Fría como el hielo

By G_Spin

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Hola, soy Jade Thompson. Una estudiante de segundo año de la universidad, que en cierta etapa de su adolescen... More

Presentación.
Prólogo.
Capítulo 1: Solterona con 30 gatos.
Capítulo 2: Don "dientes perfectos".
Capítulo 3: ¿Quién será Aarón?
Capítulo 4: Lily Rose Miller.
Capítulo 5: Creemos que serás monja.
Capítulo 6: Chocolates.
Capítulo 7: Misión número de teléfono.
Capítulo 8: Mensajes de texto.
Capítulo 9: Las mujeres somos cursis.
Capítulo 10: Ben "El sabelotodo".
Capítulo 11: El demonio de los celos.
Capítulo 12: El plan funcionó.
Capítulo 13: El bar y Leslie Newman.
Capítulo 14: Nueva adicción.
Capítulo 15: Taladrar la pared.
Capítulo 16: Elsa.
Capítulo 17: Aarón.
Capítulo 18: ¿Cómo se hacen los bebés?
Capítulo 19: ¿Cómo se te ocurre comprarme condones?
Capítulo 20: La verdad.
Capítulo 21: Te amo.
Capítulo 22: Primera Vez.
Capítulo 23: ¿Anoche hicieron bebés?
Capítulo 24: Cumpleaños.
Capítulo 25: Inconsciencia.
Capítulo 26: No puedo perderlo.
Capítulo 27: En el limbo.
Capítulo 28: Esa voz.
Capítulo 29: Tú no sabes lo que es amar.
Capítulo 30: ¿Será que si regreso podré resolverlo?
Capítulo 31: ¡Casi un maldito mes!
Capítulo 32: ¿Qué te hice para que me odies tanto?
Capítulo 33: ¿Qué le hiciste a mi hermana?
Capítulo 35: ¿Cómo podemos volver al principio?
Capítulo 36: Eso quiere decir...
Capítulo 37: Quererse no tiene horario.
Epílogo.
Nota de autor.

Capítulo 34: Vestidito rojo de perra.

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By G_Spin


Jade

—Grayson ya se fue—es lo primero que dice Sam apenas estacionamos en frente de la casa de Holden Lane.

—¿Cómo lo sabes? —le pregunto.

Miro a través de la ventana, por si acaso Sam está equivocado, y puedo localizar a Grayson.

—Justo estoy estacionado en el lugar donde estaba mi auto, y yo le di mis llaves a él para que tuviera como regresar a casa. En fin, ¿te quieres ir?

Sam y Angie me miran interrogante. Es espeluznante como ya tienen las mismas expresiones.

—No—niego con la cabeza para reafirmar mi respuesta—. Aún tengo algo importante que resolver aquí.

Cuando me dispongo a salir del auto Angie toma mi mano.

—¿A dónde crees que vas?—pregunta con una mirada acusadora—Acabas de tener un ataque de pánico. ¿Piensas que te dejaré salir y enfrentarte a Sarah sola? ¡Acaso estás loca!—juro que sus gritos tienen la capacidad de aturdir a la gente. Lastimosamente para ella ya me acostumbre a ellos y eso no me va a detener.

—Angie, te amo, pero no puedes protegerme de todo—me mira como si le estuviera hablando en chino—. No te hagas la tonta, siempre me he dado cuenta de que de alguna forma u otra tú siempre me proteges. Que no diga nada, no quiere decir que no lo sepa—sus mejillas se sonrojan poco a poco—. No tienes que avergonzarte por eso, soy tu hermanita y las hermanas mayores siempre cuidan a sus hermanas más pequeñas. Pero no me puedes proteger de todo, a veces debes dejarme ir. Debo hacer esto yo sola.

No sé qué dije pero ver como se le escapan unas lágrimas a Angie me parte el corazón, así que la traigo en un abrazo.

—Sarah es la maleza en mi vida, y sola arrancándola de la raíz me desharé de ella. Déjame ir y te prometo que si en quince minutos no regreso podrás ir como la digna mama pájaro que eres y buscarme, ¿qué tal eso?

Eso la hace reír, por lo tanto yo estoy sonriendo de oreja a oreja.

—Tienes diez minutos, jovencita—sé que bromea, bueno, más o menos.

—Sí, mamá—le doy un beso en la mejilla—. Sam...—lo miro seriamente—Asegúrate de que espere los diez minutos antes de que quiera buscarme.

—No te prometo nada—dice con una sonrisa y un guiño.

Con un gran suspiro salgo de auto y me encamino nuevamente a la caso de Holden en busca de Sarah.

Mientras camino, lo único que ronda mi cabeza es que no puedo vivir con estos ataques de pánico toda mi vida. Sé que si enfrento a Sarah de una vez por todas podré estar en paz, es decir, no voy a estar con miedo toda mi vida y permitir que cada vez que la vea sufra estos ataques. Ella no controla mi vida.

Sarah sigue enfrente de la casa, riendo con un grupo de gente que la rodea. Nunca cambia, en donde este, siempre quiere ser el centro de atención.

Uno de los chicos que la rodea me señala para informarle que estoy justo detrás de ella.

—Pero miren que trajo el rio de regreso—dice Sarah cruzándose de brazos y luciendo ligeramente sorprendida—, tu novio ya se fue, así que tú también te puedes ir.

«Está bien Jade, tu puedes hacer esto, has sido una persona fría y cerrada desde hace cuatro años, solo debes de activar tu modo perra y superar a esta. Sarah no es más perra que tu» me digo esto internamente antes de responderle a Sarah con un sonrisa en la cara.

—Ya sé que se fue. En realidad, vine por ti.

—¿Por mí?—si levanta más la ceja juro que se le va a salir de la cara—¿Acaso no tuviste suficiente con lo que pasó hace un momento?

Poco a poco más gente comienza a rodearnos, curiosos de saber que está pasando. Y por mi mejor, pues mientras más personas observen la humillación de Sarah, más gratificante será.

—Debo decir que hace un momento me tomaste por sorpresa y con la guardia baja, pero aquí está la verdadera yo, la que soy ahora. Si eres mejor que yo, trata de destruir esta versión de mí.

—Cariño...—la sonrisa en su cara me confirma que aceptó el reto—¿Qué voy a destruir de ti? ¿No es obvio que todos los chicos que te aman vienen a mí?

—¿Es por eso que Grayson está aquí a tu lado? Porque me acabas de decir hace unos minutos que Grayson ya se fue. Y si hablas por Aarón, ¿por qué fue hace poco a buscarme pidiéndome perdón? Digo, si son tan felices a tu lado, ¿por qué regresan a mí?

Necesito una cámara, porque su cara de sorpresa es digna de admiración.

—¡MIENTES!—grita una vez que sale de su sorpresa.

—¿Por qué tendría que mentir? No soy como tu Sarah, no necesito mentir y manipular para conseguir lo que quiero.

Su cara se está volviendo roja, un claro indicio de que se está enfureciendo.

—Eres una perra—dice entre dientes.

—Gracias. Magistralmente eso lo aprendí de ti. ¿Dime que se siente que la alumna supere a la maestra?

—Eres una farsa, tú no eres así, por dentro sé que sufres.

—¿Por qué eso te haría muy feliz, no?—me acerco a pocos centímetros de su cara. Ella trata de alejarse, pero la toma de las muñecas para que no vaya a ningún lado— Por dentro eres tan infeliz, que necesitas ver el sufrimiento ajeno para sentirte bien contigo misma. Necesitas ser una chica fácil, para poder tener un gramo de amor, aunque al final sabes que solo te buscan por sexo y nada más—la miro de arriba abajo con desprecio—. Valórate un poco, tal vez así puedas ser feliz y no decepcionar a tus padres y a ti misma.

La suelto y doy media vuelta para irme, hasta que Sarah abre su gran boca y dice algo que juro me hace ver rojo.

—Por lo menos yo tengo padres que me aman y me esperan en casa, ¿Qué puedes decir tú? Eres una pobre huérfana.

Juro por Dios que se tragará lo que acaba de decir.

Giro nuevamente para enfrentarla, y verla sonreír solo me enfurece más. Pero no muestro mis intenciones de inmediato, solo camino de manera tranquila hasta estar enfrente de ella una vez más.

—¿Te parece que miento ahora, Jade?—juro que su sonrisa será borrada.

—No, tienes toda la razón, soy huérfana. Solo haré una cosa más— levanto mi dedo índice enfrente de ella para dar énfasis a lo que acabo de decir. Solo que rápidamente bajo mi dedo y convierto mi mano en un puño, puño con el que me encargo de partirle la nariz con tal fuerza que cae con un golpe seco al césped—. ¡En tu vida, vuelvas a mencionar a mis padres, o te juro que tu nariz será el menor de tus problemas!

Sarah sostiene su nariz con ambas manos, aunque eso no evita que siga sangrando de manera abundante. Cuando levanta su cara y me mira, lo hace de manera horrorizada, como si no pudiera creer lo que acabo de hacer.

—Te recomiendo no acusarme por agresión, porque, no me preguntes como, tengo el video y las fotos que hiciste hace cuatros años cuando fingiste con Aarón un intento de violación contra mí, y créeme puedo utilizar eso en tu contra—el mirar miedo en su cara me confirma de que no hará nada— Y por lo de tu nariz, no te preocupes y ve el lado positivo, estas sangrando y eso hace que combine de maravilla con tu vestidito rojo de perra. Ahora si me disculpan—quito mi mirada de Sarah y miro a mi alrededor a todos los curioso que se acercaron a mirar—, debo irme. Hasta nunca Sarah—esto último lo digo sin mirar atrás.

Suspiro profundamente cuando me acerco al auto, enfrentar a Sarah me hizo tanto bien. Es como si me hubiera quitado un gran peso de encima, un peso que llevaba cuatros años conmigo.

—¡¿Por qué demonios tu mano está sangrando?!—el enorme grito de Angie me trae de regreso a la realidad. Ni siquiera oí la puerta del auto.

Veo como Sam baja rápidamente del auto para atrapar a una Angie dispuesta a correr a la casa de Holden Lane.

—Angie...—digo su nombre pero ella no me escucha.

—Suéltame, Sam. ¡Juro que patearé a Sarah!—Sam la tiene cargada por la cintura, mientras ellas patalea y tira puños al aire.

—¡Angie la sangre no es mía! —le grito. Y al parecer eso le llama la atención, pues deja de revolverse en el aire y se tranquiliza. Cuando Sam la siente más tranquila la suelta y ambos me quedan viendo expectantes para que les dé una explicación—Enfrenté a Sarah y todo salió bien, claro que al final ella mencionó a mis padres y tuve que partirle la nariz, así que esta sangre...—muevo la mano manchada de ella—Es de Sarah.

—¿Le partiste la nariz a Sarah? —preguntan Sam y Angie al unísono. En serio, eso es escalofriante.

—Si... Es lo que dije.

Un grito ensordecedor sale de Angie antes de saltar a abrazarme.

—Me alegra tanto—se separa de mí para verme con una gran sonrisa—. Esa perra se lo merecía.

—Lo sé, ahora quiero ir a casa, estoy agotada. Si quieres allá te cuento todo con lujos de detalles.

Angie asiente y todos nos metemos al auto para regresar a mi casa. Ha sido un día muy largo.

—Sam, si quieres puedes dejarnos a Angie y a mí en mi casa y llevarte el auto, es decir, como tu coche se lo diste a Grayson puedes tomar el mío y traerlo mañana. Así aprovechas y le das la nota que te di a Grayson.

Sam solo asiente en afirmación.

Suspiro, pues yo solo espero que lo que escribí en esa nota sea suficiente para recuperar a Grayson.

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