Hoy es el ultimo día que veré a mis panas.
Que dolor, que agonía.
Voy llegando a la casa de Emely, voy a pie porque no pasó ni un maldito bus, maldito maduro.
Su casa queda pa'r quinto coño para rematar la cosa. Dios mio, ¿Por qué no puedo tener un carro propio?
—¡BUENAAAAS!—grito fuertemente.
No entiendo cuando será el día que los papás de esta mujer le pondrán un timbre a esta casa. Voy a terminar dejando una cuerda vocal aquí de tanto gritar.
Oigo gritar a Emely y sus pasos apresurados resuenan.
—¡Ya voy!
La veo llegar agitada y con la lengua afuera.
—Coño marica, una eternidad para que abras—pongo mis manos en mi cadera y la miro seria.
—Es que estaba en el patio, lo siento—se disculpa y hace una mueca.
—¿Ya llegaron todos?—ella asiente con la cabeza.
—Hace bastante rato, tu estabas pequeña—bromea y la golpeo.
La jalo de la mano y caminamos para el patio.
Lo primero que vi fue el montón de alcohol que lograron conseguir.
Definitivamente voy a tener que limitarme un poco el día de hoy si quiero sobrevivir para mañana.
—Bueno, es momento de decir unas palabras para la cara de culo esta—comienza a hablar Maikol levantando una botella en la mano—. Ya hace muchos años que somos mejores amigos y hemos pasado por mucho. Me tomó mucho por sorpresa que dijeras que te vas, pero nadie mas que tú se merece esta gran oportunidad. Espero que logres cumplir tus sueños, pequeña. Se que llegaras alto—pausa un momento y suelta un suspiro—. Para que después con la plata que ganes me saques de esta verga, eso es todo. Te amo mucho, tonta—me abraza y me da un beso en la frente.
Ay Dios, mi negro.
—¡Sigo yo, bichas!—exclama Marie lanzando su cabello hacia atrás como diva—. Bueno, tú y yo somos mejores amigas desde hace muchos años, y chama siempre soñaste con romper barreras y conocer el mundo, ahora por fin podrás hacerlo, debo admitir que te voy a extrañar muchísimo y que probablemente llore por dos semanas seguidas—me mira con los ojos llorosos—. Ah y por cierto, a mi también me tienes que sacar de esta verga, te amo.
Suelto una carcajada por lo último.
—Aw, te amo, mi empanada—la abrazo fuerte y ella muerde mi mejilla.
—Sigo yo, la Hannah banana—habla Hannah batiendo su cabello de un lado a otro—. Somos amigas desde muy pequeñas, dejarte ir no es fácil, pero es tu sueño conocer lugares nuevos y te lo mereces. Yo se que por allá la vas a romper, y me enorgullecerá decir que soy tu amiga. Ah, y se que conocerás a Shawn Mendes y lo besarás en nuestro honor—reímos y ella continúa:—En fin, te deseo lo mejor por esas tierras desoladas—se sentó y rápidamente abrió la boca para volver a hablar—. Por fa, no salgas preñada. O mejor si, así te dan la nacionalidad asegurada—añade y nos echamos a reír de nuevo.
Me acerco a abrazarla ocasionando que nos caigamos de espaldas. Entre risas nos volvemos a sentar y continuamos.
—Bueno, chamita menor. Me vas a hacer mucha falta, tú eres mi compañera del crimen, la que me acompaña cuando estoy vomitando por las pedas que me meto, la que seca mis lágrimas cuando me enamoro de alguna chama, mi compañera de baile, aunque seas muy fresa. Te amo, carajita, y siempre serás parte de nosotros—se acercó a mi y me da un beso en la coronilla de la cabeza para luego abrazarme—. Anda a mostrarles a esas gringas lo que es la verdadera belleza.
Beso su mejilla y sonrío abiertamente.
—¡Vengo yo, que lo que!—exclama Emely levantándose de su silla y tambaleándose en el proceso—. Chama, aún sigo sin creer que te vas, pero debo aprender a lidiar con eso. Marica, hemos compartido muchos momentos juntas que me duele dejarte ir pero sé que te irá genial. No está demás decir que si tu tío te deja andar con los muñecos de torta de 5 seconds of summer lo disfrutes mucho. Disfruta tu nueva vida por allá y reina entre los gringos, nunca pierdas el glamour. Siempre tienes que ser diva, regia, digna y poderosa. Te amo—hizo un intento de corazón con sus dedos que termino pareciendo una invocación satánica.
Y para los que no han entendido, mi tío Adam, es el manager de la banda, lol.
Riendo nos abrazamos y volvemos a sentarnos.
—Bueno, cabeza e' piña. Estudiamos juntos desde que eramos niños que comían moco y te he visto crecer, llorar, reír y ahora te veo madurar, viajar, cumplir uno de tus mas grandes sueños. Si me da tristeza tu partida pero se que será lo mejor para ti y que nos veremos pronto. Crece más, vuela alto y por supuesto, nunca, jamás, renuncies a tus sueños. Te amo, tonta—concluye y lo veo soltar una lágrima.
Empezó la parte donde lloramos, coño.
—No llores, chicha—me acerco y lo abrazo—. Te amo, tonto.
—No sé que decir, sabes que no soy alguien de muchas palabras. Te conozco hace bastante tiempo y pasamos por mucho, la verdad. Nos gustamos pero no funciono. Y eso es porque tú y yo estábamos destinados a ser muy buenos amigos. En fin, te voy a extrañar muchísimo, rompela por allá, te adoro mucho—dice Silvio y me abraza con fuerza.
—Ahora, vengo yo—dice Cesar levantándose de la silla—. Te conozco desde que tengo memoria, siempre hemos estado juntos en todo momento, yo cuidándote y tú a mi. No es fácil decirte adiós, eres como mi hermana. Se que te irá excelente y poco a poco y con mucho esfuerzo lograrás cada una de tus metas. Me siento tan feliz de decir que estaré ahí para verlo. Te amo muchísimo.
Le sonreí sintiendo las lágrimas acumularse en mis ojos.
—Muchachos, quiero agradecerles a todos, por todo, por siempre estar conmigo, por acompañarme en mis estupideces y por cuidarme cuando me emborracho, eso si es amistad—soltamos una risa—. No saben la falta que me van a hacer, pero siempre serán parte de mi y los llevaré presente en todo momento. Y les prometo que nos veremos de nuevo—termino y nos damos un penoso abrazo grupal.
—Grecia, ya suelta la botella carajita del diablo. Sea seria, ya tenemos que llevarte a tu casa—me regaña Juan tratando de quitarme la botella de la mano.
—Ño, me la quiero llevar a mi casa—le saco la lengua.
—Grecia, por favor, ya suéltala—me pide Cesar tocándome el hombro.
Suelto la botella de golpe y Juan se cae de culo.
—Chupe pues—me burlo de él y me echo a reír ganándome una mirada de odio de su parte.
—Okey, ya vamonos—habla intentando verse molesto, pero mi risa lo contagia y se ríe conmigo.
Me despedí de todos finalmente y con Juan y Cesar fuimos juntos a tomar un taxi ya que vivimos cerca y soy la responsabilidad de ellos cuando bebo.
Llegamos a mi casa y era el turno de despedirnos, de nuevo.
—Chicos, no me pondré sentimental. Les agradezco por todo, por cuidarme y aconsejarme. Por siempre estar a mi lado, les agradezco eternamente, no saben cuanta falta me van a hacer, los amo demasiado. Los voy a extrañar, pajuos—les digo y muerdo mi labio conteniendo el llanto.
Cesar me acaricia el cabello y ahí comencé a llorar como bebe.
—No llores tontita, mejor ya entra a tu casa. Descansa bien, nos avisas cuando llegues para allá—Cesar y me da un beso en la frente y se retira lentamente.
—Ya no llores, te ves fea. En fin, te extrañare mucho, demonia. Te amo, descansa bien—me beso la frente también y me abrazo fuerte.
Hoy muchas personas han besado mi frente, ¿Será que esa vaina sabe a chocolate?
Me despedí con la mano y entre a mi casa.
Fui a la cocina, tome un pedazo de pan y ya me encaminé a mi cuarto.
—Grecia Marie Ramirez Gonzales ¿Dónde coño estabas y que horas de llegar son estas?—pregunta mi mamá sentada en el sofá con la chancleta en la mano.
—Ma, estaba donde Emely y apenas son las ocho de la noche—respondo a su pregunta y me echo a su lado.
—Te quería joder pero tienes nervios de acero, coño—se queja haciendo una mueca y suelto una carcajada.
Mi mamá definitivamente no es normal. Por algo yo soy así.
—Ja, no te salió. Ahora si me disculpas, me voy a mi cuarto—me levanto y ella me da una nalgada.
Estoy muy cansada, me terminé de comer mi pedazo de pan y me acosté a dormir porque mañana será un día realmente largo.
Epale, queloque.
Soy la pajarita, la paul. Okey no.
Cuéntenme una vaina, ¿Que fue lo que más les gustó de la versión anterior? Echen cerebro para recordar xd.
Báñense bien y háganle caso a sus mamis.
Ángel.