Es una mañana cálida en Hollywood y voy de camino a mi trabajo como asistente personal de un productor de cine. Vestida con una camisa rosa claro un poco abierta y una falda de tubo negra por encima de mis rodillas con tacones negros, llego a mi oficina y entro al despacho de mi jefe.
- Buenos días (TN)
- Buenos días señor
- Hoy tengo una reunión muy importante a las 12:30 y necesito que estés presente para tomar nota.
Comienzo a tener curiosidad por esa reunión. Normalmente yo no tengo que estar en esa clase de eventos pero debe ser importante si debo presentarme allí.
- ¿Necesita algo más, señor?
- Sí, tráeme un café. Aún no he desayunado.
- Enseguida le traigo su café.
Me dirijo a la cafetería del edificio a por dos cafés, ya que yo tampoco había tomado nada por la mañana. Aunque aún sigo inversa en mis pensamientos sobre la dichosa reunión.
Le llevo el café a mi jefe, el que como siempre me recibe con una sonrisa aunque está hablando por teléfono. Coloco el café en su mesa y yo me dirijo a la mía, que está justo tras su puerta y comienzo con mi trabajo de todos los días.
Estoy sentada en mi mesa, organizando la agenda de mi jefe mientras escucho música de mi banda favorita, “one direction” con los auriculares puestos, cuando 5 chicos paran delante de mí. Mi boca cae abierta cuando subo mis ojos y veo frente a mí a un chico de ojos verdes y cabello castaño rizado con una camisa entreabierta, que deja ver un tatuaje de pájaros en su pecho, mientras suena “What Makes You Beautiful” en mis oídos.
Dios mío, ¡tengo a Harry Styles frente a mí! Detrás de él salen Louis, Zayn, Niall y Liam. ¡Tengo a 1D delante de mí, en mi oficina, mientras yo escucho sus canciones!
En un principio, pienso que es un sueño pero cuando Harry comienza a hablarme salgo de mi trance.
- Hola, somos 1D, teníamos una reunión hoy a las 12:30 con el señor (TJ)
Mi boca se cae aún más al suelo. La reunión era con los chicos para su nueva película, ¿cómo no lo pensé? Tratando de retener el impulso directioner de dar un abrazo a los chico, contesto al ricitos lo mejor que puedo.
- S-sí, el se-señor les esta-taba esperando.
Trato de levantarme de la silla para avisar a mi jefe cuando me tropiezo, pero alguien me coge para evitarlo. Cuando vuelvo a abrir los ojos, tengo los ojos verdes de Harry mirándome.
Veo algo en sus ojos, no sé que es, parece lujuria pero lo ignoro.
- ¿Estás bien preciosa? – me pregunta mientras aparta un mechón de mi cara y mi mundo se desmorona.
Analicemos la situación: 5 chicos perfectos, a los que yo llamo ídolos, están frente a mí preguntando por mi jefe productor de cine. Yo, intentando ir a avisar a mi jefe, me tropiezo y uno de ellos evita que me caiga y me llama preciosa, ¿hoy es el día de que el trabajo se vuelve como el cielo? ¿Qué pasa aquí?
- Sí, estoy bien, gracias – le sonrío y me devuelve la sonrisa soltándome. Abro la puerta del despacho y aviso a mi jefe de que los chicos han llegado. Él me manda que les acompañe a la sala de juntas para que esperemos allí.
Una vez salida del despacho, acompaño a los chicos a la sala. Les abro la puerta y ellos pasan uno por uno, hasta que Louis se queda el último y me dice algo al oído.
- Creo que a nuestro peque le has gustado – susurra guiñándome un ojo. – Deberias sentirte afortunada.
Mi cara se pone de mil y un tonos rojizos mientras Louis pasa la sala que tiene una larga mesa blanca con unas 7 sillas a su alrededor. Las justas para la reunión de hoy.
Cierro la puerta tras de mí, dejándolos solos mientras mi mente se llena de pensamientos. ¡Le he gustado a Harry Styles! Mi corazón da un vuelco con solo de pensarlo. Sigo soñando con los ojos abiertos hasta que mi jefe me despierta de mi sueño, cosa muy cruel por su parte.
- ¿Dónde están los chicos? – me pregunta con cara de enfado creyendo que he dejado solos a los chicos incumpliendo sus órdenes.
- Están dentro de la sala de juntas cómo pidió. – le contesto haciéndole ver que hago bien mi trabajo.
- Ah, está bien. Ve a por algo de beber, empezaremos cuando vuelvas.
Bajo a la cafetería por segunda vez esta mañana y pido dos botellas grandes de agua, 7 vasos y una bandeja para llevarlo todo a la sala de juntas. Subo al ascensor hasta la planta donde estábamos antes y entro en la sala, bandeja en mano. Me paseo un poco para poder dejar la bandeja y me agacho parara servir el agua.
Comienzo a sentirme incomoda por la sensación de que alguien me mira por detrás. Giro mi cabeza tratando de averiguar quién es y vuelvo a encontrarme con sus ojos verdes, Harry está mirándome el culo. Le hago una mueca como de enfado, por si le hago parar de mirar pero no me hace caso por lo que decido desistir.
Ya servidos los vasos, me siento en la única silla que queda libre entre Harry y mi jefe, y libreta en mano comienza la reunión.
Todo va bien hasta que noto la mano de Harry en mi muslo izquierdo. Me muevo un poco intentando que quite su mano pero, en su lugar de eso comienza a subir a territorio prohibido. Me pone de los nervios y acabo dándole con la libreta en la mano, lo que hace que la quite al instante. No dice nada para no interrumpir, pero se le nota en la cara que le hice daño. Al mirarle, no puedo evitar reírme por lo bajo por lo que acababa de hacer. Pero el ambiente comienza a tensarse y no logro concentrarme en lo que tengo que hacer, por lo que le digo a mi jefe que me encuentro indispuesta y salgo rápido de la sala. Cierro la puerta tras de mí y escucho a Harry decir algo y a los pocos segundos noto que la puerta se abre.
Salgo corriendo en dirección al despacho y le cierro la puerta a Harry en las narices. Pero él la abre y entra echando el pestillo de la puerta. Creo que estoy en un lío.
- No estarás tan indispuesta si me das un libretazo en la mano – suelta haciéndome sonreír mientras lo recuerdo.
- Eso es culpa tuya por poner las manos donde no debes – le contesto empezando a reirme.
- No te gusta que te ponga la mano pero luego bien que no dejas de mirar mis tatuajes. – dice sin quitar sus ojos de los míos. Sigo viendo esa lujuria en ellos pero ahora es aún más intensa. Parece que de verdad le gusto.
- Me gustan los tatuajes, ¿hay algo malo en eso?
- No…entonces ¿te gustaría ver los míos? - me dice mientras se acerca con su sonrisa maliciosa mientras sus ojos arden cada vez más.
A medida que se acerca, me alejo hasta que doy con el escritorio de mi jefe. Me agarro a la mesa para evitar caerme y Harry vuelve a cogerme haciéndome notar su erección y su mirada sin dejar la mía. Las llamas verdes de sus ojos traspasan los míos y comienzo a jadear. Su boca, tan cerca de la mía. Puedo sentir su aliento sobre mí y me doy cuenta de que ya no puedo hacer nada porque él me desea. Lo sé. Pero yo también a él y junto mis labios a los suyos en un beso ardiente. Nuestras lenguas luchando mientras nosotros nos dejamos llevar por el momento.
- Llevo esperando esto desde que entré a esta oficina.
Harry deja mi boca y va bajando por mi cuello besándome y haciéndome gemir su nombre. Trata de bajar hasta mis pechos pero, aunque llevo la camisa abierta, no es suficiente para él.
- Tendré que quitarte esto – dice mientras desabrocha cada uno de los botones de mi camisa rosa y me la quita tirándola al suelo, dejándome con la falda y un sujetador negro de encaje.- Me gusta el encaje pero también tendré que quitártelo. - susurra en mi oído mientras pone sus manos en mi espalda para seguir quitándome la ropa.
Me río pero quito sus manos de mí y Harry me mira un poco sorprendido. No pienso permitir que me desnude estando él aún en camisa y pantalones. Por lo que hago el mismo recorrido que él hizo en mí. Le beso en la boca, paso a su cuello y llego a su pecho mientras le voy quitando la camisa que llevaba y la tiro junto a la mía. Pero ya que empiezo algo no lo voy a dejar a medias y sigo bajando por sus abdominales sin quitar mis ojos de los suyos.
- ¿A dónde vas sexy asistente en sujetador? – me dice imaginándose lo que voy a hacerle mientras desabrocho sus pantalones.
- Me llamo (TN) y no soy una sexy asistente en sujetador - le bajo los pantalones – soy tu sexy directioner en sujetador – le guiño un ojo y acto seguido me meto su bulto en la boca.
No para de gemir mi nombre mientras yo sigo girando mi lengua como si su miembro fuera un polo. Pero acabo descubriendo mis dientes por su punta y un escalofrío recorre su cuerpo. Va a venirse en mi boca pero eso no me va a detener. Harry derrama todo su líquido en la boca y yo, muy despacio, subo de nuevo a su boca mientras trago y simplemente rozo mis labios con los suyos.
- ¿Te han dicho alguna vez lo jodidamente sexy que eres? – dice con la respiración entrecortada
- No – me río – Eres el primero con el que hago esto.
- Pues ¿sabes qué? – Se va al lóbulo de mi oreja y me besa – quiero ser el último con él que lo hagas. – susurra en mi oído mientras levanta mi falda y baja mis bragas.
No paro de gemir mientras roza con su mano mi muslo interno y hunde sus rizos en mi cuello dejando un chupetón.
- Eso para que recuerdes con quién has estado.
- Créeme, no creo que lo olvide.
Harry rompe un plástico plateado y con los dientes saca un condón; yo enredo mis piernas en sus caderas hasta que me deja acostada en el sofá rojo que tiene mi jefe en su despacho. Ahí es donde siempre se trae a sus ligues, nunca pensé que yo estaría con el chico de mis sueños en ese mismo sofá, él encima de mí a punto de hacerme suya.
- ¿Lista, preciosa? – me pregunta mientras se pone el condón.
- No he estado más lista en mi vida – le digo con la misma sonrisa maliciosa que él tiene desde que entró en el despacho.
Él coloca una de sus piernas entre las mías para que yo las separe y me penetra con fuerza. Grito sin quererlo y Harry me calla con un beso mientras me embiste cada vez más rápido.
- Calla, ¿no querrás que nos oiga toda la oficina?
Sonrío entre gemidos mientras él no hace más que repetir mi nombre. Me embiste cada vez más fuerte, más rápido, más placentero…y por un momento tengo la sensación de que el sofá va a romperse con nosotros encima. Pero ya nada me importa porque esa ardiente sensación en lo más bajo y profundo de mí comienza a llegar, el orgasmo. Harry llega un poco después de mí y entierra su cabeza en mi cuello, justo donde antes me había hecho el chupetón y lo besa una vez más. Pasan los minutos y recuperamos la respiración aún en el sofá.
- Oye, al final me he quedado con las ganas de quitarte el sujetador. - dice haciendo circulos con uno de sus dedos en mi espalda.
Es verdad. Aún llevo el sujetador puesto. Con toda la excitación que tenía encima ni me había dado cuenta de que no me lo ha quitado.
- Ya lo harás en otra ocasión porque nos seguiremos viendo ¿no?
- Pues sí, porque quiero que seas mi sexy asistente personal – me dice sonriendo.
- No tendré que ir siempre en sujetador ¿verdad? – me río.
- Debo reconocer que no es mala idea – le doy un puñetazo en el brazo – ¡Ay! Sólo bromeaba – se ríe.
- Bueno si era una broma, entonces acepto el puesto. Seré su sexy asistente señor Styles – le digo guiñándole el ojo. - ¿Pero no deberíamos volver a la reunión? Ya me siento mucho mejor – le sonrío mientras me pongo la camisa rosa y pienso en la propuesta.
¿Yo siendo asistente de Harry Styles? Me enamora la idea y más si me da momentos como este.
- Yo no quiero volver. ¿Tú quieres? – dice agarrándome de la cintura por detrás haciendo que note que tiene ganas de más.
- No quiero, pero en algún momento tendré que dejar mi trabajo para ser tu asistente – le digo sonriente. Él planta un beso en mi boca y me suelta.
- Tienes razón. Esa idea me gusta más.
Nos terminamos de vestir y voy al baño que hay en el despacho. Me miró al espejo y tengo el pelo desastroso aunque me importa poco por lo que representa. Pero no quiero que se den cuenta de lo que acaba de pasar así lo arreglo un poco y tapo el chupetón con el pelo frente al espejo.
Cuando salgo del baño, está Harry esperando para que vayamos a la sala de juntas antes de que la reunión se acabe.
- ¿Nos vamos, señorita (TN)?
- Como usted mande jefe – le contesto guiñando un ojo.
Salimos del despacho y volvemos a las sala de juntas como si nada. La reunión termina y llegan a un acuerdo con mi ex-jefe para la película. Esa fue la última a la que asistí en la productora y pasé a ser la asistente/novia de Harry. Con giras, conciertos y sexo en el backstage.