdo... Pues mirad, estoy sobre una cinta corredora aunque lo que deseo ahora es echarme una buena ducha. Nunca había echo tanto ejercicio, creo que toda la miel que he consumido antes se ha ido a al mierda. No me quedan energías para hacer nada más, estoy super cansada, creo que me voy a marear, creo que me voy a marear, creo que me voy a...

No sé cuanto tiempo ha pasado, pero cuando intento abrir los ojos, veo que estoy en una cama blanca en una habitación de paredes blancas, todo es blanco, bueno, casi toda.

Al cabo de un rato inspeccionando esta habitación de cuatro paredes, me doy cuenta de que estoy en un hospital. Yo que pensaba que no podíamos salir de la Academia excepto los lunes para asistir a las galas, pues aquí estoy, en un hospital fuera de la Academia.

Pasan un ratito más cuando decido levantarme de la cama para subir las persianas, de modo que entre luz natural.

     -Buenas tardes Aitana, -dice el doctor con su bata blanca.-¿Como te encuentras?

Acabo de subir las persianas y me dirijo hacia él.

     -Bien, mucho mejor...-digo con un tono muy tímida.-¿Me podrías decir qué hora es? Por favor.

     -Bueno, espera...-coje el móvil y lo enciende.- Son las tres y cuarto.

     ¿Las tres y cuarto? ¿Cuanto tempo he estado inconsciente? 

     -No te preocupes, no has estado mucho tiempo inconsciente.

Será posibles, ha leído mi mente.

      -Eh...¿Quien me ha llevado hasta aquí?-intento cambiar de tema.

      -La Noemí.

¿"Noemí"? Ah sí, la directora de la Academia, casi se me olvida.

     - ¿Esta aquí la Noemí?- No sé si le estoy agobiando con tantas preguntas, pero necesito ponerme al día.

     -Sí, pero, se ha ido hace un ratito al piso de abajo para tomarse un café. Si quieres, túmbate un momento en la cama y esperara. De aquí poco llegará.- y se dispone a marcharse.

     -De acuerdo.- no quiero insistir, aunque preferiría ir a buscar a la Noemí y tomarme un café.-¿ Qué me ha pasado?- pregunto justo cuando dispone a abrir la puerta.

     -Nada de otro mundo.-me dice con una pequeña sonrisa.-Solo que tu cuerpo no está acostumbrado a tanto esfuerzo, pero tranquila, ya te acostumbrarás con el tiempo.

     -De acuerdo- Digo otra vez.- y gracias.-añado.

     -No hay de qué.- da media vuelta y se va.

SER AITANA ES SER DIFERENTEOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz