Canta, diamante amargo, canta.
Canta para mi.
Canta para calmar el ardor de mi corazón.
Canta para que me adormezca la razón.
Canta para que el sueño vuelva a ser mi señor.
Canta, muñeca vestida de ilusión blanca, canta.
Canta para mi.
Canta para que los miedos se vayan.
Canta para que el fuego se apagué.
Canta para que las hormigas dejen de subir.
Canta, musa de los adictos, canta.
Canta para mi.
Canta para que los futuros no pesen.
Canta para que el presente no tiemble.
Canta para que el pasado sea limpiado.
Canta para que los ojos sean cerrados,
para que la noche no me juegue a los dados,
y para que mis ansías no me acaben matando.
Canta, dulce mentira, canta.
Canta para mi.
Porque nos vamos gastanto,
nos vamos evaporando.
Canta para que mis latidos sean calmados.
Canta para que tu voz me arrulle y tus ojos me vuelvan tu esclavo.