Leah POV
Todas las fiestas son los fines de semana. Viernes, sabádo e inclusive domingo.
¿Nosotros? Bueno, hicimos una fiesta hoy martes, y aún así la casa del lago está explotando por todas las personas del lugar.
Admito que pensé que iba a ser un fiasco y Scott me iba a odiar más de lo que ya lo hacía, pero ahora, viéndolo desde las escaleras, me doy cuenta de que se está divirtiendo ¡Si hasta está haciendo una competencia de bebidas con Roy! Era la primera vez que veía a esos dos hacer algo así.
Max apareció, se le ve más alegre de lo que Leo me ha contado que estuvo estos días. Está gritando que le apuesta a Scott mientras que Ludwika grita que le apuesta a Roy. Era divertido ver a esos cuatro llevándose bien, me recuerdan a mí con Katie y Drew.
-Me siento hostigado, ¿Por qué acepté venir a está fiesta de pubertos? ¡No hay ninguna chica de mi edad a la que pueda ligarme! -escucho su quejido detrás de mi, instintivamente llevo mi vista al rubio que tengo de mejor amigo y suelto una risa.
-¿Desde cuándo hablas como que tienes treinta años? Si apenas tienes diecinueve.
-Tendré veinte el mes que viene -habla ofendido-. Y siempre quise decir eso, pero claro, vienes tú a acabar con mi alegría. Realmente te encanta fastidiarme.
-Es un don. -respondo simple, él rueda los ojos. Su vista se desvía a algo que se encuentra entre la multitud.
-Vaya, vaya... No tengo idea de quién sea, pero la quiero. -lo oigo decir, sonríe y baja las escaleras con rapidez.
Aguanto la respiración al verlo acercarse de forma insinuante a una chica con cabello azul, ver que ella le respondía los coqueteos me provocaba una extraña molestia en el estómago. Bufé fastidiada.
Ya, Leah, tranquilízate, deja tu lado sobreprotector apagado.
La música se oye en todo el lugar, la única razón por la cual Drew no tuvo que gritarme en el oído es que estaba sumamente cerca de mi. Esquivando ese recuerdo, bajo las escaleras y decido caminar entre los adolescentes buscando un rostro conocido, siempre y cuando no sea el de Drew.
Siento una mano en mi hombro, volteo la cabeza por instinto y me encuentro con la cara sonriente de Katie quien va acompañada de Daniel.
-¡Hey, castaña! ¿Cómo va todo? -habla en voz alta, aún así se oye como susurro- ¡Te llevo buscando media hora, estabas perdida!
-¡Estaba con Drew! -respondo, ella alza ambas cejas y se toca el pecho indignada. Formula algo con sus labios que no logro alcanzar a oír, pero por su pose y expresión sé que ha dicho algo como: Así que me cambias por Drew, perfecto.
Ruedo los ojos en respuesta, ella no hace más que bufar y tomarme de la mano para llevarme fuera de la casa. Mis ojos se adaptan a la vista: El lago iluminado con luces colgadas en la orilla, el muelle decorado con diversas luces de colores y mis amigos encima de él con los típicos vasos rojos y dos botellas de alcohol. Tal parece tuvieron la idea de alejarse de los demás. Un buen plan, ahora que lo pienso.
-¡Eh, miren a quien encontré! -grita Katie, Adam de milagro logra escucharla y puedo oír su grito de victoria cuando alza su vaso en dirección hacia mi.
Sonrío divertida cuando voy acercándome a las cinco personas sentadas sobre el muelle: Adam, Aaron, Chris, Yiseth y Leo. El último al verme llegar me sonríe.
-Leah, siento que nuestros padres te van a asesinar. -es su comentario de ánimo. Lo entendía: En un descuido un par de adolescentes borrachos subieron al piso de arriba y rompieron una ventana, en cuanto nuestros padres lleguen y se den cuenta de que eso ocurrió a mi cargo, de seguro me matarán.
-Cállate y dame eso. -exijo, tomando el vaso rojo de entre sus manos y dando un trago a lo que sea que este bebiendo. Inmediatamente el sabor amargo del alcohol recorre mi garganta, me siento al lado de Leo. Sonrío divertida al ver la mueca de niño resentido que hace mi mellizo cuando se levanta en busca de un nuevo vaso para él.
-¿Dónde están Chad y Axel? -interroga Katie a Aaron, este se encoge de hombros mirando todo a nuestro al rededor.
-Axel está allí con Kennedy -señala, mi vista viaja instantáneamente a un banco cerca del lago, ambos están sentados ahí hablando sobre Dios sabe qué. Axel no deja de reír mientras Kennedy se tapa la cara con ambas manos negando divertida, se ven felices; sonrío ante esa imagen-. Y Chad está por allí besándose con Sophie... -señala ahora a otro lado, esta vez me topo con que están debajo de un árbol besándose. Alzo ambas cejas divertida. Vaya, vaya, que cosas se encuentra uno por aquí.
-Todos mis hermanos tienen vida amorosa menos yo, ¡Pásame la botella! -Leo dramatiza, fingiendo ser un borracho depresivo por amor. Río, alejando la botella de sus manos.
-¿De qué hablas? Mi vida amorosa es un fiasco. -opino, mi mellizo alza una ceja en respuesta.
-¿De qué hablas? Lo tuyo no es un triángulo, o no, ¡Es un cuadrado! La castaña que tiene tres rubios detrás de ella, como no. -rueda los ojos arrebatando la botella de mis manos y dando un trago directo de ella. Ladeo la cabeza confundida, no entiendo su comentario.
-¿Tres rubios? ¿De qué hablas?
Leo sonríe, pero no vuelve a responder, sólo toma asiento al lado de Chris y deja su cabeza caer encima de su hombro. El pelinegro no puede evitar sus comentarios burlones mientras utiliza su celular.
-Pues yo soy amiga de mi ex... ¿Eso no es masoquista? -cuestiona Yiseth mirando a Aaron, este sólo blanquea los ojos fingiendo estar enojado por el comentario; no obstante, la sonrisa divertida que escapa de sus labios lo delata. Ya no está enojado por terminar con Yiseth, al contrario, son buenos amigos.
-No lo sé, el masoquista debería ser yo ¡Tú fuiste quien me terminó!
-¡Y yo soy la espectadora! -exclama Ludy llegando al lugar con un vaso rojo en sus manos. Adam frunce sus labios y rodea sus hombros con uno de sus brazos para darle un medio abrazo a su novia. La castaña sonríe y me mira a los ojos, esa mirada me recuerda a Lucy cuando intentaba preguntar algo de forma cautelosa. Acerté- ¿Y tú, Leah? ¿Eres amiga de algún ex?
-Podría decirse. -es lo único que sale de mis labios cuando mi vista se desvía hacia Katie, la cual niega divertida sentada al lado de Aaron.
-Recapitulando: El mayor se metió con la niñera del menor, a Aaron lo dejaron en la FriendZone, Chad se metió con su ex vecina, Leo está más soltero que una papa, Leah tiene a mil pretendientes sin saberlo y Scott es un mujeriego de primera... Lindo, ¡Los Carter's sirven para novela, sólo digo! -opina Adam, Daniel alza ambos dedos pulgares concuerdo con su amigo. Chris alza la mano.
-Pues yo coqueteo con una desconocida, ¡Suma mi nombre a la lista de telenovela!
-Cambiare mi apellido a Carter, tal vez así me va mejor en el amor. -Katie hace un puchero, Aaron voltea a verla divertido y agarra sus cachetes como si de niña pequeña se tratase.
-¿Y tú pala que queles novio? Eres una niña pechocha que está muy bien soltera. -dice con voz de bebé. Desde que somos niños siempre hacía ese gesto conmigo y Katie cuando decíamos que queríamos tener pareja, era su forma de ser sobreprotector sin dejarlo muy notorio.
-Para no vivir sola con sesenta conejos, ¡Duh!
Sí, así es, dijo conejos. No gatos, porque es alérgica, y no perros, porque no le gustan las pulgas. Así que dice conejos.
-Mejor vivir con sesenta conejos en vez de con un tipo que te será infiel y tendremos que asesinar. No queremos ir a la cárcel sólo porque querías un agarre. -se queja Aaron, Leo escupe su bebida por la risa. Hasta yo solté una carcajada al ver la expresión de Katie en el rostro.
-Ok, estoy rodeada de enemigos. Nadie quiere ser invitado a mi boda.
Entre diversas bromas acerca de la vida amorosa inexistente de Katie, nos tomamos un tiempo para ignorar el caos que se está formando en la casa. Solo espero que nadie vomite en la cama de mis padres.
-Oh oh -escucho la voz divertida de Daniel sentado frente a mi esta vez, esta observando algo a mi espalda-. Parece que los tres mosqueteros hicieron su aparición.
-Eran cuatro. -corrige Ludy, Daniel la mira con ambas cejas alzada.
-Sí, la cuarta mosquetera anda con Chad. -entonces caigo en cuenta de que se refiere a los Evans. Por instinto volteo hacia atrás, me topo con que Scar baja del auto siguiendo a Jack y a Megan.
Mi rubia amiga se ve incómoda, Jack y Megan la dejaron sola al cabo de unos minutos y al parecer no reconoce a nadie. Leo se levanta y nos deja saber que su intención es invitarla a venir con nosotros, pero su plan de ser él quien la invite se ve arruinado en cuanto mi otro hermano: Sam, se acerca a ella y tienen una pequeña charla que parece animarla. Por ultimo la toma de la mano y se la lleva a otro sitio.
-Vaya m*erda. -musita el castaño volviendo a sentarse.
-¿Qué pasa? ¿Celos? -me burlo, pero no obtengo respuesta de su parte. Puede que eso sea una mala señal.
-La única celosa aquí es Ludy. -opina Adam de repente, la castaña junta sus labios en una fina línea al oírlo hablar. Alzo una ceja sin entender el comentario.
-¿A qué se refieren? -cuestiono, Ludy rueda los ojos.
-Es Adam hablando de más, lo de siempre -responde. Adam muerde su labio inferior con ganas de seguir opinando-. No te atrevas a seguir comentando ¿Vale?
-¿Por qué no?
-No deberíamos arruinar la noche con tonterías. -da por terminada la conversación jugueteando con el vaso entre sus manos. Ni siquiera me di cuenta cuando quedó vacío.
-Si ustedes insisten, aunque un poco de drama nunca está de más -comento, Katie niega divertida mientras yo me levanto con ganas de buscar otra bebida-. Si me disculpan, regreso después.
A nadie parece importarle el hecho de que me vaya, así que empiezo a dar pasos firmes hacia la casa mientras oigo sus risas al entrar a un nuevo tema de conversación. En el camino, me topo con una cabellera castaña que reconozco al instante: Gabriela.
-¡Hey, Gabs! -la llamo, ella levanta la vista de su celular y me sonríe en forma de saludo. Aunque su sonrisa parece más una mueca.
-Hey, Leah... -saluda sin muchos ánimos, a veces siento que no le agrado mucho. Me pregunto si es cierto o sólo es paranoia- ¿Sabes donde está Axel?
-En un banco cerca del lago, está con Kennedy -respondo, ella hace un puchero involuntario. A nadie le gusta ser la tercera rueda-. Pero si te interesa, los demás están en el muelle.
Eso sí le saca una sonrisa. Guarda su celular en el bolsillo de su chaqueta antes de despedirse de mi con una seña de mano.
-Gracias. -es lo último que me dice antes de irse con prisa en dirección al muelle.
-De nada... -murmuro, aunque sé que es imposible que me pueda escuchar.
Entro a la casa, donde aún están todos los adolescentes alborotados. Puedo ver a Roy entre la multitud, hablaba animadamente con una chica castaña, la he visto en fotos que Roy sube a Instagram; si mi memoria no me falla, ella se llama Bailee. Max estaba sentado al lado de Roy y Bailee mientras intentaba armar un cubo rubik que sabrá Dios de donde sacó.
No veo a Scott ni a Wiki con ellos, sigo buscando hasta verlos a ambos sentados en la parte superior de la escalera. Estaban hablando con tranquilidad, Scott ni siquiera la miraba, pero desde aquí podía ver sus labios moverse cada vez que Wiki terminaba de hablar. No se estaban gritando, eso era bueno.
Sacudo la cabeza, no quería meterme en lo que sea que ocurriera entre ellos. Sigo mi recorrido a mi destino inicial: La cocina. Al llegar ahí, me encuentro con Drew comiéndose unas fresas que había en el refrigerador. Camino hasta llegar a su lado algo confundida.
-¿No estabas a punto de ligarte a una chica de pelo azul? -cuestiono. Él sonríe divertido.
-Así era, hasta que descubrí que tiene 14 años -hace un mohín con los labios. Una carcajada se me escapa al oír sus palabras-. Por Dios, ¡No te rías! Estas niñas de ahora, cuando yo tenía 14 ninguna de las chicas de mi edad se veían así -se queja, llevando una fresa a su boca. Yo niego divertida mientras sigo riendo, era de esperarse que esto le suceda de vez en cuando Drew-. Te daría fresas, pero eres alérgica y no quiero que mueras.
-Gracias por tu consideración -digo irónica. Sacando una botella de whisky de la despensa-. Ya que tuviste una mala noche, ¿Quieres embriagarte con los chicos?
-No, sabes como me pongo cuando estoy ebrio. Digo cosas que no todos deberían saber -sonríe de lado, comiéndose la última fresas-. Realmente preferiría embriagarme sólo contigo. -puedo detectar el tono coqueto con el que lo dice, pero es Drew, no es de sorprenderse. Ruedo los ojos ante su comentario, pero termino encogiendome de hombros.
-Ya que, atrapa -le lanzo la botella de whisky. Drew la atrapa sin mucho esfuerzo. Busco dos vasos de cristal en la alacena-. Vamos al techo, hay buena vista aquí.
-Siempre rezo para no morir cuando voy a un techo contigo estando borracho -comenta-. Nunca se sabe cuando pueda tambalearme cerca de la orilla.
-Tonto. -escucho su risa cuando empieza a caminar.
Llegamos a las escaleras, ahí siguen Scott y Wiki. Ambos guardan silencio cuando nos ven, por lo que sé que ninguno quiere que prestemos atención a su conversación. Pasamos en medio de ambos y seguimos nuestro recorrido por el pasillo. Llegamos a una puerta que estaba al fondo y yo soy quien la abre y muestra unas escaleras que conducen un poco más para arriba. Subimos esas escaleras y Drew abre la puerta que se encontraba al final de estas, finalmente estamos en el techo.
Realmente hace mucho que no venía para acá. Sonrío al saber que no mentí, la vista es hermosa.
La luna en lo alto del cielo y el lago mostrando su reflejo. El bosque que a la luz de la luna dejaba mostrar la belleza de las copas de sus árboles. Las luces artificiales que adornaban el lago le daban un toque de película. Sin duda, el consejo de Leo acerca de tirar luces al lago había resultado a la perfección.
Desde aquí se veía el muelle, así que
-Linda vista -comenta Drew cerrando la puerta-. No creo que nada pueda arruinarla.
-No tientes al mal, ¿Quieres? -comento, él sonríe a mi dirección y camina hacia una esquina del techo. Puedo ver como toma algo que estaba en la esquina: Es una manta. Alzo una ceja en su dirección.
-¿Qué? He venido aquí arriba antes, sólo que de día. Estoy bastante informado de que es más cómodo con una manta en el suelo- Avisa, abriendo la manta sobre el piso. Alza ambos brazos como si hubiera hecho un gran logro- ¡Eureka! A emborracharnos.
Entonces se sienta sobre la manta. Prefiero no decir nada y mejor tomo asiento a su lado. Él abre la botella de whisky y sirve un poco en ambos vasos. Deja la botella de lado.
Ambos tomamos los vasos con whisky y los alzamos, estábamos por brindar.
-Porque soy una perfecta diseñadora de fiestas. -bromeo. Drew rueda los ojos, pero sonríe, parece estar buscando algo serio por lo que brindar.
-Por el hecho de que seguimos siendo amigos a pesar de todo. -habla, entonces chocamos ambos vasos.
-Salud. -decimos al mismo tiempo, cada uno toma un sorbo.
Drew empieza a buscar tema de conversación. Me cuenta que su hermana y su madre estaban de vacaciones en las Bahamas, se queja por el hecho de que no le avisaron hasta tres días después de estar ahí. También me contó acerca de una ex loca que fue a visitarlo al apartamento estos días, agradeció a Dios por no estar en el país y tomó un trago de celebración.
-¿Y qué tal tú? -me mira, llenando mi vaso de whisky- ¿Cómo va todo con Jack?
-Creo que no he hablado con él desde el beso en el parque de diversiones -murmuro, hago una mueca al pensar en eso-. Supongo que sólo fue un desliz por parte de ambos.
-Salud por eso -alzo una ceja hacia él-. Eh, que lo digo porque es un desamor de película.
Niego con la cabeza algo divertida. Pero cuando Drew llena su vaso, ambos volvemos a tomarnos todo el contenido.
-Entonces yo soy un mujeriego reprimido y tú tienes una suerte pésima en el amor, ¿Por qué no podemos ser personas normales? -cuestiona rodando los ojos.
-No lo sé -hago un mohin con los labios-, pero sería cool ser gente con vidas normales. Ya sabes, ir por ahí sin miedo a ser asesinado o a llegar a casa y no encontrar a nadie esperándote. Sería hermoso que nuestra única preocupación sean las notas escolares o universitarias, que carrera vamos a estudiar o a cuál universidad vamos a ir. Tener amistades con las cuales puedes salir sin tener miedo a no volverlas a ver, no lo sé, sería... Lindo.
-Vivir sin miedo sólo es un cuento de hadas, ¿Sabes? -murmura, otra vez llenando su vaso- Todos tenemos miedo a todo, sin importar que tan mala o que tan buena sea tu vida. Estamos en una época del mundo donde puedes ser la mejor persona con todos, y aún así correr el riesgo de ser asesinado sólo porque hay personas que quieren quitarte los dos centavos que llevas en los bolsillos. No somos los únicos que se ponen paranoicos cuando van solos por la calle, tampoco somos los únicos que tienen miedo de no llegar a casa con vida. De hecho, tenemos suerte de tener la valentía de salir con nuestros amigos a pesar del miedo que nos recorre por dentro, ¿Sabes? -toma un trago- Puede que no tengas un asesino detrás de ti, pero igual vivirías con miedo, créeme que lo sé. Diría que el mundo, la vida, o lo que sea es una m*erda; pero estaría mintiendo, todo eso es increíblemente hermoso. Las personas son una m*erda.
Quedo desconcertada ante sus palabras, tengo ganas de aplaudir y brindar por lo que ha dicho. Es la verdad, la pura verdad que tanto me negaba a ver, viví todo el tiempo creyendo de cierta forma que mi vida era más importante que la de varias personas, pero Drew me ha hecho ver que no. Todos tenemos miedo a las mismas cosas, cada uno de nosotros, mi amigo lo ha dicho sin pelos en la lengua. Ha hablado sin detenerse a pensar qué podría salir fuera de contexto y que no, solo se ha desahogado.
Y a eso se refería Drew con el hecho de que dice bastantes estupideces cuando se emborracha. Él no habla estupideces, sólo se desahoga y deja ver su forma de pensar acerca de nuestro mundo y su forma de seguir girando sin importar todo el daño que le hemos hecho, dice la verdad sin detenerse a pensar a quien hiere y a quien no. Cuando Drew se emborracha no tiene miedo de ser quien es, de ser él mismo.
Y por muy absurdo que sea, a Drew no le gusta que nadie (Además de Katie o yo) pueda conocer ese lado de él. Él dice que cuando todo mundo sabe lo que piensas y el como ves las cosas, eso te hace vulnerable.
No hay que molestarse cuando alguien te diga doble cara. Hay que aceptarlo, es la verdad, todos de alguna forma tenemos dos personalidades, cada quien es hipócrita a su forma. Por ejemplo, no vengas tú a decirme que la cara que le muestras a un desconocido es la misma que le muestras a tu mejor amigo.
Palabras de Drew en nuestro primer año de amistad, nunca las olvidaré. Me las dijo un día que estaba enojada con un chico que me insultó por ser "Doble cara", según él.
-Leah, ¿Tengo algo en la cara? Te me has quedado viendo como boba durante diez minutos -su voz me recuerda a la realidad. Sacudo la cabeza algo distraída, eso lo hace reír- ¿En qué pensabas?
-Solo estaba recordando algunas cosas -respondo, Drew asiente comprendiendo mientras vuelve a llenar los vasos. Ya llevábamos más de la mitad de la botella en todo este rato-. Drew, ¿Puedo hacerte una pregunta?
-Ya la hiciste -contesta, vuelve a reír cuando se da cuenta de mi mala mirada-. Vale, vale. Haz la pregunta, princesa.
-¿Por qué somos amigos?
-Es una broma, ¿No?
-No, es en serio -Drew frunce el ceño sin entender mi pregunta, no le encuentra el sentido a mis palabras-. Quiero decir, no soy la persona más inteligente del mundo, tampoco soy la más entendible. Un día digo sí y al otro digo no, acepto que de vez en cuando soy bastante estúpida y suelo aferrarme a cosas tal como una niña. Me refiero a que realmente soy patética, mientras que tú eres alguien sumamente genial con una forma perfecta de ver el mundo aunque la oculta.
Drew entiende, vuelve a tomarse el vaso de whisky antes de responderme, parece estar buscando las palabras correctas para expresarse.
-Leah... -empieza a hablar finalmente-. Es la pregunta más estúpida que he escuchado -bromea, pero luego vuelve a ponerse serio-. Hablando en serio, puedes hacerle la misma pregunta a cualquier otro de los chicos sentados en el muelle y todos te dirán lo mismo que yo. Puede que no seas la más inteligente, puede que al igual que todos tengas tus arranques de idiotez, también puede que a veces te creas bipolar o algo, pero eres una persona que aún con todos esos hechos sigue siendo genial. Eres carismática, divertida, valiente, eres todo lo que se necesita en una chica. Darías lo que fuera por el bienestar de las personas que amas, esa es tu virtud más admirable, Leah Carter -sonríe de lado- Por eso es que somos amigos, por eso es que me gustas.
Y entonces se acerca a mí con lentitud, no retrocedo ni intento que se aleje. No sé si es el alcohol en mi sistema o qué otra cosa, pero quiero que poco a poco la distancia que hay entre nosotros se extinga.
Lo quiero, lo necesito.
Drew se detiene a pocos centímetros de mis labios, su vista viaja de mi boca a mis ojos, parece estar pidiendo permiso para poder cometer una locura de la cual nos arrepentiremos luego. Al no obtener un no como respuesta, termina cortando esa poca distancia que nos separaba.
Sus labios impactan contra los míos, son suaves, mejor a como los recuerdo de hace años. Pronto estos empiezan a moverse en sincronía con los míos y el beso va más allá que un simple pico.
Entonces es cuando todo lo anterior pasa al olvido. Ya no me interesa D.A., ni Jack, tampoco Chad con sus bobas teorías o Scott con sus insultos, no me interesa la ventana rota ni los adolescentes alborotados.
Ni siquiera me interesa donde carajos podrían estar Julie, Charlie o cualquiera de la familia Austin. Sólo me importa este momento perfecto, en el sitio perfecto y con el chico casi perfecto.
Pero todo lo bueno termina, el aire empieza a hacer falta y Drew separa sus labios de los míos. Me observa a los ojos sin saber que decir con exactitud, ambos nos quedamos en silencio. No era un silencio incómodo, era un silencio perfecto, donde ambos sabíamos que estábamos bien con el otro, aún si esto no se llegaba a repetir.
Entonces, ese lindo momento es interrumpido por los gritos del muelle. Es Ludy, se está levantando furiosa y le grita varios insultos a Adam, mi amigo le responde a gritos que se calme y hablen como personas civilizadas, pero Ludy no parece querer escucharlo.
Al matar el momento, caigo en cuenta de lo que ha pasado. Acabo de besar a mi mejor amigo, según mis conocimientos él ni siquiera me gusta... Por Dios, ¿Qué hice? ¡Me dejé llevar por el alcohol y el momento!
-Leah, yo... -intenta hablar al darse cuenta de que me he puesto bastante incómoda. Yo trago saliva y niego rápidamente con la cabeza.
-No, déjalo, está bien -me apresuro a interrumpirlo-. Este... Yo tengo que ir a mi cuarto, ¿Ok?
-Necesitamos hablar sobre esto. -insiste, pero yo ya me estoy levantando de la manta.
-Sí, lo sé, pero ahora no me parece el momento. -es mi excusa, camino hacia la puerta.
-¿Cuándo será el momento? -lo oigo preguntar fastidiado. No respondo, es algo que ni siquiera yo puedo saber.
Siendo mi único sitio de escape ahora, corro hasta llegar a mi cuarto. Me apresuro a sacar la llave de los bolsillos de mi short para abrir la puerta. Suelto un suspiro de alivio cuando ya estoy dentro, es el único lugar donde estoy a salvo de todos y de todo.
Mis ojos exploran la habitación hasta llegar a mi cama, mi tranquilidad se desvanece en cuanto veo la pequeña caja que hay sobre el colchón. La tapa de ésta tenía las letras D.A. escrito en tinta roja, me dio escalofríos ver aquello. Este asesino llevaba más de un mes sin dar señales de seguir con su plan, entonces ¿Por qué ahora?
Con todo el miedo del mundo, camino hacia la cama y tomo la caja. Mis manos tiemblan, mis ojos repentinamente están llorosos y el miedo recorre cada partícula de mi cuerpo. Quiero gritar. Sin soltar el objeto, me siento sobre la cama preparándome mengslmente para lo que se venía.
Entonces, abro la caja.
N/A:
¡Holaaaa!
¿Cómo están?
¿Me extrañaron?
Yo sí los extrañé un montón ❤
Vale (Ah, la española), lo admito, los tengo abandonados :( Pero lo que pasa es que de repente parece que tengo vida social y pues ajá, no tenía tiempo para obligar a la inspiración a llegar.
Pero ahora sí, prometo que le pondré ganas, porque realmente me duele verlos con ganas de más y yo nada que nada. Así que me puse a escribir cada detalle de los capítulos en una nota, qué iba a ocurrir capítulo por capítulo, así después no se me funde la cabeza pensando en qué cosa debo escribir en qué cap.
Otra cosa es que me he dado cuenta que dejo que el tiempo pase porque realmente no tengo una fecha establecida para actualizar, así que quiero que ustedes me pongan una. Quiero actualizar un capítulo por semana, así tal vez me pongo las pilas aquí.
Así que ustedes deciden, el día más votado gana (Ya tengo otro capítulo escrito que pienso publicar en el día ganador para avisarles los horarios).
¿Qué día de la semana quieren actualización de #EENF?
Sean serios, no quiero que vengan a responder: TODOS LOS DÍAS.
Ahora, regresando a la rutina, me toca agradecer.
¡GRACIAS POR LAS 206K LECTURAS Y LOS 15.7K VOTOS, TAMBIÉN GRACIAS POR TODOS LOS COMENTARIOS!
Ustedes en serio que me alegran el corazón, sin importar cuánto tiempo pase nuestra familia sigue creciendo ❤
Ahora vamos con las preguntas.
¿Les gustó? ¿Qué les pareció? ¿Qué opinan del Drew coqueto? ¿Qué opinan del Leo celoso? ¿Por qué Ludy estará molesta? ¿Por qué a Drew y a Leah les encanta emborracharse? ¿Qué opinan acerca de las palabras de Drew sobre el mundo? ¿Son #Dreah o #Jeah? ¿Qué creen acerca de ese beso? ¿Por qué discutían Ludy y Adam? ¿Qué había en la caja?
¡Todo esto y más en #EENF, no te lo pierdas!
Capítulo dedicado a: kimyarriaga.
Pregunta para la dedicación del próximo capítulo: Si pudieras salvar a un personaje de la muerte, sólo uno ¿A cuál salvarías?
Quiero advertir que no he editado el capítulo, cualquier falta de ortográfica o gramática se arreglará dentro de poco (Favor de avisar si encuentran alguna, eso acelera el proceso).
Sin más que decir, me despido.
Hasta luego, los amo ❤