Evanna:
"No quieras meterte conmigo, Evanna"
Sacudo la cabeza tratando de quitarme las palabras de mi cabeza, es mi primer día y ya hice un extraño enemigo.
Solo espero no cruzármelo por los pasillos el resto que queda del año.
Me detengo justo en la puerta y tomo una respiración profunda antes de ingresar al salón, tengo Administración la primera hora y estoy nerviosa por todos estos cinco años que estaré aquí.
Tras despedirme de mi lado cobarde, ingreso y el lugar está lleno, no casi nada de asientos vacíos, empiezo a buscar uno y cuando recorro la habitación con mi mirada hasta que no hay un rincón que no haya visto, lo veo.
Ese chico está aquí.
Y está mirándome.
El nerviosismo se apodera de mi cuerpo y veo una sonrisa aterradora marcar su rostro cuando paso saliva.
Genial ,he puesto en evidencia mi cobardía.
Rápidamente busco un asiento libre, pero por alguna razón el único vacío es el que está delante de él y el cual está muy atrás, los asientos a sus costados están lleno, pero a una larga distancia de la suya.
Es mi primer día, se supone que estaría adelante.
Me muerdo los labios mientras veo sus ojos sobre en mí, mi corazón se acelera con miedo y cuando estoy a punto de tomar una decisión, la docente ingresa por la puerta.
Me observa confundida.—¿Y usted que está haciendo?
—¿Qué?
—¿Vas a tomar asiento o no, señorita?
Mis mejillas se acaloran y todos los ojos están en mí, no solo los de él.
Avergonzada y ocultando mi rostro de tomate, voy hacia él, evito mirarlo por más que sé que esos ojos penetrantes están alrededor de mi cuerpo , mi corazón está a punto de salirse cuando me paro en frente y cuando creo que todo no podía estar peor, lo es al ver que tiene el pie apoyado en el fierro de mi asiento.
Obligada lo miro, sus cejas se alzan y sin decirme nada y volviendo las cosas fáciles, retira el pie para luego darle un leve empujón a la silla.
Tomo asiento y la primera hora es realmente frustrante, siento su mirada en mi espalda todo el tiempo, en cierto momento cometo el error de girarme para comprobarlo y efectivamente está haciéndolo.
Lo he mirado.
Ahí va mi orgullo.
Esto no puede ser peor.
—De acuerdo, necesito que todos formen grupos , como mínimo de dos.
Error , si puede ser peor.
No conozco a nadie.
Todos se miran sin saber que hacer hasta que la docente da un fuerte aplauso para despertar a todos, los murmullos se escuchan mientras comienza a formar grupos y yo paso mi mirada de uno a otro buscando con quien hacer el trabajo.
—De acuerdo, ustedes son el grupo1.—Habla ella, acercándose a cada grupo, les pone un número a cada uno y cuando me ve sin hacer nada, extiende los brazos como si me dijera "¿Que estoy esperando?"
Ella señala detrás de mí.
Ay no..
Me vuelvo hacia el incomoda y aún tengo sus ojos observándome, tampoco tiene grupo, es más, por alguna razón nadie quiere hacer grupo con él o eso parece.
Aunque después de lo que pasó esta mañana no lo dudo.
Me trago el nudo en mi garganta.
"Esto se siento como Edward y Bella, pero de forma horrible"
—Escucha, a mí tampoco me agrada esto. Pero.,, necesito un compañero y. —Miro a ambos lado.
Y como nadie quiere ser tu compañero.
—Y necesitas una compañera.—Hago una pausa. —¿Podemos solo llevarnos bien hasta que acabe este último año?
El timbre de cambio de hora suena y se levanta dejándome con la palabra en la boca, ni siquiera se queda para escuchar a la profesora decir cuando hay que presentarlo y cuando voy en su búsqueda después de escuchar todo lo importante, no lo encuentro.
Llego a mi segunda clase tarde por quedarme a discutir mi "Situación" con la docente, no me da la oportunidad de hacer el trabajo sola y dado que los grupos ya están llenos no me queda de otra que buscar al chico del que aun desconozco su nombre.
Este no es el primer día de clases en la universidad que esperaba.
¿Todo el año va a ser así de difícil?
(*)
—Extraño la escuela. —Murmura Hailee.
Ahogo una risa a pesar que yo la apoyo.
—Era más fácil, no había tantas preocupaciones.
—No creo que tu día haya sido más difícil que el mío. —Menciono recordando a mi compañero, quien aún no sabe que es mi compañero.
—Eso lo dices porque no estuviste en mis zapatos.
Le doy un sorbo por la pajita a mi bebida de naranja, Hailee también le da un sorbo a su jugo de fresa.
—Me sacaron a resolver un problema y me quede helada, lo peor es que si sabía resolverlo.
Suspira.
—Necesitaba a mi mejor amiga.
Sonrio.
—¿Por qué no elegiste contabilidad?
—Porque me gusta administración, ya lo dije. —Le doy otro sorbo y mientras la escucho seguir quejándose, mis ojos se detienen en ese chico.
Freddy llega a nosotras después de esperarlo más de 10 minutos en la salida.
—¿Nos vamos?
—En realidad.. creo que, vayan ustedes.
—¿Qué? ¿Eva?
Soy rápida yendo en su dirección, boto la botella en un basurero de camino y me detengo cuando veo al tal Peter con el que se acostó Hailee y quien está acompañado de su novia.
—Mathew ¿Vienes con nosotros?
Mathew..
¿Así se llama este capullo?
Por primera vez veo una sonrisa nada escalofriante en su rostro, pero cuando me ve se detiene y su mirada vuelve a ser seria.
En poco tiempo también soy la atención de sus dos "Amigos", pero esta vez me olvido de mi vergüenza.
—Creo que te veré después. —pronuncia el tal Peter, tira de la mano de su novia y me da una ultima mirada. —Vamonos, Simon.
Aparto la mirada de ellos cuando veo al ahora Mathew ingresar a su coche y antes de que le ponga seguro abro la puerta del lado de copiloto y sin dudarlo me meto dentro.
Probablemente es lo más estúpido que he hecho.
Sus ojos se abren y enfado más que innecesarios en el.—¿Qué coño haces?
—Vas a escucharme, Mathew.
Se sorprende un poco cuando me escucha llamarlo por su nombre.
—Se supone que mi primer año debe ser excelente.
Sus ojos me muestran molestia.—¿Y se supone que eso debe importarme porque ?
—Porque somos compañeros de cursos y no voy a permitir que el primer año me vaya mal porque por alguna extraña razón me odias y no quieres formar grupo conmigo.
Sus ojos vuelven con sorpresa.
—Así que no me importa lo que tú quieres, vas a ser grupo conmigo, Mathew.
El silencio inunda entre nosotros.
—Tienes agallas para venir hasta aquí y decirme eso.
Por dentro me estoy haciendo pis.
—Bien.
¿Bien?
Me sorprende lo fácil que lo ha aceptado.
—Pero hagamos algo antes.
No me gusta a donde va todo esto, pero ya arrancó el coche.