Cansado, jodidamente cansado, así estaba YoonGi. Su jornada había sido particularmente larga y exhaustiva el día de hoy, y sentía cómo cada músculo de su cuerpo estaba dolorosamente contraído y acalambrado, sobretodo sus extremidades. Lo único que podía pensar y que le hacía mantener aunque fuera un poco de optimismo en su día -el cual perdonen en vocabulario pero había sido una real mierda (excepto por la parte de despertar y desayunar con JiMin, claro)- era el hecho de que faltaban tan sólo dos cuadras para llegar a su complejo de departamentos, luego a su casa y posteriormente a su cama con un niño mimado y lindo aferrado a él como un bebé koala.
Fue cuando dobló en la esquina de su manzana que lo vio, de pie afuera de la panadería que había en la primera plana de los departamentos, arropándose con fuerza en un abrigo demasiado grande para ser suyo, intentando así protegerse el frío invernal que azotaba la ciudad, con una bolsita aparentemente de regalo colgada en una mano y el cabello completamente revuelto por el violento viento que corría por las calles. Frunció el ceño con preocupación, ¿qué hacía JiMin ahí parado en medio de la vereda en vez de estar adentro esperándole con la calefacción encendida? Ese niño no iba a aprender nunca.
- ¡PinkyPoo! -Un agudo grito lo trajo de vuelta a la realidad, y con él, un par de cortos bracitos ciñéndose a su alrededor con fuerza y una naricita de botón completamente congelada frotándose contra su mejilla- Te extrañé, PinkyPoo.
Una sonrisa se coló en sus labios bajo la gruesa bufanda que cubría la mitad de su rostro, sin embargo, JiMin lo conocía bien, sabía que cuando los ojitos de YoonGi se cerraban de esa manera era porque estaba sonriendo en grande, con sus rosaditas encías siendo visibles y sus dientes perlados completamente a la luz. Correspondió el abrazo del menor con gusto, disfrutando su tacto, su calor, su aroma, cada pieza del menor en el contacto.
-Te extrañé también, cariño -Asintió con ternura, apartando la tela de la bufanda de su rostro para así destapar sus labios y poder depositar un casto beso en la mejilla sonrojada por el frío del menor- ¿Qué estabas haciendo afuera con este frío, Minnie? Vas a enfermar -Regañó el mayor con dulzura tomando la manita de JiMin entre la suya para que así ambos comenzaran a caminar en dirección a la entrada de la residencia.
- ¡Estaba con la abuela Choi! -Explicó JiMin alegremente balanceando sus manos de atrás a adelante.
YoonGi frunció el ceño intentando recordar. Abuela Choi, abuela Choi, señora Choi, ¿Cuál de todas las abuelas del vecindario era la abuela Choi?- ¿La ahjumma de la panadería? -Preguntó finalmente cuando ya se hizo una idea de a quién se refería el menor.
- ¡Sipi! -Asintió JiMin sonriendo- He estado pasando las tardes con ella últimamente, es una mujer muy amable, sus historias son geniales y me ha ayudado mucho con algo -YoonGi estuvo a punto de preguntar a qué se refería con "algo" cuando JiMin comenzó a hablar de nuevo- ¡Y me regala panquecitos! De hecho te mandó unos, PinkyPoo, son los últimos horneados así que aún están algo calientes, ¿quieres? -Preguntó sacando de la bolsa de regalo un pequeño panquecito envuelto en papel transparente para evitar que contactara con otras cosas en la bolsa, y enseñándoselo a YoonGi.
-Quiero -Aceptó el mayor sintiendo su boca hacerse agua por el aroma que desprendía el pequeño dulce. Aún estaba tibio y YoonGi sólo pudo confirmar que llegar a casa era la mejor, mejor parte del día.
-Es de arándano porque es el favorito de PinkyPoo -Agregó JiMin orgulloso de su conocimiento y de que al mayor le hubiera gustado el dulce, ¡era parte de su sorpresa!, ¡todo estaba yendo muy bien!
-Por dios, esta señora cocina espectacular, adoro tanto sus dulces -Comentó YoonGi tragando un bocado del panquecito con una sonrisa de oreja a oreja- ¿Quieres tú también, Minnie? -Preguntó extendiendo su mano hacia JiMin.
-Gracias PinkyPoo, pero no, he comido muchos panquecitos hoy -Explicó frotando su barriguita de forma simplemente adorable- PinkyPoo Yoonie Hyung, tienes manchado uh... -El menor se acercó al rostro de YoonGi y dándole un pequeño besito de pico limpió las migas de panquecito y el resto de crema del rostro del mayor- Listo.
YoonGi emitió algo parecido a un "hmn" que JiMin interpretó como un "gracias" y continuaron caminando, hacer ese tipo de cosas era tan normal para ellos que ya ni siquiera se sonrojaban o reparaban en lo romántico o cursi que pudiera ser, eran acciones que salían completamente naturales- Así que, ¿Has estado yendo con la señora Choi? -Preguntó cuándo estaban ya subiendo la escalera.
No era un reclamo, aunque pudiera parecerlo, ni eran celos ni mucho menos, era sólo que le sorprendía bastante lo sociable que JiMin era, siendo que él con suerte se hablaba con su compañero de banco en la universidad y le deseaba buenos días al chofer del bus. Le hacía feliz saber que había tantas personas que cuidaban a JiMin cuando él no estaba -y no, no está diciendo que JiMin no pueda cuidarse sólo o que sea menos capaz de sobrevivir un par de horas por su cuenta, pero cuando recién habían llegado al departamento y el menor aun no conocía a nadie, solía aburrirse bastante estando solo en casa todo el día, y eso no era algo que hiciera feliz a YoonGi.
JiMin dio un brinquito emocionado y asintió con la cabeza dispuesto a contarle a YoonGi toda la historia con lujo de detalles- ¡Es una señora genial! Un día bajé a comprar unos rollitos de canela, ¿recuerdas ese día? Pues bajé a comprar los rollitos y ella se veía triste, ¡Y no me gusta que la gente esté triste, PinkyPoo! Así que le pregunté que qué le sucedía y ella me contó que su nieto llevaba dos años estudiando en Japón y que casi no podía verlo, lo cual la ponía muy triste y bueno, ella no tenía a su nieto, yo no tengo abuela, ¡Somos perfectos juntos! -Exclamó JiMin emocionado- Así que empezamos a hablar, ella me regala panquecitos, me cuenta historias tipo "En mis tiempos..." y me enseña cosas geniales -Explicó el rubio con una sonrisa. La puerta de su departamento ya estaba frente a ellos, así que YoonGi no tardó en sacar sus llaves y abrir la puerta para que así ambos pudieran resguardarse en la calidez de su hogar y su calefacción.
-Me alegra mucho escuchar eso, Mochi -Sonrió YoonGi revolviéndole el cabello al menor a la vez que se sacaba el abrigo y los zapatos dejándolos en sus lugares correspondientes en el perchero y el pequeño mueble donde guardaban el calzado- Es genial que te lleves bien con las ahjummas del barrio.
- ¡Yo me llevo bien con todo el mundo en el barrio, PinkyPoo! -Corrigió JiMin encaminándose dentro del living para luego perderse en la cocina.
YoonGi soltó una carcajada a la vez que saludaba con un par de mimos a Min Holly quien estaba ansioso por recibirlo y darle su bienvenida a la casa, y asintió completamente conforme, realmente no había una sola persona con la que JiMin no se llevara bien en toda la residencia.
JiMin por su lado se encargó de mima y besar muchas veces a YoonMin y rellenar los platos de comida de sus mascotas y sus platitos con agua fresca. Miró la bolsa de regalo que había dejado en la encimera y mordió su labio inferior reprimiendo una sonrisita. A YoonGi iba a gustarle ¡estaba completamente seguro! Así que se aseguró de sacar del paquete los dos panquecitos restantes que la señora Choi le había regalado y chequeó que todo estuviera en completo orden dentro de la bolsita.
-PinkyPoo, te tengo una sorpresa -Declaró volviendo a la sala donde YoonGi se encontraba jugando con Min Holly, probablemente esperándolo para irse a la cama juntos, ver televisión un rato y dormir.
- ¿A mí? -Preguntó YoonGi sorprendido, acercándose al menor, quien sostenía la linda bolsita roja con diseños blancos entre sus manitas.
-Síp, es que, verás, la señora Choi me enseñó varias cosas y entre ellas me enseñó a, uh -El rubio sacó del paquete varios pequeños trocitos de tejido y se los enseñó a YoonGi con una sonrisa- a tejer -Explicó estirando entre sus manos sus creaciones para que YoonGi las viera- me enseñó a hacer mantelitos, posavasos, pañuelos, ¡Incluso hice una bufanda PinkyPoo, mira! -Le enseñó JiMin tendiéndole una bufanda realmente bonita, tejida finamente con tonos fucsia, gris y turquesa, creando matices muy lindos en un diseño desordenado y casual.
YoonGi no podía decir que se encontraba en realidad sorprendido, puesto que JiMin era realmente hábil con todo lo manual, ya fuera pintar, dibujar, hacer origami, hacer tarjetas, coser, hornear y todo lo que requiriera destreza manual, pero así mismo, no podía decir que no se encontraba malditamente orgulloso de lo genial que era el menor y las muchas cosas que podía hacer, y es que eran todas las piezas tan lindas y delicadas, con tonos finos y diseños tejidos a crochet de una forma casi profesional.
-Wow Minnie, esto es... -Murmuró inspeccionando meticulosamente cada tejido- Realmente son hermosos, eres muy talentoso, bebé -Halagó con una enorme sonrisa en el rostro- ¿Por qué no los habías traído antes? -Puchereó- Se verán realmente bonitos decorando la casa, ¿no crees?
JiMin se sonrojó como un pequeño tomatito por tantos halagos y sonrió con timidez- Porque eran una sorpresa PinkyPoo -Explicó removiendo sus manos ansioso- Pero aún falta algo. Estas semanas he estado trabajando en algo realmente más grande y bueno... -Murmuró tímido- Hice esto para ti, PinkyPoo, espero que te guste.
JiMin le tendió la bolsa al mayor con el rostro caliente y completamente rojo por la vergüenza, realmente quería ver la reacción de YoonGi al verlo. El mayor, por su lado, recibió la bolsa encantado y husmeó en ella con curiosidad, para luego mirar al menor casi pidiéndole permiso para sacar el contenido, una vez recibió el consentimiento que esperaba, sacó del interior de la bolsa un tejido realmente mucho más grande y más pesado que los demás, era de un color beige suave bastante agradable y era realmente gustoso al tacto. Dejó la bolsa en la mesita ratona para así inspeccionar la pieza con la atención que esta merecía y cuando la estiró, no pudo sentirse más que enternecido por la vista.
Era un sweater, con cuello cerrado y dos trenzas realmente hermosas adornando el frente con delicadeza. Cualquiera que lo viera pensaría que era una prenda comprada y es que realmente, no habían a la vista puntos corridos u errores con la lana, estaba tan perfecto, desde los puños en zigzag hasta el cuello redondo que YoonGi juraba, dejaría ver sus clavículas, puesto que el sweater era real, realmente enorme. El pelinegro supuso que JiMin lo había hecho así para él, dado que el menor solía usar sweateres dos o tres tallas más grandes que la suya.
- ¿Te gusta, PinkyPoo? -Preguntó el menor ladeando la cabeza con inseguridad a la vez que jugueteaba con sus pequeños deditos.
El mayor sólo sonrió, ¿Cómo JiMin podía sentirse inseguro de algo tan bonito?- Me encantó, Minnie -Asintió instantáneamente, rodeando al menor con sus brazos y dejando besos desordenados en su rostro- Es tan lindo como tú, muchísimas gracias, mi amor.
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-PinkyPoo ¿Por qué nunca me despiertas? -Preguntó JiMin entrando a la cocina con un puchero.
-Te veías muy lindo durmiendo, cariño, lo siento -Se disculpó el mayor con una risita, recibiendo como recompensa un pequeño pico en los labios de parte de su niño, para luego terminar su café y la leche de fresa de JiMin.
Estaba usando el sweater que el menor le había regalado la noche anterior, puesto que después de que el menor le explicaba que era un sweater de pijama y que por eso era extra grande para que así fuera más cómodo, el mayor se negó a cambiárselo, y decidió que sería su nuevo pijama de invierno favorito.
-De todas formas debías despertarme, tengo clases hoy -Regañó el rubio frunciendo el ceño y señalándole con su dedo índice como si fuera una madre regañando a su bebé.
-Aw -Soltó YoonGi enternecido- Ven aquí, cosa más linda -Indicó atrayendo a JiMin a sus brazos para estrujarlo con fuerza entre ellos- Eres una dulzura -Murmuró apretando las mejillas del menor sin llegar a hacerle daño en realidad, amando su suavidad y lo esponjosas que eran.
-PinkyPoo, quiero mostrarte algo -Interrumpió JiMin reparándose del mayor- Cierra los ojitos, ¡Es otra sorpresa! -Exclamó provocando una ronca risa por parte de YoonGi, quien acató obedientemente la orden y cerró los ojos- Quédate así, no hagas trampa -Advirtió divertido.
YoonGi sintió como JiMin metía sus manos al sweater y frunció el ceño, ¿Qué tramaba ese niño travieso? No lo sabía, pero al parecer JiMin si sabía a la perfección lo que hacía, porque sólo bastaron un par de movimientos más para que YoonGi sintiera una respiración pausada sobre sus labios y unos cálidos brazos rodeando su cintura.
-Abre los ojos ahora, PinkyPoo -Indicó JiMin demasiado cerca de su rostro, permitiéndole percibir su aliento chocando contra su cara.
Cuando abrió los ojos le costó un poco entender qué era lo que había sucedido, puesto que ahora JiMin estaba... ¿dentro del sweater con él? Las piezas del puzzle encajaron con rapidez en la cabeza de YoonGi y no pudo más que reír cuando JiMin murmuró un pequeño "ta-da" con una sonrisa que sin duda llegó a sus ojos.
- ¿Así que por eso era tan grande? -Preguntó con diversión el mayor, ganándose un movimiento de cabeza que confirmó sus sospechas- ¿Por qué no me lo dijiste anoche? Hubiéramos dormido así -Puchereó el mayor.
Los ojitos de JiMin brillaron con fuerza y sus abultados labios se separaron un poco por la incredulidad- ¡¿Enserio?! -Preguntó emocionado.
-Claro que sí, sabes que me encanta dormir abrazado a ti, pequeño.
Sí, demonios, cuanto le encantaría dormir con ese chico entre su ropa... por extraño que eso sonase.
🐣
He vuelto al fin💕
¡Tardé mucho, casi un mes! Pero esta vez no fue mi culpa... Osea sí pero no... Osea sí pero no directamente.
El caso es que mi laptop de echó a perder (yo la colapsé) y entre llevarla al servicio técnico, tener el dinero, que me la arreglaran y todo el drama, tardaron demasiado y recién hoy pude irla a buscar y terminar el capítulo y por fin publicar😅 lo siento.
En realidad no tengo mucho que decir aquí, más que el típico gracias por su apoyo, por los votos, las visitas, lo rápido que estás suben y el apoyo que le están brindando a este nuevo proyecto💕 las amo mucho por eso.
Recuerden cuidarse, hidratarse comer bien, dormir bien, descansar las hora suficientes y no sobre esforzarse porque al final del día ese sobreesfuerzo terminará por colapsarles y no servirá de nada🍑 para las que son de Chile el semestre ya está a días de terminar así que ¡Alegrense! Las vacaciones están a la vuelta de la esquina, aprovechen de salir, pasear, conocer, relajarse y tomarse su tiempo recreativo, porque luego vendrá otro año y abrá que esperar hasta las próximas vacaciones, ¡El tiempo es muy valioso, no lo desperdicien!🌌
Nico les desea lo mejor y las quiere mucho💕
¡PinkyPoo!🙈
-Nico
#CajitadeLeche.