Estaba llegando del trabajo, cansada, cuando de repente escucho gemidos del piso de arriba, frunzo el ceño y subo las escaleras, la primera imagen que llego a mi mente fue Louis, ¿estará con otra chama?, con mucha cautela me acerco a la habitación, era la terraza, que extraño, ¿Por qué lo haría en la terraza si ahí cualquiera lo puede ver?, la curiosidad me mato y fui hasta el lugar de donde provenían los gemidos. Cuando abro la puerta era Harry, entonces... ¿Quién carajos es la chama?
Harry, al notar mi presencia para, y su rostro se pone mas pálido y colorado que nunca. La chama voltea
- ¿MAMÁ? ¿QUÉ MIERDA HACES CON ÉL? ¿QUÉ CARAJOS TE PASA MAMÁ? ¿MAMÁ?
Y ahí, me despierto de golpe.
Ok, ese fue el sueño más extraño que tuve en toda mi santa vida
Me pare de la cama he inmediatamente me fui a bañar con agua fría. Ay no, esa imagen no saldrá de mi mente
5:16 am.
Empecé mi día como siempre, pero esta vez con mucho mas ánimo. Aunque esa imagen sigue perturbándome, trate de irme temprano, para no ver a mi mama, ya que, estoy totalmente perturbada con esas imágenes. Y verla a ella reviviría esas imágenes, igualmente con Harry. Realmente iba a ser incómodo.
Mi día fue muy aburrido, literal casi nadie fue, si acaso unas 30 personas en todo el día.
También Megan nos aviso que hoy era el último día que íbamos a trabajar, ya que hoy ya era 20 de diciembre, las chicas que ya llevaban tiempo aquí, ya lo sabían.
Cuando llegue, mi mama había salido de nuevo. Uy no, que día tan aburrido.
¿Que se supone que voy a hacer en todo el santo día?
Me puse cómoda y por mi teléfono busque las mejores series de Netflix, entre ellas, elegí 5, empecé a compararlas hasta que llegue a la definitiva, la que vería.
Supernatural, ha sido la elegida.
La verdad era bastante llamativa, tenia 11 temporadas, así que podría ser feliz todas las vacaciones.
Vacaciones...Vacaciones... ¡EL DEPARTAMENTO!
Empecé a pensar, ¿cuándo me iría?
Tenia que hablar con Louis...
Tal vez podría ser el 22, arreglar la casa, y pasar el 24 allá, suena como buen plan.
Louis POV
Iba en el avión, observando por la ventana, pensando en los detalles y en las cosas que haría al llegar.
Niall iba a recogerme en el aeropuerto, luego él me enseñaría todo lo que ha preparado
Tenía un gran nudo en la garganta, y miles de preguntas azotaban mi cabeza.
¿Será que le gustará? ¿me rechazará? ¿se sentirá obligada a asistir? ¿estará ocupada?
-Agh, basta Louis.
Voltee, y el señor a mi lado me miró como si tuviese 4 ojos, en ese momento mi teléfono sonó, era un mensaje de Camila
Niall POV
Prometo no enamorarme, o no hacer este tipo de cosas por amor, lo que suceda primero- pensé en voz alta mientras doblaba las pequeñas pistas que hice.- Te odio Louis- gruñí.
Fui a los lugares, los cuales pensé muy muy bien, dejando todas las cartas.
-Ugh Louis, de verdad te odio.
Entré en la florería
-Hola mijo ¿qué desea?
Le expliqué todo a la señora, ella, totalmente enternecida, aceptó ayudar.
Visité más lugares que Louis me había dicho, hasta llegar al destino, dónde se supone que Louis la esperaría.
En eso, recibí un llamado del mencionado anteriormente.
-Ya llegué, voy para tu casa, nos vemos allá- y antes que contestara, colgó.
-Desgraciado- susurré guardado el celular.
Conduje hasta mi casa, cuando llegué, entré a la casa y me tiré en el mueble, agotado de todo lo que había hecho hoy. Cerré mis ojos y cuando estaba entrando en un muy suave y reconfortante sueño, la puerta sonó violentamente, despertándome sobresaltado.
Me levanté, frotando mis ojos mientras trataba de acostumbrarme a la luz que ahora parecía ser más brillante de lo normal mientras me dirigía a la puerta.
Cuando llegué, la abrí, era él.
-¿Tú no tenías una llave?- pregunté de una
Él palmea sus bolsillos, mete la mano en el bolsillo derecho y saca un juego de llaves
-Ups. Perdón, estoy muy cansado.
-Ugh, y que lo digas, yo he estado todo el día corriendo. Literamente. Bueno, apúrate, Arriba está la ropa, ve al lugar, yo llevaré a Camila al primer lugar.
Louis, sonrió emocionado, y subió las escaleras trotando.
-Y Louis- grité, el volteó- Te odio.
Él soltó una carcajada y siguió corriendo, yo, en cambio, suspiré, agarré las llaves del auto y de la casa.
-Te odio, enano estúpido.- Susurré cerrando la puerta.