Mala influencia®

teensspirit tarafından

45.5M 3.1M 3.5M

YA EN FÍSICO. La irresistible tentación está ahí: para los dos. En medio de todo el desastre, tuvimos que enc... Daha Fazla

Prólogo
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 31.
Capítulo 32
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42
Capítulo 43.
Capítulo 44.
Capítulo 45.
Capítulo 46.
Capítulo 47.
Capítulo 48.
Capítulo 49.
Capítulo 50.
Capitulo 51.
Capítulo 52.
Capítulo 53.
Capítulo 54.
Epílogo
Fin
YA EN FÍSICO

Capítulo 30.

692K 48.7K 51.1K
teensspirit tarafından

Instagram: teennsspirit

EROS.

-Mierda. -pronuncio en voz alta.

Reese abre los ojos con sorpresa y se muerde el labio con nerviosismo, sin saber qué hacer.

No podemos salir por la ventana porque nos verían. Además está muy alto y no hay ni una simple tubería por donde bajar.

Ma agacho a la altura de la cama, pero al levantar las sabanas, descubro que no hay hueco debajo de esta donde podamos escondernos. Aparte de odiar a Justin, ahora también odio su casa y su jodida cama.

Reese mientras abre el armario, pero para nuestra sorpresa, está demasiado lleno de ropa y no cabemos los dos. Lo que yo decía.

-¡Venga ya! ¿Enserio nos estás haciendo esto universo? -se queja Reese mirando hacia arriba.- ¿No te bastaba con hacer que alguien intente matarnos? ¡Claro, hagamos que Reese sufra!

-¡Russell! -exclamo no muy alto.- Hay que salir de aquí. Ya.

Ella me mira con cara de "¿no me digas?" antes de que ambos salgamos de la habitación a paso rápido. Nos dirigimos hasta las escaleras casi tropezándonos entre nosotros, estamos a punto de bajar cuando oímos unos pasos que se dirigen hacia arriba. Esto no puede salir peor.

-¡Date la vuelta! ¡Corre! -susurra Reese empujándome.

-¿Acaso quieres que me caiga? -me quejo subiendo los escalones que hace tres segundos hemos bajado.- ¿A donde vamos?

-¡Al baño, ves al baño! -ambos seguimos susurrando en medio del pasillo, y los pasos cada vez están más cerca.

-No se donde está el puto baño.

-¡Aquí! -exclama abriendo una puerta y agarrándome de la camiseta para empujarme dentro, a la vez que Justin McGray y Ariadna Taylor aparecen por el pasillo.

Reese cierra la puerta con la máxima discreción y yo tiro mi cabeza hacia atrás, cerrando los ojos e inspirando. Eso ha estado cerca.

-Eso ha estado cerca. -dice Reese apoyándose en esta, y claramente pensando lo mismo que yo. La miro y sonrío sin querer, aunque ella no se da cuenta.

Unas voces se oyen desde el otro lado de la pared. Reese y yo nos miramos. Ambos hemos tenido la misma idea. Nos pegamos a esta para escuchar con atención.

-Estas tan buena cuando te pones en plan malvada... -es la voz del puto Justin. Solo de pensar que ese imbécil ha estado con Reese me dan ganas de estamparle la cara contra el bordillo de la acera.

La bruja de Ariadna se ríe.

-Pues espera a oír lo que tengo pensado.

Reese y yo nos pegamos más a la puerta si puede ser posible. Pero ya no se escucha nada.

Reese se espera unos segundos antes de abrir la puerta con cuidado y se asoma. Ya no hay nadie en el pasillo. Las voces esta vez se escuchan desde la habitación.

-Vamos. -la animo a que se acerque una vez salgo al pasillo.

Esta traga saliva. Seguramente este muerta de miedo de que nos pillen, pensando que le diría su padre por invadir una casa ajena.

Me asomo por el hueco que ha quedado entre la puerta de la habitación de Justin y el umbral y veo a Ariadna pasar las manos por encima de los hombros de McGray. Acostumbrado a verlo con el uniforme del equipo de fútbol ahora los noto demasiado pequeños. Reese también se asoma, justo a mi lado.

-Es muy estúpida. Cree que no tengo nada que ver.

Justin ríe.

-Por algo la dejé. -dice con una sonrisa socarrona.

-Maldito estúpido... -se queja Reese en un sonido casi imperceptible.- Le dejé yo.

-Después de este plan estoy segura que cumpliremos nuestro objetivo. Seremos los reyes del instituto. -afirma Ariadna.- ¿Viste su cara cuando leyó el artículo del periódico que publicamos? Casi se me escapa una risa delante suya.

Justin ignora el último comentario. Se le ve algo preocupado.

-¿Como estás tan segura de que funcionará? Es el baile de primavera, pueden pasar muchas cosas.

-No seas negativo. -le dice Ariadna acariciando su rostro.- Yo me encargaré de Douglas si prometes no ponerte celoso. -entorno los ojos al oír mi nombre.

Esa zorra la lleva clara si cree que puede pasar algo con ella. No traicionaría a Reese por nada del mundo.

-No lo haré. Pero no me queda muy claro eso de que tú te encargarás de él. Ese idiota está muy pillado por la niñata de papá. -dice Justin casi con recelo. Cada vez mis ganas de pegarle van aumentando. Y más le vale que no rebosen el vaso.

-Confía en mi. -esta está a punto de besarlo cuando Justin pone una mueca de confusión.

Sigo su mirada hasta el colchón. Donde hay un envoltorio arrugado, que momentos antes, yo había dejado.

-No recuerdo haberme comido ninguna barrita energética. -dice justo antes de mirar hacia la puerta.

-Corre. -susurro cogiendo a Reese de la mano y lanzándome como un rayo a las escaleras.

Rezo porque no nos hayan visto ni oído y el alivio me recorre cuando después de bajar las escaleras intentando hacer el mínimo ruido no oigo a nadie seguirnos. No perdemos el tiempo y salimos al exterior, rodeando la casa para que no nos vean desde la ventana.

-¿Enserio tenias que comerte la maldita barrita energética? -me riñe Reese nada más salir de peligro.

-Russell. Esto es serio. Esos idiotas están planeando algo extraño.

-Sí, matarnos. -dice junto a un suspiro.- ¿Enserio alguien puede ser tan malo como para hacer eso solo para ser popular? No puedo creerlo.

-Hay gente que hace cosas peores por mucho menos.

Ambos nos quedamos en silencio. Los dos sabemos por qué lo he dicho. Mi familia y su madre. Dos asesinatos probablemente calculados a sangre fría. Uno dejó sin madre a una niña y a un padre, y el otro me culpó de algo horriblemente cruel. Culpó del asesinato de su familia a un niño pequeño. Me arruinó la vida.

-Eso es, Eros... -dice en voz alta.- ¿Que tienen que ver nuestras familias con Ariadna y Justin? No tiene sentido.

Me quedo callado. Ni si quiera lo había pensado.

-Esto es una puta mierda. -pienso en voz alta.

Llegamos al coche y observo el cielo antes de abrirle la puerta del copiloto a Reese para que suba. Está anocheciendo. Seguramente lleguemos a casa cuando sea completamente de noche y Bruce nos regañe porque se nos ha enfriado la cena. Le doy la vuelta y subo para después arrancar.

-Es imposible que ellos fueran los mismos que los mataron, quiero decir, ellos también eran niños. No tenían motivos. -Reese sigue pensando en voz alta.

La imagen de su padre con la pistola en la cinturilla del pantalón aparece en mi mente.

-El otro día no te conté algo que vi. -digo sujetando el volante firmemente.

-Pues ya tardas. -contesta ella con desparpajo. Solo espero que no se enfade. Noto su mirada sobre mí y me giro un momento solo para poder mirarla a los ojos.

-Tu padre llevaba una pistola en el pantalón. -Reese se queda varios segundos en silencio, así que continuo explicándole.- La vi nada más salimos de su despacho, después de borrar las grabaciones.

-¿Por qué no me dijiste nada?

-No sabía cómo ibas a tomártelo.

-¿Estas seguro de que era una pistola? ¿No te confundiste?

-Era una pistola, Russell. -digo seguro de mi mismo. Esta se queda en silencio.

Me pregunto si este es el momento adecuado para contarle lo de mi plan de venganza que incumbía a su padre y a ella. Sí, se que se está enterando de cosas demasiado rápido y todas seguidas, pero eso me hace pensar que quizás sea una señal para decírselo yo también. Prefiero hacerlo yo a que se lo digan Ariadna y Justin en una maldita carta.

Llegamos a la mansión y abro la puerta de entrada para después aparcar dentro el coche. No podemos dejarlo fuera por la noche.

-Te juro que no entiendo nada. -dice esta algo devastada, mientras baja del coche.- Es como si todo el mundo a mi alrededor tuviera una doble personalidad. No sé en quién puedo confiar y en quién no. Ya nadie es quien yo pensaba.

-Russell yo... -digo a punto de soltar la bomba.

Sus ojos húmedos me miran desde abajo. Su barbilla tiembla y parece que vaya a llorar. Suspiro.

-¿Qué pasa? -dice algo preocupada.

Sacudo la cabeza. No puedo hacer esto. Es Reese joder, le va a doler. Sé que lo haré y no quiero hacerle daño.

No puedo hacerlo.

-¿Vendrás al baile de primavera conmigo? -digo agarrando sus manos y cubriéndolas con las mías.

Sus facciones se relajan y forma una sonrisa. El cielo está oscuro y los grillos cantan a nuestro alrededor, ya que hoy ha hecho bastante calor. La luz de las farolas se refleja en sus ojos, haciéndolos de un tono más amarillento. Me siento afortunado.

-Claro. -murmura antes de juntar sus labios con los míos. Después me abraza, hundiendo su rostro en el hueco de mi cuello. La rodeo con mis brazos como si temiera que pudiera desaparecer en cualquier momento.

Y es que tengo la sensación de que va a hacerlo. Y que no puedo hacer nada por evitarlo.

(...)

La cena con Bruce transcurre tranquila. Este nos pregunta que a donde hemos ido y Reese se inventa que hemos ido con Lily a una heladería y que se nos ha hecho tarde. No se si se lo cree o no, pero deja el tema en paz y comienza a hablarle sobre el instituto y el ballet. Sus típicos temas de conversación. Después es mi turno y parece que se pone contento cuando le digo que si sigo así seré aspirante a quarterback. Si lo consigo es mucho más probable que me ofrezcan una beca, aunque esta bastante difícil, porque el puesto lo tiene Justin McGray y mi expediente en el reformatorio no es el mejor del mundo. Además, todos los jugadores intentan mantenerlo contento, causando que no haga ni un solo puto amigo en el equipo.
Aunque para tener un amigo por conveniencia, prefiero mucho antes estar solo.

-Bueno Reese, ya queda poco para tu cumpleaños, ¿que piensas hacer? -dice Bruce entrelazando sus manos. Yo pongo toda mi atención en la conversación. ¿El cumpleaños de Reese? No me había dicho nada.

Los sirvientes vienen a quitarnos los platos y yo les ayudo, como siempre suelo hacer.

-Si quieres puedo hablar con Justin Bieber para ver si este año puede venir a la fiesta. He estado ahorrando algo de dinero y...

-No papá. -le interrumpe Reese.- No es necesario. Prefiero que guardes el dinero, nos podría hacer falta. -sus palabras maduras me sorprenden. Su padre también la mira sorprendido. Ambos lo estamos.

-¿Que dices Reese? ¿Es que ya no te gusta? Bueno, puedo intentar hablar con quien tú me digas, si quieres...

Reese se ríe un poco.

-Lo digo enserio, no te preocupes por nada papá. Te lo agradezco mucho, pero no me apetece celebrarlo.

Esta vez su padre se queda mirándola como si estuviera enferma o hubiera enloquecido. Yo estoy tan sorprendido y confuso a la vez que observo la escena desde un lado de la mesa, con una mueca algo divertida por la cara de Bruce.

-Pero si todos los años haces una fiesta enorme. -hace una pausa para ajustarse las gafas.- ¿Estás bien? ¿Es que acaso... te sucede algo?

-Bruce, tu hija está madurando. -digo como si fuera un experto, levantándome de la mesa y estirando los brazos hacia arriba. Un bostezo se me escapa.

La cara de Bruce es todo un cuadro. Reese me mira y parece algo avergonzada.

-Está bien, lo que tú digas. Mejor así. Vas a alcanzar la mayoría de edad en pocos días y prefiero que empieces a comportarte de manera responsable. -dice levantándose el también. Pero ni Reese ni yo le creemos. Parece que vaya a llorar en cualquier momento porque Reese ya nunca más será su niñita.- Si me disculpáis, me iré a dormir, estoy muy cansado.

Seguro que irá a llorar.

Reese se despide de su padre con un beso y un abrazo y yo con un gesto con la cabeza.

Mi mirada se dirige a las cámaras. Si no estuvieran ahí ya habría ido a mantenerme cerca de Reese.

-¿Que ha sido eso? -le pregunto mientras subimos al piso de arriba, realmente intrigado.

-Nada. Es solo que no me apetece. Estoy cansada de pretender que tan solo soy una chica guay y popular que hace las mejores fiestas del insti. Porque no soy solo eso, nadie de ellos me conoce de verdad.

Entiendo su punto de vista. Todo lo que ha pasado y está pasando le ha ayudado a abrir los ojos y se ha dado cuenta de la realidad. Y la realidad es una jodida mierda. Su realidad es que todos los que van a su fiesta lo hacen para pasárselo bien y emborracharse y no porque sea su cumpleaños. Porque eso a nadie le importa. Excepto a mi, claro.

-Pues siento decirlo, pero yo si tendré que celebrarlo. -digo acercándome a ella. Después le aparto un mechón de pelo y le susurro al oído.- Y lo haré de la mejor manera posible, Reese Russell.

********

¡Hola! ¡Y aquí el capítulo 30! ¿Os ha gustado? Intentaré actualizar lo más pronto posible, pero si os queréis enterar de cuando, podíais seguirme en Instagram, @teennsspirit además hay un montón de cosas más que seguro que os encantan💖

Muchas gracias por leer, votar y dejar vuestros comentarios que tanto me gustan, os quiero❤️🧡💛💚💙💜💗

Okumaya devam et

Bunları da Beğeneceksin

880K 53.4K 43
Paris Smith siempre ha sido una chica soñadora, talentosa, amante de todo lo que tuviera que ver con la astronomía: las estrellas, los planetas, las...
16.5K 688 37
todo tiene un comienzo y un fin, aquí está el comienzo de todo...
4.8K 386 33
Tras tener que dejar España para estudiar en la universidad, Valentina llega con toda la ilusión a Milan, el sitio que siempre ha soñado desde pequeñ...
2.2K 280 45
Polet Seavey es la nueva estudiante en el mejor internado de South Holbrook. Para Polet, ser la nueva significaba muchas cosas: nuevos amigos, un nue...