Regrese a la habitación en completo silencio, para mi mala suerte Christof ya estaba dormido ¿Cómo no? El pobre se había levantado temprano para ir a clases, claramente llegó tarde debido a su parada en la universidad, pero de todas maneras debe de estar agotado... no tuvimos tiempo de hablar.
Me cambie de ropa a mi habitual camiseta de hombre para dormir, pero como tenía acompañante esta noche me coloqué un short de pijama, odiaba dormir con algo más que bragas pero no podía dormir así como así, hoy tenía visitas en mi cama. Abrí mi lado de las sabanas y fui hasta el otro moviendo un poco a Christof.
- Oye, es tarde, levántate para que puedas cubrirte, ya está haciendo frio.
Se sentó en la cama con los ojos cerrados.
- Cass... me dormí... lo siento.
Aún estaba dormido, hablaba cada cierta cantidad de segundos mientras le quitaba las zapatillas.
- Tontito, ya vamos a dormir, solo sácate la ropa para que no te moleste.
No podía sacarle los pantalones yo ¿Qué clase de mujer sería? Así que solito se los desabrochó, los tiró a algún lugar del cuarto y se acostó bajo las sabanas.
- Cass... ven a la cama.
- Ya voy, deja apagar la luz.
Fui hasta la pared apretando el interruptor, hice una parada rápida hacia el baño para hacer pis o no podría dormir, me lavé los dientes y fui a la cama con él. Christof pegó su pecho a mi espalda envolviendo mi cintura con delicadeza, posó su rostro en el espacio entre mi cuello y hombro susurrando sus buenas noches, luego de eso su respiración se hizo más pesada y profunda, se había dormido.
- Buenas noches Chris.
Luego de eso yo también me dormí... cuanto había esperado por este momento, la primera y última vez que dormimos juntos fue separado por las chicas, condición de mi madre "no dejen que duerman juntos, quizás que cosas se les pase por la cabeza en la noche" y le hicieron caso que fue la peor parte.
Ahora solo me quedaba ver como le decía que tenía que irse antes de la una... seria todo un reto.
Diez de la mañana, fui despertada de besos y abrazos cariñosos, había regresado mi niño perdido, ya no era el chico que insultaba cada tres palabras, esos tiempos habían pasado, supongo que había madurado en todo este tiempo y vernos de nuevo, compartir el mismo espacio nos hizo bastante bien.
- Buenos días preciosa ¿Cómo dormiste?
- Realmente bien –dándole un casto beso sobre los labios-. Lamento haber tardado tanto anoche.
- Tranquila, si son cosas de tu padre tienes que ir... no te queda de otra.
- Si... hablando de eso, tengo que estar en el centro a la una, intento suicidarse y quieren que hable con él, probablemente pasaré todo el día allá, debo firmar unos documentos para autorizar el aumento de los medicamentos, su seguridad y otras cosas – suspiré-. Será un fin de semana atareado, y yo que quería pasarlo contigo.
Abrazando su cintura con mis brazos.
- Lamento escuchar eso... tu padre debería dejar de darte tantas preocupaciones –beso mi frente-. Sé que puedes con esto Cass, eres una chica fuerte y no te preocupes por mí, de hecho todos los sábados me levanto a las ocho para ir a patinar, ya sabes, sacar nuevos trucos en mi skate y esas cosas.
- Estas tardísimo ¿lo sabías? –mirándolo divertida con una ceja alzada-. Deberías comenzar a vestirte.
- Lo sé, pero me gusta verte dormir, eres una maraña de pelo que suspira toda la noche, abrazas muy fuerte también.
- ¡Hey! ¡No me veas durmiendo! ¿Hace cuánto despertaste?
- Mi alarma sonó a las ocho, hace dos horas que te estoy mirando.
- ¡Eres un psicópata! –golpeando su brazo riendo-. ¿Debería demandarte?
- Soy menor de edad, yo podría demandarte.
- Estas jugando sucio –señalándolo con el dedo-. Te puedes quemar.
Me empujó hasta caer sobre mi espalda colocándose sobre mí sosteniendo su peso con el antebrazo.
- ¿estas segura? Porque tengo un arma secreta –sentándose a horcajadas sobre mis muslos-. Y son las... ¡cosquillas!
Sus manos recorrían todo mi abdomen, los muslos, el cuello mientras yo me retorcía intentando soltarme de sus manos riendo fuertemente.
- ¡Para por favor! ¡ya no puedo más! Me haré pis... por favor...
Riendo a carcajadas junto con él, si fuera Jeff estoy segura de que hablaría de otro tipo de arma secreta... ¿Por qué pienso en el maldito de Jeff?
<<Es Christof Cass... es Christof>>
Recordándole a mi mente.
- ¡Suplica Cassandra Blake! No me detendré.
- ¡No es justo! Tú no eres cosquilloso –retorciéndome bajo su peso-. ¡me rindo, me rindo!
Decidió que era suficiente por fin, besó mis mejillas, nariz y labios sonriendo mientras salía de la cama observándome desde su posición.
- ¿Ahora si estás bien despierta?
- Si – respirando rápido-. Pensé que me iba a morir, no es justo jugar a las cosquillas, no te puedo atacar.
- Algún día encontraras algo con lo que retarme.
El reto... joder debía arreglarme, una ducha por lo menos, después de todo lo que bebí ayer, estoy segura que más de algo transpire y no quiero parecer un espantapájaros, no le daré material al idiota de Jeff para que se burle de mí.
- Cass ¿me estas escuchando?
Espabilé mirando a Christof, estaba subiéndose los pantalones, hasta ahora no caí en cuenta de que durmió en bóxer.
- Perdón ¿Qué decías? Estaba pensando.
- Te decía que si me prestabas el baño para ducharme, no quiero llegar a mi casa aún y que mi tía me vea así, me va a regañar y probablemente no podré salir, pero en vista de que te demoraste en responder comencé a vestirme.
- ¡Ve a bañarte tonto! No hay problema, te prepararé algo para que desayunes.
Saliendo de la comodidad de mi cama.
- Gracias, eres la mejor.
Besó mi mejilla, se quitó nuevamente los pantalones dejándolos sobre la cama desapareciendo tras la puerta del baño, creo que podría acostumbrarme a esto, no está nada mal despertar con un beso y un abrazo cada mañana...
Ya en la cocina preparé un poco de café, el motor de mí día a día, tomé cuatro láminas de pan, les puse mantequilla, jamón y queso, envolví cada sándwich en papel de cocina y los metí dentro de una bolsita sellada al vacío, el café lo puse dentro de un termo y su desayuno estaba listo, pero ¿Dónde llevaría todo? Subí las escaleras en dirección a mi cuarto, vacíe la mochila negra que usaba para escuela, metí dentro mi cargador inalámbrico ya que seguramente su móvil no tenía batería y baje guardando su desayuno dentro.
- Wau... ¿Qué daría por verte cada día con esas pintas?
Fui hasta mí secando su cabello con mi toalla dándome un beso pequeño, nada de lengua, nada de movimiento de labios... Christof era tan... tranquilo...
- Te preparé el desayuno, aquí tienes una mochila y un cargador portátil por si no te queda batería, avísale a tu tía que saliste o se enojará contigo, que tengas un lindo día.
- Ya me estas echando – hizo un puchero-. Gracias bonita ¿Qué dices de que traiga algo para cenar?
- No lo sé... – no sé a qué hora Jeff me devolverá a casa-. quizás a qué hora salga del centro y dudo que tu tía te deje salir viendo tu rostro así, está más feo que ayer el moretón.
Acariciando su mejilla.
- Ese maldito de Jeff... Es un idiota.
- Un idiota al que no volverás a acercarte ¿cierto?
- Si mamá... -rodando los ojos-. Cass no actúes así por favor, realmente pareces mi madre y eso me molesta, somos novios otra vez ¿cierto? Confía en mi como yo confío en ti, no volveré a acercarme a él y espero que tú tampoco.
- No, puedes estar tranquilo –hablé demasiado rápido, las palabras salieron antes de que las pensara-. Jeff y yo en el mismo espacio... imposible, es la persona más desagradable que he conocido en el mundo. Y sobre nosotros... -sonreí-. Me alegra que estemos juntos otra vez, te extrañaba.
Suspiró.
- Bien, que tengas un lindo día bonito –otro beso pequeño-. Te cuento más tarde como salen las cosas en mi casa.
- Suerte –acompañándolo hasta la puerta-. Tu tía se volverá loca.
- Ni que lo digas.
Sonriente cruzó la calle hasta la casa de Lisa donde ella lo esperaba con el skate en la mano fuera de su puerta, Chris lo tomó y salió disparado por la calle desapareciendo en la avenida, solo entonces cerré la puerta observando la hora en el reloj de la pared.
- Once treinta... aún tenía tiempo de hacer todas mis cosas a tiempo, dejaré el desayuno para después.
Subí a mi habitación ordenando la cama y la ropa tirada organizándola según si estaba sucia o limpia, abrí las ventanas, me desnudé y entré al baño tomando una ducha realmente relajante, salí envuelta en una nube de vapor con una toalla mediana sobre el cabello y otra más grande envolviendo mi cuerpo, abrí el armario viendo todas mis ropas, el día pintaba feo y hasta parecía que llovería, como no sabía que ponerme aún y no quería hacer el ridículo en la calle busque en mi móvil el tiempo, iba a llover joder... lo conecté para que tuviera batería y volví a mi tarea de ver que me pondría. Decidí algo simple, después de todo hacía frio y me encantaba ir por ahí como un oso. Un jeans oscuro, botas hasta los tobillos, una camiseta de manga larga, mi polo GAP que tanto amaba y una chaqueta negra encima, era demasiado negro, lo sé, pero prefiero prevenir, siempre que llueve me caigo, tropiezo con algo, un auto me salpica o cualquier cosa que tenga que ver con mi mala suerte, en el negro todo se disimula mejor así que así iré vestida. Sequé mi cabello, me maquillé un poco, me puse la ropa que antes había seleccionado y ya estaba lista, tomé mi bolso guardando dentro mi móvil, un cargador por precaución, mi billetera y las llaves de la casa, cerré las ventanas, tomé mi paraguas colgado tras la puerta de mi habitación y bajé al primer piso para esperar a Jeff, estaba ordenado debido a que no paso demasiado tiempo en casa así que no debía preocuparme por eso si él quería pasar.
Sentada en el sofá decidí encender el televisor para colocar un poco de música, busqué YouTube abriendo la lupa "Who says de Selena Gómez" sonó a un volumen moderado por todo el lugar, me encantaba escuchar música...
Sentí el móvil vibrar a mi lado, lo saqué del bolso revisando el mensaje de un número desconocido.
"ábreme la puerta, estoy afuera"
Seguramente era Jeff, guardé su número como "idiota arrogante" mientras caminaba hacía la puerta abriéndole. Sin pedir permiso entró soplando sus manos, llevaba la nariz roja. No parecía estar demasiado abrigado, llevaba una camiseta blanca, chaqueta de cuero abierta, jeans negros y zapatillas, también llevaba un gorro de lana a tono con su atuendo, no estaba vestido para salir a como estaba el clima afuera.
- Hace frio mujer, y tú demorando al abrir la puerta.
- ¿Jeff no viste como está el clima? Estás demasiado desabrigado, vas a enfermar.
Se sentó en mi sofá frotando sus manos entre si viendo la televisión, leyendo la letra de la música que tenía puesta.
- ¿me estas escuchando o el frio congeló tus oídos?
- Te escucho Cassandra, siempre te presto atención.
Su respuesta me tomó desprevenida. Para que no notara lo sorprendida que me dejó carraspee yendo hacía él.
- ¿Quieres un café?
Desvió el rostro de la pantalla dedicándome una sonrisa.
- Por favor.
¿Quién era esta persona y donde estaba el arrogante de Jeff?
- Está bien... enseguida te lo traigo.
- Gracias.
Entonces regresó a la pantalla. Estaba demasiado extraño hoy... si estaba intentando agradarme de a poco no lo conseguiría, soy desconfiada con el sexo opuesto y mucho más con él.
De todas maneras le preparé café con tres de azúcar y crema, es un exquisito y un tarado que lo grita como si yo estuviera trabajando... trabajé en uno pero no por eso debía tratarme como una esclava.
- Aquí está tu café.
Sentándome a su lado con una taza de café normal sin azúcar, necesitaba sentir la cafeína.
- Gracias – bebiendo un sorbo con cuidado-. Está delicioso tu café Cass, podría venir aquí todos los días para que me prepararas el desayuno.
Que me dijera Cass causaba un efecto en mi cuerpo erizando cada vello de mi cuerpo.
- Ni lo pienses, me arruinaste el fin de semana, podría haberlo pasado con Christof.
- ¿Tienes miedo de caer por mí? – de nuevo esa sonrisa que parecía sincera-. Soy solo un chico como todos –encogiéndose de hombros-. No hay nada que tenga de especial, quizás hice esta estúpida apuesta para poder pasar tiempo con alguien que no quiera tirarse sobre mi cada cinco minutos, alguien autentico.
Mi expresión estaba segura que era de asombro total, este no era Jeff, era un chico normal que expresaba su molestia contra las chicas que lo rodeaban.
- ¿crees que soy autentica? Te has burlado de mi cada maldito minuto que hemos compartido, si esta es tu táctica Jeff créeme que no caeré, soy más inteligente de lo que piensas.
- No me burlaba de ti, solo quería llevarte al límite, ver cuánto podías soportar, probar si esa era tu táctica para que me interesara en ti, todas las chicas tienen sus medios para conseguir lo que quieren y al ver tus ojos rojos e hinchados ayer... me di cuenta de que estuviste llorando y que en realidad te afectaban las cosas que te decía, planeo no volver a hacerlo, nunca fue mi intención hacer que te sintieras mal.
Tomó el mando de la televisión cambiando la música, Justin Bieber sonó fuerte y claro, "Friends" creo que se llamaba.
- ¿Podemos ser amigos Cass?
Mirada suplicante, ceño fruncido en señal de preocupación, su labio inferior atrapado entre sus dientes... joder era una imagen demasiado erótica en mi cabeza.
- Si prometes no ser un idiota... quizás podríamos lograrlo.
¿Qué más podía decir? Se veía sincero...
- Gracias – bebió de su café sin quitar sus ojos de mí-. Tengo un panorama realmente bueno, para eso debes armar un bolso.
- ¿Cómo que un bolso? ¿Cuándo regresaremos?
- Mañana por la tarde, asegúrate de llevar bañador.
- ¿Eres consciente del frio que hace fuera para querer llevar un bañador?
- Confía en mí – levantándose del sofá-. Vamos a ordenar tu ropa ¿segundo piso?
- Está bien... -confundida-. Si, primer cuarto a la derecha.
Estaba dejándolo entrar a mi espacio personal, parecía una persona normal y agradable que bebía café por las mañanas, pienso que hasta podría caerme bien esta nueva faceta de Jeff.
- con una mochila pequeña estarás bien, dos cosas de cada prenda y tendrás para el fin de semana.
Se sentó en mi cama observándome sacar prenda por prenda analizándola detenidamente, lo único que oculté fue la ropa interior y el bikini impidiendo que los viera, no me sentiría cómoda con su mirada analítica sobre la talla de mis bragas o la copa de mi sostén.
- Bien, llevo ropa, toalla, pijama, mis cosas de aseo ¿Qué más se me podría quedar?
- Con la chaqueta que llevas estás bien, también guardaste un abrigo un gorro y una bufanda –rascó su barbilla-. Creo que con eso vas bien ¿nos vamos?
- Si, el viaje debe ser largo si quieres agua, ni creas que ganaras la apuesta en un fin de semana –señalándolo con el dedo-. Soy mucho más difícil que eso.
- No planeo hacer nada extraño Cass –caminó hasta mi acomodando un mechón de cabello tras mi oreja-. Solo planeo hacer las cosas bien desde ahora.
Ese pequeño gesto hizo que las mariposas de mi estómago se convirtieran en pájaros ansiosos revoloteando por todos lados, no es ni la mitad de lo que sentí cuando Christof hizo lo mismo mientras hablábamos.
- E-está bien, solo no te acerques tanto, es raro – dando dos pasos hacia atrás llevando mi mochila conmigo-. Es mejor que nos vamos.
- Si –sonriendo mientras tomaba ambos tazones vacíos caminando hacía la puerta-. Acompáñame a casa por algo más abrigado, salí rápido para venir a buscarte pero aún no tengo todo listo.
- Ok, pero te espero en el auto.
No me sentía capaz de ver a los chicos, después de la escena que hice ayer, lo que les dije... es verdad que tenemos distintos conceptos de diversión pero cada loco con su tema ¿Quién soy yo para juzgar? Esos chicos me protegieron cuando me sentí vulnerable por ese chico en las carreras y Ali siempre escuchó cada uno de mis problemas, inclusive peleó por mi contra la estúpida de Molly, creo que solo fue un momento de debilidad mental... que hablaran de mi madre me afectó más de lo pensé y ahora estaba arrepentida de todo lo que les dije.
Condujo las pocas calles que nos separaban de su casa, estacionó fuera, detuvo el motor y bajo del vehículo.
- No tardo.
- Aquí te espero.
Desapareció al interior de la casa, minutos después todos los chicos comenzaron a salir con bolsos y más bolsos, bajé del auto buscando a Jeff con la mirada, se había cambiado de ropa, llevaba un polo, una chaqueta, pantalones y botas, llevaba el mismo gorro de lana que llevó a mi casa.
- ¿Que se supone que es esto Jeff? Te dije que no quería que...
- ¡Cass! Perdóname por el mal rato... debí haberte advertido de los juegos que suelen jugar en la casa de Evans –abrazándome-. Créeme que no fue mi intención que te enojaras o que tuvieras que escuchar a Molly decir todas esas estupideces, nunca quise hacer que te sintieras mal.
Quedé totalmente petrificada ante sus palabras, no lo esperaba y al mismo tiempo me sentía patética por mi actitud.
- Este viaje... lo organicé para que pudieras conocernos a todos –hablaba Jeff rascando su nunca, parecía nervioso-. Conocernos en realidad, sin alcohol, sin carreras, sin juegos estúpidos, solo a nosotros.
Allison me soltó al ver que no hablé ni la abracé de vuelta, entonces pude ver su rostro, un enorme moretón adornaba su mejilla, me sentí culpable por eso...
- ¿Sigues molesta? Entiendo si no quieres salir con nosotros... realmente me sorprendí cuando Jeff me contó que accediste a salir con él hoy, me dijo que apostaron ¿es cierto?
Rodé los ojos, se supone que nuestra apuesta quedaría solo entre él y yo.
- Esto fue una mala idea, me devuelvo a mi casa.
Caminando hacía el auto sacando mi mochila de los asientos traseros.
- ¿Seguirás comportándote como una chiquilla taimada? – las palabras de Jeff hicieron que detuviera mi caminar-. ¿Solo porque las cosas no salen como quieres o como esperabas te vas a encerrar en tu maldita habitación con un mocoso que no sabe lo que quiere? Cassandra todos se están esforzando por sacrificar el maldito fin de semana por ti y tú no aprecias los malditos esfuerzos de nadie.
- ¡Pues perdón por ser una estúpida! –volteando para enfrentarlo-. ¡Me comporté como una idiota ayer con todos! ¿Cómo esperas que me quede a pasar un fin de semana? ¿pensaste en la posibilidad de que a lo mejor no me quieren ver?
Señalando a los chicos que observaban la escena perplejos.
- No es así Cass... nos sentimos realmente mal por las cosas que dijo Molly, cuando te fuiste y Ali la golpeó, habló mucha mierda de ti –Nate caminaba hacía mi apenado-. Nadie creyó en sus palabras, ni siquiera Evans quien sabía lo que tenía como familia... te buscamos mucho, cuando nos rendimos Jeff salió con todas tus cosas sin decir a nadie, te encontró y planeó todo esto para que pudiéramos arreglar las cosas, ayer no fue justo ni para ti ni para nosotros.
- ¿Metí la pata no es así? – las lágrimas amenazaban con salir, estos chicos a los que quería dejar de ver me entendían tan bien...-. Me siento una mala persona ahora, lo siento mucho chicos.
Les di la espalda antes de que la primera lagrima cayera, odiaba que me vieran llorar, me hacía sentir vulnerable y débil.
- Tranquila Cass, son cosas que pasan, estabas borracha, te sentías presionada e incómoda, lo entendemos – Luke rodeó mis hombros con su brazo-. ¡Oye pero no llores! No es para tanto.
- ¿Está llorando? – Logan apareció parándose frente a mi agachándose para quedar a mi nivel-. Enana no es toda tu culpa, piensa en el problema como una gran pizza y todos aportamos una porción – acariciando mi espalda-. Tranquila.
- Mocosa del demonio ven aquí – Jeff tiró de mi brazo atrayéndome hasta él, choqué con su pecho y fui envuelta por sus fuertes brazos-. Odio ver a las mujeres llorar a menos de que sea de placer en una cama – se me escapó una risita nerviosa, siempre salía con sus estupideces-. Deja esas lágrimas y la pena, nadie está enojado, solo necesitabas resolver tu conflicto interno, para la próxima apostaré por ti si peleas con Molly, me harás ganar mucho dinero.
- Idiota –sonriendo mientras lloraba-. Pero gracias Jeff.
- No hay de que enana, ahora si ya terminamos las formalidades y las disculpas estamos realmente tarde para nuestra salida.
- ¡Todos al auto! –gritó Luke animado-. ¡La pasaremos genial!
Terminaron de subir los bolsos al maletero del auto, mi mochila junto con todas las cosas pero me quedé mi bolso de mano, ahí tenía mi móvil en caso de que algo pasara, Christof seguramente irá a mi casa cuando llegue para ir a dejar las cosas que le preste y yo no estaré ahí... me siento un poco culpable.
- Bien, nos iremos sentados como la otra vez, espero no te moleste Cass.
El pervertido de Jeff ya estaba con sus temas, este era más el chico que conocía.
- Qué más da, el viaje no será tan largo.
Todos nos subimos al vehículo, me senté en las piernas de Jeff sintiéndome bastante cómoda para mi mala suerte, sus brazos rodearon mi cintura empujándome hacía atrás para que apoyara mi espalda en su pecho.
- Será un corto viaje de dos horas...- susurro en mi oído-. Pero me comportaré, lo juro.
¡¿Dos horas?! Eso era demasiado tiempo...
- Bueno, si no te molesta dormiré un poco – acomodándome en sus piernas apoyando mi rostro en su hombro-. No dormí mucho anoche.
Sonreí para mis adentros, quería hacerlo enojar, el Jeff simpático y atento me estaba asustando, estaba más acostumbrada a su idiotez.
- Duerme nena, después de todo tampoco dormirás mucho esta noche.
Vi su sonrisa de reojo, no sabía lo que tenía planeado pero viniendo de Jeff no esperaba nada bueno, pero viendo su extraño cambio de actitud... no estaba tan segura.
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VOLVERÉ MUY PRONTO CON EL SIGUIENTE CAPITULO, QUE LO DISFRUTEN PRECIOSOS, COMENTENME QUE LES ESTÁ APARECIENDO LA HISTORIA <3
UN BESOTE ENORME!