Viernes

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Ruido de avispas amarillas,
chocan unas con otras dentro de la lata de sardinas.
Pegajosos, olorosos, grasosos;
avispas condensadas y cerdo a la parrilla.

Oídos sordos de melodía,
llenos de avispas.
Compacta emoción de melancolía.

Calles verdosas y ardientes por llevarte a uno de sus infiernos.
Sincero sentimiento de aquel que dice leerte y conocerte como tu conoces a tu vientre.

¡Ay, pobre de ellos!
Que sin esperanzas esperan verte.

Avispas molestas y groseras,
no entienden que uno duerme.
Te rayan el rostro con sus pies desnudos y exijen que te unas a la comparsa de la ezquina de Perón.

Ruido insoportable se instala en la razón,
piadosa alma acomplejada.
Mírate...
Te tuerces en lamentos que no lamentas.
Y le sonríes a la lluvia que quema,
mientras dentro tuyo rugen las sirenas.

Lata abrazadora,
avispa habladora;
se callan, se callan,
hablan, hablan.
Mente juguetona.

¿Y si...?Where stories live. Discover now