Mis ojos se abrieron con dificultad, gracias a los rayos de luz que entraban. Cuando los abrí por completo, no lo podía creer. Estaba allí. En Marituga. Me senté de golpe mientras veía como piratas caminaban de aquí para allá por las calles de esa isla.
Mi boca se abrió formando una gran "O" ovalada. Mi vista no tenía un punto exacto ya que estaba impresionada de lo que veía. Me paré y di una vuelta viendo todo a mi alrededor. Estaba parada en el muelle, donde paraban los barcos. Bajé la mirada y parecía una pirata de ese lugar, ya que llevaba un pantalón de color negro roto en los extremos, una camisa de color rosa aremangada hasta los codos y un pañuelo blanco atado en mi cintura. Llevaba unas botas negras con decoración del mismo color que la camisa, llevaba unos aros colgantes y aún tenía mi collar.
Lo agarré mientras, este, emitía una luz blanca. Ese era el brillo que había visto en la noche. ¡Gracias collar bendito por traerme aquí! Si fuiste tú, claro...
Luego, comencé a caminar hacia el centro de la isla. Habían varios piratas allí comprando mercancía y otras cosas. Todo mi asombro se borró al escuchar como una voz conocida gritaba:
—¡Vuelve acá ladrón insolente!— era Sazafras, la bruja vudú de la isla. Ví como un hombre venía corriendo en mi dirección llevándose entre sus manos un libro de su tienda.
Sin pensarlo, estiré mi pie, haciendo que él cayera al suelo soltando el libro al impacto. Luego de eso, se paró rápidamente y volvió a prender camino corriendo. Me agaché para recoger el libro mientras que sentía como una miraba se posaba ante mi: era ella.
—¿Qué haces con mi libro?— dijo cruzada de brazos enojada.
—Sazafras...— susurré para mí sin que ella me escuchará —Solo detuve al hombre que se lo llevaba y...— dijo mientas me enderezaba y la miraba teniendo aferrado a mi pecho el libro —Aqui lo tienes— dije extendiendo mis brazos hacia ella.
Primero lo dudo y luego, con una sonrisa, lo tomó entre sus arrugadas manos —Gracias niña, ¿Cómo te llamas?— me preguntó.
Me sentía emocionada, era ella uno de mis personajes favoritos ya que me hacía reír en algunos casos —(TN), (TN) Carter— y extendí mi mano para estrecharla con la de ella, agachandome un poco.
—Soy Sazafras— dijo al momento en que nuestras manos se separaron.
—Uno gusto— dije haciéndome la que no la conocía.
Ella iba a decir algo, pero fue interrumpida por un gritó de un hombre que lo hacía asustado —¡Ahí vienen!— con esas palabras, causó que todos comenzarán a correr asustados.
Yo no entendí que estaba sucediendo hasta que Sazafras tomo mi mano y comenzó a dirigirme hacia otro lugar.
—¡Tenemos que irnos, lo antes posible!— mientas jalaba mi brazo y era empujada por el resto.
—¿Qué sucede?— le pregunté alzando la voz para que me escuchará.
—¡Luego te cuento!—.
Era difícil pasar entre la gente ya que todos estaban empujandose o tirándose de lo que fuera que viniera hacia aquí. En un momento a otro, perdí a la bruja vudú. Me quedé parada sin saber hacia donde ir.
Hasta que sentí que era empujada hacia el suelo por un chico que iba caminado tranquilo seguido de otras tres personas. Me sorprendí y me asusté al ver de quienes se trataban. ¿Eran ellos de lo cuales todos los habitantes de Marituga, temían?
Al parecer sí.
Sólo quedaban unas cuantas personas pasando corriendo por las calles mientras que él, se paraba a unos pasos de mi y giraba su cabeza para verme de reojo.
Sin duda me estremecí, al ver como una mirada maligna me miraba a través de sus ojos...