Atsushi se levantaba débilmente, parecía que cada vez sus sentidos iban empeorando, miro al grupo que conocía bien frente a una fogata, se acercó lo más sonriente que pudo
- Atsushi-kun te vez terrible – dijo amablemente Dazai
- Dazai-san...
- Parece que el veneno está dentro de ti como si fuese una fiebre – dijo Mori
- ¿Cómo podríamos curarlo? – se preguntó Chuuya
- Mocoso, siéntate cerca del calor – dijo Kunikida
- Si... - Atsushi se sentó frente a la fogata, se sentía culpable por no poder negar su mal sentir o por lo menos ocultarlo
- Jinko, sabes que hacer – dijo Akutagawa para tomar algo de agua
- No es tan sencillo en este lugar Akutagawa – se quejó el albino
- Tengo la curiosidad de saber ¿Cómo se comunican tan bien ustedes? – pregunto Kunikida
- Dazai-san nos ha hecho trabajar juntos varias veces – dijo Atsushi
- Odio admitirlo pero Jinko sabe moverse, es fácil seguirlo y siempre entiende mis planes – dijo Akutagawa
- Si, sus planes funcionan – agrego Atsushi – supongo que simplemente el pelear juntos nos conecta
- Esto me trae tantos recuerdos – dijo Mori mirando a los menores
- ¿disculpe? – pregunto Atsushi
- Demás jóvenes, Dazai y Chuuya fueron unas bestias imparables – decía Mori
- Aquí va de nuevo – dijo irritado Dazai
- Jefe, no es momento, ni siquiera tiene parecido – decía Chuuya
- Lo tienen – dijo Mori, porque las generaciones terminan iguales
- ¿generaciones? – pregunto está vez Kunikida
- Cuando yo era Joven trabaja hombro con hombro de su querido director, Fukuzawa-dono
- ¡¿Qué?! – gritaron todos
- Y podíamos sentir lo mismo, aquella conexión.... Pero Fukuzawa prefirió ir por otro camino – sonrió viendo a Dazai – Dazai-kun también fue por otro camino – miro a Atsushi – y tú, ya estabas en otro camino ¿no es así?
- No entiendo realmente lo que trata de decir – decía Atsushi
- Que la primera, segunda y tercera generación son imparables una vez que establecen conexión – dijo el líder de la mafia sonriente
Atsushi suspiro, sintió un dolor fuerte en todo su cuerpo, Kunikida suspiro y lo llevo de vuelta al fondo de la cueva para que descansará, Dazai miro a Mori molesto y Chuuya solo miro a Akutagawa, la expresión del pelinegro eran tan seria como siempre
- Jefe de la mafia – hablo Dazai serio
La cueva comenzó a temblar y segundos después Kunikida venia corriendo con el albino en sus brazos
- Corran, corran, ya, ya – grito Kunikida
Los mafiosos y Dazai se levantaron corriendo como locos, corrieron hasta llegar al final de la cueva donde una bestia paso corriendo
- ¿Qué era eso? – pregunto Chuuya
- No tengo idea, tenía cara de león – decía Kunikida
- Es... un – tocia ligeramente el albino – una manticora
- Atsushi-kun ¿Qué hace?
- Su cola... - volvió a toser Atsushi – tiene púas como de escorpión... so-son venenosas
- Lo llevaré yo – dijo Akutagawa
- Akutagawa, Rashoumon no
- Deja de repetir esas cosas – dijo el mafioso molesto
- ¿Akutagawa? – se preguntó Chuuya mirando aquella escena
- Dame a Jinko – pidió Akutagawa al idealista
- Tienes una gran molestia pero su habilidad podrá retener cualquier púa que nos dé a cualquiera ¿Por qué exactamente quieres al mocoso?
- Eso es un misterio – dijo Akutagawa tomando al albino con rashoumon
- Akutagawa no te pongas así, lastimaras a Kunikida – dijo Dazai molesto
- No importa, que diga o haga lo que quiera – dijo el azabache – Jinko viene conmigo
Aquellos chicos caminaban por delante, Atsushi se veía cada vez peor pero este era cubierto por Rashoumon aplicándole calor a su cuerpo, el resto del grupo miraba a aquellos dos menores extrañados, algo pasaba entre ellos y no podía averiguar que era...
Unos pasos se hicieron presentes, Akutagawa y Chuuya se pusieron a la defensiva, fue cuando aparecieron, unas personas bastante extrañas pues llevaban la mitad de su cuerpo como la de un caballo
- Aún están aquí – dijo uno de ellos
- ¿Quiénes son ustedes?
- Llevan a Atsushi – dijo otro de ellos
- ¿Qué quieren con Jinko? – pregunto Akutagawa
- El señor Tom nos envió, mi nombre es Half y ellos son mis amigos, Mau y Jay
- ¿Por qué el señor Tom los envió? – pregunto Dazai
- Hay letreros de "se busca vivo o muerto" en todo el reino – dijo Half
- ¿nos están buscando? – pregunto Mori
- No, buscan a Atsushi – dijo Jay
- ¿Cómo podemos confiar en ustedes? – pregunto Kunikida
- Porque son... - tocio de nuevo – Centauros – decía Atsushi
- Atsushi el señor Tom dijo que estarías en problemas – dijo Half
- Dejenos llevarlos a un lugar seguro – dijo Mau
- Jinko ¿Qué opinas?
- Los centauros... ellos no son malas personas – decía Atsushi para volver a dormirse
- Muy bien, vamos – dijo Kunikida
Los chicos seguían a los centauros, caminaban en línea recta en lo que ahora parecía una selva frondosa y húmeda, Half había volteado a ver al albino quien seguía siendo llevado por Akutagawa
- El señor Tom dijo que seguiría herido – decía Half - ¿realmente puedes con él? Te vez débil
- Puedo llevar a Jinko – respondió Akutagawa molesto
- Tengo mucha fuerza, puedo llevarlos a ambos – dijo de nuevo Half
- Estamos bien – dijo aún más irritado Akutagawa
- Está bien, está bien – dijo Half
- Fue mucho tu insistencia – mencionaba Dazai
- El señor Tom me pidió que los cuidara – dijo Half
- Si, ya veo...
Half, Mau y Jay comenzaron a mirar alrededor, escuchaban algo
- Escóndanse – dijo Mau
- ¿Qué sucede? – pregunto Chuuya
- La manticora está cerca – decía Half – puedo olerla...
- Esa cosa que parece un león – decía Kunikida
- Si la manticora los persigue, es porque el Rey David está detrás de ustedes – decia Jay
- David de nuevo – dijo Mori – ahora estamos seguros que su habilidad es muy extraña
- Escondanse por favor – decia Mau
- No, mejor quédense en medio de nosotros – pidió Jay – está muy cerca ya y
Jay no pudo terminar de hablar pues aquella enorme criatura aprecio tomándola del cuello, la bestia se paro frente a los dos centauros llevando únicamente la cabeza de Jay en su mandivula
- Jay... no puede ser – dijo Half
- Half... Jay está – decía Mau
- Tranquilo Mau, debemos encargarnos de la bestia – dijo Half apuntando con su arco y flecha
Los centauros comenzaron a lanzar sus flechas, la manticora se movía para evitarlas, Chuuya estaba listo para usar su habilidad, Kunikida ya la había usado para traer una pistola de electrochoques, y de repente, la manticora desapareció
- Debemos correr – decía Half
- Suban a nosotros – dijo Mau
- ¿no se ha ido ya?
- No, esta cazándonos – dijo Half - ¡SUBAN!
Los chicos habian subido a Half y Mau como si fueran caballos, Dazai, Chuuya y Kunikida iban en Mau mientras Mori, Akutagawa y Atsushi en Half, aquellos dos centauros corrian a gran velocidad entre aquella selva, de un momento a otros ahora estaban en un desierto esto solo hizo a Dazai decir - ¡¿Qué rayos pasa en este lugar?! – mientras seguían corriendo los centauros
- En el desierto estamos a merced de la Manticora – decia Half
- No hay otro lugar – decia Mau
- Tendrán que esconderse, mientras les daremos tiempo – decia Half
Tarde, la manticora había llegado nuevamente, está vez tomando la gabardina de Akutagawa, el mafioso rápidamente llamo a Rashoumon para apartar a la manticora, Atsushi había salido volando y el pelinegro simplemente corrió para atraparlo
- Va tras él – dijo Half mirando como la manticora los perseguia
- No serviría distraerla – dijo Mau
- Hay que atacar – dijo Half – chicos, fue un placer – dijo mirando a los mayores
Half y Mau corrieron hacia la manticora atacándola, está tuvo que detenerse por los golpes que estaba recibiendo, Akutagawa miro a los mayores y comenzaron a correr despavoridos, aunque tenían varios metros de distancia seguían corriendo, Akutagawa no soltaría a Atsushi por nada, por nada...
- La esfinge... - decia Atsushi débilmente
- ¿Qué dijiste? – pregunto Akutagawa aun corriendo
- Hay una esfinge de aquel lado – dijo el albino señalando – ella... protege...
- Estás siendo buscado maldito gato – se quejó Akutagawa
- Akutagawa... déjame – decía Atsushi
- Tenemos una promesa – decía Akutagawa – aunque te sacrifiques sabes que ellos iran a buscarte, no vale la pena
- Ryu... - le llamo el albino
- No – dijo seco el pelinegro
Akutagawa había acelerado su andar, no quería ser atrapado y vio un alivio cuando vieron una ciudad abandonada en aquel desierto, debajo de la gran montaña de arena en donde estaban
- VAYAMOS ALLA - grito Dazai a lo lejos
Akutagawa uso a Rashoumon como si de una tabla de surf se tratará, aquello dejo fascinado a los mayores, ver que los menores habían llegado ya a la ciudad abandonada gracias a Rashoumon había sido un fastidio, Akutagawa se había tirado al suelo para respirar agitado, estaba agotado, no podía recuperar el aliento, incluso probablemente no podía más
- Ryunosuke – le llamo Atsushi
- Ellos no tardan en llegar, no me llames así
- Ryu – volvio a llamarlo
- ¿Qué quieres Jinko? – lo volteo a ver
Pudo ver como el albino estaba cubierto de un tono rojiizo, como si la sangre de sus venas quisieran ser marcadas en su piel, más bien, sus venas estaban marcadas en su piel
- Atsushi – le llamo Akutagawa sorprendido - ¿Qué te ocurre?
- Ryu... la manticora...
- ¿El veneno? ¿Cuánto? ¿te matará?
- No – se escuchó una voz – mi querida manticora no uso tanto veneno
- ¡David! – grito Akutagawa
Al ver aquello, Chuuya quien había llegado ya fue encima de David usando su habilidad, más la manticora era fuerte, ahora ambos sostenían una pelea, Kunikida fue hacia Chuuya, le ayudaría mientras Dazai y Mori cubrieron a los menores
- ¿Por qué quieres a Atsushi-kun? – pregunto Dazai
- ¿Por qué no lo querría? – decia David
- Eso tiene sentido – decía Mori
- Vamos, entrégame al chico – decía David – es la única forma de que salgan de aquí o por lo menos dejar de ser perseguidos
- No te daré – Akutagawa tocia cansado – no te daré a Jinko
- Que tierna amenaza – dijo David
David chasqueo los dedos, a su presencia se le habían asomado unos ojos extras, su cabello revoloteaba, Atsushi lo miro claro y estuvo seguro
- David... eres... un – decía Atsushi
- Sí, soy un contemplador... - sonrió el villano – o más bien... "un ojo tirano"
- ¡Dazai-san, Mori! – grito Atsushi – quítense de su camino
- Oh querido Shiro, eso no acabara fácilmente
- ¿Shiro? – dijo Atsushi sorprendido – David tú...
David había ahora transformado sus manos en las pinzas de un granjero, el tiempo se había detenido, el veneno de la manticora se había extraído, ahora solo eran David y Atsushi
- Shiro, ven conmigo
- Mis amigos
- Ellos morirán si no vienes conmigo – decía sonriente
- David... no lo harías
- Tengo mi rayo de la muerte, por ahora solo pare el tiempo – miro al albino - ¿quieres que los retenga en una ilusión por el resto de sus vidas?
- No... yo... i-iré contigo...
- Está bien, pero primero, muérdelos
- ¿eh?
- Nos seguirán fácilmente, muérdelos a todos, por lo menos déjalos sin poder moverse
- David
- ¿o los mato?
- Lo haré...
Atsushi se levantó, tenía sus colmillos de tigre, comenzó por Kunikida el cual mordió sus brazos, avanzo a Chuuya, mordió brazos y piernas, Mori y Dazai simplemente mordió sus tobillos, había llegado a Akutagawa el cual seguía sentado en la arena, Atsushi se dejó caer para mirarlo de frente
- Apresúrate, estoy impaciente por experimentar contigo
- Ya lo sé... Ya voy...
- Ryunosuke... - susurro el albino y se acercó al oído del mafioso – confió en ti...
Inmediatamente Atsushi se acercó al cuello del mafioso dejando sus dientes en él
- Vámonos – dijo David
- Tienes muchas criaturas ¿Por qué también yo?
- Querido, porque exprimiré cada parte de ti hasta despertar a la mejor criaturas de todas
- ¿a la mejor criatura de todas?
- Serás testigo y sacrificio para el rey de reyes... - decía David feliz – traeremos... al Fuego Fatuo
Atsushi miro más que sorprendido a David, la manticora tomo a ambos sin que el albino pudiera decir o hacer nada, llevándolos lejos...
Momentos después, el tiempo volvía a seguir, Dazai, Chuuya y Mori cayeron al suelo en un grito de dolor, Kunikida se quejó de sus brazos mientras Akutagawa gritaba aún más mientras se apretaba el cuello
Momentos después había logrado aliviar el dolor, se miraron entre ellos, al parecer el mas adolorido era Akutagawa
- ¿Qué paso? – pregunto Chuuya
- David uso su habilidad – dijo Mori
- ¿Qué era eso de un "contemplador"? – pregunto Kunikida
- No tengo idea – decia Dazai
- "Ojo tirano" – dijo Akutagawa adolorido – Jinko una vez hablo del "ojo tirano"
- ¿Qué es Akutagawa? – pregunto Chuuya
- Lo que dijo Jinko aquella vez fue:
[... ] Semanas atrás [...]
- El ojo tirano me aterra, puede hacer muchas cosas, es como un demonio, un brujo quizás, siempre busca más poder, tiene como 10 ojos y cada uno hace algo diferente, los peores son los que tienen manos de cangrejo
- Jinko ¿puedes dejar de hablar de eso?
- Tu preguntaste sobre mis miedos Ryu
- ¿Qué te asusta de un ojo tirano? Solo picas sus ojos
- No es fácil, pueden detener el tiempo, provocar sueño, ilusiones, quitar magia o habilidades, telequinesis, dejarte de piedra, hacerte lento o lanzarte el rayo de la muerte
- ¿no son cabezas flotantes? – decía el peliengro mirando aquel libro
- Si, pero pueden conseguir un cuerpo – decía Atsushi – tienen dientes afilados y temibles
- Jinko, tus dientes son más grandes – decía el mafioso fastidiado
- Ryu puedes llegar a ser muy cruel – se quejó el albino – "el ojo tirano" siempre está buscando seres fuertes... se dice que buscan revivir a su rey
- ¿Quién es su rey?
- No tengo idea... pero debe ser peor – decía el albino
... Actualidad
- Entonces el "ojo tirano" puede detenernos fácilmente – decía Chuuya
- ¿Qué hacían juntos leyendo un libro de mitología? – pregunto Dazai con una mirada burlona
- Dazai-san usted nos pidió vigilar aquella embarcación ¿lo olvida?
- Si ¿y?
- Estábamos aburridos
- Luego dicen que no se llevan bien – murmuro Dazai
- Sea como sea – dijo Akutagawa levantándose – hay que ir por Jinko
- ¿Cómo lograremos algo así? Necesitamos reunirnos todos – decía Kunikida
- Jinko debe estar aterrado – dijo Akutagawa levemente
- ¿perdón?
- ¡JINKO DEBE ESTAR ATERRADO! – grito Akutagawa mirando al idealista – si piensas reunir a la agencia, hazlo rápido, los veré en la guarida de David
- Akutagawa, no puedes ir solo – decía Dazai
- Puedo y lo haré
- Me ignoro... - decía Dazai sorprendido
- Es cierto... que esos chicos tienen una gran conexión... - decía Mori – así como un gran secreto que no quieren decir...
Akutagawa caminaba por medio desierto, aquella mordida en su cuello palpitaba fuertemente hacia direcciones, más como una brújula
- Estúpido Jinko, dejarme tal dolor solo para encontrarte – decía el mafioso entre quejidos – Jinko... solo resiste, yo te protegeré...
¡Hola a todos! por fin pude actualizar este Fanfic, ¡oh yeah! Estamos en la etapa final, aun no se si la siguiente etapa sera el ultimo capitulo o llegaremos a la etapa 7, depende de que tan largo me quede el capitulo
Espero lo estén disfrutando, yo lo hago...
¡GRACIAS POR LEER!