FRDZ: Friendzone |J.Jungkook

Od MJGozz

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―¿Que se siente saber que la única persona que te conoce mejor que nadie en el mundo no sabe todo lo que sien... Více

.•Booktrailer•.
00.•El principio de todo•.
01.•Una mirada al pasado•.
02.•El primer dia•.
03.•Fiesta del ingresante•.
04.•La boca del lobo•.
05.•Ratas de biblioteca•.
06.•Nuevas Estrategias•.
07.•La verdad de la mentira•.
08.•Primera jugada•.
10.•Planificación•.
11.•Hora del juego•.
12.•Bajadas peligrosas•.
13.•Arrepentimientos•.
14.•Reemplazo•.
15.•Nuevo rumbo•.
16.•Cuerdas flojas•.
17.•Estragos•.
18.•Transparencia•.
19.•Cara a cara•.
20.•Inefable•.
21.•El otro él•.
22.•Encrucijadas•.
23.•Antes de la tormenta•.
24.•Ojos abiertos•.
25.•Silencio•.
26.•Un mal chiste•.
27.•Balance•.
28.•¿Mala persona?•.
29.•Por ti•.
30.•Ni vaso ni vacío•.
31.•Punto de quiebre•.
32.•Dualidad•.
33.•La otra cara•.
34.•Donde debo estar•.
35.•El jardin sin retorno•.
36.•Fondo•.
37.•Malas decisiones•.
38.•Sube y baja•.
39.•Caricias de día•.
40.•No todo lo es brilla es oro•.
41.•El final de todo•.
01.•Epílogo•.
02.•Epílogo•.
.•Agradecimientos•.
Extra00.•JiEun•.
Extra01.•Amigos con derechos•.
Extra02.•Lazos de sangre•.

09.•Subidas inesperadas•.

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Od MJGozz

A veces, muy de vez en cuando, habían pequeñas subidas inesperadas en la montaña rusa de los sentimientos, de esas que te sorprenden luego de lo que considerabas una bajada constante y te alegraban el momento.

***

Di vuelta la página mientras soltaba un largo y profundo suspiro, mis pensamientos seguían sumergidos en aquellas líneas del libro que leía de tal manera que podía ser completamente capaz de dejar mi habitación y meterme completamente en la historia. Avanzar con mis trabajos de la universidad había sido una idea genial y hasta conveniente para distraerme de todo lo que había pasado anoche, aunque con el insistente zumbido del celular, mi viaje al mundo de la literatura era seriamente interrumpido cada cierto periodo de tiempo.

Aquel pequeño aparato no había parado de sonar desde que me había despertado en el mañana y estaba segura de que también había estado de la misma manera durante toda la noche solo que, gracias al universo, no fue lo suficientemente escandaloso como para despertarme. Sino, quien sabe a qué pobre infeliz hubiese asesinado.

Finalmente cedí al último zumbido que escuché, siendo de esa manera la gota que colmó el vaso de mi paciencia y tomé el celular para dejarlo bajo una de mis almohadas, logrando que aquel molesto ruido que provocaba al vibrar ya no se escuchara o al menos que esté lo suficientemente bajo como para que mi mente pueda pasar de el sin problema alguno. La única razón por la cual no lo apagaba y pasaba el resto de la tarde en paz era por el hecho de que mi abuela siempre me llamaba todos los domingos y aunque era algo de lo que estaba totalmente agradecida, ya que era una anciana bastante ocupada, nunca llamaba a un horario fijo.

Toc-Toc―La voz de mi madre inundó la habitación cuando tocó la puerta con el dorso de su dedo índice, momento exacto en el que había vuelto a mi mundo imaginario, hice un sobre esfuerzo por ocultar mi cara de fastidio ¿Algo más quería interrumpirme hoy? ―Un compañero tuyo, Jungkook, ha venido a verte.

Parecía que mi mala suerte se tomaba muy a pecho mis preguntas retóricas.

No pude ocultar mi mueca de desagrado en esta ocasión, a estas alturas no podía concentrarme en lo que leía ni aunque pusiera todo mi empeño en ello, aun así, no pude ser capaz de levantar mi mirada del libro, ya que si lo hacía me arriesgaría a que mi madre se diera cuenta de que aquello me había puesto ligeramente nerviosa. El simple y maldito hecho de escuchar su nombre me había inquietado y que haya salido de la boca de mi madre le daba hasta un aspecto escalofriante.

―Dile que no estoy―Le pedí firmemente y moví una página para dar una imagen de estudiante concentrada así aquello le serviría a mi madre como la razón por la cual le pedía que me encubriera.

―Es una lástima― comentó en un suspiro que llamó mi atención ya que no solía ser el tono que solía usar pero lo dejé pasar ya que luego escuché como dio un paso hacia atrás, sonreí levemente. Mientras más rápido se fuese más rápido podría volver a la trágica historia que había capturado todo mi interés―Me dijo que te diga que no está― dijo finalmente en tono gracioso.

Fruncí tanto mi ceño que todo mi rostro se transformó completamente. Bajé el libro lentamente, casi asustada por la imagen que pensaba encontrar, y en efecto, ahí estaban los dos. Mi madre riendo junto al mismísimo Jungkook.

―¡Mamá! ―Chillé pero eso solo sirvió para que el volumen de su risa aumentara. Puso una mano sobre la espada de él, invitándolo a pasar e ignorando mi evidente negativa.

―Oh vamos, él simplemente estaba preocupado porque no atendías el celular―dijo convirtiéndose repentinamente en la mujer más amable del mundo, ¿Qué mentiras le había dicho aquel chico como para tener a mi madre tan encantada? ―Hablen un poco, les traeré té.

El dio unos pasos tímidos en lo que se adentraba en la habitación y casi me desmayo cuando vi a mi madre con tu típica mirada pícara señalando a Jungkook por la espalda y elevando sus pulgares mientras que en sus labios pude leer un "muy lindo". Levanté mi mano sacudiéndola y le respondí un "vete" de la misma forma, me miró fingiendo enojo y cuando pude oír sus pasos por la escalera clavé mi mejor mirada asesina en Jungkook

―¿Qué haces aquí? ―grité en un susurro, me impulsé estirando ambos brazos con fuerza de mi escritorio y mi silla con rueditas fue a parar frente al extremo de mi cama donde él tomó asiento.

Se tomó la libertad de no responderme en seguida, tal cual yo esperaba. A cambio, se quedó observando todo a su alrededor, como si se tratara de un museo o algo por estilo y aunque mi cuerpo estaba siendo consumido por la desesperación que me condenaba por ser impaciente, no pude evitar sentirme algo avergonzaba al darme cuenta que casi toda mi habitación había permanecido tal cual yo había elegido a los 8 años. Todo rosa.

―Tu madre es una persona muy simpática, ¿sabes? ―Comentó con cierta gracia, fluctuaba entre lo ofensivo y lo simplemente amable, por lo que no pude distinguir su verdadera intención―Que lastima que no hayas heredado eso―hizo un puchero fingiendo aegyo y entonces algo se revolvió en mi panza, seguramente era el hambre.

Abrí mi boca con la clara intensión de quejarme por su actitud hasta que mi propósito se vio afectado al oír los pasos de mi madre subir por la escalera.

―¡El té está listo! ―exclamó bastante alegre bajo el umbral de la puerta de mi habitación, caminó hasta mi escritorio y dejó sobre él una bandeja con dos tazas y una tetera―Hija, debo ir a revisar al paciente que operé de urgencia ayer―Posó una mano sobre mi hombro y se agachó levemente para dejarme un beso en la cabeza, luego se dirigió hacia Jungkook― Y tu, no te quedes hasta muy tarde, el sol está próximo a meterse y se pondrá bastante frío afuera...Aun así, fue un placer conocerte Jungkook, espero verte más seguido, hace tiempo que HyeMin no recibía una visita que entre por la puerta principal y no por la ventana, maltratando toda la enredadera.

A pesar de que se había quejado con gracia, había dejado un ambiente bastante incómodo en la habitación que duró incluso hasta que se escuchó el ruido de la puerta principal abrir y luego cerrarse con el bloqueo. Jungkook se había quedado con la mirada fija en la puerta de mi habitación y luego de unos segundos, cuando se pudo escuchar el ruido del motor del auto desde afuera, comentó con ese tono que seguramente usaba para ligar con cualquier chica:

―Realmente, no me molestaría tener una suegra así.

Lo vi con cansancio y le aventé un peluche que fue directamente a su rostro, despeinando su flequillo y dejando al descubierto sus cejas.

¡Ah! ¿Por qué se veía tan bien con el rostro descubierto? Yo me sentía un monstruo sin mi flequillo.

―Yah~ ¿Qué es lo que haces aquí? ―inquirí amenazándolo con otro peluche― Por tu culpa ahora mi madre preguntará por ti.

―Y no puedo culparla― dijo con altanería, quitando polvo imaginario de su hombro. Subí el peluche de manera intimidante, con cara de asesina y, luego de tragar saliva con seriedad, él cambió su postura por una más tranquila y hasta relajada, pero por alguna razón ahora lo notaba preocupado―¿Te encuentras bien? ―De un segundo al otro su tono se había convertido en uno completamente serio y ya que aun no se había acomodado el cabello pude ser capaz de ver su ceño fruncido. Encontrando que, de alguna manera, me gustaba la forma de sus cejas y como estas armonizaban perfectamente con el resto de su rostro.

Bajé lentamente el peluche que estaba listo para ser estampado contra el rostro del pelinegro y lo vi directamente, llevándome así la sorpresa de que no había rastro de sarcasmo o algún tipo de burla en su mirada.

―¿Qué? ―fue lo único que logró salir de mi boca.

―Anoche no te vi muy bien―se excusó levantando ambos hombros como si acabara de decir algo muy evidente, lo miré completamente desconcertada y el pareció darse cuenta de aquello ya que hizo una mueca de enfado―Escucha, soy consciente de que no somos amigos, quizás ni siquiera te agrado y solo me ves como a una molestia con la cual debes tratar solo porque estamos juntos en una batalla, pero no soy un monstruo―Confesó. Su tono de voz se ablandó notablemente junto con aquella última frase y entonces sentí nuevamente esa molestia en mi estomago, ¿Desde cuándo el hambre hacia estas cosas? Necesitaba darle un trago a ese té― Soy frío, calculador, mal perdedor y un arrogante con todas las letras pero déjame decirte que no soy así todo el tiempo...Estoy bajo presión, como si mi vida fuese un juego de ajedrez y cada movimiento que hago en realidad fue analizado previamente unas 10 veces y es esta maldita presión la que saca lo peor de mi.

Durante todo su discurso mantuvo la mirada clavada en sus dedos mientras jugaba con estos de manera nerviosa e incómoda, ¿Lo estaría? Porque yo realmente me sentía nerviosa. Mi pulso había aumentado notablemente a medida que sus palabras aumentaban su nivel de confianza hacia mí, porque estaba haciendo eso, confiando en mí. Diciendo cosas que no tenían segundas intenciones o un propósito claro. Estaba descargándose, explicándome como se sentía y ver esa faceta de él era tan interesante como peligrosa.

¿Cuánto de Jungkook había por descubrir? Era bastante tentador pensar en él como un misterio y era ahí donde entraba en juego el peligro: ¿Cuánta gente había muerto por salir a buscar respuestas a los misterios?

No era como el típico chico callado que se sienta al fondo del salón y no tiene amigos, el no era ese misterio cliché y aburrido, no, claro que no. El era...atrayente y era darme cuenta de aquello lo que me ponía nerviosa.

―Siempre tengo todo planeado, sin embargo, cuando te vi tan alterada en la fiesta me quedé completamente en blanco―siguió explicando. Levantó su mirada, dejándome completamente en blanco a mí, atacándome por sorpresa de tal forma que no pude evitar asombrarme y llevar mi mirada a cualquier otra parte, fingiendo que yo no había estado viéndolo fijamente desde que había comenzado a hablar. Su rostro estaba totalmente serio y ese vacío característico de sus ojos ahora estaba lleno de algo que no supe identificar― "Debo seguir fingiendo" me repetía una y otra vez, pero incluso cuando estuvimos a solas en mi auto no fui capaz de preguntarte porque sabía que no confiarías en mi.

Aquella acusación me obligó a verlo con el ceño fruncido, traté de incorporarme mejor sobre mi asiento y de verme lo más desentendida que pude.

―No sé de qué...

―Ni se te ocurra negarlo―subió el tono de voz―¡Aish! ¿Acaso piensas que no noté que llorabas en silencio mientras conducía hasta tu casa? ―Ante tal cambio abrupto del volumen de su voz no pude evitar reaccionar dando un pequeño salto sobre mi asiento, al darse cuenta de aquello de detuvo y luego de un largo suspiro siguió, solo que esta vez más calmado―Se que nos fuimos temprano y nuestra primera jugada falló por nuestra falta de confianza y estoy dispuesto a hacerme responsable de ello, pero solo por esta vez―al mencionar aquello ultimo su tono de voz había sonado más relajado, incluso se podría decir que hasta juguetón―Tu dijiste que de ahora en más no habrían secretos entre nosotros, somos aliados y nos tenemos el uno al otro―hizo referencia a lo que le había dicho hace unos días en aquella plaza, bajé la mirada algo avergonzada. Era verdad, yo misma había dicho eso y no fui capaz de serle fiel a mi propia palabra―Y comprendo que no funcionó porque nunca antes había sido honesto contigo, pero aquí estoy, dispuesto a confiar en alguien después de mucho tiempo, solo espero que tu también puedas.

¿Con que derecho hacia esto? Realmente estaba muy confundida. No solo había llegado a mi casa, encantado a mi madre y terminado de decir un discurso tan improvisado como perfecto que me había dejado muda, sino que todo esto directamente me había borrado las palabras de mi cabeza, dejándome completamente aturdida. Era como si con un par de palabras cargadas de sentimiento había sido capaz de formatear mis ideas, mis pensamientos y, sobre todo, mi postura frente a él.

Si, tenía razón, no me agradaba. Pero era el Jungkook arrogante y altanero quien me producía rechazo y una gran falta de confianza, porque, ¿Quién podría confiar en alguien que no se toma en serio las cosas?

Pero si realmente toda esa personalidad era una máscara para coexistir con la tensión y el rechazo constante por la persona a la que quería, entonces, ¿Quién era yo para juzgarlo así? Después de todo, había un Jungkook que si me agradaba y que en otra situación hubiese estado dispuesta a hablarle por mi cuenta y era ese chico que me había permitido conocer por primera vez en la biblioteca, aquel primer y único interesado en aquello que escribía y el mismo que, irónicamente, me dio razones para rechazar la oferta de Taehyung sobre cambiarme de carrera. De alguna u otra forma el había logrado darme confianza en mí misma. Aquel chico que aquella vez en la plaza se abrió a mí y me contó su dolorosa historia de desamor por mucho que le costara.

El mismo que ahora estaba sentado frente a mí: sincero, nervioso, confiable, algo asustado e incluso me arriesgo a decir que hasta amable. Cualidades que nunca hubiese encontrado en él ni por asomo si es que el no me hubiese permitido verlo. Había elegido mostrarse vulnerable frente a mí, porque realmente estaba confiando.

De la manera en que mi mecanismo de defensa era escribir, el suyo era peor. Se encerraba así mismo en una personalidad fría y jugadora para asegurarse de no volver a ser lastimado. Porque de los dos, quien tenía el peor pasado era él y así como lo que no te mata te hace más fuerte, el más fuerte de los dos era él y a pesar de todo lo que tuvo que pasar...aquí estaba volviendo a arriesgarse a confiar en alguien y ofreciéndome ayuda para ser fuerte sin la necesidad de ser lastimada.

Porque no importaba cual sea la personalidad con la que Jungkook se encuentre jugando, su humor o actitud. Sea el Jungkook que sea, siempre me inspiraba confianza estar a su lado.

Y no, no quería perder aquello que por primera vez me hacía sentir fuerte y capaz de tener voz propia.

―Fue por Hayun―Solté luego de unos segundos de completo silencio, aunque debía reconocer que no era un silencio incomodo como en el que tuvimos que viajar hacia la fiesta, este más bien era relajante, ambos estábamos tan sumergidos de tal manera en nuestros pensamientos que incluso aquello le entregaba una cálida melodía al ambiente.

―¿Tu amiga? ―preguntó un tanto desconcertado a la vez que hacia una mueca de concentración, como si intentara recordar el rostro de la recién nombrada.

―Si...―respondí ciertamente desanimada, recordar la conversación de anoche me trajo un sabor amargo a la boca―Ella y yo...bueno, ella tiende a ser bastante impulsiva y sin filtros a la hora de hablar y empeora cuando está borracha y...―me quedé sin ideas. ¿Cómo le decía que justamente la pelea había iniciado por él?―Jungkook, ¿Puedo hacerte una pregunta? ―el me vio tan confundido porque había cambiado de tema como curioso, asintió―¿Qué imagen tienes de mi? Como mujer.

―¿Cómo mujer? ―repitió bastante confundido, yo asentí con la mirada baja, no podía mirarlo a la cara.

Cada segundo que pasaba, mi vergüenza incrementaba más y más. De repente sentí como si hubiese tenido la peor idea del mundo pero si no le preguntaba a él ahora que estaba siendo sincero, no podría hacerlo nunca. Taehyung no me daría una respuesta sincera, solo buscaría subirme el autoestima y con Jimin y Hoseok no se podía contar cuando se trataba de una crítica constructiva. Yoongi dependía de su estado de ánimo y horas de sueño dormidas.

El pareció pensarlo por unos segundos, posiblemente escogiendo sus palabras o viendo la posibilidad de hacer algún chiste al respecto. Ciertamente me sentía tan vulnerable al haber hecho aquella pregunta que podía esperarme cualquier cosa de él.

―Supongo que eres estándar―contestó finalmente con tanta sinceridad que hasta resultó doloroso―No eres ni fea ni muy linda, estas cómodamente en el medio.

―¿E-estándar? ―tartamudeé mientras llevaba una de mis manos a mi boca, casi horrorizada, no lograba explicarme por qué me afectaba tanto si jamás me había interesado mi imagen―Que desastre.

―No entiendo―confesó con el ceño fruncido―¿Qué tiene que ver Hayun con esa pregunta?

Suspiré pesadamente, aun no era capaz de poder mirarlo a la cara. Me resultaba más fácil mirar la pared, la ventana, a mi gato o las líneas que decoraban la alfombra del piso antes que rebajar mi orgullo a la escala de valores negativos y dejar que me vea tan afectada por una simple respuesta, que después de todo, no estaba tan mal.

―Anoche Hayun y yo discutimos por un asunto―evité hablar de él, solo lo volvería más complicado―finalmente, terminó confesando que yo no representaba ninguna amenaza para una chica que quisiese conseguir a un chico―me animé a ver su reacción solo por una fracción de segundo y solo pude ver confusión en todo rostro―Es porque nunca hablo con nadie, nunca tengo citas ni siquiera he tenido un novio real.

Me rebusqué sobre mi asiento, cruzándome de brazos y haciéndome una bolita. Mientras más chiquita mejor, tan solo quería desaparecer.

Era como si la realidad que no pude ver por tantos años finalmente eligiese este periodo de tiempo para golpearme por todas partes. Pude escuchar el ruido de mi cama cuando el se movió de su lugar pero, nuevamente, no quise levantar mi mirada. Al menos no hasta que sentí su mano sobre mi hombro. Movía su dedo pulgar de arriba hacia abajo, dándome pequeñas caricias entre la base de mi cuello y mi hombro, algo que extrañamente no me resultó nada sugerente, sino que tierno y bastante consolador. Con su otra manó levantó mi barbilla y entonces me obligó a mirarlo a los ojos.

―Ey, no tienes por qué estar mal por eso―su voz era confiada, firme y bastante grave para ser tan solo un suspiro y lejos de representar temor a que alguien nos pudiese escuchar, el detalle de susurrarlo me había resultado bastante acertado, creando un ambiente de tranquilidad y calma, dos cualidades de las que carecía completamente en ese momento―La belleza estándar es la mejor que alguien podría tener. Eres como un cofre del tesoro―aseguró.

Esta vez fui yo quien frunció el ceño, a este paso, ambos terminaríamos con severas arrugas.

―¿Cofre del tesoro? ―Indagué y el solo asintió―Explícate.

―¿Alguna vez has visto una película de piratas? ―asentí levemente, su mano ya no seguía sobre mi barbilla pero la otra seguía dándome pequeñas caricias que junto con su mirada me dejaban sin movilidad―¿Cuándo viste que un cofre del tesoro era hermoso por fuera? Nunca. A pesar de no ser lindos, dentro guardan el mejor de los tesoros―su tono susurrado me inspiraba, de alguna manera, bastante confianza, dejando de lado que era la primera que la sinceridad de alguien no me dolía―¿De qué te sirve ser hermosa por fuera cuando por dentro no se tiene nada que valga la pena? Serias solo una persona vacía, sosteniendo una belleza decepcionante, en cambio tu...debo admitir que eres como un cofre bastante misterioso, aun no se qué clase de tesoro guardas en tu interior, tan solo sé que tienes uno bastante interesante, puedo asegurarte que a la larga la belleza interior es la que vale, el ser llamativa solo haría que cualquier pirata te tome, la clave está en esperar al pirata que sepa ver tu valor y, más importante aún, que tenga la llave de su candadito―dijo con una sonrisa tímida mientas que con su dedo índice picaba ese lugar en mi pecho donde se encontraba mi agitado corazón.

Me quedé completamente cegada, solo podía sentir como mis ojos se empañaban y ni siquiera podía explicar porqué tenía tantas de llorar. Me hubiese gustado responderle por más que no supiera que decir, solo hacerle saber que me había llegado eso que había dicho pero simplemente no fui capaz. Bajé la mirada cuando pude sentir la primera lágrima preparándose para caer y mientras caía libremente por mi mejilla, él corrió la mano que tenía sobre mi hombro para que comenzara a rodear mi cuello y de esa manera volvió a subir mi mirada.

―¿Interrumpo algo? ―preguntó una voz con cierta molestia, rompiendo toda la atmósfera pacifica que habíamos creado. Fue como otro golpe de realidad, como si me hubiesen destapado los ojos, despojándome de mi ceguera y dejándome ver lo cerca que me encontraba del rostro de Jungkook y dejándome ver también lo cómoda que me sentía a pesar de la cercanía.

El se separó de mí mientras murmuraba unas cosas en un tono de voz tan bajo que no pude ser capaz de descifrar y se cruzó de brazos para mirar de lleno al joven que estaba sentándose en el alféizar. Sin embargo no se le veía molesto o enfadado porque nos había interrumpido, más bien, lucia algo confuso e ido. Al igual que yo.

―Taehyung―murmuré al verlo―¿Qué haces aquí?

―No recibí ningún mensaje tuyo anoche y no respondiste el celular en todo el día―dijo con cierta preocupación y pude notar que se veía también bastante agitado―¿Qué otra cosa podía hacer? Le pedí a EunJi que llamara a Jungkook, al menos asegurarme que te había dejado en tu casa pero él tampoco atendió su celular.

Volví mi mirada hacia Jungkook y pude notar como él había bajado la mirada.

―Hablas como si yo no estuviese aquí presente―contestó y luego se puso de pie y avanzó hasta estar en un punto medio entre la ventana y donde yo estaba sentada―Aun así, me disculpo, al dejarla aquí anoche le pedí que vaya directo a descansar, ya que se había quedado dormida en el auto, cuando no me respondió en la mañana también me preocupe y vine directo hasta aquí, me atendió su madre y me dejó pasar, pero no era nada grave, ella simplemente seguía durmiendo por eso no contestaba―Mintió tan fluida y tranquilamente que me dio escalofríos. Habían sido tan solo dos segundos en los que había descuidado a Jungkook para mirar a Taehyung sobre la ventana y fue tiempo suficiente como para que el pudiese volver a esa personalidad fría que podía ser capaz de mentir sin siquiera pestañear―Tuve que haber supuesto que también estarías preocupado y avisarte, por eso, me disculpo―hizo una pequeña reverencia y luego se acercó a mí para darme un beso en la cabeza, tal cual había hecho mi madre, con la diferencia que, esta vez, un cosquilleo recorrió mi cuerpo desde ahí hasta la punta de mis pies, erizándome la piel―Te veo mañana en la universidad, ¿Si? Ya tengo que irme.

Y sin darme tiempo si quiera para despedirme, tomó su abrigo y se fue casi corriendo escaleras abajo. Ambos nos quedamos en silencio hasta que se escuchó el ruido de la puerta principal y tuve que reprimir las ganas que me dieron de ver por la ventana como se iba solo porque Taehyung seguía sentado sobre el alféizar.

―¿Está todo bien? ―preguntó Tae luego de unos minutos―Luces como si estuvieses por llorar―su tono preocupado me hizo sentir peor y solo bastó dedicarle una mirada aguada para que él se acercara a mí y me abrazara fuertemente. Entonces me rompí en miles de pedacitos sobre sus brazos. ―Hayun me contó todo en cuando te fuiste y entonces me di cuenta de lo estúpido que fui al mandarte con él―confesó y eso solo me hizo llorar aun más fuerte.

Pero fue la siguiente pregunta la que me hizo sentir tan vacía como llena de lagrimas: Si me hubiese traído él, ¿Estaría mejor o peor? Porque de haber sido así, Jungkook no hubiese tenido una razón para venir hoy y entonces seguiría sintiéndome un cero a la izquierda.

―No pude dormir en toda la noche, se que lo merezco, solo podía estar atento al celular esperando que contestes algunos de mis mensajes―no importaba lo que digiera, solo quería llorar. Sentía que habían lavado mi cabeza y estaba tan confundida y aturdida que a duras penas podía afirmar que vivía en el planeta tierra―Yah, te ves tan tierna cuando lloras―dijo acunando mi rostro con sus manos y quitando mis lagrimas con sus pulgares, mi corazón había pasado por tantas cosas hoy que exigía a gritos unas vacaciones―Aun así, deja de llorar, me siento aun peor sabiendo que no puedo hacer nada por ti. No le des importancia a lo de Hayun, siempre dice cosas sin pensarlo, es torpe y muy impulsiva―Estaba enredada en sus brazos mientras me daba pequeñas caricias en el pelo y me susurraba una y otra vez cuanto quería que yo esté mejor, estuvimos así unos diez minutos, hasta que repentinamente dio un salto que provocó que me separe de el abruptamente, lo miré bastante confundida. Siempre solía tener esas descargas de energía cuando se le ocurría algo―Ven, te haré galletitas y tu jugo favorito―dijo tirándome de un brazo para que me despegara de la silla.

―No quiero, además, la última vez que cocinaste galletitas me dolió el estomago por una semana completa―me quejé a pesar de que por mi tono de voz lloroso sonaba como una niña haciendo un berrinche, sorbí mi nariz.

―Andaaa―dijo mientras daba pequeños saltos sobre el lugar, a diferencia mía, el si lucia como todo un niño berrinchudo―Déjame mimarte―pidió haciendo puchero y parpadeando rápidamente.

Me tomé un solo segundo para poder limpiarme las lagrimas, con la intención de que así no volviesen a salir. Y con algo de esperanza, deseé poder pensar con claridad.

Desde que había llegado de la aldea de mi abuela mi único propósito había sido poder pasar tiempo con Taehyung a solas, pero ahora que finalmente podía tenerlo, ¿Por qué sentía que algo estaba mal?

―¿Sin interrupciones?

Entonces su sonrisa cuadrada iluminó su rostro.

―Apagué mi celular incluso antes de escalar por la enredadera―contestó guiñándome un ojo, algo que era bastante típico en él cuando se anticipaba a mis solicitudes.

Bajó casi corriendo por las escaleras para llegar a la cocina y ponerse en el papel de cocinero lo más rápido posible. Yo me quedé unos segundos sola en mi habitación limpiándome la cara frente al espejo del tocador cuando en el reflejo pude ver la pantalla encendida de mi celular. Lo dudé por un largo periodo de tiempo y finalmente cedí a la tentación de leer los mensajes que me habían estado enviando.

Pero por alguna razón mi dedo fue directamente a los del chat de Jungkook.

Jeon Arrogante:

»No te vi bien en el auto, ¿Sucedió algo?
3:32am

»???
3:40am

»Bien, supongo que te has dormido o simplemente evitas mis mensajes.
3:56am

»Espero que estés durmiendo.
3:58am

»¿Ya despertaste?
9:07am

»¿Qué tal ahora?
10:34am

»El propósito de un chat es que respondas en algún momento~.
2:43pm

»Si no lo haces en 5 minutos me veré obligado a ir a tu casa.
4:37pm

»5
4:38pm

»4
4:39pm

»3
4:50pm

»2
4:51pm

»1
4:52pm

»Bien, tú te lo ganaste.
4:55pm

»Espero que me recibas con comida otra vez.
4:58pm

»Diviértete esta noche, mañana empezaremos con un plan que he estado pensando anoche mientras cierta persona no respondía mis mensajes. Cuídate. Saludos a mi suegrita.
6:48pm

Solté una pequeña risa al ver ese último mensaje, sintiendo un pequeño vacío en el estomago, ¿Cómo podía ser tan desvergonzado? Iba a volverme loca.

***

Momentos que te hacían probar por cuenta propia que no todo lo malo es eterno.

Pero, lamentablemente, nada dura para siempre, mucho menos si es bueno.

Y entonces te das cuenta que no son más que eso: solo momentos.

Y que la esencia de su existencia está en guardarlos en lo más profundo de tu corazón con la esperanza de que, en algún momento, la vida te sorprenda con otra subida inesperada.

Como si se tratase del premio por tolerar toda la miseria de la vida.

🔸🔸🔸
Tengo dos cositas para decir:
1. Muchas gracias por el apoyo que le dan a la novela, ya somos 3k! Les prometo que ahora que ambos se tienen confianza comenzará el drama.
2.¿Les molesta los capítulos largos? Necesito que sean sinceros, de ser así, juro no quitar contenido pero si podría cambiar la distribución de los capítulo.
Nos leemos pronto👋🏻

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Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.