Omegle- Niall Horan y Tu

By gloriasaldana

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Omegle- Niall Horan y Tu
Capitulo 1: "Es bueno saberlo"
Capítulo 2 ''I see you soon''
Capítulo 3 ''Sabía que él era la lotería para cualquier chica.''
Capítulo 4. ''No seas tan tímida no conmigo''.
Capítulo 5. ''Es mejor para ella''
Capítulo 6. Y mis padres creyeron. Por ahora.
Capítulo 7. ''Es mejor que no lo sepas, no te convendría''
Capítulo 8. ''Demasiado dulce.''
Capítulo 9. ''La nueva profesora de deportes''
Capítulo 10 ''You are sexy machine, you are hollywood dream''
Capítulo 11. ''Cada vez más...''
Capítulo 12 "¿Qué?''
Capítulo 13. ''Don't tell me you're my heartbreaker''.
Capítulo 14. ''O.M.G''.
Capítulo 15. ''Sólo por esta vez''.
Capítulo 16. ¿Me dejarás verte otra vez?
Capítulo 17. ''Déjame''
Capítulo 18. ''¿Quieres que te enseñe a besar?''
Capítulo 19. ''Creo que estaba ganando la carrera.''
Capítulo 20. ''Esperaba que ese día fuera el mejor de mí vida.''
Capítulo 21. ''Tan hermosa''
Capítulo 22. ''Te haré sentir tan especial cuando estés preparada''
Capítulo 23. ''Estoy perfectamente''
Capítulo 25. ''¿Qué mierda crees que estás haciendo?''
Capítulo 26. ''No quiero escucharte''.
Capítulo 27. ''Maybe you could change me''.
Capítulo 28 ''Escúchalo, tiene mucho que decir''
Capítulo 29 ''Yo no era buena para Niall.''
FINAL Capítulo 30. ''Yo invito''
Epílogo.
Capitulo Extra!!!

Capítulo 24. ''They hold on tight, them lips won't let me go''

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By gloriasaldana

— Oye, pero tranquila —dijo él a mis espaldas. Arrugué el ceño y estuve apunto de golpearlo.

— ¿Tranquila?, ¿en serio dijiste ''tranquila''?, ¡He estado con está venda más de media hora!, ¡estoy inquieta Niall!, no puedo estar tranquila —dije. Él rió, una risita, ronca y muy pronfuda, que hizo que mis pelos se erizaran. 

— Me gustas inquieta —susurró él en mi oído mientras me hacía entrar más adentro de su departamento. No sabía que en qué lugar del departamento, el perfume de Niall se sentía en todas partes y de igual manera. Suspiré.

Su olor era malditamente exquisito.

De pronto él me hizo parar y sus manos subieron de mis brazos hasta mis hombros, suavemente, tratando de que cada tacto se recuerde en sus manos. Me hizo suspirar ese acto. Quería saber qué traía entre manos. Sus manos llegaron a mi cabello, y luego a la venda y entonces supe que la sacaría. De inmediato me puse inquieta y nerviosa. Suspiré otra vez —realmente era casi lo único que hacía con él este último tiempo—. La venda cayó rápidamente, dejando mis ojos con la vista borrosa por el hecho de que no los había abierto desde hace media hora. 

Cuando la visa estuvo más clara, jadée. 

Esto era tan malditamente hermoso.

Adornos. Adornos por todas partes, adornos románticos, sólo por nosotros, ¿cuándo él se había convertido tan... romántico?, sonreí mientras iba observando todo lo que había hecho para mí. Todo el esfuerzo que hizo para que cada adorno estuviera muy bien en su lugar y diera una sensación de tranquilidad, paz y románticismo. Increíble. Alucinante. Esto era mucho más de lo que las palabras decían. Estaba cautivada. Esa era la palabra correcta. Él me hacía sentir tan especial con estás cosas, a veces simplemente pensaba que él sólo lo hacía porque era su novia, pero, no, él lo hacía porque realmente me quería y por eso dedicaba todo su tiempo para mí.

Esto era jodidamente dulce.

Él era jodidamente dulce, sexy e increíble hombre.

Niall, mí Niall. Sólo mío, y todo esto era sólo para mí. Me sentía tan suya como él mío.

— Niall, esto es... hermoso —susurré mientras caminaba en su dormitorio. Sí, ahí estábamos, un dormitorio gigante, donde en una pared había algo hermosamente escrito ''Congratulations, my little girl!!''.

Oh por Dios, la comida, las flores, rojas y blancas flores, que formaban un hermoso corazón, la mitad roja y la mitad blanca. Yo sólo me dediqué a mirar aquel corazón, tan hermoso, pero que también sabía que tenía un gran significado.

— Tu pura inocencia —dijo Niall detrás de mí, susurrando las palabras, mientras apuntaba la mitad blanca del corazón —y tu pura sensualidad, capturaron mi corazón —dijo él, mientras se ponía de frente para mí.

Sus palabras seguían cruzandose por mi cabeza, seguían una y otra vez, ''tu pura inocencia, tu pura sensualidad, capturaron mi corazón''. 

Levanté la mirada hacia él, sorprendida, hechizada por él y más enamorada de nunca. Niall se acercó más a mí, rozó su nariz con la mía, mientras sus manos iban a mi cintura y me acercaban a él. Levanté poco a poco mis brazos hasta su cuello, y cerré los ojos, para sólo sentir su tacto, cuando sus labios tocaron los míos, en un hermoso y romántico baile, esos labios no me dejaban ir, y yo no quería irme. Me agarraba fuerte contra él, tratando de decirme que él nunca me dejará ir, y menos sus labios. Sonreí cuando mordió mi labio inferior. Suspiré agitaba cuando se alejó. Lentamente él se fue acercando a mi oído, abrí los ojos otra vez, tratando de encontrar una visión más buena, pero no, mi visión se había llenado de lujuria y deseo. 

— Tú, tan inocente, pura, e increíble persona —dijo él. —y yo tan oscuro, jodido, y tan intenso como el rojo —susurró mientras sus manos se dirigían hacia las mías y comenzaba a hacerle cariño —en un sólo corazón, Mhm... —dijo y sonreí.

¿Dónde aprendió a decir tantas cosas malditamente dulces y excitantes a la vez?, quise reír. Niall realmente me traía muchas sorpresas.

— Eres increíble —sonreí mientras me inclinaba y le daba un gran beso— gracias —lo miré tan ilusionada, tan intensamente. Tan como él mismo se lo merece. — Te quiero demasiado, Niall —dije y lo abracé. Eso lo tomó por sorpresa y nos abrazamos fuertemente. Puse mi rostro en su hombro mientras las lágrimas quemaban mis ojos, no quería llorar, no ahora, pero estaba tan sensible, tan sorprendida, tan feliz, tan enamorada de este chico que provocaba miles de sentimientos a la vez en mi alma. 

¿Cómo alguien podría hacer eso contigo?, ¿cómo alguien hacía que tu corazón latiera tan rápidamente?, ¿eh?, ¿cómo?, ¿cómo alguien podría significar tanto para ti?, ¿por qué él era tan increíble?, ¿y por qué me estaba enamorando cada vez más?.

Eran preguntas que no tenían una respuesta concreta. Preguntas que apenas se podrían decir. Preguntas que solamente con acciones se podrían demostrar.

— Yo también te quiero... my little girl —dijo él mientras tomaba mis labios y los saberoaba sólo como él podía hacerlo, y sacándome suspiros de amor entre los besos. 

Sus manos llegaron a mi cintura y comenzamos a caminar mientras nos besábamos, mientras teníamos este momento que no quería que acabara nunca, nunca en la vida. Se sentó en su cama y yo me puse entremedio de sus piernas, mientras me seguía besando, tan lento, tan romántico.

De un momento a otro, sus manos bajaron hacia mi trasero y me empujó hacia él mientras soltaba un gruñido. Jadée por la sorpresa que me provocó su acción en mi cuerpo, estaba sintiendo cosas que nunca antes había sentido y con él, maldita sea, con él. Sus manos siguieron bajando mientras el beso se convertía en uno violento, apasionado, rápido, intenso, uno que decía que quería más y más. Suspiré, jadée cuando sus manos tocaron mis muslos y cuando una de sus manos entró debajo del vestido, para tocar mi ropa interior. 

Abrí los ojos sorprendida, ¿qué estaba haciendo?, ¿qué estábamos haciendo?, de pronto ya no estábamos sentados, sino que parados, de nuevo. Se separó de mis labios, abrí los ojos, pero lo único que vi fue su sonrisa pícara para luego besarme nuevamente mientras hacía que levantara mis piernas para enrollarlas en su cintura, solté un gemido al sentir algo duro contra mi parte intíma, joder, se las había arreglado para rozarnos.

De nuevo sentí la cama en el momento cuando el se sentó y yo estaba ahorcadas encima de él, rozándonos en cada momento, y haciendo que mi piel se calentara, que la calefacción hiciera falta y que apenas podiera mantener mi respiración tranquila.

— Me vuelves loco —dijo él en el momento de bajar hasta mi cuello y morderlo, chupar de este, haciendo que pegue un pequeño grito de placer. — Eres tan malditamente sexy —dijo.

No sé cómo, ni cuando, pero ya no tenía mi vestido en la parte de arriba, me refiero a que, Niall desabrochó el vestido y lo bajó hasta mi cintura y ahí aún se mantiene, mientras sus labios están sobre los míos, y sus manos acariciándome. De pronto dejó de besarme y me miró.

Su mirada era tan intensa, tan oscura, miré sus labios, rojos e hinchados, con mi mano toqué sus labios, mi respiración estaba igual que la suya; apenas podía mantenerla. Con mis dedos acaricié su rostro.

— Eres tan hermoso —dije anonada por su hermosura, anonada porque este chico era mío. Y porque él me deseaba tan intensamente.

Sonreí melancólica, preguntándome quién le habría hecho tanto daño. De pronto él bajó su mirada y sus labios volvieron a estar en mi cuello, haciendo que diera un rápido respingo por su rápida acción.

Abrí los ojos como platos y solté un grito cuando sus labios había atrapado un pezón. Y ahí me di cuenta de lo que estábamos haciendo, de lo peligroso que se estaba tomando este camino aunque sea lo más placentero que haya hecho en mi vida. Suspiré mientras sus labios jugaban por encima de mi sujetador de encaje negro. Haciendo que mi pezón se pusiera duro y recto, tragué lentamente, cerrando los ojos y dejando escapar pequeños gemidos que además, hacian que me moviera encima de él.

Sentirlo a él, en mi parte intíma y sentirlo a él, saboreando mi pezón. Esto era mucho para mí, de pronto los gemidos fueron más rápido, no me di cuenta cuando él me puso rápidamente en su cama, me acostó ahí, y con una mirada que rogaba mi permiso, esperando mi asentimiento de cabeza, hiciera que subiera el sujetador para liberar mis pechos.

Me ruboricé en el momento exacto en que él puso su mirada en mi piel desnuda sólo para él, me ruboricé aún más cuando me miró y me sonrió cariñosamente, inclinándose hacia mí para plantar un dulce beso y acariciando uno de mis pechos.

Tenía que parar esto, para esto, porque después podría ser demasiado tarde. Y yo aún no estaba lista, aún no.

Bajó sus labios hasta llegar a mi mentón y plantar un dulce y húmedo beso ahí, para luego descender hasta mis pezones erectos, miré hacia el techo y suspiré, mientras los jadeos seguían ahí, tratando de saber si estaba lista, o si no lo estaba. Pero en este momento no podía razonar, no podía detenerme. No ahora, teniéndolo ahí, adorándome con su cuerpo y alma. Sus manos hacían suaves y calientes caricias que hacían que mi piel se erizara y arqueara mi espalda, tratando de ahogar los gemidos que ahí guardaban. 

Cerré los ojos al momento en cuando él pasó su lengua alrededor de mi pezón, haciendo que gritara y agarrara de puños las sábanas de su cama. Haciéndome sentir hermosa y sensual, abrí mi boca, dejando salir incoherencias, palabras que apenas podría entender.

Niall paró. Abrí los ojos confundida y exictada más que la mierda. Lo miré, y él me estaba observando con una pequeña sonrisa, se acercó a mis labios y los besó, con mis manos puse su rostro más cerca del mío, para sentir sus labios tan apretados a los míos. Sentí como su mano se dirigía a mi vestido para sacarlo completamente. 

De a poco a poco, nos fuimos levantando de la cama, para luego quedar sentada y verlo ahí, a él, maravillada mientras se quitaba su camisa, y se bajaba los pantalones. Ahora estábamos iguales, sólo me cubría mis bragas y a él sus bóxers. Miré embobada cada anatomía de su cuerpo, cada espacio y centímetro.

Él era jodidamente sexy así, casi como Dios lo trajo al mundo. 

Mi mirada se dirigió a su miembro, tratando de reventar aquello que aún lo cubría. Estaba excitado, podía notarlo. Sonreí sintiéndome poderosa, ¿yo provoqué aquello?, joder. Niall se acercó a paso lento hacia mí, se puso de cuclillas mirandome.

— Eres tan hermosa —susurró mientras pasaba una mano por mi pecho, bajando hacia mi estomago, y cada vez bajando más, hasta tocar mis bragas. Lo miré, totalmente hechizada.

¿Cómo sería capaz de detenerlo?, si era lo que más quería en este momento.

Con una mano, delicadamente me volvió acostar en la cama. Lentamente él se posicionó encima de mí. Sin dejar caer todo su peso. Suspiré y lo miré a los ojos, ojos que antes eran de un suave, claro y hermoso color miel, y ahora, ahora era un oscuros ojos, que me deseaban.

— Te deseo ______ —susurró aquellas palabras en mi oído. — Sí me dejas, te juro que te haré sentir la chica más especial del mundo, sólo si tú lo deseas —me miró y me besó la nariz, mientras su pecho se rozaba con el mío, y así estábamos piel a piel. Mi cuerpo correspondió a su toque. me retorcí debajo de él, haciendo que él cerrara sus ojos y un gemido saliera de sus hermosos labios.

Sonreí.

— Pero si sigues haciendo eso, no me podré detener —me miró tan intensamente. Me acerqué a sus labios, lo quería tanto, lo deseaba tan intensamente, quería me hiciera suya, suya para el resto de mi vida.

— Sólo sostieneme fuerte Niall —susurré mirandolo. —sólo haz que está noche sea la más especial de toda mi vida — acaricié sus labios junto con los míos— sólo hazme tuya como siempre has deseado —murmuré depositando un suave beso.

Niall soltó un pequeño jadeo mientras sus labios se abrían contra los míos, para luego tomar mi rostro y profundizar el beso, le seguí como él quería, rápido, apasionado, duro, y salvaje. 

Bajé mis manos hasta su trasero e impulsé su creciente erección hacia mi parte intíma haciendo que los dos soltáramos un jadeo al unísono. 

Su respuesta a mi petición fue rápida, de un momento a otro se puse de pie, y me dejó ahí mirandolo. Me dio una pequeña sonrisa burlona y bajó sus bóxers completamente. Mi respiración se detuvo por unos segundos al ver todo su cuerpo, de arriba y abajo, mis labios estaban abiertos, tratando de respirar, pero, ya no había respiración. Era él, sólo él y si se acercaba, tal vez podría respirar correctamente. 

Se acercó a mí, totalmente desnudo, mientras mi ojos bajaban y subían rápidamente, y haciendo que él soltara una risita, me sonrojé. Nunca había visto un hombre desnudo. Joder no. Sentí el calor en mis mejillas. 

Niall me tomó la mano y con un rápido moviemiento estaba en sus brazos, él de pie y yo abrazando su cintura con mis piernas, mientras cerraba los ojos y disfrutaba del momento. Me sostenía fuerte contra él, sintiendo todo su miembro. Tan increíblemente duro. Lentamente me dejó de pie. Y con un asentimiento de mi parte, mis bragas cayeron al suelo, dejándome totalmente desnuda para él, sólo para él.

— Eres tan malditamente hermosa —dijo, besándome apasionadamente mientras me acostaba en la cama— tan hermosa, y Mhm... —su mano se acercó a mis muslos y acarició despacio mi sexo haciendo que jadeara y mis manos tomaran con fuerza las sábanas. 

Nunca había sentido nada igual.

— Y depilada, _____ nunca me dijiste —dijo él con su voz ronca, haciendo que mi rostro se volviera más rojo.

— ¡Niall! —dije con mi voz tan ronca que apenas pude reconocerme. Joder. Niall se rió.

Niall comenzó con sus besos y el tour por mi cuerpo, haciendo que jadeara, gimiera, me arqueara, y gritara en algunas ocasiones. Y él ni siquiera había terminado. Su mano se mantenía cubiendo mi sexo y de pronto, uno de sus dedos comenzó acariciarme de arriba y abajo. Abrí los ojos como platos mientras mis labios hacían la vocal ''O'', destruyendome ahí, en la cama.

— Sí... —susurré mientras sentía su dedo masajeando mi parte más sensible. Joder. 

— Están tan mojada —suspiró él.

— Sólo hazlo de una maldita vez —gruñí, me estaba volviendo loca— ¡Niall! —grité cuando uno de sus dedos ingresó, haciendo que un suave dolor me llenara.

Niall saltó de la cama y llegó hacia el velador, buscó algo y luego lo sacó, se acercó de nuevo, se posicionó otra vez encima de mí, sólo sentí como rasgaba un papel y luego hacía unos movimientos. Apenas y podía respirar, mi respiración estaba totalmente acelerada. Estaba nerviosa, excitada como el infierno, enamorándome cada vez más, y esperándolo.

— ¿Estás lista? —dijo, lo miré, mientras sentía como me besaba, con delicadeza, con ternura, él me estaba cuidando. Tan malditamente dulce.

— Sí —dije con una suave murmuro mientras llevaba mis manos a su espalda, acercándome a él.

— Si te hago daño me dices —dijo él, volviendo a besarme en los labios.

De prontó sentí su miembro en mi entrada. Jadee al sentirlo, quería más, más y más. Mi respiración era tan irregular, nuestra respiración era lo único que se escuchaba en la habitación. Cerré fuertemente los ojos al sentirlo entrar más y más, Niall comenzó a besarme, lentamente, mientras unía sus manos con las mías y las entrelazaba, sus labios descendieron hasta mi cuello, dejando besos. Jadee aún más fuerte cuando su miembro comenzó a moverse más adentro, y entonces, fue cuando todo se estrelló. 

Mis labios emitieron un grito cuando lo sentí entrar completamente. Sintiéndome malditamente maravillosa. Sus labios comenzaron a soltar gemidos. 

Cerré mis ojos fuertemente, sintiéndolo adentro, pero. No dolía, no como mi mamá me decía, para nada, sentía una sensación de cosquilleo increíble, haciéndome sentir totalmente deseada, y amada.

Niall comenzó a moverse suavemente, haciendo que los dos soltaramos gemidos incontrolados, haciendo que sus manos se apretaran contra las mías, mi respiración estaba superando a del anterior. De pronto la sensación se hizo mucho más placentera, alejando aquel románticismo. Comencé amar esto, agarré la espalda de Niall mientras mis uñas lo rasguñaban. Recordando cada movimiento, guardándolo en mi memoria.

Niall comenzó a ir más rápido.

— Oh Dios... —dije mientras Niall iba aunmentando su velocidad. 

— ¡Joder! —Niall gritó. — Abre los ojos little girl —dijo él. — Quiero verte —susurró como pudo. Abrí mis ojos, su frente estaba llena de sudor al igual que la mía, sus ojos me miraban con tanta adoración que esto era tan increíble, tan... de otro mundo.

Enrollé mis piernas alrededor de su cintura, y la penetración la sentí más profunda. Haciendo que gritara de placer al igual que Niall. Lo estaba abrazando completamente. Sintiéndome totalmente suya. Sólo de él.

De prontó comencé a temblar, sentía como todo mi interior se apretaba. Niall soltó otro grito incoherente, haciéndome sentir más deseada de lo que ya estaba. Mierda.

— Me estoy... viniendo —dije con una voz ahogada. Niall comenzó a besarme, y sus movimientos fueron más rápidos cada vez más — ¡Niall! —grité su nombre— más... más rápido.

— Quiero escucharte —dijo con sus dientes apretados, sus manos estaban abrazándome fuerte, sosteniéndome fuerte contra él— grita mi nombre cariño.

Y entonces, lo sentí, mucho más rápido de lo que creía y me vine. Mi primer y malditamente orgasmo.

— ¡Niall! —escuché como mi gritó revotó en todos los lugares de la habitación, cuando mis gemidos fueron totalmente descontrolados, y luego sentí a Niall.

— ¡_____! —Niall gritó mi nombre cuando él se vino. Colapsó encima de mí, dejando caer todo su cuerpo, cerré los ojos y sentí como si algo explotara en mi interior —te quiero tanto joder.

Susurró en mi oído.

Abrí mis ojos y miré a mi alrededor. ¿Qué hora era?, me di la vuelta y lo noté. Estaba desnuda. Miré a mi alrededor y observé que estaba en el dormitorio de Niall. Abrí los ojos como platos. Lo hicimos. Sí, joder, hicimos el amor. Sonreí sintiéndome la mujer más poderosa e increíble del mundo. Miré a mi alrededor y Niall no estaba. Arrugué el ceño. 

Son recién las tres de la madrugada. ¿Dónde estará?. Arrugué el ceño mientras me destapaba con las sábanas y me ponía de píe, totalmente desnuda. Miré alrededor buscando algo que pudiera ponerme. Y encontré la camisa de Niall a unos pasos. Comencé a caminar pero algo me detuvo, algo del cual no lo había notado hasta ahora.

— ¡Joder! —jadée, mientras maldecía en silencio. Me dolía todo, mis muslos, mi cintura, joder. Era como si nunca hubiera hecho deportes. 

Nunca haces.

Respiré tranquilizándome y volví a caminar, ignorando los malditos dolores. Salí del dormitorio y observé una suave luz del living. Caminé hacía ahí y encontré a Niall, sólo con pantalones de pijamas, con un baso de vino y mirando hacia la nada. Lo miré. Se veía tan hermoso así, se veía tan tranquilo y relajado. 

Caminé hacia él y abracé su espalda, besando su hombro sin antes ponerme de puntitas. Niall se había sobresaltado, pero luego volvió a rejalarse y puso sus manos encima de las mías.

— No te oí llegar —dijo él volteándose y acariciando mi mejilla mientras yo sonreía y cerraba los ojos.

— Digamos que soy experta en eso —sentí como sonreía. Se acercó a mi rostro y depositó un suave beso en mis labios. 

— ¿No puedes dormir? —susurró mientras sus manos pasaron por mi cintura y me acercaba a él. Observé su rostro, y sus ojos brillaban tan increíble que tuvo embobada por unos segundos.

— No estabas ahí —susurré aún mirando sus hermosos ojos, de pronto sus pupilas se dilataron haciendo que ama mucho más sus ojos.

— No podía dormir, y si seguía en esa cama contigo ahí —dijo él soltando una risita— tenías que descansar —dijo después mientras me miraba con una mirada divertida. Reí mientras escondía mi rostro en su cuello.

— Bueno, me dejaste exhausta —dije y él rió aún más fuerte.

— Sí, lo noté —dijo mientras acercaba su rostro junto más al mío, y acariciaba su nariz con la mía, haciendo que cerrara mis ojos. Estaba cansada. —Me gusta dejarte exhausta —dijo él, haciendo que me sonrojara. Mordí su cuello y él dio un respingo. 

— Tonto —dije tomando sus manos y entrelazándola con las mías. Niall suspiró.

— Pero aún así me quieres —susurró. 

— Sí, te quiero —susurré y besé su cuello. — mucho —volví a susurrar.

— Yo también —susurró él.

— ¿Por qué estamos susurrando? —pregunté risueña. Niall volvió a reír.

— No lo sé, ¿por qué todos están durmiendo? —dijo soltando una gran risa. Sonreí mientras me separaba y lo miraba reír. 

Su risa era tan hermosa, tan angelical, tan... ¡Oh por Dios!, ¡él me tenía jodidamente enamorada!

— Uhm... —de pronto una idea se me pasó por la cabeza, sonreí traviesa. Me separé de él y llegué al gran ventanal y abrí la ventana, y pasé por esta hasta estar en el balcón. Todo estaba muy silencioso.

— ______ ¿qué harás? —preguntó Niall con una sonrisa en mi rostro.

— ¡Hice el amor con mi novio! —grité. La cara de Niall fue de sorpresa a incredulidad, luego a risa y de no poder aguantarsela.

— Estás loca —dijo aún riendo. Me encogí de hombros y escuché una bocina de auto con ritmo.

¡Mierda, habían escuchado eso!

— ¡Hice el amor con una chica que conocí en omegle! —gritó Niall. Abrí los ojos como platos, como él y lo miré sorprendida y luego me partí de la risa. 

Escuchamos de nuevo la bocina.

— ¡Así que, chicos, metánse a omegle! —dijo mientras bailaba y gritaba de pronto alguien gritó de un lado. 

— ¡Cállense par de mocosos! —una voz de mujer. 

Me asusté y entré al departamento. Niall también lo hizo. Nos miramos y rompimos a reír.

Oh joder, ¡qué día!

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