A I L E E N
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Sentía los labios hinchados, aun con las manos de Damián en mi cintura siento que todo en mi cuerpo tiembla y un calor me envuelve. Al ver a Damián a los ojos le sonreí, aquella mirada azul me dejaba ver su alma pura y amorosa. Recosté mi cabeza en su pecho continuando con nuestra danza lenta, las mariposas en mi estómago se intensificaron al sentir como sus brazos me rodeaban de manera protectora. Se sentía tan bien estar a su lado, escuchando los acelerados latidos de su corazón, sentir su perfume embriagador que se estaba volviendo mi favorito.
—Rayito, sé que es muy pronto para decir esto —murmuró apoyando su mentón sobre mi cabeza —Quiero que sepas que estar contigo no se iguala a ninguna sensación que haya experimentado antes, si algo te ocurriera no descansaría hasta que los culpables pagaran y si algo me pasa a mí... No quiero que pares tu vida, no seré digno de estar a tu altura jamás y no perdonaría el verte llorar por mi causa —susurro con un tono melancólico, aquellas palabras me hicieron separarme de Damián. ¿Por qué me estaba diciendo todo eso? Sonaba casi como una despedida.
—Dam, ¿por qué me dices todo esto? —indago apoyando ambas manos en su pecho, me estaba preocupando por cosas que quizás no debía darle mucha importancia, pero su tono de voz al pronunciar aquellas palabras le estaba dando mucho peso a esas sensaciones de miedo.
—Porque eres la princesa del olimpo, tu vida al salir de ese castillo que es tu fuerte seguro corre peligro y sé que yo entregaría mi propia vida para garantizar tu seguridad. Te has vuelto mi debilidad, Aileen y por primera vez en mucho tiempo puedo asegurar que estoy verdaderamente enamorado —besando mi frente continuó moviéndose con el sonido de la música, por mi parte no sabía qué responder. No quiero que por mi culpa a Damián le ocurra algo malo, pero tampoco quería alejarme de su lado. Con Damián siento que soy una joven normal y no la princesa del olimpo a la que todos veneran y protegen escondiéndome en una enorme jaula de oro repleta de lujos.
En silencio continué bailando, pensando en todo lo que habíamos hablado y en el beso, ese beso embriagador que no abandonaba mis pensamientos por más de diez minutos. No pude quedarme mucho tiempo antes de que mis protectores fueran a cuidarme y finalice mi cita con Damián regresando de nuevo al olimpo.
Por primera vez estar allí no se sintió asfixiante, las ninfas fueron a ayudarme a prepararme para dormir, pero les aseguré que podía sola, ellas se fueron y me dejaron cambiarme por mi pijama. Tirándome en la cama pasé mis dedos por mis labios, recordando el beso, aquello no parecía ser posible de olvidar y anhelaba con toda mi alma que se repitiera. Me giré para meterme en la cama cuando un brillo entre las almohadas me llamó la atención. Al meter mi mano me encontré con el pergamino que había encontrado en la puerta de mi armario, intrigada por su contenido lo abro para leer lo que haya dentro.
"La chica de rubios cabellos quieren atrapar. Para que sufra sin igual, por los errores de su papá. Ten cuidado Aileen con las caras de ángel a veces pueden engañar y los celos llegan a matar. Guarda tu corazón o tu alma lo pagará"
Volví a cerrar el pergamino con cuidado, lo escondí en mi mesilla de noche para que nadie más pueda leerlo, ¿esto es una premonición o una advertencia? Estaba perdida, no entendía a qué se refería con tener cuidado con las caras de ángel, que me encontrara en peligro no es algo nuevo en mi vida. Muchas veces había sido víctima de las venganzas que vienen contra mi padre, siempre habían logrado defenderme de lo que sea que me amenazara, pero ahora, con una guerra a las puertas me estaba viendo sola. Lo que más me preocupaba es que si se entera mi padre no me dejara salir más del olimpo, no podré ver a mis primos o amigos y... mucho menos a Damián.
O ρ α τ ή
🔮🔮🔮
Las Opatń se encontraban reunidas hilando los destinos de los dioses como sus madres les habían enseñado. Layna alzó su taza de té viendo a sus primas Megan y Nessa, una visión las hizo temer por el destino del olimpo y yendo contra las reglas avisaron a la princesa Aileen. Las Moiras no estarían de acuerdo por hacer semejante cosa, pero sus hijas al ser más empáticas por su lado humano hicieron lo que creían sería lo mejor.
—Megan dime ¿la princesa ha leído el pergamino? —interroga Layna dejando su té en la mesa, apartando su cabello rubio platinado observó a su prima.
—Lo acaba de leer Layna, no comprendió muy bien el mensaje —contestó la pelinegra continuando con su hilado para ver que se avecinaba en el presente de la princesa.
—Las cosas deben pasar porque así son, ya ayudamos a Aileen con el antídoto —interrumpió Nessa tirando de su cabello pelirrojo hacia atrás, tomando un sorbo de su té.
—Nessa tiene razón —afirmó Megan, viendo a la platinada.
—Sí, es verdad ya ayudamos, nuestras madres no habrían ayudado en nada si vieran nuestra visión —responde Layna bebiendo otro sorbo de su té, el pasado decía muchas cosas, pero el futuro se puede cambiar. Nada es tan seguro como se cree.
Layna en sus sueños le habían sido revelados acontecimientos que pasarían por hechos del pasado y al igual que sus primas los hilaba.
Veía como Alysa le ponía un veneno al té de Aileen. Cuando llevó las tazas Artemis tomó la envenenada por error y Alysa no pudo decir nada cuando él ya había tomado todo el veneno. Aileen vio cómo cayó Artemis su mejor amigo desde la tragedia que pasó. Pero Alysa pensaba que Artemis y Aileen tenían algo, como pensaban todos los demás. Sin embargo, en realidad Artemis estaba animando a Aileen y amaba a Alysa. Pero los celos llegan demasiado lejos y pueden lastimar a los que más amas. Aileen cayó al suelo tomando la cabeza de Artemis, Alysa reía por el dolor de Aileen, pero por dentro moría de dolor.
Megan tuvo una visión diferente a la de su prima mayor.
Estaba en un estanque cuando veo que viene Aileen corriendo. La veo caer al agua y Damián viene detrás de ella ayudándola a ponerse en pie.
—Vamos Aileen, corre —tomó su mano corriendo junto a ella.
Detrás de ellos aparece Apolión junto a Diana, Ylenia y Adonis. Que lanzan poderes detrás de ellos atacando a algo que los venía persiguiendo. El miedo estaba en el aire, algo no estaba bien.
Hasta que muchas flechas aparecen siendo lanzadas en su dirección. Megan ve que una de ellas impacta en alguien, todo es muy confuso, gritos, llantos de dolor y un último grito desgarrador quiebra el ambiente. Ylenia levanta una ola y ahoga a los persecutores.
Nessa tuvo la última visión aclarando las dudas de sus primas mayores.
Me encuentro en un bosque oscuro, siento el miedo de alguien, su desesperación y un desgarrador dolor en el alma. Caminando un poco veo a la princesa Aileen, se veía diferente, su rostro mucho más pálido, estaba muy delgada y su pulcro había desaparecido. Se veía deprimida, casi una muerta en vida. Estaba tendida en el suelo, con un pequeño cráter a su alrededor como si hubiera caído del cielo. Siendo una observadora noto que aparece Damián, él también se veía diferente, la oscuridad parecía parte de él, algo imposible.
—Es mi culpa, lo siento mi rayito —decía él acariciando la cabeza de la princesa.
—¿Dónde estoy? —dice la princesa muy débil.
—Caíste en el bosque oscuro —decía Damián cubriéndose el rostro con una capucha.
—Tu voz me parece familiar ¿te conozco? —preguntó Aileen sonriendo.
—No lo creo princesa —la cargo levantándose del suelo.
—¿A dónde me llevas? —se veía confundida.
—A casa princesa —se fueron envueltos en una luz rosa.
—Pero si no comprenden el mensaje a tiempo tendremos que intervenir —hablo Nessa captando la atención de las dos mayores.
—Si Nessa lo haremos, pero mientras tanto veamos qué pasa —contestó Layna.
—Las gemelas de Artemisa están por aparecer en el campamento ellas podrán ser de mucha ayuda —Megan intervino comenzando a hilar la rueca.
—Káti prókeitai na alláxei stin agápi gia ton póno¹ —dicen las tres al mismo tiempo.
D A M I Á N
💝💝💝
Me encontraba corriendo, todo era oscuridad y sentía una fuerte presencia siguiéndome en cada paso. Cuanto más intentaba alejarme, más cerca parecía que la presencia estaba, no podía respirar con normalidad y no pude seguir corriendo. Caí de espaldas al suelo sintiendo como el pecho se me cerraba, necesitaba respirar, pero no lo estaba logrando es como si algo me robara el oxígeno. La oscuridad me estaba consumiendo, no podía moverme, una mano se sintió en mi cuello cuando todo se tornó negro.
Desperté.
Todo había sido una pesadilla, una pesadilla muy perturbadora. Me miró todo sudado, con el pulso acelerado y la respiración agitada, era como si hubiera estado corriendo de verdad. Me siento en el borde de la cama apoyando mis codos en mis piernas y descansando mi cabeza en las manos, no había tenido pesadillas en mucho tiempo. Necesito tomar un poco de agua para calmarme, me pongo en pie caminando a la puerta y nada más salir piso lo que parece ser un pergamino. Lo levantó del suelo abriéndolo para leer su contenido, esperaba que fuera el inicio de alguna broma de Penny o un chantaje de su parte.
"Cuida de la chica de rubios cabellos algo malo pasará, no descuides tu vida, si no la harás llorar"
Atte: M, N y L.
Camino a la cocina con el pergamino en la mano, lo que tenía escrito era una advertencia, pero ahora debo averiguar si quien corre peligro. Las dos únicas rubias que conozco son Aileen y Helen, son las únicas que supongo que si mi vida corriera peligro llorarían por mí. Escondo el pergamino al escuchar pasos acercándose a la cocina, me muevo rápido sirviendo algo de agua en un vaso para disimular. Por la puerta de la cocina entra Penny acomodando su cabello en una coleta alta, hace algo de calor esta noche, la castaña se frena al verme, pero continua con lo que venía a hacer como si nada.
—¿Qué haces a estas horas en la cocina? —pregunta caminando a uno de los armarios donde saca un vaso, sacando de la heladera una caja de leche sirviéndose un poco.
—Pensando, no podía dormir —admito tomando un trago de agua, la castaña se bebió el contenido de su vaso de un solo trago y se limpió la comisura de los labios con el dorso de su mano.
—¿Estás preocupado por algo? —cuestionó preocupada. Más allá de nuestras bromas y constantes rivalidades, nos conocemos desde antes de venir a este campamento. Fuimos vecinos y nos tuvimos el uno al otro en muchas situaciones que nos unieron como hermanos desde antes de venir aquí. Sé que ella en verdad se preocupa por mí y es un sentimiento recíproco.
—Tonterías, sabes que cuando me estreso me da insomnio —no podía confesarle sobre mis pesadillas, no quería preocuparla y mucho menos sobre el pergamino, Penny es demasiado lista, pero también muy protectora si le cuento algo me vigilara las veinticuatro horas, los siete días de la semana.
—Ay hermanito, ten esto me hace dormir cuando tengo insomnio —buscando en la alacena ella saca una pequeña caja de madera donde al abrirla el aroma a especias de distintos brebajes de té invade la cocina. Ella rebusca entre los sobres hasta que encuentra el que deseaba, me lo tiende en la mano, cerrando la caja para dejarla nuevamente en el armario.
—Gracias Penny —dejó el sobre la mesa, si me haría la infusión de hierbas porque estaba seguro de que esta noche no podría dormir luego de leer este pergamino.
—No fue nada hermanito —la castaña se acercó a mí dándome un abrazo que me hizo sospechar, pero al pasar de los minutos termine por aceptarlo. Lo necesitaba... algo se rompió contra mi cabeza y un líquido comenzó a correr por mi espina.
—Penny —me quejo llevando mi mano a donde estaba ese espeso estrato descubriendo que era huevo.
—Eso dejará más suave tu cabello, y aún no me he vengado de tu bromita —salió de la cocina dejándome solo.
—La espero bruja —sonreí de lado.
1 Algo va a cambiar al amor por el dolor.
Otro capítulo espero que les guste y las ορατή son las hijas de las Moiras. ορατή significa vidente en griego. ¿que creen que pase con las visiones de las ορατή? ¿qué pasará con Damián en la de Ness?
Besos
De
Danny