¡Hola! ¡Bienvenidos a mi nueva historia, Shooting Star Chronicles!
He trabajado mucho en esto, y estoy muy orgulloso de esta novela. ¡Así que espero que lo disfruten!
Un pálido destello cortó en dos la oscuridad de la noche; una fatídica estela de luz, que efímera se difuminaba entre las sombras azuladas.
- ¡Mira!-animadamente señaló hacia el cielo, segundos antes de verla desaparecer-¡Es una estrella fugaz! ¡Vamos, pide un deseo!
Dudé un par de segundos, pero sonreí, y contesté lo primero que me vino a la mente:
-...Quiero... ¡Un mundo donde todos puedan sonreír!
-¿En serio?-él se sintió extrañado, pero supongo que al mirarme a los ojos entendió-...Es un deseo curioso, para un niño de tu edad.
-¿Eh?...¿Entonces...Es imposible, cierto? ¿Una cosa así no puede...?
Descendí la vista un segundo, pero él me agarró por los hombros, y con una sonrisa tan brillante como la luna, dijo:
-Para nada. Tú, hijo mío, puedes hacer eso posible.
-¿De verdad lo crees, papá?
-Por supuesto que sí, Joshua.
⭐⭐⭐
Todo...Todos los recuerdos, desde ese preciso instante, se encuentran borrosos. Los anteriores no existen: solo una marca de paz y alegría, ante un tormentoso tifón de memorias ardientes, de imágenes oscuras que se han grabado a fuego en mis ojos, en mi mente y mi corazón.
La sangre de mis padres... De mis hermanos, de mis amigos... Manchando mis propias manos, sin importar cuánto intentara salvarlos.
El líquido oscuro que se entremezclaba de las lágrimas y las gotas de rojo vivo... El dolor... Dolor en estado puro. La tristeza, la desesperación, la ira...
Ahora, solo puedo apretar esos recuerdos corruptos en mis manos... y despertar.
⭐⭐⭐
-Lo que habéis hecho de este chaval... Es definitivamente, una obra maestra.
Un funcionario no muy conocido del gobierno, un pez gordo de cualquier mar, se mostraba curioso y satisfecho examinando las láminas, es decir, las pantallas de luz que flotaban alrededor de la cápsula, blindada en cien capas para contener los ataques del ser en su interior.
-... Muchas gracias, señor... -contestó orgulloso un científico, totalmente calvo, con un bigote francés y unos anteojos anticuados-...Tuvimos muchas complicaciones para obtener este espécimen...Pero no es de extrañar que los indígenas lo protegieran: su genética es absolutamente única.
-¿De qué forma?-preguntó el hombrecito, regordete, y algo ridículo, al llevar un esmoquin negro que brillaba de rojo en la oscuridad.
-...Permítame mostrarle...-el científico, por lo visto, carente de todo sentido de autopreservación de la vida, pulsó un botón y los blindajes se compactaron y deshicieron sobre el suelo, dejando a la vista la silueta oscurecida de un joven adulto, sumido en el líquido verdoso tras un cristal "reforzado"-...Esta clase de alienígena, es un "ángel oscuro". De nacimiento, poseen un par de alas negras y emplumadas, del doble del tamaño de sus cuerpos, que les permiten volar a grandes velocidades...No solo eso, son casi invulnerables, tienen la capacidad de succionar sangre de seres vivos para regenerarse, y, este en especial, parece tener un extraño poder latente que le permite leer la mente de los humanos, y supongo que también de los alienígenas como él.
-... ¿Es un telépata, pues?-ante la pregunta, el vejete de la bata asintió-...Pero permíteme reformular mi pregunta... ¿Por qué necesitábamos un "caso único" para esto?
-...Oh, por supuesto...-El científico se volteó y sonrió, apuntando hacia arriba con un dedo, orgulloso-...Olvidaba lo más importante. La Baraja de los Dioses, como el General llama a los trece prototipos de A.S.C.E.N.D., requieren cuerpos extremadamente resistentes para funcionar. Este, el #0, The Joker, está equipado con un sistema interno de control de materia, que aunque mataría a cualquier persona normal al primer uso, le permite el poder de manipular el espacio, de crear cualquier objeto, descomponerlo, moverlo, incluso oxidarlo o hacerlo estallar...Todo aquello posible con el poder de la química y la física...Oh, y por supuesto, un sistema de absorción de datos, una habilidad para aprender instantáneamente información complicada como...
-...Todo eso está muy bien, pero...Una última pregunta, doctor...-el científico inclinó la cabeza, más contento de que alguien se interesara en su trabajo, que indignado por la interrupción-... Si estamos creando, mejor dicho, si usted y sus empleados han creado un ser tan...superior, algo digno de considerarse un semidiós... ¿Por qué lo llamarías Joker (bufón)? No entiendo la gracia, sinceramente.
-...Oh, por supuesto...-al parecer se trataba de una frase típica de aquel investigador-...Eso es porque, de todos los trece números, #0 Joker es el más pacífico y simpático, el menos peligroso de to...
Esta vez, el funcionario no habló para interrumpirle. El sonido imperceptible del cristal quebrándose en millones de trozos, los ojos abiertos como platos de aquel pez gordo sin fama...Ni siquiera todas esas señales le hicieron reaccionar a tiempo, hasta notar un escalofrío que subía por su cuello, y como su cuerpo entero se hacía pesado hasta que...
Solo una estatua de mármol-increíblemente realista-quedó en su lugar. La silueta completamente desnuda, con el cabello pálido y largo hasta las rodillas, y unos ojos violetas que ardían de emoción e ira, se mostraron ante él, mientras descendía calmadamente del podio alrededor de la cápsula, sin resbalar, sin cortarse con los vidrios rotos.
Agarró con la mano izquierda la cabeza de la estatua -sin poderes, sin magia-, destrozando el imponente material tan solo con la fuerza de sus dedos. El cuerpo sin sangre que derramar, perdió el equilibrio y cayó al suelo rompiéndose, todo ante los ojos atónitos del gobernante solitario en un laboratorio cerrado, en el centro de la noche.
Gritó tan pronto le vio acercarse; sin mostrar enojo, sin sonreír como un demente, sin mostrar ninguna expresión en un rostro serio, sereno.
Pero nadie respondió a sus llamados de ayuda. Los guardias se habían quedado dormidos, los asistentes se habían ido a casa. En las enormes instalaciones bajo la nieve, no había una sola persona que pudiera socorrerle...No, probablemente en todo el continente no había un ser dispuesto, o capaz de hacerlo.
Finalmente decidió dialogar con él. No parecía tan agresivo.
-... ¿Por qué has hecho eso?
-...Al principio...-ante la voz temblorosa del político, el joven titán respondió al instante, en voz clara, alta, audible... pero tan fría que resultaba aterradora. Sus palabras demostraron que enloquecía dentro de esa pacífica fachada-...Pensaba irme sin lastimaros. Sé, por las palabras de Mr. Piedra -curioso apodo-, que ustedes no tienen ni idea de lo que pasó. Porque solo un informe llegó conmigo por parte de esa gente...Pero... ¿indígenas?... ¿alienígenas?,... eso...-soltó una carcajada, y luego le observó con una irónica sonrisa, justo antes de que sus ojos se tiñeran del rojo intenso de la ira-...Tenéis mucho que aprender, estúpidos mortales.
Los tres pasos que faltaban antes de acorralarlo se acortaron en un instante, en un parpadeo de luz que distorsionó el tiempo. Conteniendo el chillido del pobre rehén, un solo dedo se apoyó en su garganta, apretando la nuez con la yema de los dedos.
-...Lo siento...Pero por mí y por mi aldea...Por esta, mi...no, NUESTRA venganza...Tendrás el honor de convertirte en mi declaración de guerra.
Nitroglicerina pura, en estado líquido. Se expandió por su cuerpo, sustituyó la sangre en sus venas. Lo adhirió a la pared, el temible material continuó moviéndose, infectando cada trozo de metal y de cualquier objeto como un virus. Al retirar la mano del cuerpo lleno de dolor, todo lo visible en cada ángulo ya se hacía de un mismo color oscuro y brillante a la vez, cuando sonrió - ¿dulcemente?-y escapó destrozando las compuertas.
El hombre de negro, viendo su cuerpo convertirse en una bomba, instantes antes de una muerte segura, miró al cielo y sonrió.
-...Sabía que lo que hacíamos estaba mal...Supongo que este es mi castigo por no notarlo antes.
⭐⭐⭐
El estallido fue tan enorme que el suelo tembló a varias millas del lugar. Solo cenizas -quizás ni eso- restaron de la avanzadísima instalación científica.
Y su silueta reapareció disparada como una bala, chocando contra el suelo cubierto por la nieve.
Se puso de pie, y sintió en carne propia el impacto del frío, y del dolor... ¿físico? Se sorprendió, ya no era el pesar emocional lo que lo azotaba. En ese cuerpo que había juzgado de inmortal, el cansancio y el desgaste lo habían neutralizado... Entendió entonces su propia naturaleza suicida, y fallando en materializar algún cobijo contra la nevada, no pudo sino sonreír, preguntarse si debería haberle sacado la sangre a uno o dos antes de irse, y comenzar a caminar como un flipado vagabundo hacia adelante.
No es necesario decir que no duró mucho...Pero al menos lo suficiente.
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Si quieren saber cómo continúa la aventura del Último Ángel Oscuro, ¡sigan leyendo!
¡Nos vemos en el próximo capítulo! PikachuZX, ¡cambio y fuera!