Enfermizo

By Hope_AR

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Leonardo Miller es un empresario reconocido: Arrogante, soberbio, atractivo, prepotente y controlador ¿todo u... More

Enfermizo
Prólogo
Uno
Tres
Cuatro
Cinco
Seis
Siete
Ocho

Dos

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By Hope_AR

Capítulo Dos

Comprometida.

Comprometida.

Estaba comprometida.

La sangre le hervía con cada segundo que pasaba. Él la estaba tocando a su mujer y eso tendría serias consecuencias.

Su barba estaba apoyada en el hombro de cara. Era un hombre alto de cabellos castaños que caían al frente y alrededor de su cara, sus ojos eran azul igual que los de Kara. La única diferencia es que los de el eran un azul sumamente oscuro. Tenia una sonrisa en su rostro que se esfumo al ver las flores. Su gesto se formo serio, se puso recto dejando a la vista su tonificado torso. Leonardo se tenso al ver que este no traía camisa, la furia lo consumía aun mas si fuese posible.

-Nicholas Brooks- Le tendió la mano a Leonardo, este por cortesía la tomo dándole un fuerte apretón-  Soy el prometido de Kara- se inclino para depositar un beso en la frente de la susodicha- ¿Usted es?

- Leonardo Miller, poderoso empresario- dijo tomando una pose retadora.

-¿Y que desea?

-A su prometida.

Nicholas cerro los puños en un intento por contener la ira pero fue inútil. Se escucho el crujido cuando el puño de Nicholas impacto contra la nariz de Leonardo, la sangre comenzo a brotar. Nicholas no tenia ni idea del error que acababa de cometer, fue el primer pensamiento de Leo. La quijada de Kara estaba totalmente descolocada por el asombro. Leonardo se acerco y le devolvió el golpe, Nicholas cayo al suelo cuando Kara vio las intenciones de Leo de querer subirse sobre su prometido para proporcionarle mas golpes. Ella se interpuso.

-¡Basta!- Grito la chica de los zafiros.

 Leonardo rió mientras limpiaba con su mano la sangre que aun fluia, el descaro de este era sumamente impactante.

-Te ves hermosa hoy- Nicholas tomo impulso para golpear a Leonardo nuevamente pero Kara lo detuvo. 

-Leonardo retírate- rugió Kara temiendo por lo que podía llegar a ser capaz ambos individuos.

-Solo porque tu lo pides, hermosa. Pero créeme cuando digo que sabrás de mi pronto. Mejor dicho sabrán. 

Leonardo se alejo después de haberle guiñido un ojo a Kara. Los nervios de esta estaban de punta, sabia lo que un hombre con los problemas de Leo era capaz de ver hacer, diablos, si estudio psiquiatría, había visto tantos casos el miedo la estaba consumiendo por completo.



****

-Déjame ver- Kara se acercó a su novio con una bolsa de hielo que colocó sobre el ojo palpitante de Nicholas. El ojo compensaba a inflamarse.

-¿Tienes algo que contarme?

Kara comenzó a balancearse de un lado a otro. El nerviosismo no le daba tregua. Ella siempre fue una chica tímida y callada aunque muy segura de sí misma, con opinión propia.

-¿Que quieres saber?- pregunto ella un poco más calmada. Se sentó a su lado en el sillón con el rostro apoyado en su mano.

-Todo- Nicholas estaba serio. Pero no porque desconfiara de su prometida, si no más bien del causante de su ojo palpitante. Él confiaba ciegamente en Kara. El amor de ambos era genuino, puro y leal. Ambos se consideraban afortunados por tener un amor como el tenían.

Kara resoplo ganándose de valor. No tenía ni idea de por donde comenzar así que lo hizo desde un principio.

-La licenciada me presento el caso de Leonardo hace unas semanas. Desde que me mostró el expediente estaba intrigada, su historial clínico es usual aunque no lo parezca. Lo que no es usual es que alguien con tantos problemas maneje una empresa de esa magnitud- bajo la mirada y comenzó a jugar con sus dedos- Acepte ser quien lo atendiera. Quería saber en que nivel psicológico se encontraba... Sólo lo e visto una ves Nicko te lo juro, sólo lo vi el día de la consulta. No contaba con que se iba a..

-¿Obsecionar?

-No. Bueno si... Te amo y jamás siquiera Sr me a cruzado por la cabeza serte infiel- se giró a verlo perdiéndose en esos ojos azules que tanto amaba.

-Lo se, confió en ti Cariño siempre lo e hecho. Pero no confió en ese tipo, tú misma lo viste vino aquí con esas patéticas cosas que te dan alergia. ¿Y como consiguió tu dirección?

-Es rico, el mundo se mueve a través del dinero.

Guardaron silencio. La pareja tenía una manera pecualiarmente diferente de ver el mundo, eran personas de mente abierta, dispuesta a los cambios. Detestaban los prototipos que la sociedad creaba. El hecho de que ambos fuesen psiquiatras influirán en gran parte de sus pensamientos.

Nicholas estiró su mano para atrayendo el cuerpo de Kara al suyo, está hundió su cara en el pecho de su prometido, absorbiendo su olor. Nicho depósito un beso en la cima de su larga cabellera. Como acto reflejo ella se estremeció. Estaba asustada, comenzaba a plantearse la pregunta de que si había sido buena idea aceptar atender a Leonardo. Tenía miedo porque sabía que si Leonardo de verdad se había obsesionado con ella, no habría vuelta atrás. Los sentimientos de los esquizofrénicos son diferentes, son más intensos y contrario a lo que podrás estar pensando, esto no es bueno siempre. Ellos suelen idealizar un amor que está muy lejos de ser lo que ellos creen. Usualmente tienen alucinaciones de momentos falsos al lado de la persona amada. Si Leonardo se había enamorado de Kara no iba a descansar hasta tenerla a su lado.

-¿Él Príncipe siempre protege a la princesa,cierto?- Nicholas se tenso, tenía tiempo de no decir cosas de ese estilo- Soy una princesa- se separó de su prometido le sonrio. Sé levantó y comenzó a dar vueltas simulando que tenía un vestido largo- tu eres mi principe. Se no dejarías que me ocurriera nada malo.

Y así sería se prometió Nicholas a si mismo. No dejaría que nadie lastimara a su princesa.

-Claro que eres mi princesa. Ven acá vamos a ver una película- palmeo un lugar en el sillón para que ella volviese a sentarse junto a él. Encedio el televisor.

Kara aveces solía tener momentos en los que su realidad se alternaba. Solía decir cosas que evidentemente no eran así pero que al fin y al cabo tenían algo de cierto y cruda realidad. Eso a él siempre le encanto de ella, a diferencia de muchos no la vio como una chica defectuosa sino más bien virtuosa.

De pequeña siempre hacia comentarios por el estilo sus padres lo tomaron como normal al principio. Luego solía hablar sola, decía que lo hacía con sus amigos(imaginarios). Pero ¿que niño no tiene amigos imaginarios? Sus padres siempre la reprendieron, inundandola de medicamentos. Se forzó a ocultar su verdadera escensia. Sus amigos imaginarios siempre estuvieron ahí, pero ella fingia que no lo estaban. Los niños en la escuela se reían de ella, y la tachaban de loca. Pero aún así ella nunca permitió que los comentarios negativos influenciaran en sus decisiones. Salió a delante, estudio psiquiatría para ayudar a las personas que muchos decían era como ella, para demostrar que esos problemas no se superan con medicamentos si no con amor, cariño y sobre todo comprensión. El mundo está plagada de gente negativa y con malos sentimientos. En la Universidad resivio comentarios duros como: "Una loca tratando más locos" . Pero la verdad es que la realidad de Kara nunca afectó en su vida cotidiana. Sus pensamientos eran tan inocentes como ella.

La pareja se conoció en el segundo año de la Universidad. Kara era deslumbrante y no sólo físicamente si no también emocional. Su forma de ver el mundo Nicholas, desde entonces sus cuerpos y almas fueron inseparables.




****

Una semana había pasado ya desde aquel fatídico encuentro en la casa de su Kara. Ese idiota debía estar loco para atreverse a tocar una mujer que era de él.

Las labores se habían vuelto un caos. La concentración no aparecía sin embargo miles de imágenes de Kara llenaban su mente. Todo lo que veía u oía terminaba llevándolo a una sola cosa: Kara.

Esa semana había sido de las peores. Su monótona y aburrida vida era un caos. El Miércoles tuvo una reunión con inversionistas. Las palabras fueron forzadas, nada fluia. Sólo desea estar en un lugar entre los brazos de su amada. Pero debía esperar, ser paciente sólo así obtendría su objetivo. La paciencia y la perseverancia serían sus mejores aliados en esta batalla. Sólo podía haber un ganador, y sería él.

Leonardo llamó a Amber para que se hiciera presente en su oficina. Segundos después Amber se encontraba pasando por la puerta de la oficina de Leo.

-Si señor- trataba de sonar lo más fría posible. Pero lo cierto que es no lo iba a olvidar de la noche a la mañana. Ella se había enamorado de ese hombro de apariencia dura e implacable, pero tan débil y frágil por dentro. Le era sumamente difícil actuar con indiferencia ante él.

-Necesito que me traigas toda la información que se pueda encontrar de este hombre- Leo deslizó sobre el escritorio una foto de un atractivo de unos veinticinco años. Cabello Castaño y ojos azules profundo. Era Nicholas Brooks- contrata un detective privado, quiera saber que hace cada momento del día, lugares a los que recurre, con quien lo hace. Quiero saber todo de el. Y cuando digo todo es todo Amber. También quiero que investiguen los lugares a los que acude Kara.

-¿Kara?- ¿su Kara? Se pregunto Amber mentalmente.

-La Doctora Willians- rodó los ojos- Quiero que el trabajo del detective sea rápido, contreto y sobre todo silencioso, nadie puede ni debe enterarse que los e estado investigando.

-Como usted diga, Señor.

Miles de preguntas se formaban en la cabeza sé Amber, ella misma temía de lo que pudiese llegar a hacer ese hombre en un estado que nadie había visto antes.

-Y Amber- la joven se giró para verlo.

-¿Si?

-Necesito que vallas hoy a una de mis cabañas. Está en las afueras de Londres. Mi chófer te llevará hasta ahí. Aquí está la llave- deslizó la llave hasta depositarla en las manos de Amber. La susodicha está en el tono más fuerte del color rojo que pudiese existir.

-¿P-para que?

Una sonrisa pícara se desplazó por los labios de Leonardo.

-Necesito que lleves puesto esto.

Leo le entregó una caja color plata. En ella se encontraba un hermoso vestido púrpura. Del mismo color que el que llevaba Kara el día de la consulta. Las mejillas de Amber estallaron en tonalidades carmín. Sin decir más Amber se retiró del lugar con la llave en su bolsillo y la caja en sus manos. Y aunque su interior luchaba por rechazar tan tentadora oferta sus labios no eran capaces de pronunciar respuesta alguna, Amber estaba perdida y cayendo cada vez más bajo que la anterior. El deseo por su jefe la estaba consumiendo y eso le costaría caro.

La noche había llegado. Leonardo estaba ya en la cabaña esperando a que Kara llegará.

Amber estaba sumamente nerviosa. Aunque todo su ser le decía que no, se había enfundado en ese pegado vestido púrpura, se había maquillado y subido al coche que la llevaría hasta ese lugar. Con las Palmas sudorosas deslizó la llave a través del cerrojo y abrió la puerta. Se adentró en el lugar. Era una hermosa caballa las luces estaban apagadas. Lo único que iluminaba el lugar eran unas velas aromáticas. El corazón de Amber se calentó ¿hizo todo esto por mi?¿se ha dado cuenta de lo mucho que lo amo? Y aunque aveces el amor puede ser un mecanismo de fuerza, también puede causar ingenuidad. Todo depende de el amor que te tengas a ti mismo.

Amber camino hasta la sala. Ahí sus ojos se encontraron con los de Leonardo. El hizo una seña con la mano para que se acercara. Ella hizo lo que este le pidió. Leo le tendió una peluca de color Castaño y unos pupilentes azul zafiro. La cara de horror de Amber era digna de una escena de terror.

-Pontelas- ordeno. Leonardo al ver que está no reaccionaba decidió probar un método más convincente.

-Por favor hermosa.

Amber se sacudió. El nunca había usado un adjetivo que fuese agradable, siempre era seco y frío. Se encontraba entre la pared y la espada. En contra de todas sus convicciones como mujer y como persona. Cedió, se dejó llevar por unas dulces palabras que muy pronto se transformarían en veneno para su corazón.

Se puso la peluca y los pupilentes, el parecido con Kara era más del que podía esperarse viniendo de una chica con rasgos muy diferentes.

Leonardo la atrajo, la sentí sentó en su regazo y comenzó a besarla, al principio era lento y apasionado depositando cada gramo de sentimientos sobre su piel. Amber resivia con gemidos y jadeos. Sus labios abandonaron su boca para abrir paso a que el ajustado vestido saliera, quito el broche. Subió el vestido por sus muslos, a través de su estómago hasta que pasó por su cabeza.

Hizo un camino de besos hasta el Valle de sus senos. En cuestión de segundos fue despoja de su sostén y bragas. Beso desde sus senos hasta su vientre, su espalda se arqueo. Las prendas de el volaron por el lugar. Sin dudativas se hundió en ella. Comenzó a embestirla. Kara ese estremeció cuando llegó a su punto máximo de placer. Segundos después Leonardo también tuvo su orgasmo. Se arecostaron sobre su pecho, escuchando los rápidos latidos de sus corazones.

-Te amo Kara- un silencio sepulcral se escuchó. Sólo el ruido del corazón de Amber rompiéndose.












****Atención:
1.si eres un lector fantasma ¡alto ahí!. Si en verdad te está gustando la historia, por favor házmelo saber por medio de votos y comentarios ustedes son los que me animan a seguir. NO A LOS LECTORES FANTASMAS. 

2.Él guapísimo Nicholas Brooks en la foto de multimedia

3.Disculpenme si encuentran errores ortográficos. No tuve tiempo de corregir el capitulo****

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