Escuchó tres veces los mensajes de voz, uno por uno mientras estaba en el auto. Ya era de noche y no había tráfico, pero manejar siempre le había hecho bien, despejaba su mente mientras la carretera estuviera vacía. La voz proveniente del teléfono celular empezaba calmada, triste, pero luego se deformaba a llantos y ruegos que incluso a él le rompían el corazón, si pudiera contestar lo haría, pero llegó tres años tarde. Esperaba la respuesta de Wonwoo, que él le dijera quien era el chico con el que Joshua se habia fotografiado, pero ya tenia una idea despues de haber encontrado los mensajes de voz antiguos en el celular.
"Joshua." Y volvía a comenzar de nuevo. El primer mensaje de hace años. "Sabes quién soy, llámame, por favor, necesitamos hablar" Pero Joshua no llamó porque el segundo mensaje lo dejo claro.
"Shua, sé que estas molesto, pero llámame" voz melodiosa que alargaba las vocales, encantador, como si fuera un niño. "¡continuare dejando mensajes"
"Lla-ma-me, o respóndeme, te he buscado mil veces en el trabajo, sé que te escondes"
"¿me odias Shua?"
"Joshua... respóndeme...Shua"
"Lo siento Joshua, lamento haber sido tan mal novio, por favor, llama"
"Te prometo que esta será el último mensaje, pero necesitamos vernos ¿te parece bien en un café? En el ultimo en el que nos vimos, a la misma hora que esa vez"
Pero el desgraciado muchacho no fue, y Jun lo sabia porque el ultimo mensaje era el que destrozaba su frágil corazón.
"Shua..." entre llantos, la dulce voz lo hacía querer parar de escuchar. "Perdón, yo... dejare de llamar, te quiero."
¿Qué pudo haber hecho ese chico para que el mismo Hong soportara esos mensajes? Ni él podría, sin importar lo que le hicieron, al menos los hubiera borrado, pero no, ahí seguían guardados con mucho cuidado de no ser borrados. Sin duda Joshua los había escuchado todos, menos el último de ese mismo número que Jun también se negaba a escuchar. Era importante, pero lo haría despues, cuando pudiera hacerlo sin recordar el llanto del chico que pedia perdón.
Su propio celular sonó y lo observo con el mensaje de Wonwoo, él ya habia encontrado respuestas. Sonrió.
¿Quién decía que tenia que utilizar a Wonwoo? Él quiso enamorarlo, pero no por ello significaba que debía jugar con sus sentimientos. Aunque claro, no era tan inocente como lo hacia ver. Manejó hasta el trabajo, hasta esa pequeña habitación donde Wonwoo debería de estar metido.