FUERA DE JUEGO | LIBRO #2|

נכתב על ידי anmariaca

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Él sabía de su existencia al igual que sabía de la existencia de muchos más, pero ella realmente no había lla... עוד

| Sinopsis |
| Dedicatoria |
| Advertencia |
| Soundtrack |
| Personajes |
| Prólogo |
PRIMERA PARTE
I.
II.
III.
IV.
SEGUNDA PARTE
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Las 10 curiosidades
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
TERCERA PARTE
Capítulo 24
Capítulo 25.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Epílogo
BONUS
Nota de agradecimiento.

Capítulo 26.

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נכתב על ידי anmariaca

*Esto ocurre un año después del epilogo de 1NPMH, no se conectan pero igual les aviso por si leyeron la novela anterior y les emociona lo que aparezca aquí*

3 Años después

La vida de una persona puede cambiar de la noche a la mañana. El futuro de una persona es incierto, pero no infeliz. Somos los propios creadores de nuestra felicidad, cuando llenamos todos y cada uno de nuestros espacios vacíos.

Miro por última vez el lugar que había sido su hogar durante cuatro años, se había encariñado con su apartamento y verlo vacío como lo vio por primera vez la lleno de recuerdos. No todos fueron buenos, pero en una balanza de buenos y malos, eran más las cosas positivas que habían vivido en ese lugar. Fuera de su pequeño hogar se encontraba el camión con sus cosas y fuera se encontraba su hermano mellizo hablando con el hombre de la mudanza. El último año había sido esperanzador para todos, Loras se había graduado con honores y Pame también, tenía un trabajo estable ahora en San Francisco siendo la gerente de la nueva sucursal que se abriría el grupo con el que se encontraba trabajando en el lugar, Rowen estaba esperando otro bebé con su esposo Paul y Bastian se encontraba radicado en Argentina desde hace unos meses, la vida iba muchísimo mejor allá para él y su bebé, trabajaba en una escuela de arte y amaba cada minuto de aquello. Aprendía a hablar mejor el español y a veces sacaba de quicio a Pame de esa manera o a Samantha. En cuanto a su hermana mayor, ahora se encontraba casada, con un anillo increíblemente grande adornando su mano y una sonrisa de enamorada las veinticuatro horas del día. Todo marchaba estupendamente bien.

Olivia salió de la cocina con unas cajas en sus manos. En cuanto a su mejor amiga y su hermano, habían terminado, hace dos años ya. Al final resultaron no ser el uno para el otro y lo entendía en algún punto, ahora eran grandes amigos y adoraban pasar tiempo de calidad juntos. Eran de esas exparejas que simplemente se guardaban agradecimiento y nada de rencor. Jackson y Ximena por su parte se encontraban comprometidos, cuando Pame se enteró no pudo creerlo, pero al final supo que era verdad y con la maravillosa propuesta y compra de los Patriots para con Jackson, ambos estaban haciendo planes de casarse e irse a vivir en Boston.

—Pensé que después de estos tres largos e interminables años te irías de nuevo a Seattle—Comento su mejor amiga mirándola con tristeza. Aunque ya todos sabían de antemano que Pame no regresaría a Seattle de manera definitiva, su amiga seguía guardando una pequeña esperanza de que así fuese, de que en algún momento su chica volviese, a lo mejor algún día.

—Creo que Seattle no es mi lugar, amo mi ciudad, no me malinterpretes. Pero creo que San Francisco guarda muchas cosas buenas para mí, en especial; seré toda una jefe. Es una gran oportunidad, una que ni loca desaprovechare, no siempre te gradúas y a los dos días ya tienes un trabajo estable y duradero.

—Bueno, ya estás hablando como toda una adulta—dijo riendo la chica.

—Bueno, ya tengo 23, soy toda una mujer adulta. Con sobrinos gigantes y gordos, muchos más en camino y una nueva sucursal que manejar. Me siento toda una girlboss—hizo alusión a la serie que la había tenido enganchada las últimas semanas. Mientras se tomaba un tiempo para aceptar muchas cosas acerca del cambio que su vida iba a dar en poco tiempo.

Hace unos años ella se imaginaba a sus 23 terminando la carrera y luchando contra todo el mundo por encontrar un trabajo, pero entendió que su esfuerzo y dedicación, sus ganas de salir adelante al final dieron frutos, muchos frutos. Los cuales la hacían sentir orgullosa y feliz, porque ahora después de muchísimo tiempo lo era; completamente.

Su mejor amiga se adelantó saliendo mientras hablaba. Pame no se encontraba escuchándola porque estaba ida mirando por última vez su lugar. Aprendió con el tiempo que a lo único que una persona podía realmente apegarse era a los sentimientos y recuerdos, por eso se encontraba nostálgica, porque había generado muchos allí. Cerro la puerta tras de ella sin mirar dentro nuevamente. Bajo rápidamente encontrándose con sus dos mejores amigos hablando con el hombre de la mudanza.

— ¿No falta nada? —Pregunto su mellizo mirando a su clon casi igual frente a él.

—No, todo en orden. Podemos irnos—respondió Pame antes de abrir su bolso y comenzar a buscar de las cosas más preciadas que siempre llevaba con ella, pero entonces mientras revolcaba de un lado al otro su bolso lanzo unos cuantos gritos. El camión avanzo desapareciendo por la calle rápidamente mientras ella seguía sacando elementos de su bolso.

Entonces dejo a las dos personas frente a ella hablando solas nuevamente y subió rápido como correcaminos huyendo de su opresor, volviendo a abrir rápidamente el lugar al que llamaba hogar. Miro por todos los lados y al llegar a la biblioteca de madera que venía con el lugar encontró una de sus cosas más preciadas, su biblia.

Con los años Pame Brown se dio cuenta que aun en las dificultades alguien cuidaba de ella. Nunca había estado sola, nunca había vivido momentos reales de dificultades donde quisiera dejarlo todo, porque lo había tenido todo a un pie de su cama, pero cuando comenzó a vivir realmente la vida adulta se dio cuenta que con sus propias fuerzas no podía y que sola no llegaría a ningún lado. Todo lo que creyó alguna vez fue derrumbado y fue luego reconstruido con unas increíbles bases, esas que le demostraban que a donde quiera que fuera, aun cuando humanamente más sola estuviera, siempre tenía alguien a un "papá" de distancia y se aferró a eso: en la soledad, en la escases, en la abundancia y en la felicidad. En todo tiempo. Descubrió eso que sentían sus familiares, eso de lo que hablaban todo el tiempo muchas de las personas a su alrededor, descubrió el verdadero sentido de muchas cosas y con eso descubrió su verdadero sentir.

Al ser humano no le gusta que se le lleve la contraria, a veces lo verdadero es lo que se cree, hasta que llega algo más grande que eso en que alguna vez creíste y rompe por completo las paredes para demostrarte que hay verdades escondidas en nuestro diario vivir. Que no somos simplemente carne, que no somos simplemente trabajo, estudio y estrés; la verdad es que las personas son más que eso y lo descubrió sola.

Somos amor y ternura, aun cuando no lo veamos.

Somos paciencia y fe, aun cuando más nos asuste.

Somos, fuimos y seremos la especie más perfecta, aun llena de imperfecciones, creada alguna vez.

Entendió que la ciencia se equivocaba. Que habían resuelto muchas incógnitas, pero jamás el verdadero sentido de la existencia humana. Amaba la ciencia y la amaba con todo, pero aprendió a amar a alguien más, a alguien que la ayudo durante los días más difíciles y ese era Dios. Quien a pesar de todo nunca la desamparo.

Miro la biblia en sus manos y repaso el contramarcado que allí se encontraba. Había sido un detalle, el más especial de todos y llevaba su nombre. No tan literalmente, pero tres letras le pertenecían, decía: "Pamela".

Lo que tenía en sus manos le dio la fuerza para continuar y dejar de pensar tanto en el futuro. Aquel diminuto pero importante regalo le permitía reconocer siempre que todo podía ser incierto, menos el amor de quien se hablaba allí. El mejor amigo, hermano, novio, primo, todo lo que quisieras que fuera, el seria y sí, él llenaría todos los espacios que alguna vez estuviesen vacíos.

Cerro por última vez el lugar y bajo con una sonrisa en su cara antes de montarse al taxi que la esperaba para ir al aeropuerto. Vio a su hermano y su mejor amiga dentro del coche y les dio una sonrisa.

—Deje mi arma, que pena con ustedes—comento rápidamente guardando la biblia en su bolso. El taxista volteo a mirarles con los ojos bien abiertos antes de que la chica tuviese que mostrarle el libro riendo al hombre quien rápidamente quito el ceño fruncido.

El viaje no fue largo pero fue tranquilo hasta el aeropuerto. Se encontraba emocionada porque pasaría dos días con sus padres en Seattle antes de volar a San Francisco y comenzar a rehacer su vida. Su nueva y muy loca vida como gerente de una pequeña empresa. Le emocionaba saber que ese puesto ahora era suyo, nunca se lo espero y cuando le dieron la noticia casi llora de la emoción, pero en el fondo lo merecía. A pesar de todo, había trabajado como una loca para eso y pronto empezaría su especialización en gerencia, porque a pesar de todo, le gustaba estudiar, aunque le sacara canas verdes.

Ahora era mucho más organizada. Se había vuelto casi que un ama de casa experta y adoraba que cada cosa estuviera en su lugar. Sus padres aun no lo creían, incluso les fue imposible parar de reír en una cena preparada por ella en Nashville cuando ella les invito meses atrás. No podían creer ni siquiera que su hija ahora era totalmente independiente y podía casarse, porque ya no envenenaría al esposo.

Entraron al lugar de abordaje y a la lejanía se encontraban varios carteles y bombas. Todas las pancartas con "buen viaje, P." Y "Hasta pronto" "Dios te bendiga" y "La mejor profesora del mundo". Al acercarse a los chicos Pame no pudo evitar sonreír, en el proceso de vivir, la melliza había ganado nuevos amigos, nuevas personas y personas maravillosas. Sus estudiantes de medio tiempo, hijo de varios de los empleados se encontraban allí sonrientes, les había salvado el pellejo más de una vez y sus amigos de la iglesia también se encontraban allí.

Fue invitada aproximadamente dos años atrás y asistía periódicamente al principio, luego lo hizo parte de su diario. Termino siendo una gran ayuda en la parte audiovisual del templo y sabía que de esa manera servía en gran manera, había ganado muchos amigos allí también, incluso se hizo famosa por arreglar muchos computadores y teléfonos, adoraba hacer eso. Pero adoraba más pasar tiempo de calidad con las personas a su lado. Fue abrazada por los chicos hasta hacerla sacar lágrimas.

Dejaba una parte de su corazón allí en Nashville y sabía que sería bien cuidada. Extrañaría los preciosos amaneceres y atardeceres, la jovialidad de las personas, la música y los momentos. Extrañaría todo de aquello, pero sabía que le esperaba más.

Minutos después, largos minutos, subió al avión, con muchos sueños, sentimentalismo, amor y fe, de las cosas que más apreciaba en su vida. Lloro por lo que dejaba atrás y lo bueno que todo eso había sido para ella y en parte se encontraba feliz, porque sabía que vendrían cosas mucho mejores.

Durmió durante el viaje y se levantó con los ojos pesados al aterrizar.

En cuanto bajo del avión y apareció en la sala encontró a sus padres y su hermana con sus sobrinos esperándola. Lo primero que hizo fue abrazarlos con toda la fuerza del mundo antes de comenzar a reír mientras ellos le decían lo mucho que la querían. Sandy Y Bradley Abbruzzi ahora eran unos Brown más, aunque ya lo eran hace mucho tiempo. El matrimonio de su hermana un año atrás había sido un gran cotilleo en las revistas y periódicos nacionales, pero nada se comparaba a todo lo mágico que había vivido esa noche junto con ellos, donde se dieron un "sí" donde bailaron como familia por primera vez y donde su hermana dejo de ser una mujer más en la vida de alguien y se convirtió en esposa, del mejor de los chicos que había conocido Pame. Sabía que su hermana era feliz y que se había casado con una persona que también lo era con ella. Amaba saber eso y sabía que las demás personas en su familia también.

Fue acabada a besos y amada durante esos dos días. Cuando tuvo que dejar su casa nuevamente, donde estaba su familia y parte de las personas que más quería en el mundo, dejo otro pedazo de su corazón, había quedado justamente sin la mitad de el.

Pero cuando llego a San Francisco y tomo sus maletas para ir a casa, su nueva casa. Encontró la mitad faltante de su pequeño corazón. Cargando un cartel con su nombre mal escrito y una sonrisa en su cara.

La chica no pudo evitar gritar antes de soltar las maletas y correr hasta donde se encontraba la otra mitad de su corazón. Él soltó el cartel antes de abrir los brazos y atraparla. No les importo que les estuvieran mirando en ese momento, solo les importaban ambos. Habían pasado demasiado tiempo separados y ahora Dios les permitía juntarse otra vez. En cuanto sus ojos se encontraron hubo chispas, llamas y magia por todos lados, hubo amor y locura, tanta como esa que seguía existiendo aun después de más de tres años separados. El cosquilleo seguía allí presente, el corazón a punto de salirse seguía constante y las ganas de besarse jamás se habían perdido, ni siquiera en momentos de crisis, entonces Pame entendió que no había existido antes un momento justo, porque antes no hubiese funcionado pero ahora sí.

— ¡Amor! —Grito Pame antes de atrapar la cara de Timothy Fiztpatrick y regalarle el más tierno de los besos. Lo desestabilizo antes de separar sus labios de los de los chicos y empezar a regar besos por toda su cara que ahora tenía una muy pulida barba que lo hacía ver increíblemente apuesto.

Pame sabía que no era una mitad, que no necesitaba de otra persona para ser feliz, pero si necesitaba alguien en su vida que la complementara. Lo sabía y lo tenía frente a sus ojos, con una sonrisa que podía comprarla, enloquecerla y hacerla decir locuras hasta las tres de la mañana. La persona que amaba y la persona que realmente le completaba el corazón, porque no existía mejor sensación que esa que se apoderaba de todo su cuerpo cuando se volvían a encontrar, esa que hacía que sus corazones latieran al mismo ritmo y son. No somos mitades, no tenemos que esperar que otra persona nos complemente, pero a veces, dejamos partes de nuestro corazón en lugares, en personas, en momentos y recuerdos; que al final llega alguien que complementa la parte faltante. No porque la necesites, sino porque Dios te la regalo.

—Se mi novia, mi amante, mi amiga, cásate conmigo, Pame Brown y no me dejes más nunca. Por favor, no me imagino una vida sin ti y ya la espera me estaba matando—Dijo Timmy antes de volverla a besar. Se encontraba rodeando la cintura del chico con sus piernas y tenía una sonrisa que ni en un millón de años podían quitar. Tomo los cachetes del chico.

— ¿Recuerdas cuánto te dije "algún día" T? —Pregunto dándole un beso cargado de amor al chico. Varias personas se encontraban mirándolos y a ninguno de los dos les importo. Él asintió—. Hoy es ese día, no más "después" no más "adiós" y lágrimas.

No más kilómetros que los separaran. Lo que tiene que ser, será. NO, así no era la frase, lo que Dios tiene para ti, es para ti; solo aprende a esperar. Kilómetros, años y muchas pantallas los separaron durante tres años. Timothy decidió oficializar la relación después de la boda de Samantha, hubo muchos besos, abrazos y al final muchas lágrimas, pero un año después, de momentos difíciles, de noches llorando después de cerrar la computadora, todo aquello había acabado para ambos porque ahora estaban juntos. En el mismo lugar, cumpliendo sus mismos sueños y ahora no tenían que esperar meses para abrazarse, simplemente tenían que llamarse el uno al otro.

— ¿Ya te dije lo hermosa que te vez hoy? —Negó con la cabeza riendo—. Bien, porque quería decírtelo en persona hace mucho tiempo. Eres y siempre serás de lo más hermosa para mí, Pame—. La miro con ojos brillantes—. Te amo, Pame.

—Te amo, Timmy.

Dio la vuelta por última vez en la silla de rueditas de su oficina mientras escuchaba la voz de su hermano Bastian que salía detrás de la pantalla de su computadora. Se encontraba hablando con su hermano que le hacía un pequeño mapeo de los mejores lugares por visitar en Argentina. Se encontraba en un hotel en Bariloche donde era esta vez su excursión semanal, de esa manera conocía el país con Nate. Su hermano había hecho ahorros gigantes mientras trabajaba y estudiaba, con los cuales se encontraba viviendo fuera del país además de trabajar.

Nate lucia feliz y lleno de vida mientras le hablaba claramente a la cámara en un inglés mezclado con español y acento que le parecía de lo más tierno. Timothy apareció en pantalla y la chica volteo para encontrárselo allí saludando a su cuñado y el bebé, ahora no tan bebé.

— ¡Hey Tim! ¿Cómo te tratan los 49ers? Aquí no sales en las noticias nacionales, pero prometo que estaré pendiente de los periódicos estadounidenses—hablo mirando al chico mientras tomaba un poco de lo que dio a conocer como "mate". Timothy ahora se encontraba jugando con los San Francisco 49ers y Pame no lo supo sino hasta que se enteró que trabajaría en la ciudad ahora. Le parecía una total locura como sus vidas se habían unido pero le agradecía a Dios por eso.

—Por ahora en la banca, así que a menos que pase algo extraordinario, dudo mucho que como Quarterback juegue esta temporada. Pero feliz, me gusta el equipo donde estoy y me gusta mucho la ciudad, más ahora—Le guiño el ojo a la chica viéndola— ¿Cómo te trata Argentina?

Bueno che que te puedo decir...Es bello este país—comento—. Cuando se casen, si lo hacen, deberían venir de luna de miel, es precioso.

—Lo tendré en cuenta, tengo que irme. Tengo una cena con mis compañeros de equipo—dijo rápidamente Timmy antes de ganarse una despedida de los dos chicos detrás de una pantalla. Entonces el chico salió pitado del lugar, pero antes de que Pame se acomodara para seguir hablando con su hermano mayor, unos labios se pusieron sobre los suyos—. Adiós, amor, nos vemos en la noche.

—A-d-i-o-s—vocalizo muy grande antes de despedirse del chico—. Llega temprano, tendré listas las palomitas para la película.

Escucho las pisadas del chico y luego simplemente las dejo de escuchar por completo. Miro a su hermano en la pantalla y se encontraba con una ceja arqueada mientras la mirada.

— ¿Nos vemos en la noche? ¿Casa? ¿Palomitas de maíz? ¿Están viviendo juntos? ¿O se casaron y no nos hemos enterado de eso? No me sorprendería que se casaran.

—No, no nos hemos casado. Eventualmente, posiblemente lo haremos en un futuro y no, tampoco estamos viviendo juntos. Aunque si hemos estado planeando ahorrar para un apartamento y un auto juntos. Porque creo que es lo mejor.

—Eso quiere decir que está segura de que él es la persona—expreso Bastian.

—Él es. Bueno, esto suena bastante cliché viniendo de mí pero, realmente no me veo casada con alguien más. Aunque solo tengo 23 años y tanto su carrera como la mía apenas están despegando, me gusta pensar que estamos pensando en nuestro futuro y en tener una buena vida. Además, Timothy es la respuesta a muchas de mis oraciones, lo que comenzó como un amor platónico termino en algo verdadero y no todas las mujeres corren con esa suerte, pero yo lo hice y sé que no será fácil pero me gusta pensar que él será quien lleve a los niños a la escuela por las mañana—le explico la chica a su hermano quien la veía con una sonrisa en su cara. Esa que constantemente ponía cuando se sentía orgulloso.

— ¿Qué te hace pensar que no los llevaras tú a la escuela? —Pregunto.

—Fácil, que yo los ayudare en matemáticas cuando lleguen de ella.

— ¿Lo tienen todo planeado, no? —Pregunto y la chica asintió—. Entonces solo denle tiempo al tiempo. Disfruten su noviazgo, su sano noviazgo y luego cácense, sinceramente no hay prisa—Se hizo un silencio mortífero antes de que Bastian volviese a hablar—. Estoy orgulloso de ti, Pame. De lo que te has convertido, de lo mucho que Dios ha trabajado en ti, de lo joven que eres y aun así trabajadora, me recuerdas a tu padre cuando conoció a mamá, venía con el paquete completo, Rowen y yo y de igual manera nos aceptó así y nos amó como si fuéramos suyos.

>> Eres tan parecida a él y tan preciosa en todos los sentidos de la palabra, que estoy seguro de que tendrás una increíble vida. También me hace sentir orgulloso que supieras escoger a la persona de tu vida, porque no conozco totalmente a Timothy, pero lo que conozco de él me da seguridad y me hace pensar que mi pequeña niña, mi hermanita, a esa que cargue recién nacida, siempre será tratada y valorada como se lo merece. Porque te lo mereces. Ya no eres la niña que tenemos que cuidar, hace mucho nos demostraste que eres más que eso, que eres tan independiente y tan capaz, que podría comerte al mundo entero si te lo propusieras.

—Eres el mejor hermano del mundo, Bas—dijo la chica secándose las lágrimas.

Ella no solo había encontrado una madurez, había encontrado seguridad.

Nada le robaría su juventud, pero había aprendido a aprovecharla, a sacarle provecho a su edad y a vivir cada momento como si fuese el último. No se trata de malgastar nuestra vida haciendo cosas vanas, si no pasar tiempo de calidad haciendo cosas que nos edifiquen.

Ser jóvenes no es un pretexto para actuar con indiferencia, para decir "en un futuro me compongo". Ser jóvenes es demostrar a una sociedad que se es luz en medio de la oscuridad. Que la vida tiene propósitos y que todos han sido llamados para cumplir uno en la tierra. A todos les llega el momento de descubrir para lo que están hechos y es entonces cuando debemos ser los mejores, como una carrera, buscar ganar siempre, pero aprender a perder en el intento. Porque sin perdidas no hay aprendizajes y sin aprendizaje no hay ganador.

Nadie debería ser menospreciado por ser joven, al contrario, debían ver lo mejor que había en esa juventud. Pero de ser visto por otros como algo bueno era tarea individual de cada uno. Cada obstáculo tenía su enseñanza, cada siembra tiene su cosecha y cada cadena rota tiene su fibra de libertad. La juventud no se trata de esclavitud, se trata de libertad, pero de una libertad sana, esa que nos lleve a ser faros para barcos y bastón para los ciegos.

Pame estaba orgullosa de ella, de lo que se había convertido y de la vida que ahora tenía, incluso siendo joven. Porque no se trataba de la edad, se trataba de actitud.

Solo tengo para decir que llore horrible escribiendo el reencuentro de mis hijos aunque no tuviera muchas palabras. #PAMMYISREAL ME LO VOY A TATUAR 

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