Ya han pasado varias semanas y estamos en el mes de Junio, para ser más exactos ya es tres de Junio. En total han pasado tres semanas desde la fiesta que tuvieron por la victoria de los soldados azules en el juego. Muchas cosas cambiaron a partir de ese día. Los Soldados Azules han estado entrenando muy duro. Se puede decir que ya son tan fuertes como los Solados Rojos. Ahora todos están parejos. Todos saben pelear, usar diferentes armas para la guerra, se saben mover, saben cómo planear tácticas, los juegos se han puesto cada vez más intensos. Todos han cambiado muchísimo hasta el punto en que ya se enfrentan solos y la gran mayoría sale con leves heridas que luego curan por si solas.
Pero, ¿Qué es lo mejor de todo esto? Que la gran mayoría se han acercado a hablar con otras personas. Tal vez no se consideren amigos pero definitivamente ya no son dos bandos diferentes, ahora se puede decir que todos se conocen entre todos y como mínimo tienen un pequeña relación.
Josh y Logan han mejorado demasiado. Según Matt y Atticus, con un poco de entrenamiento más y ya estarán listos para la batalla. Aun que bueno, les falta practicar un poco más con sus poderes. Saben defenderse con las armas pero muy poco con ellos. Están tratando de hacer su mayor esfuerzo pero es difícil, les cuesta bastante. Hace un par de días atrás, Josh volvió a quemarse con un rayo cuando intento crear el rayo de mano, —El rayo de mano es como un cetro pero es un rayo en sí. Es la extensión de todos ellos y si Josh logra obtenerlo tendrá control sobre todo los rayos —.Fue bastante grave, le dolía demasiado. Matt le dijo que tenía que aprender a curarse solo y es por esto que Logan no pudo ayudarlo.
Por otra parte, Logan también tuvo una experiencia un tanto traumática. Cuando intentaba hacer una esfera de agua, por alguna razón quedo atrapado en ella. Estuvo a punto de ahogarse pero afortunadamente no fue así. Logro despejar la gran esfera que lo sacudía y así pudo liberarse. Admite que le dio bastante miedo pero su pasión es el agua, siempre piensa en ella y no debe temerle por tonterías como esas.
Belén, gracias a la ayuda de Jennifer pudo encontrar su poder. En realidad ambas lo hicieron pero Belén logró progresar muchísimo después de haberlos conseguido. Ella logro absorber la energía del sol y transformarla en pequeñas bolas color amarillas que se forman en la palma de su mano. Son tan calientes como el mismísimo sol.
Justin, por otra parte, todavía no ah encontrado su poder. Es muy bueno con las armas pero Grover cree que sería muchísimo mejor cuando descubra sus poderes. Él está algo nervioso ya que siente que el tiempo se le agota y que llegará a la batalla sin poderes. Pero sus amigos son positivos y creen que los encontrara antes de ir a la arena. Belén también confía en él y cuando tienen algún tiempo libre, ambos se juntan para tratar de buscar algún objeto, fuerza interna o algo que libere los poderes de Justin.
Y por último, Lucía. Ha mejorado bastante su relación con Sarah, ya casi no pelean y se cuentan todo. Por ahora Lucía todavía no ah tenido más visiones sobre aquella alma que le muestra sucesos o hechos que suceden a su alrededor. Pero dentro de ella siente que pronto volverá a comunicarse con ella y está ansiosa por saber que tiene para decirle. Quiere saber de una buena vez quien es esa persona y por qué se comunica con ella. Con Sarah se han puesto a especular sobre ¿Por qué se ve borrosa esa alma? Sus conclusiones no llegan muy lejos. Lucía varia veces le repite a Sarah que le pida ayuda a Matt y Atticus ya que ellos son protectores de nivel seis, el cual, es el nivel superior y por lo tanto saben absolutamente todo. En cambio, Sarah es protectora de nivel tres. Todavía le falta bastante pero ella se rehúsa a involucrar a los chicos en eso. Siente que algo malo sucederá y no quiere perderlos.
El enorme sol brillaba en lo alto del cielo y el agobiante calor era insoportable.
Todos estaban en su descanso de la una. Algunos estaban comiendo, otros practicando tiro con arco y otro poco estaba practicando con las espadas.
Annabeth y Hope eran quienes estaban luchando con espadas. Ambas eran muy buenas, tanto que a veces nunca llegaba a haber una ganadora. Se molestaban bastante cuando eso sucedía.
Los chicos las observaban luchar y consigo iban aprendiendo nuevas tácticas de combate y ya de paso podían conocer los movimientos de su oponente. No solo lo hacían cuando ellas peleaban, sino que también había veces que los hacían luchar para que todos observasen como se mueven y poder estudiarlo para futuras luchas.
Les asombraba que cuando ellas peleaban, —Entre sí o con otra persona— no resultasen heridas. A veces cuando luchaban entre ambas si podían recibir algún rasguño o algo por el estilo, pero nada más. La gran mayoría sufría grandes heridas que duraban un rato en sanar.
Hope cae al suelo perdiendo su casco y haciendo que sus largos cabellos color castaño se esparcieran por la arena. Sintió como algo se sacudía dentro de su cabeza. El golpea de la caída le había afectado y logró dejarla aturdida. Gracias a ello Annabeth tuvo tiempo de colocar su pie sobre el pecho de Hope y hacer presión hacia abajo cuando esta intento levantarse.
Annabeth: Gane —Dijo victoriosa mientras apuntaba con su espada al rostro de Hope.
Hope enojada, aferro su mano a la empuñadura de la espada y la llevo contra la de Annabeth haciendo que esta moviese la suya y consigo su pie.
— ¡Qué triste Hope! La próxima ganas.
Hope: Jamás te eh visto ganar una contra Annabeth—Dijo mientras levantaba su casco del suelo—. Por lo menos le he ganado varias veces.
Todos los chicos que estaban allí incluyendo a Annabeth soltaron una carcajada.
— ¡Ya escuche! No tienen que reírse.
Annabeth: Tú siempre nos haces lo mismo.
Hope se dispone a sentarse en las gradas de piedra donde estaban Alex y el joven rubio, el cual, le da una toalla para que seque el sudor producido por la batalla.
Annabeth, cansada de pelear con la espada decide ir a probar con los cuchillos pero para ir debía de pasar junto a Logan y Josh. Odiaba toparse con ellos, pero en realidad deseaba ir a practicar así que camino con la cabeza erguida sin mirar para los costados.
Logan al verla venir le regalo una sonrisa y a continuación dijo.
Logan: Gran pelea.
Ella no contesto. Solo lo miro con sus ojos celeste y Logan pudo notar como lo miraban de arriba, abajo. Una sensación un poco incomoda que dejo de sentir cuando Annabeth se alejo de allí.
Josh: Viejo, ella no quiere saber de nada contigo. Desde que le ganaste en el primer juego te odia.
Logan: Pero no quise asesinarla el primer día —Termino de decir su frase y se coloco de pie.
Josh: ¿A dónde vas? —Dijo un tanto intrigado.
Logan: Iré a hablar con ella —Dijo antes de que se marchara.
El chico de cabellos rubios se coloca de pie y toma su espada, la cual, estaba enterrada en la arena y apuntando con la punta de la misma, señalo a Josh, indicándole que tenía deseos de luchar con él. Josh no dudo ni un segundo y se coloco de pie, aferrando su espada.
Alex: A ver si esta le ganas Josh.
Josh: Cierra la boca Britt.
—No, no. Él tiene razón—Sonríe pícaramente—. Que gane el mejor—Comienzan a luchar.
Hope y Alex estaban viendo como peleaban cuando de pronto Hope desvía su mirada hacia las mesas de comida de la cafetería.
Hope: Oye—Golpeando débilmente el brazo de Alex con el suyo—. Dejaste sola a tu novia.
Alex: ¿Quién? —Dijo mientras su ceño se fruncía.
Hope le indica con la mirada que mirase hacia atrás y cuando éste lo hace se encuentra con que en las mesas de comida había una joven de cabello morocho, piel blanca como las nubes y unos hermosos ojos color cacao. Alex siente como sus labios se van estirando hasta dejar expuestos sus perfectos dientes blancos en una enorme sonrisa.
Alex: Belén—Musito.
Hope: Exacto—Su voz sonaba algo traviesa—. ¿Por qué no vas con ella? La pobrecilla esta sola.
Alex: ¿Crees que no le he pensado? No es la única vez que la veo sola. El problema es que siempre está la plaga de Bieber rondando por allí cuando quiero acercarme.
Hope: Me dijiste que ya le habías hablado.
Alex: ¡Lo eh hecho! Pero al parecer ella no quiere nada conmigo y cada vez que le insisto llega el bobo ese y arruina todo.
Hope: ¡Te dije que yo me encargaba de él!
Alex: Pues no lo veo.
Hope: Apégate al plan. Yo sé lo que hago.
Annabeth estaba afilando los cuchillos para obtener mejor corte cuando lo lanzase. Levanto uno para ver si había hecho un buen trabajo y pudo notar como en este se reflejaba la imagen de un joven que estaba detrás de ella. Bajo el cuchillo y lo siguió afilando.
Annabeth: porque aquella noche te haya dejado que me hablaras no quiere decir que lo hagas de nuevo.
Logan: ¿Cómo supiste que estaba aquí?
Annabeth: Lo sé todo—Dijo mientras se voltea para ver al joven—. Ahora, ¿Qué quieres?
Logan: Solo quiero saber qué es lo que te sucede conmigo. Por alguna razón siento que no te caigo bien.
Annabeth: Y estas en lo cierto. No me agradas.
Logan: ¿Por qué?
Annabeth: ¿Qué no sabes nada? Mira, nuestros padres se odian… yo lo único que hago es seguir la tradición.
Logan: ¿Por qué ellos se odian?
Annabeth: Ellos querían la custodia de la ciudad de Atenas y el pueblo eligió a Atenea. Desde entonces están peleados.
Logan: ¿Y por qué no podemos dejar eso de lado? No somos nuestros padres.
Annabeth: porque me agrada. Y tú no podrás cambiar eso.
Logan sintió como si lo apuñalaran directamente en el pecho.
Belén estaba sentada en las mesas exteriores de la cafetería. Estaba disfrutando de una deliciosa ensalada multicolor con un enorme vaso de jugo de naranja. Le gustaba comer sano pero de vez en cuando se daba un gustito y se despegaba de la rutina.
Sentía como los rayos del sol calentaban su blanca piel. Levanta la vista para apreciar la enorme bola de fuego en lo alto del cielo y repentinamente sus ojos color café se desvían hacia su mano que se estaba volteando automáticamente. Su rostro se ilumina por la luz que desprendía su mano. Había creado una pequeña bola de energía. En su rostro se dibuja una sonrisa por la asombrosa habilidad que había conseguido, había progresado muchísimo. Cierra su mano y tomando nuevamente el tenedor continúa comiendo sin borrar su sonrisa.
De pronto, siente los pasos de alguien que se acerca a donde se encontraba ella.
—Eres muy buena, ya dominas tus poderes… pero aun no controlas tus sentidos. Hace rato que estoy mirándote y no te diste cuenta.
Belén: Alex —Su voz sonó un tanto molesta.
Alex: ¿Por qué te enojas dulzura? —Sentándose a su lado.
Belén: ¿Qué parte de <<Aléjate de mí>> no has comprendido aun? —Se alejo un poco de él.
Alex: Ninguna, porque sé que lo que dices es mentira.
Belén: No te amo. No siento nada por ti. Lamento no ser como las otras chicas que caen rendidas a tus pies.
Alex: Yo se que algún día lo serás—Coloca su mano sobre la pierna de Belén y comienza a acariciarla suavemente—. Y ese día está por llegar.
Belén: ¡Suéltame! —Dijo mientras golpeaba su mano contra la de él para que la quitase de su pierna.
Alex: ¡Vaya que eres difícil! —Toma ambas manos de Belén y las aprieta con firmeza—. Pero podemos arreglarlo.
Belén: ¡Suéltame! ¡Estas lastimándome!
Alex tenía su cabeza gacha mirando como sus manos apretaban las delgadas muñecas de Belén y muy lentamente una tenue luz rosa comienza a avanzaba internamente por el cuerpo de Belén para extraerle información. Espía sus pensamientos amorosos, conoce las relaciones que ah tenido, los amores con los cuales siempre soñó. Se desilusiono al ver que la gran mayoría pertenecían a una persona que él odiaba con toda su alma.
La tenue luz color rosa sigue avanzando por las entrañas de Belén hasta llegar a su corazón. Y allí Alex puede sentir un sentimiento hacia una persona, la persona a la cual Belén amaba.
Sus ojos se abren bien grandes ya que no podía creer lo que estaba sintiendo.
De pronto, escucha la voz de un chico que le estaba gritando con un tono de voz amenazador.
— ¡Suéltala!
Alex voltea para ver quién era esa persona y siente como de sus ojos crecen las llamas ardientes del infierno. Un joven alto, cabellos rubios y unos ojos color miel que lo miraban fijamente. Justin.
Alex suelta a Belén y esta automáticamente se abraza sus muñecas buscando una solución a su dolor.
Alex: ¿Qué quieres Bieber? —Dijo mientras se ponía de pie y se erguía para demostrar lo fuerte, grande y poderosos que podía ser.
Justin: Es una dama y no merece que la trates de esa forma.
Alex: —deja escapar una pequeña risa—. ¿Dama? ¿Quién eres? ¿Él defensor de los derechos de la mujer? Solo eres una plaga que debe ser exterminada.
Justin: No confundas términos, Alex. Aquí el único que debe desaparecer eres tú.
Alex aprieta sus labios, cierra sus puños con fuerza y su cuerpo se tensa por completo. Clava su mirada en los ojos color miel de Justin. Había una gran conexión entre ambos, se podían ver las chispas de sus ojos, las ardientes y enloquecidas llamas del infierno flotando en ellos. Esta pelea iba en serio. Ambos se abstrajeron del mundo real e imaginaron un lugar apartado de todos. Un enorme desierto en penumbra. Un círculo dibujado alrededor de ellos con antorchas ardiendo y ellos parados en lados opuestos del círculo, mirándose el uno al otro, vestidos con su ropa de batalla y la cresta de sus cascos flameando como una bandera por el viento.
Dos enemigos, una lucha por una joven y solo uno puede obtener el amor de la joven doncella. El primero que no pudiese luchar más ganaría. En otras palabras, el que sobreviviese sería el gran vencedor.
Justin cierra su puño, mientras que en su mundo estaba aferrando su espada.
Justin: ¿Estás listo para perder?
Alex sonríe sombríamente, su pupila se agrando dejando en evidencia un aro de fuego que centelleaba con fuerza. Estira su brazo sosteniendo su fuerte espada siendo que en realidad no tenía ninguna, lo único verdadero fueron sus palabras.
Alex: Estas muerto, Bieber.
Ambos corren y cuando están frente a frente comienza a golpearse salvajemente.
Claramente Alex era mucho más fuerte que Justin pero aun así él no se dejaría vencer.
Justin tenía cortes importantes en sus nudillos debido a la reiteración de golpes que le provocaba a Alex mientras que éste tenía una herida a un costado de su frente que le sangraba constantemente y un corte pequeño en su labio que no le molestaba para nada.
Golpes en el rostro, puñetazos en pecho y estomago, revolcones por el piso, continuamente estaban tirándose en el suelo y eso hizo que Justin dejase de respirar dos veces.
Tenían moretones, sangre seca que se había cuajado y nueva que fluía como un río.
Belén quería detenerlos pero estaba tan alterada que su mente no podía concentrarse en otra cosa que no fuese la pelea. Gritaba intentando que ambos parasen pero era inútil. Era como gritarles a dos perros que se trenzaban y no se soltaban por nada del mundo. Ellos estaban aislados en su fantasía. Era tan real que la creían verdadera y no se detendrían.
Alex con su pie golpea a Justin reiteradamente en el estomago haciéndolo escupir sangre y que se atragantase con ella. Este retrocede y con su mano limpia la sangre de su labio herido.
Alex: ¿Y así es como piensas mantenerla viva en la batalla?... ¡Morirá si intentas protegerla! Ella no merece tu amor, porque no puedes asegurar su supervivencia.
Justin levanta su cabeza para mirarlo a los ojos. Tenía varios moretones en su rostro y sentía como la sangre salía por un costado de su boca.
Alex: Eres un pobre débil. No mereces estar aquí—Hace una pequeña pausa para sonreír—. Descuida, cuando mueras nadie te recordará. Ni siquiera Belén—Su rostro se volvió al igual que su tono de voz—. Créeme que yo me encargaré de eso.
Por la mente de Justin lo única que pasaba era la idea de que Belén se olvidase de él. No lo soportaría. Por primera vez se repitió a si mismo dentro de él, La amo. Por primera vez dejo que todos sus sentimientos hacia ella floreciesen y se diese cuenta de lo mucho que la ama y de lo mucho que no soportaría vivir sin ella… pero aun más… si ella no recordase absolutamente quien era él.
Lentamente se coloca de pie. Tenía su cabeza gacha, sus manos estaban abiertas y muy lentamente se van cerrando hasta cerrarlas por completo. Su cuerpo se endureció. Sintió como sus venas se hinchaban, estaban a punto de estallar. Su corazón le latía rápidamente y la sangre en él hervía de odio y celos.
Rápidamente, Alex pudo notar como una brisa comenzaba a correr. Cada vez se iba haciendo más fuerte hasta envolverlos a ambos en una feroz tormenta de arena. No tenía ni la menor idea de lo que estaba sucediendo. Los pequeños granos de arena que impactaban en su rostro y le hacían dolor, parecían millones de agujas pinchándolo por todo el cuerpo. Las heridas le ardían y no tenía modo de cubrirlas a todas.
Fuera de su fantasía todos vieron como un fuerte viento que desprendía las hojas de los arboles se levantaba. Vieron como en el pequeño lago se iban formando pequeñas olas que iban creciendo cada vez más hasta chocar con las rocas del risco.
Logan: ¿Qué sucede? —Cubriendo sus ojos ya que varias hojas impactaban contra su rostro.
Josh: ¡No lo sé! —Gritó al ver que el ruido del viento opacaba su voz.
Lucía, quien estaba en la cabaña vio por la venta como los arboles se movían descontroladamente mientras las hojas se desprendían creando un enorme torbellino.
Lucía: ¿Sarah qué está pasando? —Dijo sin despegar la mirada de la ventana.
Ella, al escuchar el grito de su amiga, va corriendo y se encuentra con la aterradora escena que se daba fuera de la ventana. Ambas salieron para afuera y comenzaron a correr en dirección al campo abierto dónde de seguro se enterarían que estaba sucediendo.
Belén se dio cuenta que podía usar sus poderes para separarlos cuando intentaba cubrirse de la fuerte brisa pero cuando levanto su mirada hacia el cielo se dio cuenta de que las nubes habían bloqueado al sol por completo dejando en sombra a todo el campamento.
Todos podían ver por las copas de los árboles que se doblaban hacia el este y como las hojas trazaban un camino por los fuertes vientos. Al percatarse de esto todos corrieron en dirección al este siguiendo las hojas.
Arriba de la montaña y en la zona baja del campamento, todos pudieron observar la batalla entre Alex y Justin. Pero lo que más los asombro de esto es que todas las hojas llevadas por el fuerte viento se posicionaban alrededor de Justin. Él era el que había creado esa fuerte brisa. No lo podían creer.
Justin levanta su cabeza muy lentamente mientras que de su boca ensangrentada se escuchaban las palabras:
Justin: No dejaré que la apartes de mí.
Este estiro sus brazos hacia los costados mientras llevaba su cabeza hacia atrás y todo mundo pudo apreciar como una enorme onda se desprendía del cuerpo de Justin e impactaba en Alex asiéndolo volar en retroceso hasta golpearse contra el tronco de un árbol. Pero lo peor es que la onda seguía golpeando contra su cuerpo mientras que Justin gritaba a todo pulmón como si toda su ira se viese proyectada en el viento.
Annabeth: ¡Oh por dios! ¡Deténganlo! —grito alterada.
Todo mundo se había dado cuenta de lo peligroso que esta pelea resulto ser y comenzaron a correr para tratar de separarlos pero algo increíble sucedió. Era como si un campo de fuerza estuviese alrededor de ellos y no los dejase seguir adelante. El círculo dibujado en el suelo se había hecho realidad. Nadie podía detenerlos.
Alex sentía como su rostro se iban cortando por las astillas del tronco. Sabía que Justin no iba a parar y tenía que hacer algo para detenerlo. Apenas podía abrir los ojos ya que el viento lo hacía llorar, pero en un momento pudo dejarlos entreabiertos y vio como un pedazo de corteza se iba desprendiendo. Moviendo su mano, mientras sentía como esta se iba cortando por las astillas, logró llegar a tomar el gran pedazo de corteza y arrancarlo de un tirón. Era bastante largo y tenía un lado puntiagudo, parecía una lanza. El palo de una antorcha.
Lo aferro fuertemente en su mano y dejando escapar un enorme grito lo lanzó en dirección a Justin con todas sus fuerzas. Tanto será así que la fuerza que utilizó fue tan grande que el pedazo de corteza voló en dirección contraria al viento creando un arco que hacía que el viento lo rodeara.
Todo mundo quedó impresionado con lo que estaba viendo. Belén estaba histérica y sentía como sus lágrimas corrían por sus mejillas. Todos estaban desesperados.
Lucía y Sarah lograron llegar y apreciaron la escena. Se quedaron atónitas. Veían como el pedazo de corteza se dirigía hacia el pecho de Justin y este no se percataba de nada porque su cuerpo y mente estaba concentrado en otra cosa.
Lucía: Santo cielo.
Sarah: Son sus poderes—Mustio—. Justin encontró sus poderes.