Sanando Mis Heridas

By HelenaGrand

367K 25.6K 2.5K

Malfoy se lamentaba de tantas cosas, pero ya era tarde para enmendarlas, ya no disponía del tiempo y aunque l... More

Expreso de Hogwarts
Estoy Sola
Promesas
Las Culpas
Spattergroin
Solos en el mundo
No lo Merezco
Dos Opciones
Un Moustro
¿Esta es mi vida perfecta?
Decir la Verdad Requiere Valor
Ambos han sufrido mucho
¿Dónde está tu sangre azul?
Alejando Pesadillas
No Todos Comprenden
Un Poco de Consuelo
De Vuelta al Mundo Real
Esa pequeña Piedra
La Misma Oportunidad que Tengo Yo
Decisiones
Esos Ojos
Te Preocupas por Ella
Otro Parkinson
Duelo
Intentando Descifrar sus Secretos
Elegir un Bando
Tienes que ser Fuerte
Obsesión
Misteriosa
La Piedra de la Resurrección
Sin Cargas del Pasado
Fedra
Te Necesito
Una Mala Noticia en Navidad
Noche Difícil
Fue Ella
La Historia de Fedra y Kendra
Luna y la Clave de Todo
Cuando el Amor se Transforma en Odio
No Puedo Negarme
Te Ofrezco una Oportunidad
El Dueño de su Corazón
Utilizándonos
Una Liebre
Muere un Valiente
Humillaciones
Tus Enemigos, Mis Amigos
Resignada a su Destino
Granger o Malfoy
La Nueva Pansy
¿Un Corazón Bueno?
Sobre su Tumba
El Amor no es Siempre lo que Debe Ser
Miedos y Sueños
Costumbres
Cartas De Amor

Convicción

5.7K 391 51
By HelenaGrand

-36-

Convicción

Draco y Theodore esperaban la llegada de Vladimir, ninguno de los dos se mostraba nervioso, lucían la indiferencia característica de la casa a la que pertenecían, no podían darse el lujo de  delatarse cuando estaba más delicada la situación. Intentaban mantener fresco a Zabini, pues le había subido la temperatura durante la madrugada, algo normal considerando su estado.

Malfoy aun creía que no había sido buena idea tener a Zabini en la torre, pero después de todo tenía claro que de otra manera posiblemente no habría sobrevivido la noche, debido a la gravedad de sus heridas. Tenía mucho mejor aspecto del que había tenido horas atrás, pero no estaba del todo fuera de peligro. Blaise había tenido suerte, demasiada suerte de que Granger fuera del tipo de personas que no dejaría morir ni siquiera a sus enemigos, la manera afanosa en la que lo había atendido, la devoción que ponía para mantenerle con vida era quizás algo impropio de alguien quien debía de aborrecer a los mortifagos y todo lo que representaban, mas después de que fue uno de ellos causante de la muerte de sus padres.

En muchas ocasiones Hermione les había curado las heridas producto de sus entrenamientos, pero nunca hasta ahora había notado sus grandes facultades en el tema, la manera en la que se abstraía mientras se enfocaba en su labor, tratando de mantener la fragilidad de una vida que parecía escaparse, la soltura de sus movimientos, la seguridad con que cerraba las heridas abiertas, la rapidez con la que parecía procesar toda la información y la suavidad de sus movimientos al mismo tiempo que eran contundentes le impresionaba. No dudaba que esa fuera la verdadera vocación de la leona.

Un par de golpe en la puerta los puso alerta, intercambiaron miradas antes de que Malfoy se levantara con tranquilidad para abrir la puerta, del otro lado Parkinson se mantenía indiferente, entro con elegancia y con una rápida mirada observo cada detalle de la torres, sin mucho interés en apariencia. Reparo en Blaise después de escrutar todo con la mirada, parecía como si esperara que de repente Hermione entrara a la estancia.

Decepcionado se acerco al sillón donde convalecía Zabini, lo descubrió lo suficiente para observar las heridas recién sanadas que ahora solo eran marca más claras en la piel oscura del muchacho.

-Buen trabajo. -Se limito a decir. -Ya hable con Kendra, a pesar de todo su misión tuvo éxito gracias a ella.

Theodore se contuvo de lanzarle una maldición, ellos habían hecho prácticamente todo el trabajo, fue una misión suicida, intentaba liberar a un hombre que tenían custodiado un grupo de aurores en una casa de seguridad del ministerio. Casi los matan al hacerles frente mientras la muchacha solo había entrado mientras ellos la cubrían y había escapado sin siquiera intentar ayudarles, ahora no solo se llevaba todo el merito, si que además les daba entender que eran unos incompetentes.

El castaño crispo los puños pero se controlo por la mirada fría de Draco.

-Tuvo suerte de sobrevivir, las heridas parecen graves. -Evaluó Vladimir

-Tenemos experiencia, como comprenderá después de nuestros entrenamientos nuestras condiciones no son las más óptimas y hemos tenido que adquirir ciertos conocimientos para sobrevivir. -Dijo con suma frialdad el rubio.

-Comprendo. -Contesto sonriente. -¿Granger no dará problemas?

-Sigue dormida no despertara hasta dentro de varias horas, el problema será como justificaremos su ausencia si sigue dormida para la hora del desayuno. -Explico calculador el rubio.

-Lo mejor es sacarlo de aquí para llevarlos a las mazmorras, Nott hasta cargo del trasladarlo, debes llevarlo ahora que todo mundo sigue dormido. -El castaño solo asistió con la cabeza y con cuidado hizo levitar el cuerpo inconsciente de Zabini, tuvo lo precaución de poner sobre ellos un hechizo por si se topaba con alguien en el camino pasaran inadvertidos.

Cuando se quedaron solos Vladimir se sentó en uno de los sillones sin perder ningún detalle del lugar, intentaba adivinar cuál era el espacio que ocupaba Granger para estudiar, no fue difícil adivinarlo cuando una de las mesas estaba organizada minuciosamente, incluso usando un poco de imaginación podía verla sentada en esa misma silla, escribiendo largos pergaminos tras una pila interminable de libros, sonrió con ese pensamiento.

-¿Dónde está? -Pregunto levantándose con elegancia del sillón.

-Arriba en la habitación de la izquierda. -Contesto con seriedad ocultado su enojo, su rostro solo mostro el desagrado típico que mostraba cada que hablaban sobre Granger.

Lo vio subir con calma los escalones de piedra y perderse por el pasillo de las escaleras, hubiera querido correr a alcanzarlo pero sabía que tenía que mantener la calma si no deseaba echar todo a perder, apretó los puños con fuerza y respiro haciendo un gran esfuerzo. Ya se había imaginado que Vladimir no desperdiciaría la oportunidad de sentir a Granger indefensa bajo su poder.

Vladimir subió los escalones con calma, sentía una gran fascinación mientras observaba los terrenos en los que se desenvolvía Hermione, curiosamente podía evocar su imagen con suma perfección e imaginaba la manera en la que se desenvolvía en las paredes de su torre.  Hizo girar el pomo de la puerta y entro a esa alcoba que permanecía en silencio, en cuanto lo hizo, el aroma dulce de Hermione se coló por sus fosas nasales, incluso cerró los ojos para agudizar sus sentidos, pudo sentir su esencia en esa habitación, su calidez, parte de ella misma en esas paredes pintadas de escarlata con adornos dorados, los colores de Gryffindor, esos de los que se enorgullecía y a los que defendía con venencia.

Podía ser que detestara a los traidores de la sangre y a los impuros, pero ella era diferente a cualquiera, entraba en su propia categoría, es su propia descripción, si bien no era una sangre pura tenía todas las cualidades para serlo, era orgullosa de sus capacidades, sumamente inteligente, valiente, persistente, era por mucho mejor que cualquier mujer que conociera, incluso que Pansy su insípida sobrina.

Abrió de nuevo los ojos y la contemplo dormir plácidamente sobre su cama, ignoro el emblema en la colcha de cubría su cama, incluso ese color que odiaba le sentaba bien, la hacía lucir bella.  Su cabello castaño estaba esparcido por la almohada, alborotado, indomable como ella misma.

Le fascinaba, tenía que admitirlo, todo en ella le gustaba, todo en ella le parecía excitante, era quizás que el rechazo que Hermione manifestaba por él, le hacía desearla más por saberla prohibida.

Antes de conocerla, cuando escuchaba hablar de la chica, ya encontraba en ella algo enigmático, en esos momentos no llegaba a comprender que era eso tan especial que podía poseer esa chiquilla como para haber enfrentado y vencido al innombrable siendo solo una insulsa hija de muggles.

Había escuchado muchas historias al respecto a pesar de que en esos momentos se encontraba exiliado en el extranjero, pero la mayoría concordaban en sus capacidades como bruja, en su inteligencia única, en su lógica innegable, en sus muchos talentos y su valentía, algunos aunque la odiaban reconocían sus capacidades y la respetaban, otros tantos aseguraban que si ella, la guerra hubiera tenido otro desenlace. Y si antes lo había dudado ahora no le cavia duda sin Granger, el gran Harry Potter hubiera perdido.

Por eso no comprendía como alguien de apariencia tan frágil podía tener en si misma tanta fortaleza, por eso lo desconcertaba cuando se atrevía a sostenerle la mirada con altanería, incluso con prepotencia como si para ella no significara nada que él fuera un Parkinson, su profesor, un sangre pura, parecía que lo veía como su igual y eso lejos de molestarlo lo mantenía a la expectativa de descubrir hasta que punto podría resistirse a sus presiones.

Vladimir era demasiado dueño de sus emociones, sabía que no la amaba, pues ni siquiera creía en esos estúpidos sentimientos, pero la deseaba, le atraía, le excitaba la sola idea de tenerla en su cama, no le importaba que fuera una impura, incluso saberla su enemiga más mortal le excitaba aun mas.

Hasta ahora había investigado de Granger, no había sido fácil, pues todo lo relacionado a ella estaba guardado con gran hermetismo, se sabia muy poco de lo que habian hecho el año anterior cuando creían que solo se escondían del innombrable, ellos desarrollaban un plan que los llevo al éxito. Aun así pudo enterarse de la muerte reciente de sus padres a manos de mortifagos durante la guerra. No le había dando mayor importancia al suceso, pero imaginaba que por eso en muchas ocasiones lucia ausente y triste.

A fuerza de observarla conocía cada gesto, cada mirada, podía adivinar con certeza cuando pensaba en los estudios cuando fruncía el ceño, o cuando tenía la mirada perdida y los ojos apagados por el dolor. Fascinante, todo en ella le parecía asombroso, su manera de tener la mayoría de las respuestas, su afán de ser la mejor le sorprendía.

No sabía en qué momento había  surgido la idea de hacerla su aliada, pero ya tenía un par de semanas pensándolo, aunque estaba convencido de que jamás aceptaría una propuesta como esa, lo había dejado todo claro cuando rechazo su regalo, ¿Quién rechazaría algo tan costoso? Solo la orgullosa y leal Gryffindor. Sabía entonces que no podía comprarla, ni tenía manera de manipularla y por tanto pensaba con cierto pesar que tendría que deshacerse de ella, pues no tenía más opciones, Hermione Granger era demasiado peligrosa para subestimarla.

Pero antes de matarla jugaría un rato, la utilizaría para entrenar a sus filas de mortifagos, y después seria suya, tendría que serlo antes de cortar su vida. Pensaba en ello con cierta pena, no deseaba verse en la necesidad de matarla, cuando la deseaba tanto, sin embargo, era realista, Granger no sobreviviría estando del lado equivocado.

Vladimir se sentó en un costado de su cama, de inmediato sintió el calor emanando de la durmiente chica, con las yemas de sus dedos acaricio las líneas de su rostro, sus mejillas, la frente, la barbilla, bajo con lentitud y acaricio su cuello haciendo que entre sueños ella se removiera. Contuvo el aliento excitado cuando ella soltó un suspiro y percibió su aliento cálido, bajo con suavidad las sabanas que la cubrían hasta su cintura y se deleito un poco al notar el rítmico movimiento de su pecho por la respiración.

Bajaba y subía con pastosidad el pecho de Hermione solo cubierto por el pijama, las pupilas de Vladimir se dilataron con excitación cuando diviso  los senos de la chica agitarse con la respiración, la ligera tela pegarse a sus formas, exhibiendo esas redondeces, el escote mostrando el nacimiento de sus senos. La piel expuesta de su cuello parecía incitarlo a acariciarla para comprobar esa calidez y suavidad que imaginaba.

Era magnética, atrayente, excitante, sumamente tentador el solo hecho de tocarla, de delinear esas formas tímidas y femeninas. Sus manos hormigueaban por el deseo de posarse sobre esa piel bronceada, tentado a desnudarla temblaban un poco, acaricio entonces su cabello con el fin de mantener ocupadas sus temblorosas manos y se inclino sobre su rostro para aspirar con más fuerza y percibir su aroma.

Coloco uno de sus dedos sobre los cálidos labios entre abiertos de Hermione, una ola de calor lo golpeo con ímpetu, agitando su deseo, su libido, percibía los labios suavemente seductores, recordó entonces la manera en que solía morderlos cuando estaba nerviosa, como la veía tortúralos con los dientes  hasta dejarlos rojos e hinchados por el ímpetu en que lo hacia.

 Tuvo la imperiosa necesidad de besarla, de sentir lo que era morder esos labios carnosos de color carmesí, se inclino sobre ella y a centímetros de su boca inhalo de nuevo con fuerza para robar un poco más de su aroma, de su calidez, tenía ya sus manos apresando el rostro de Hermione, rozo suavemente su nariz con la suya y una eléctrica recorrió su cuerpo sacudiéndolo, se sorprendió al comprobar cuanto la deseaba y como se perdía solo por el anhelo de un beso de esos labios.

-No pensé que te gustaran las impuras. -Interrumpió en el momento justo Draco con una mueca de desagrado, como si estuviera a punto de vomitar, dio un paso dentro de la habitación y su rostro reflejo asco ante lo que veía, se movía por la habitación como si no quisiera tocar nada por miedo de infectarse de algo peligroso.

Vladimir no se inmuto con su presencia, ni se aparto de la castaña de inmediato, por el contrario la miro un par de minutos más antes de levantarse.

-¿Qué le diste de beber? -Pregunto el moreno y Draco con rapidez saco el frasco vacio de entre sus ropas y se lo lanzo.

No le costó trabajo atraparlo en el aire, lo desplato y olio los residuos de este.

-No es demasiado fuerte, despertara en pocas horas, es mejor que me retire, no tendrás problemas de Zabini me encargo yo ahora. -Le aviso y salió de la habitación seguido de Draco que no dejaba de tener una mueca de asco en el rostro.

Bajaron las escaleras y cuando se encontraba en la sala Vladimir le miro con fijeza. -Pensé que había perdido la aversión por Granger después de que te salvo la vida por el Spattergroit.

-No me merece nada más que desprecio y odio, por culpa de ella y sus amigos es que mi familia se arruino. -Le dijo con odio. -Esa solo es una sangre sucia que presume de ser inteligente, solo eso. -Siseo cada palabra con desprecio con suficiente fuerza para que le creyera y así lo hizo el moreno que sonrió complacido por su respuesta.

-Por eso llegaras lejos Draco tienes la suficiente sangre fría para acabar con quien se te ponga en frente.

El rubio embozo una sonrisa arrogante y lo acompaño a la salida de la torre, apenas salió subió con paso apresurado las escaleras, estaba furioso con el estúpido de Vladimir, había tenido que contenerse para no asesinarle ahí mismo por atreverse si quiera a tocarla, aun sentía la amargura en su boca, había mordido con tal fuerza su lengua que la sangro, pero había sido la única manera que encontró para no írsele encima a Parkinson cuando vio la manera en que la miraba, como sus ojos se perdían en la anatomía de Granger con lujuria, como acariciaba su rostro, como había estado a punto de besarla.

Sabía que había sido estúpido exponerse de esa manera al detenerlo, pero no pudo no hacer nada, no pudo quedarse mirando desde el marco de la puerta la manera en que Vladimir intentaba profanar su boca, y más de solo pensar que él la había besado antes aprovechando su estado se sintió igual de ruin y despreciable que Parkinson.

Entro con urgencia a la habitación de Hermione, la cubrió de nuevo con cuidado, acomodando un poco su cabello enmarañado, sonrió al escucharla suspirar y girar un poco su rostro. La observo por un par de minutos intentando calmar esa desazón que sentía, la furia en contra de Vladimir, la rabia y los malditos celos que lo carcomía.

Bufo frustrado y se apresuro a salir de la alcoba de Hermione cuando de nuevo el impulso de besarla se hizo presente, no quería caer de nuevo en la tentación, él no era así,  sabia controlar sus emociones, no entendía por qué entonces ahora le era tan difícil mantener la calma cuando se trataba de ella, no comprendía por qué le costaba tanto alejarse para no aprovecharse de nuevo de la inconsciencia de Hermione.

-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-

Cuando Blaise abrió los ojos con dificultad, estaba sumamente confundido, se despertó sobresaltado,  asustado veía en todas direcciones, como si aun lo estuvieran  atacando. No podía moverse mucho pues todo el cuerpo le dolía horrores, había intentado enderezarse pero rápidamente desistió cuando todo comenzó a darle vueltas.

-Tranquilo estas a salvo. -Escucho la voz tranquilizadora de Nott, que le ayudo a recostarse de nuevo.

-¿Qué paso? -Pudo preguntar con la voz enronquecida.

-¿Recuerdas que nos mandaron de misión? -Pregunto el castaño intentando darse una idea de que tan perdido estaba su compañero. El moreno solo asistió con dificultad con un movimiento de cabeza. -De acuerdo, fuimos a la casa de seguridad donde estaba Rupert Gray custodiado por un grupo de aurores, Kendra nos pidió que los distrajéramos para que ella pudiera entrar a liberarlo, así lo hizo pero después nos dejo solos, una maldición te dio en un costado, te desplomaste, apenas pude llegar a ti para desaparecer del lugar.   

Poco a poco los recuerdos fueron regresando a la mente de Zabini, se llevo una mano a su costado y palpo la larga cicatriz que se extendía por su piel.

-Tuviste suerte de sobrevivir, llevas  tres días inconscientes.

-Comienzo a recordar -Dijo con voz débil. -Lo último que recuerdo es que dijiste que me llevarías con Draco a su torre, para que no nos descubrieran.

-Así fue, entre Draco y yo cerramos tus heridas, hicimos lo mejor que pudimos. Cuando estuviste mejor te trasladamos acá. - Hasta ese momento se dio cuenta que estaba en su propia habitación, la que compartía con Nott y Wood en la torres Slytherin.

-¿Vladimir?

-Está al tanto de todo, Kendra logro el objetivo. -Dijo el castaño con desprecio y todos creen que sigues de vacaciones, todos llegaran mañana, así que no te queda más que hoy para recuperarte del todo. Voy a traerte algo de comer. -Le aviso y lo dejo solo en la habitación.

Theodore salió de las mazmorras después de llevarle comida al convaleciente Zabini, se había alejado bastante por los pasillos cuando sintió el suave toque de una mano sobre su brazo que lo hizo girarse, frente a él una esbelta rubia le sonreía con inocencia.

-Hola Theodore Nott.

-Hola Lovegood. -Contesto confuso pues la manera de ser de la rubia siempre lo desconcertaba.

-Ten. -Le ofreció un par de frasquitos que contenían un líquido azul intenso. -Te lo manda una amiga en común, dijo que les ayudaría mucho con el problema que tienen en su sala.  -Le dijo en un susurro acercándose mucho al muchacho para que solo el escuchara, para tal fin tuvo que ponerse de puntitas y tomarle del brazo para estirarse lo más que pudo, pues Nott era bastante más alto que ella.

Theodore no pudo evitar sonrojarse por la cercanía de Luna y la familiaridad con la que le hablaba como si fueran amigos.

-Gracias. -Fue lo único que pudo contestar el muchacho.

La rubia ya no contesto nada, comenzó a caminar por un pasillo contrario, de lejos solo escucho como comenzaba a hablar con alguien.

-¿Qué haces por aquí? Te estaba buscando

-Estaba siguiendo a unos naglees. -Escucho como contestaba con simpleza la rubia. -Pero se han escapado.

-Si quieres te ayudo a buscarlos.

-Me encantaría. -Fue lo último que alcanzo a escuchar de la voz de Lovegood.

El castaño regreso sobre sus pasos, las pociones que llevaba en el bolsillo eran seguramente las que había prometido Hermione, eran revitalizadoras y vitamínicas para que Zabini se restableciera lo más pronto posible. Debía dárselas cuanto antes para que al día siguiente pudiera retomar las clases sin levantar sospechas.

No cavia duda de la Gryffindor pensaba en todo. Con el tiempo Theo había aprendido a apreciar la determinación de Hermione por ayudarles, tenía que reconocer que no era como la había imaginado, esperaba que con tanta fama que hubiera adquirido después de la guerra seria presuntuosa y arrogante, pero era todo lo contrario, era sencilla y amable con todo mundo, incluso con él.

Le sorprendió mucho la determinación con la que se enfrento a Draco para que permitiera que Zabini se quedara en la torre, recordaba con toda precisión todo lo que había hecho para mantener a Blaise con vida. No había parado un segundo, ni titubeo en ningún momento mientras sus manos se movían con maestría, no se inmuto cuando la marca nítida en el antebrazo del muchacho quedo expuesta, parecía como si nada mas importara que arrebatar de las garras de la muerte a ese joven a pesar que él era uno de los enemigos a los que se enfrentaba.

Le hubiera gustado decirle a Zabini la verdad, que supiera a quien le debía en realidad seguir vivo.  Sabía que no podía, pero se moría de ganas por hacerlo, para que Blaise también se diera cuenta de que estaba peleando a lado del bando equivocado,  para que evaluara sus acciones y su manera de actuar, después de todo, Kendra que era de los suyos los había abandonado a su suerte, sin preocuparse en lo mas mínimo por salvarlos, en cambio quien se suponía era su enemiga, se enfrento con firmeza a Malfoy para atenderle y lo salvo de una muerte segura, y no solo eso, estaba al pendiente de su recuperación, proveyendo de las pociones necesarias, indicándole como debían curarle para su pronta mejora.

En definitiva si en un inicio de su trabajo como espía lo había hecho para no seguir con esas viejas creencias de la pureza de la sangre, ahora lo había con convicción de saber que hacia lo correcto, deseaba parecerse al menos un poco a Hermione, quería tener un poco de su valentía, de esas ganas de proteger una causa en verdad importante. Incluso también admiraba a Luna, pues sabía bien que a pesar de lo que pudiera aparentar era una muchacha llena de fortaleza, tenia presente que ella era quien guardaba celosamente el secreto de su labor como espías, era Loveegood quien los protegía y extrañamente confiaba en ella, como nunca había confiado en nadie.

Continue Reading

You'll Also Like

3.6K 330 15
Natsu Dragneel Fue condenado a ser Inmortal hasta poder proteger lo que una vez perdio. Su amada Rubia quien Murio en manos de Zeref. Ahora tiene qu...
1.2M 48.4K 40
Regresaste y te has convertido en lo que nunca imaginaste y no te agrada del todo, estás bajo la mirada de todos y hablan a tus espaldas. Sin embargo...
3.5K 141 22
La historia trata de como se emparejan Harry y Ginny poco a poco
489K 50.1K 125
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...