Entraba y salía de aquel que le robaba cada bocanada de aliento entra cada jadeo, cada gemido, cada suspiro, cada latido, todos eran absolutamente para Tony.
-Ah... Steve...- Gemía el hermoso chico de cabellera castaña y sudorosa, producto de todo el éxtasis que estaba sintiendo en las penetraciones de su novio.
Encima de él se encontraba un pequeño rubio de complexión delgada y enfermiza, o eso era lo que el resto del mundo veía, nadie podía imaginar que detrás de toda esa apariencia debilucha y patética, según opinaba la mayoría, había un muchacho apasionado y hormonal que buscaba a quien llenar de amor, y para su suerte lo había encontrado. -To Tony...- Jadeo.
-Ste Ste ¡VE! ¡AH!- Unas estocadas más y toda la eyaculación término dentro de su trasero, esa sensación viscosa recorrer todo su ano y desbordar entre sus nalgas, lo amaba. –Ah... Carajo...-
-Le Le Lenguaje...- Su respiración era errática, pero poco a poco fue controlándose, salió con cuidado del interior de su novio, apreciando el semen que salía detrás, sonrió por eso, era su marca, su esencia.
-Stevieee...- Llamo el chico en un ronroneo juguetón, indicándole que se recostara a su lado para poder acurrucarse en su pecho.
El otro así lo hizo, rodeándolo con sus delgados brazos, acorralándolo como si se lo fueran a quitar. –Te amo Tony...- No, era imposible, nadie se lo iba arrebatar, porque se amaban sin importar las apariencias.
[UN AÑO ATRÁS]
Era un día común en la Academia Avengers, o eso era para todos, menos para Steve Rogers de 17 años, un chico de tercero que por su pobre apariencia era tomado como un "don nadie". No era ni rico, pero tampoco carecía, lamentablemente Steve ya no contaba con sus padres, no, no estaban muertos. Después del divorcio ambos adultos rehicieron sus vidas con sus respectivos amantes, dejando a Steve en el olvido pero no desprotegido económicamente, se independizo y recibe un cheque mensual de Sarah y Joseph, o lo que él llama "callar la culpa en mi conciencia, con dinero", no era mucho pero le ayudaba a sobrevivir.
Aun con la ausencia de los mayores, Steve no se encontraba totalmente desprotegido. –Punk ¿Hiciste la tarea?- Tenia un mejor amigo, ¿Amigo? Más bien su hermano, aunque no tengan la misma sangre correr en sus venas.
-¿No hiciste la tarea Bucky?-
-Sí, claro que si...-
-...- El rubio frunció el ceño.
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-Bueno no...- Admitió derrotado el otro.
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