[STARKQUILL]
La unión entre un alfa, beta u omega era lo más común en el mundo, pero la unión de un alfa, beta u omega destinado, eso era algo majestuoso y único de ver. Aquellas parejas que lograran encontrar a su destinado eran bendecidos con una vida plena y feliz, sin embargo, ese evento solo podía darse si encontrabas a la persona correcta, que era lo mismo que buscar una aguja en un inmenso pajar. Cuando ambos corazones se encontrasen una ola de feromonas hará juntas un exquisito aromo único, sus cuerpos se llenaran de un confort indescriptible donde sentirán la unión inmediata aun sin que el alfa proclamara su marca en el cuerpo ajeno.
Peter Quill tenía fama no solo de forajido espacial, sino también de casanova, sin embargo, sus necesidades alfas solo eran saciadas por ser eso, solo necesidad, en el fondo sabía que no había nadie como su destinado. Muchas veces se vio intrigado por volver a Terra, pero el tiempo había pasado y sabía que aquel omega que conoció esa trágica noche de su vida tal vez ya se encontraba en manos de otro alfa o beta.
Sus nervios estaban al máximo y es que jamás imagino tener que volver a su antiguo hogar, la caída de ese Dios Asgardiano, literalmente cayendo contra la Milano, trajo consigo un mensaje devastador y es que Thanos pronto llegaría a Terra para destrozarlo todo hasta encontrar las Gemas del Infinito. Como debes de Guardianes de la Galaxia tenían que prevenirlo, pero Quill sabía en el fondo que no lo haría por su deber, lo hacía por aquel omega destinado por el cual nunca volvió para reclamar como suyo, por aquel omega del que esperaba estuviera viviendo una vida feliz con un alfa u beta fiel y consigo los cachorros que él hubiera deseado tener con él. Y es que desde aquella noche en que Yondu lo recogió, jamás olvido a ese tierno omega castaño de ojos miel...
~♥~
I'm not in love, so don't forget it
it's just a silly phase I'm going through...
Sentado en aquella solitaria sala, aunque hubiese enfermera y médicos de un lado a otro, el solo era un ente ahí, aguardando para lo peor, solo con su walkman en mano, reproduciendo una de las maravillosas canciones que su madre amaba.
And just because I call you up
don't get me wrong...
Su madre, era por ella que aguardaba ahí, estaba consciente de la situación pero no preparado para aquello, y como si el destino así lo quisiese, otra prueba más pasaría en ese mismo lugar, una de la cual el solo creía como un mito entre las castas de alfa, beta y...
-¿Por qué estas triste?- Una pequeña voz interfirió con su canción. Quill no se sentía de humor para saber de quien provenía esa voz, que sin duda era la de un chiquillo fastidioso.
don't think you've got it made
I'm not in love, no,no...
-Mi mamá sufre...- Respondió neutral, no quería ser grosero y correrlo pero tampoco no era un bravucón como otros alfas capaces de lastimar hasta un animal indefenso como una rana.
It's because...
-Mi mami también sufre...- Aquella respuesta atrajo la atención de Peter quien dejó de lado su atención en su reproductor para voltear a ver a aquel pequeño desconocido que ahora estaba frente a él. Un pequeño castaño de brillantes ojitos miel y de ropajes sencillos estaba ahí viéndole con curiosidad, al aspirar levemente pudo percibir su casta, era un omega.
I like to see you, but then again
that doesn't mean you mean that much to me...
Omega y alfa cruzaron miradas, aquella mirada miel junto a esos tristes ojos azules quedaron petrificados entre sí, sus pupilas se dilataron y una mezcla de feromonas se estaba impregnando el uno con el otro. Una esencia deliciosa que parecía ser café, chocolate, menta y moras, todas juntas en un aroma dulce, pero a su vez muy fuerte para alguien tan chiquito como el omega, este se sintió mareado y casi cae de rodillas de no ser porque Quill lo sostuvo en un abrazo, el pequeño aferro sus bracitos al de los ajenos, ambos en ese abrazo sintieron una liberación extraña, como si solo fueran ambos en ese momento, solos en el mundo, como si los problemas que tenían a esa joven edad nunca hubieran existido, era una calidez extraña y reconfortante.
so if I call you, don't make a fuss
don't tell your friends about the two of us...
-Lo siento...- Peter sentía culpa, no sabía porque, sentía que tenía algo que ver por su naturaleza alfa.
I'm not in love, no,no
It's because...
-Estoy bien...- Respondió el niño, un poco más estable pero sin dejar de sentir esa extraña sensación interna. Quill lo ayudo a sentarse en el asiento a su lado, en donde él estuvo antes y donde nuevamente tomo lugar.
-Soy...- Dudo en decirle al niño su nombre, es decir, su madre siempre le dijo que no hablara con desconocidos, pero solo se trataba de un omega, uno muy lindo ahora que lo veía de cerca, pero tampoco quería ser grosero. –StarLord, así me llama mi mamá...-
-Mi mami me dice Tony... aunque... todos me dicen Tony...- La sonrisa del pequeño omega fue correspondida por una igual por parte de Peter, su tristeza anterior se vio disipada por la calidez de ese niño, la sala de espera no estaba tan alumbrada, los ojos de Tony brillaban tan intensamente que a Quill lo hipnotizaba.
-Tony... Tu nombre es muy lindo...-
-StaLo también es bonito...- Sonrió. Quill podría jurar que su apodo mal dicho de esa forma era tan adorable que quería volver a abrazarlo como antes, al que por cierto apenas se dio cuenta que el aroma seguía con ellos, no intensamente pero aun los rondaba.
Be quiet, big boys don't cry
Big boys don't cry...
-Tony ¿Por qué tu mamá sufre?- No quería retomar cosas tristes pero tenía interés en saber porque un omega tan lindo estaba en un lugar tan deplorable como ese hospital.
-Tía Peggy dice que mi hermanito se fue al cielo... Él estaba con mamá, aquí...- Señalando su pancita con tristeza, algo dentro de Quill hizo vuelco en su corazón.
-Lo lamento Tony... ¿Tu mamá está bien?-
-Mami llora y papá...- Aquellos orbes color miel se cristalizaron lentamente. Peter volvió a abrazarlo, podía escuchar como Tony lloraba detrás de su espalda, quería saber que era lo que quería decir acerca de su padre, pero era mejor no obligarlo si eso lo ponía muy mal.
-Tranquilo Tony...- Sus manos acariciaron el suave cabello castaño tratando de aliviar el dolor del momento, una vez que seso un poco lo libero de sus brazos.
-¿Po Po qué tu mami sufre?- Pregunto torpemente entre el hipo del llanto
-Está enferma y...- Tal como Tony, sentía que sus ojos se cristalizaban pero mantendría el control de no dejarse caer, era un alfa, debía ser fuerte. –Ella ira al cielo...-
-¿Y tu papá?-
-No tengo papá...-
-Oh...- Suspiro triste ante aquello, era la primera vez que conocía a un niño sin uno de sus padres. –Si tu mamá va al cielo ¿Podrá ver a mi hermanito?-
Aquella pregunta dejo perplejo a Quill, esa inocencia era tan dulce, a decir verdad el solo creía en el cielo del espacio y las constelaciones, pero no iba a decepcionar esa ilusión de Tony.
-Creo que si...-
-Al menos mi hermanito no estará solito...- Una pequeña sonrisa ilumino más esos ojitos que a Quill le gustaban.
-Tony... Tus ojos son muy bonitos...-
-¿Si?-
-Sí, brillan muy bonito...-
-Gracias...-
-Son como pequeñas estrellas fugaces... ¡Ya se!- Dijo exaltado a lo que Tony quedo sorprendido. –Te llamare... ¡StarDust!-
-¿StaDus? ¿Cómo StaLo?-
-Nombres especiales... ¿Te gusta?-
-¡SI!- Sonrió, esta vez una sonrisa de oreja a oreja que dejaba ver unos pequeños orificios entre sus dientes donde presentaba su etapa de muda.
-¿Te gusta la música StarDust?-
-Sí, pero...- Su gran sonrisa iba cayendo lentamente. –A papá le molesta, dice que no lo deja concentase, cuando él no está Jarvis ponen música y bailamos juntos...-
-¿Jarvis?-
-Sí, él esta con Tía Peggy hablando con papá, yo quería buscar a mami pero no sé en donde esta...-
-Oh...- Ahora lo entendía, aunque apenas se daba cuenta que en todo ese tiempo jamás le pregunto porque estaba solo, de ser así lo mantendría ahí hasta que una de esas personas apareciera y mientras le cuidaba... –StarDust vamos a escuchar música...-
-¡Si!-
El tiempo fue corto, tan breve que se sintió eterno, en donde Tony tenia puestos los auriculares y Peter se acercaba lo suficiente para oír por fuera, pegando sus orejas a las ajenas con ambas cabezas cómodamente recostadas en los hombros del contrario, solo habían escuchado tres canciones, tres canciones que en silencio los hacía sentir como antes, aislados de todos, solo ellos solos en completa plenitud.
Uh, you'll wait a long time for me...
-¡TONY!- El grito de una mujer saco a ambos niños del trance de la balada, Quill le quito el aparato a Tony para dejar que aquella señora se dirigiera al omega, a lo que por su aroma pudo sentir como otra omega también.
-Tía Peggy...-
-Tony...- Un hombre apareció detrás.
-Jarvis...-
-Por Dios Tony casi me un infarto cuando ya no te vi a mi lado...-
-Perdón Tía Peggy...-
-Y... ¿Quién es usted joven?- Pregunto Jarvis a un estático Peter sentado ahí, la voz de ese hombre era profunda que le intimido un poco, pero sintió el peligro bajar al percibir un aroma a beta.
-So... Soy...-
-Él es mi amigo StaLo...-
-¿Cómo dices Tony?-
-Yo so-soy StarLord...-
-Es un nombre muy interesante...- Dijo Jarvis extrañado por tan extraño niño.
-Yo so-solo cuide de Tony y...-
-¡STADUS!- Los presentes se quedaron sorprendidos por aquel reclamo del pequeño omega. –Yo soy StaDus...- Repitió contra Quill.
-Bien Tony...- Peggy sonrió, feliz de que su niño estuviera a salvo con tan peculiar alfa protegiéndolo todo ese tiempo. –Es hora de irnos...-
-Joven StarLord le agradezco que acompañara al joven Anthony todo este tiempo...-
-¡STADUS!- Volvió a reclamar Tony en un tierno puchero.
-Jeje lo siento, quiero decir... Gracias por cuidar de ¿StaDus?-
-To... digo, StaDust mamá quiere verte...- Peter escucho a la mujer y recordó que él también tenía que ver a su madre, tal vez no tardarían en venir por él y darle la noticia.
-StaLo... Gracias...- Tony se abalanzo contra Quill, este lo atrapo una vez más en sus brazos a lo que se liberó otra vez aquel aroma entre ellos, dejando atónitos a Peggy y Jarvis quienes sabían el significado de aquello.
-Espero volverte a ver StarDust...- Algo en Quill decía que no lo soltara, que no lo dejara ir, pero era obvio que no podría hacer eso, simplemente se resignó con la esperanza de que algún día sus caminos se encontraran aunque sea en el cielo, sin imaginar que el cielo tendría un significado diferente para Peter, entre las estrellas...
~♥~
No sabía porque de pronto se acorde de todo eso, no es como si lo hubiese olvidado pero era un tema que desde hace años no había retomado, quizás desde que su Tía Peggy comenzó con los principios del alzhaimer siendo ella la última persona que supo de todo aquello. Jamás pensó que aquella fatídica noche en que perdió a su hermano no nato, encontró al que sería su alfa destinado y que no lo sabría hasta años después cuando creció y aprendió más sobre las castas.
Fueron años en los que Tony tenía la esperanza y el deseo de volver a ver aquel niño, de ver a su StarLord, años en los que defendió aquel sobrenombre de StarDust con el que solo Peggy, Jarvis y su madre le decían en ocasiones. Al pasar los años y siendo suficientemente capaz comenzó la búsqueda de su alfa, fue lamentable saber que aquel niño desapareció esa misma noche en que la señora Quill falleció. Tony comenzó una búsqueda en secreto, bueno, casi en secreto, Peggy y Jarvis estaban conscientes de aquello, pero cuando Jarvis falleció y Peggy envejeció fueron Pepper y Rhodey los que le apoyaron. Años pasaban y diferentes acontecimientos en su vida hicieron que la búsqueda parara, Tony no quería resignarse pero no tenía opción, la familia Quill se rindió y él, él no tuvo más opción, StarLord desapareció completamente de la tierra como si esta se lo hubiese tragado.
Ahora Tony tenía un deber, su deber como Iron Man, su deber como Vengador. Nunca creyó en reemplazar a su amado StarLord, nadie lo haría, era su alfa y nunca habría alguien como él, alguna vez pensó que su relación con Steve sería buena pero no la correcta, la Guerra Civil tuvo que explotarles en la cara para saber que fue un error, al menos así lo vio Tony y de alguna forma agradecía que aquello le abriera los ojos, Steve era alfa pero no suyo, fuera Peggy, Sharon o Bucky su destinado, Tony no iba a interferir con eso.
Una nueva amenaza venía a la tierra y consigo su querido hermano de ciencia regreso con aquella advertencia, conoció a Stephen Strange y Wong. De niño le dijo a StarLord que su hermano y su madre estarían juntos en el cielo, eso fue cuando Tony creía en eso del cielo y el infierno, cuando era un inocente omega. Ahora estaba ahí junto con Bruce, la prueba de que la magia existía, eso le quito un poco lo escéptico, pero nunca lo admitiría en voz alta. Los portales del Hechicero Supremo los transportaron al Complejo Vengadores, según Banner, Thor no tardaría en llegar con los refuerzos, ahora más que nunca necesitaban toda la ayuda posible, eso significaba también...
-Tony...- El genio quedo petrificado al poner el primer pie en la sala de juntas y ver al Capitán ahí junto a una rubia Natasha y un Rhodey de nuevo en pie listo para la acción. La apariencia de Steve era mucho más rebelde con esa abundante barba y su antiguo traje roído.
-Capitán...- Dijo sin expresión alguna, aun había resentimiento, obvio, pero si tenían que salvar el planeta debían hacer a un lado las diferencias. –Linda facha... Muy punk para ti...-
-Yo... eh... ¿Gra Gracias?- Steve no sabía que decir pero si sabía lo que quería hacer. Deseaba abrazarlo, besarlo, marcarlo con la inmensa pasión que le carcomía por dentro, y es que verlo al lado de ese extraño alfa de capa roja le daba ganas de alejarlo y acorralarlo contra su pecho, impregnarlo de su aroma dejando en claro lo que aun sentía y todo lo que lamentaba.
-Eh... Buenos días, Señorita Romanoff, Coronel Rhodes, Capitán Rogers... Mi nombre es Stephen Strange, Hechicero Supremo y él es Wong...-
-Hola... Y... ¿Done están los demás?- Pregunto Wong al ver a tan pocas personas.
-Llegaran pronto, Doctor Banner es bueno volver a verlo, lástima que tenga que ser en una situación como esta...-
-Estoy acostumbrado Steve... Hola Coronel... Hola Natasha...- Bruce se sentía extraño ahí, estaba al tanto de todo lo que paso en su ausencia, gracias a Tony claro, y por ello tenía un cierto resentimiento con Steve y con Natasha, pero no era momento de crear otra guerra.
Natasha no estaba lejos de lo que Steve sentía, quería acercarse a Bruce y transmitirle todo lo que sentía, desde su partida se lamentaba el no haber marcado a Bruce aquella vez en la casa de Clint.
-¿Oyeron eso?- Tony se acercó a los grandes ventanales, la agitación del aire y el sonido de turbinas llegaron a los oídos de los demás, todos observaron como una extraña nave descendía lentamente, los gruñidos de los alfas se escucharon poniendo nerviosos a Tony y Bruce, menos Wong que siendo un beta poco o nada le impresionaba de otro alfa, practica por convivir con Stephen. Fue un alivio que detrás de la ventana de la nave Thor les saludara nostálgico, el sentimiento de nostalgia por volver a Midgard, sentimiento que no era el único que invadía a Thor.
Vieron a su antiguo compañero bajar junto a un montón de personas extrañas, tal vez el menos extraños entre ellos era aquel hombre de rubios cabellos cenizos. Fueron unos minutos en los que Thor llego junto a aquel equipo que venía a defender la vida de todo el universo.
-¡AMIGOS!- Thor entro de manera jovial, mirando a sus compañeros y como habían cambiado, a excepción de Bruce y Stephen, siendo ellos a los que vio en su reciente aventura.
-Beach boy que bueno verte... Que buen corte...-
-Stark que bueno verte... Capitan... Romanoff... Rhodes, los extrañe a todos...-
-Y nosotros a ti...- Correspondió Nat.
-¡SI SI SI MUY CONMOVEDOR PERO TENEMOS UN TITAN LOCO QUE DETENER!- Tony, Steve, Nat, Rhodey se sorprendieron al ver a un mapache hablar en medio de todos ellos, Stephen, Wong y Bruce ya estaban acostumbrados a cosas más extrañas, sobre todo cuando viajas al espacio o enfrentas criaturas cósmicas.
-Chicos, ellos son los Guardianes de la Galaxia...- Thor les dio paso para que todos se presentaran.
-Yo soy Groot...-
-Sí, y antes de que lo noten... Groot solo sabe decir su nombre ¿Queda claro? Yo me llamo Rocket...-
-Soy Gamora...-
-Nebula...-
-Yo soy Mantis, un gusto conocerlos...-
-¡Soy Drax el destructor!-
-Drax no es necesario lo último...-
-Los terranos deben saber de lo que soy capaz Quill...-
Quill... Quill... Quill... Quill... ¿Había escuchado bien? ¿Sera posible que...?
-Como sea... Yo soy el líder de los Guardianes, pueden llamarme...-
-Star... Lord...- Todos miraron a Tony, este parecía que acababa de ver un fantasma, y no estaba lejos de la realidad. Tony quien estaba a varios pasos lejos comenzó a avanzar lentamente, era como si una fuerza lo hiciera avanzar a aquel forajido.
-Wow! Creo que mi fama se extendió hasta lo más recóndito de la galaxia, jeje ~ Pero ¿Cómo sabes de... mi... nom...?- Sus palabras desaparecieron cuando estaba a unos pasos de llegar a él, pudo sentirlo de nuevo, ese confort, miel y celeste dilatándose uno frente a otro y la combinación de aromas. Café, chocolate, menta y moras invadieron la sala, todos los presentes quedaron estupefactos con esos dos cuando sin previo aviso Tony se abalanzo a los brazos de Quill y este lo aferro contra su pecho como si su vida dependiera de ello.
-Yo soy... StarDust...- Dijo Tony acunándose contra el hombro de Peter, no pudo contenerse más y se soltó en llanto, no le importaba que otros lo vieran, no podía evitar algo así, su búsqueda había terminado. Mientras Quill lejos de llorar estaba atónito, no podía creerlo, jamás lo imagino, su omega estaba de nuevo en sus brazos, se aferró a él con toda sus fuerzas, nunca creyó que aquel llamado Stark del que Thor se refería fuera nada más y nada menos que su Tony, uno de los cuales lucharían a su lado contra Thanos, ahora más que nunca, defendería su destino uno al lado de otro.
Steve se sentía hervir en ira, no podía creer que eso pasara, si se estaba conteniendo cuando Tony estaba al lado del Hechicero, ahora más que nunca quería abalanzarse contra ese alfa que tenía a su Tony en brazos. Entre la mezcla de aromas la pequeña mezcla de las feromonas de furia de Steve fue una alerta para Natasha y Rhodey que estaba en ambos lados y lo detenían de los brazos, el olor también llego a Gamora y Drax quienes tomaron posición y ante cualquier alerta no dudarían en ir contra Steve en caso de hacerle daño a Quill.
-Steve, lo lamento...-
-Nat suéltame...-
-Capitán contrólese...-
-Coronel, Tony no...-
-Tony si, Steve...- Steve miro a Natasha, su mirada reflejaba lastima hacia su persona y es que ella sabía aquello del alfa destinado de Tony, como parte de su deber de espía en el momento de investigarlo para el proyecto Vengadores, el cómo Tony dedico gran parte de su vida a buscar a su destinado en secreto, aquel que simplemente despareció la noche en que lo conoció, y como tal Natasha respeto aquel secreto de Tony. –Lo lamento...-
-Si en verdad tiene aprecio por Tony, le suplico Capitán, que lo deje ir...- Rhodey no tenía resentimiento por la Guerra Civil, sin embargo, el asunto del alfa destinado de Tony era algo por lo que exigía respeto, recordaba como el omega miraba el cielo con anhelo, como en ocasiones lloraba en secreto por no encontrarlo, y ahora que apareció, no dejaría que su casi hermano se desmoronara otra vez.
Steve dejo de destilar aquel aroma amenazante, este disminuyo y de nuevo sintió la combinación de aromas que esos dos impregnaban, una combinación perfecta. Quería llorar, quería desmoronarse ahí, una vez más estaba destinado a perder otro omega, primero Peggy al caer al hielo, después Tony con la Guerra Civil, Sharon fue un desliz, pensó que la rubia podía ser su pareja ideal pero cuando la beso, la imagen de Tony estuvo presente haciéndolo saber su error. Ya no había dudas, no sabía cómo fue y en el fondo no quería saberlo porque sentía que dolería peor de lo que dolía ahora, todo estaba claro, Tony jamás fue ni seria suyo, Tony no era su destino, pero como parte de su vida, le defendería contra todo pronóstico, no importa si el cielo mismo caía encima de él, protegería lo que más amaba tal como un escudo.