Ahí estaba ella, esperando sentada en un banco cerca de un parque para niños pequeños. Miró la hora por quinta vez al ver que el chico se había atrasado media hora, y en más de una ocasión pensó en levantarse e irse a su casa, pero se daba ánimos a sí misma diciendose que al chico al que estaba esperando era Bokuto Kōtarō.
____ recordaba cómo su senpai le había pedido aquella "cita" hace cinco días; cuando ella se disponía a saludarle por educación, él le pidió una cita, así tal cual. Ella aceptó encantada, claro estaba.
Como pasa-tiempo, ____ se puso los cascos y empezó a escuchar música de mientras que esperaba a Bokuto. Apoyó el codo en la rodilla derecha y no pudo resistirse a imaginarse de nuevo la petición de su senpai.
☀☀☀
____ recordó aquella mañana como si fuera más calurosa de lo que tendría que ser para estar en primavera. Ella descansaba en los pasillos del instituto acompañada de dos de sus amigas mientras miraban por la ventana discutiendo sobre los arboles de cerezo.
—Hey, ____-chan. ¿No es ese el chico del que tanto hablas?— preguntó una de ellas. ____ miró por encima de su hombro y vio la musculosa figura de su senpai caminar en su dirección. No pudo evitar pasar la mirada por sus antebrazos, cuales estaban al descubierto ya que tenia las mangas remangadas de una manera algo desastrosa. Él caminaba con paso firme, sacando pecho y con un pequeño sonrojo en las mejillas.
—¡____-chan!— gritó Bokuto una vez que estuvo delante suya. Había ocasiones en las que él tenía la costumbre de acercarse mucho a la chica cuando iba a hablar con ella, y esta era una de esas ocasiones. Hacía aquello ya que Bokuto le sacaba una cabeza a ____, y desde su altura, ella se veía más adorable y delicada de lo que ya era. A Bokuto aquello le encantaba y le hacía sacar su lado más protector.— Hoy te ves muy bien.— comentó mirándola a los ojos.
—M-Muchas gracias, Bokuto- senpai...— susurró ____ intentando ocultar su sonrojo mirando hacia las baldosas del suelo. El joven peli-gris se dio cuenta de aquello y agarró la barbilla de ella delicadamente para luego hacer que le mirase a los ojos. Los de ella brillaban a más no poder, al igual que los de él. Se olvidaron por completo que tenían espectadores a sus espaldas observando aquella escena de película.
—____-chan... ¿Te gustaría tener una cita conmigo...?-- susurró él.-- ____-chan... ¡Hey, ____-chan!
La joven salió de su recuerdo por los suaves zarandeos de Bokuto, cual estaba sentado a su lado en el banco; no se había dado cuenta en el momento en el que Bokuto la había llegado.
—Te habías quedado enbobada mirando a la nada.— dijo él riéndose levemente por la sonrisa timidilla de ____.— ¿Nos vamos ya?
☀☀☀
La cita estaba prevista para pasar el día en la playa. Desgraciadamente, a ____ se le olvidó su toalla en casa junto con su libro para leer si en un momento dado Bokuto acababa durmiendose en la toalla.
De todas maneras, ya era demasiado tarde cuando ella se dio cuenta de esto, ya que habían llegado a la playa. A Bokuto no le supuso ninguna molestia compartir su toalla con su querida Kohai; es más, estuvo hasta agradecido de que ____ fuese un poco despistada.
No fue mucho el tiempo en el que estuvieron en la toalla preparando y acomodando las cosas, puesto que las constantes insistiones de Bokuto por ir al agua la habían convencido.
Bokuto en el agua era más tranquilo de lo que ____ se esperaba. No hizo más que nadar boca arriba, dejarse flotar por el agua y salpicar de vez en cuando a la chica cuando ella lo hacía. Eso sí, aunque esto suene aburrido, ____ se lo pasó genial, ya que en todo momento, Bokuto hablaba con ella de todo y de cualquier tema. Sentía que ahora tenía aún más confianza y cariño en él, y el sentimiento era mutuo.
Las tripas de ambos jóvenes fueron las causantes de que se saliesen del agua para comer el almuerzo que habían preparado. Comieron tranquilamente mirando las preciosas vistas al mar; los movimientos de las olas tranquilizaban al peli-gris, haciendo que sus párpados se cerrasen poco a poco. ____ se dio cuenta de aquello y con una sola seña indicó a Bokuto que apollase la cabeza en sus piernas. Sin dudarlo dos veces, cuidadosamente descansó la cabeza en los muslos de ella.
Lo malo ahora que Bokuto era que no se podía dormir, pero tampoco se podía despertar tan rápido porque pensaba que ____ pensaría que era un pervertido.
Un poco exagerado, ¿verdad? Él también lo pensaba.
Estuvo una hora allí, haciendo de vez en cuando algún que otro ronquido para disimular que estaba dormido. Mientras, ____ estuvo los primeros veinte minutos tan rígida como una piedra para no despertar a Bokuto. Los siguientes diez minutos, estuvo haciéndose una película de ella y su Senpai en una relación sentimental; ella agarrada de la mano de Bokuto, dándose besos... Típico cuento de hadas. Al final la joven acabó dormida con una pose un tanto extraña.
Bokuto se "despertó" pocos minutos después de que ella se durmiese y la observó durante un corto período, suficiente para saber que había sido el mejor día de todos. Y lo sería mejor aún cuando este le confesase sus sentimientos y ella dijese que sí.
Él estaba muy confiado de si mismo y de que la respuesta de ella sería positiva.
Al joven se le ocurrió una de las ideas más ingeniosa que se le había pasado por la cabeza. Cuidadosamente, se levantó, acomodó a ____ en la toalla y salió corriendo hacia la arena para empezar con su plan.
Una hora más tarde, ____ se despertó de la siesta con más energías que antes. Se extrañó un poco cuando no vio a Bokuto en su regazo, o en la toalla. Sólo le hizo falta levantar la vista y mirar hacia la puesta de sol y ver a Bokuto dentro del mar con el agua por la cintura, mirándola con aires seductores. Haciendo una seña con la cabeza, convenció a ____ para que se levantase y poco a poco se fuese acercando a él.
Cuando estaba a unos metros del agua, vio que sobre la arena había un mensaje escrito con una bonita letras de enorme tamaño. Ante de leerlo, miró a Bokuto, cual agrandó la sonrisa cuando vio el rostro confuso de ella. La joven se dispuso a leer las letras que ponía en la arena;
<<____-chan, te quiero demasiado como para dejar que suspires por otro chico.>>
Después de leer aquello, ____ pasó la mirada de Bokuto al texto cinco veces, atónita y eufórica sin saber que decir o hacer más que mirar a Bokuto boquiabierta.
—¿Qué dices, ____-chan? ¿Me dejas ser el único chico por el que suspires?— preguntó él extendiendo ambos brazos, esperandola. Como él tenía previsto, ____ llegó hasta los brazos de Bokuto y disfrutó de su calor durante unos cuentos minutos mientras apreciaban desde el agua la puesta de sol.