48. Cartas. Parte 2

64 11 0
                                    

¡Alerta! contenido explícito y sensible para algunos lectores.

Cuando abrí los ojos, lo primero que vi fue una hermosa y plena vista de la cuidad, estaba adornada por luces, blancas y de colores, dando un tono de tranquilidad, junto con aquella brisa fría que pegaba. Voltee y ví a Louis, mi primer instinto fue abrazarlo

-Esto es increíble- susurré en su oído en medio del abrazo

Él me abrazó unos segundos más y luego me agarró de la mano

Antes de que dijera algo, hablé- es increíble que hayas hecho todo esto por mi, nunca nadie se había preocupado tanto por mi, por mi familia, por los detalles de mi vida, por todo, esto es... Simplemente increíble- dije, dejando un leve beso en su cachete, muy cerca de sus labios

-Vamos a sentarnos- habló suave

Instintivamente miré a donde señalaba, había una especie de picnic en un lugar específico donde se veía la cuidad

Cuando nos sentamos lo detallé, tenía el mismo suéter que yo, tenía un jean que le quedaba a la perfección, y unos zapatos Adidas, su cabello estaba peinado, pero despeinado a la perfección, lo justo para parecer un poco salvaje y a la vez recto. Sus ojos estaban muy iluminados, por la hermosa decoración del picnic, la cual consistía en unas pequeñas luces navideñas. Pregúntame, pero en estos momentos, estaba muy concentrada tratando de no llorar por todo.

-Hola- dijo él, mirándome a los ojos

-Hola- susurré, suave, débil.

-Extrañaba verte- mi corazón explotó en felicidad y sonreí, sintiendo un alivio repentino.

-Yo también- susurré, más para mi, que para él.

-Tengo tantas cosas que contarte, tantas cosas pasaron en ese viaje, fue una locura.- habló él, emocionado

De ahí, comenzó a relatarme como estaba rumbeando y un poco de chamas intentaron acercarse a él y casi lo violaban.

Yo le conté lo que hice en estos días, muy aburridos, la verdad.

Estaba demasiado emocionada de estar ahí con él, en ese lugar tan hermoso, tomando vino y hablando sobre cualquier tontería

Y entonces la frase de un viejo amigo retumbó en mi cabeza, dándole el sentido que en tantos años no había comprendido

"Pues déjame decirte Cami, que al final, no es en dónde estás, ni qué estás haciendo, es estar con aquella persona, lo que hace que tu corazón lata con fuerza, así sea estar solo mirándose, es aquella persona la que hace que tus días tengan sentido"

En ese momento lo entendí todo, era él, él le daba sentido a todo, así estuviéramos en un carro, a las doce de la noche en el estacionamiento de McDonald's, seguiría siendo igual de romántico y especial que justo ahora.

-Louis- dije haciéndolo callar de repente- te quiero- dije, con toda la sinceridad del mundo

-Yo más Camz- dijo, depositando un suave beso en mis labios, haciendo que sintiera una corriente eléctrica recorrer desde las puntas de mis pies, hasta la de mis dedos.

El beso se intensificó más, y más y más. Hasta que nos tuvimos que separar, por la desafortunada falta de aire.

-Camila- dijo él seriamente- seguramente toda la noche te has preguntado ¿qué está pasando aquí?¿qué es esto?- justo en el punto- esto lo organicé, para organizar yo mis ideas, a ver si estoy en lo correcto o es una simple fantasía mía.

Mi Famoso Vecino 《narrado por una venezolana》(Completa)Kde žijí příběhy. Začni objevovat