Era el día, bajarían a la tierra de nuevo, y si todo iba según lo planeado, Mark se quedaría definitivamente.
La emoción del chico podía notarse con solo verlo, su sonrisa era más grande que nunca y sus ojos eran aún mas lindos con ese brillo que los adornaba.
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Ambos chicos miraban todo con emoción, Namjoon por ser su primera vez en la tierra y Mark por estar de nuevo abajo.
—¡Hey, Mark! ¿adónde iremos?— el chico revisó los papeles.
—Tenemos un departamento cerca del lugar donde estudian— Mark soltó una risilla —También iremos a la escuela— Namjoon hizo un pequeño puchero.
—Odio la escuela— Mark rió de nuevo.
—Jamás has ido— Namjoon hizo una mueca.
—Ya, solo quería decirlo, está de moda odiar la escuela, ¿no? ¡Oh, mira!— Namjoon caminó rápido al ver un tatoo studio, por la vitrina podían verse algunas de las muestras —Mark, ¿crees qué papá se enoje si me pongo eso?— el chico lo miró raro.
—¿Quieres tatuarte? ¿Sabes si quiera lo que es un tatuaje?— Namjoon rodó los ojos.
—Mark, déjame hacerlo, si estoy aquí debo disfrutar, ¿no es así? Además si no hago cosas fuera de mi rutina... ¿Qué les diré a mis hijos? ¿Qué fui un aburrido?— Namjoon sonrió melancólico.
—¿Qué? ¿Ahora eres poeta? Vamos al departamento, mañana iremos a la escuela— Mark dejó sus manos en sus bolsillos y comenzó a caminar, Namjoon soltó un suspiro para seguir al chico a paso lento.
Las personas caminaban a su lado, el aire despeinaba sus cabellos, hacia demasiado viento; Namjoon tenía la boca entreabierta y por culpa del viento tragaba tierra. Cerró la boca rápidamente al oir la risa de Mark.
(...)
[Mark]
Abrí la puerta para poder entrar, el departamento era pequeño, pero lo suficiente para ambos. Namjoon se recostó en el sofá frente a la televisión y yo solo me senté en un taburete de la cocina.
Estabamos en silencio, solo escuchando el ruido que la televisión hacía, hasta que a Nam se le ocurrió hablar...
—Mark, ¿por qué me trajiste contigo?— De pronto el ambiente se volvió tenso.
—¿Debe haber una razón para invitar a mi mejor amigo?— Namjoon río irónico.
—¿Un amigo torpe? Claro, debe haberla. Mi padre... Él te prometió algo ¿cierto?— apreté los labios —Ambos sabemos que no soy el indicado para esto— sus ojos demostraban tristeza —Pero se siente bien, ¿Sabes? Eres mi mejor amigo y se que jamás me defraudarías— los ojos de Namjoon buscaban los míos, pero yo no podía verle. Él se levantó del sofa para acercarse a darme un abrazo que me tomó completamente por sorpresa —Gracias por todo, Mark. Iré a descansar— Joon se fué a la habitación dejándome solo en la sala.
La amistades de Namjoon siempre habían sido falsas, excepto una... Y no era la mía.
No me malentiendan, es sólo que, aunque me duela aceptarlo... Muchas veces lo he traicionado, justo como ahora.
El sonido de la puerta interrumpió mis pensamientos, me puse de pie para abrir: una cabellera negra y un cuerpo alto fue lo que encontré.
—Hola, soy yugyeom, tu vecino de enfrente— el chico hizo una reverencia la cual respondí con una gran sonrisa.
—Mi nombre es Mark, acabamos de mudarnos hoy con mi amigo Namjoon, él está descansando— yugyeom asintió sonriendo.
—¿Irán al instituto que está por aquí?— Mark asentí —Genial, yo voy ahí, podemos ir juntos, si quieren—
—Me parece bien, pero debo dejarte; iré a descansar, la mudanza fue difícil—
—No te preocupes, nos vemos mañana— el chico sonrió y entró a su departamento, justo frente al de nosotros.
Cerré la puerta para caminar hacia mi habitación, mañana empezaría la misión de Min.
(...)
—¡Despierta, idiota!— me levanté de golpe.
—¿Qué pasa?— restregué mis ojos antes de abrirlos por completo.
—Tenemos que ir a la escuela y tengo hambre, no querrás que queme la cocina, ¿o si?— negé.
—Bien, déjame arreglarme y hago desayuno— Namjoon salió de la habitación por fin y pude cambiar mi ropa.
No pasaron más de 20 minutos cuando ya estaba en la cocina buscando algo de comer.
—Hay cereales, leche... Cereales. No hay nada, hyung— Namjoon sacó la leche del refrigerador y los cereales de la alacena. Buscó un par de platos en el estante para ponernos a desyaunar juntos.
—Deberiamos comprar comida después de la escuela...— dije antes de que nuestra platica se viera interrumpida por el sonido de la puerta —Tal vez sea Yugyeom— me encaminé hacia la puerta.
—¿Quién es Yugyeom?— Namjoon vino a mi lado y juntos recibimos a Yugyeom.
—Hola, ¿llegué temprano? ¡Oh! ¿Tú eres Namjoon? Mucho gusto, soy Yugyeom- ambos sonrieron y voltearon a verme.
—Vámonos ya, no quiero llegar tarde— Namjoon asintió, corrió a la habitación por su mochila, la mía y el bolso con el arco.
Ya estando listos, los tres partimos a la escuela. Afortunadamente las flechas no podían ser visibles para nadie, pués de no ser así, yugyeom ya estaría preguntando sobre ellas; parecía ser una persona curiosa.
Podía verse el patio de la escuela, los chicos miraban mal a Yugyeom y a las chicas parecía importarles poco. Un chico de baja estatura se acerco a Yugyeom.
—Recién llegas, Yugyeom. Adivinas, el idiota de tu mejor amigo quiere golpear a Jimin- el chico dirigió su mirada a los otros dos —Ah, hola, soy Jackson— sonreí.
Ni siquiera tuvimos que buscarlo, Jackson estaba ahí, presentandose ante nosotros.
—Un gusto Jackson, yo soy Mark y él es Namjoon— Ambos, Nam y yo, sonreíamos a más no poder. Jackson dió una pequeña sonrisa.
—Bueno, pero, ¿qué es lo que paso con Richy y Jimin?— Jackson comenzó a contar la historia, mientras nosotros hablabamos algo alejados.
—Es él, Namjoon, es Jackson— sonreía emocionado.
—Si, pero, ¿dónde está ___ Min?— un chico de piel blanca se acerco a ellos de repente.
—Kim, deberías calmar a tu amigo, no pienso dejar que golpee a Jimin por una estupidez como esa. O el que golpee a alguien seré yo— el chico mantenía su seño fruncido hasta que una chica le golpeó el hombro.
—Yoongi, no molestes gente tan temprano— Jackson corrió hacia la chica.
—¿Te enteraste, ___?— Namjoon y yo nos miramos con complicidad. Nos alejamos un poco más del grupito para hablar.
—Los tenemos, a ambos, juntos— asentí.
—Creo que es hora— tomé el bolso con el arco y las flechas —Ésto fue más fácil—
—Mark, ¿puedo intentarlo? Traje mi arco— Nam tenía un arco de plata en las manos.
—No, déjame a mí— tomé una flecha, la coloqué y apunté. Jackson sería el primer objetivo.
Di un suspiro y... ¡Listo! Sentí las manos de Namjoon tomando una de las flechas.
—No, no, no. Basta, Namjoon, déjame a mi- tomé una segunda flecha, la coloqué y apunté a la chica. Di un suspiro y justo cuando iba a lanzar... —¡Auch!— sentí un piquete. Volteé la mirada a mi compañero quien me miraba con la boca abierta —¿Qué hiciste, Namjoon?— devolví la mirada. Ése chico tenía la sonrisa más hermosa del mundo.
—¿Hyung?— miraba al chico —¿Hyung?— solté una sonrisa boba y un fuerte suspiro.
—Namjoon, creo que me enamoré... De ese chico— Namjoon abrió la boca sorprendido y empezó a murmurar.
—¿Bromeas? Esto está mal, ¿Qué hice?... ¿Qué hice?-
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¡EDITADO!