Realmente es hermoso pasar el rato con la persona que amas, pero también es incómodo no saber cómo haber llegado a estar con esa persona especial.
La cerveza. Es una de las bebidas que daña tu cuerpo. Pero también es una de las razones de por qué despiertas con la idea de: ¿Que hize ayer? ¿Yo hice eso? ¿Yo dije eso?.
Puede que todos asuman que todo es culpa del alcohol, pero no es así. Es culpa de cada maldita gana que tengas al beber, sin contar con las malditas consecuencias.
Se que muchas personas que han experimentado la borrachera han despertado encontrándose con algún extraño en la casa o terminando en la calle sin ropa y sin dinero.
Bueno, aquí todo gira en torno a mi persona. ¿Por qué? Por qué, como ya empecé a contar, yo también bebí.
Y yo no tengo ningún recuerdo de aquella noche que pase en el bosque.
¿Pero saben que?...
Puede que no sea importante, puede que yo pueda vivir con eso. Después de todo no es importante ¿No? Puedo estar al lado de Alexis para siempre...
Sé que suena bien...
¡Pero ese no es el punto!
¡No puedo pasar el resto de mi vida al lado de Alexis sin saber cómo empezamos a estar juntos! ¡No puedo sonreírle de la misma manera, sin haber podido escuchar su primera confesión! ¡Solamente... No puedo!.
Ahora estoy con Alexis. En medio de un lindo lugar dentro del bosque... besándonos... ¿Se siente bien? ¡Claro que sí! ¡Pero no puedo actuar normal frente a su nueva forma de ser!
¡Por favor cerebro! ¡Ayúdame a recordar!
...
—¿Dilan? .—pregunto Alexis. Parecía contener la risa.
Abrí los ojos, los había tenido cerrados ya que repentinamente me había besado unos minutos antes. Yo me sonroje, pues el había dejado de besarme y yo seguía con los labios al aire.
—¡Oh perdón! No me di cuenta... cuando dejaste de besarme... —Toque mi cabello nerviosamente. Me sentía un idiota.
Estaba seguro de que el me había visto gracioso de esa manera y puesto a eso me sentía humillado.
—Parece que andas distraído. ¿En qué piensas tanto?
En tí...
—¡En las palomas! .—Conteste de inmediato.
Realmente... Soy un idiota...
—¿Palomas? Ja. ¿Y por qué en ellas y no en mí? .—dijo burlón con una sonrisa.
—Pues por qué ellas vuelan y tú solo... ¿Espera que? .—dije sonrojando me de inmediato.
El explotó en carcajadas. Era música para mis oídos escucharlo reír. Me gustaba oírlo, pero lo que me hacía feliz en ese momento es que el río y fue por mi. No por la zorra esa de sala de música. Fue por mí. No por el puto compañero apodado "El Brayan". Fue por mí.
¡Eso me hace feliz!.
—¿Sabes? Que te parece si en vez de pensar en palomas, continuamos lo de ayer... —dijo deteniendo su risa.
Yo iba a preguntar a qué se refería. Pero inesperadamente me empujó para atrás. Me asusté. Creí que me golpearía. Aunque, eso no me molestaría.
El me sonrió y me besó. Yo, accidentalmente ante su acción, deje escapar una patada cercana a su estómago, la cual, esquivó.
—¿Ahora te haces el difícil? .—dijo dejándome de besar un momento y agarrándome con una mano, las dos manos, y poniendo las por encima de mi cabeza—. Creo que también me gusta este lado tímido tuyo. Pero, ahora quisiera que liberes al perverso~ .—susurro cerca a mi oreja.
Yo sentí un escalofrío. Su aliento se sentía caliente. No sabía que se había excitado tan rápido.
Quisiera hacerlo. Pero no puedo dejarme segar por el momento. Aún tenía que hablar de una buena forma con el, antes de empezar con esto. Si quiero sentirlo, que sea sabiendo que ambos estamos conforme con el otro. No por una noche que no recuerdo con ayuda del alcohol, si no, en persona, sobrio y franco.
—Alexis... Yo... Mm... ¡Ah! .—Me mordió el cuello de una manera tan fuerte que se sintió demasiado bien.
Pasó una de su manos por mi espalda, tocando mi columna. Me dió otro escalofrío.
—¡Mmn! Ah... Alexis... Tienes que... .—Estaba apunto de decirle, cuando pasa su lengua por la zona en donde me mordió—. ¡Ah! ¡Mm...!
—Sabes... Quería decirte algo... —dijo alejando un poco su boca de mi cuello—. Yo... Quería saber... Si... Tu querías ser mi novi-
Estaba escuchando lo, pero justo cuando iba a terminar de hablar, se oye un fuerte...
Gritó...
—¡Alexis! ¡¿Estás por aquí?! ¡Necesito tu ayuda! ¡Responde! .—Se oía que gritaba una chica a unos pocos metros de nosotros. Yo reconocía esa voz, así que no dude en crujir los dientes.
Alexis suspiró.
—Carlita... .—dijo soltando mis manos.
El se incorporó y se levantó del pasto. El me dió su mano para levantarme, pero con molestia la evité. El se sorprendió y yo me levanté con mi propia fuerza.
Realmente estaba molesto.
Su nombre lo escuché, la ví y no tengo un buen punto de vista sobre ella. La veía como una zorra cerca a Alexis.
El estaba por hablar. Pero se escuchó un ruido de entre los arbustos. Ella saco la cabeza de el, mirando en diferentes direcciones, pero se detuvo en cuanto vió a Alexis.
No duró ni dos minutos y una sonrisa broto de uso labios deliniados con labial, salió de este y a toda prisa salió disparada a abrazar a Alexis.
El no parecía incómodo, más bien, estaba con ánimos, por qué el también abrió los brazos para recibirla.
—¡Oww! ¡Aquí estás mi lindo principe! .—dijo la descarada... Quiero decir... "Carlita".
Alexis sonrió.
Ambos se olvidaron de mi presencia.
—Y tú me andas buscando ¿No, linda? .—dijo Alexis. Yo ya estaba con ganas de matarlo.
—Sip. .—dijo agitando la cabeza y acomodándose en su hombro. En eso recién se dió cuenta de que estaba yo—. ¡Oh! ¿Estabas con un amigo?
Alexis volteo a verme. Creo que mi enojo y mis celos eran evidentes.
Ella deja de abrazar a Alexis y se me acercó.
—¡Hola! Soy Carla, pero me puedes decir Carlita. Mucho gusto, ehh... .—ella hizo un ademán esperando a que yo le continuará.
—Dilan. —dije cortante—. ¿A qué vienes?
Ella no parecía molestarle lo que decía. Solo río y le dijo a Alexis:
—Que agradable es tu amigo. Un poco frío, pero agradable.
Alexis sonrió.
—Dilan. Ella es mi prima. —dijo, haciendo que abriera los ojos de golpe.
—¿Primos?... Puff... Y a mí que me importa... —dije mirando a otro lado, pero luego pregunté—. ¿Encerio?
—¡Si! .—dijo ella—. Soy una prima lejana suya. Pero soy su prima.
Yo me sentía un poco mal, por pensar en su muerte.
Alexis solo río pero, inesperadamente se escuchó otro ruido.
—¡Carlita! ¡Apúrate en llamarlo! .—se oyó de muy lejos.
Ella se dió un golpe en la cabeza y cambió su rostro de feliz a nerviosa.
—Alexis. Me alegro de verte, pero a lo que vine, es a que vengas a la cabaña mayor. Tus dos amigos no dejan de golpearse. Casi todo el campamento teme de que terminen matandose... por favor, ven conmigo a ayudar. .—dijo agarrando su brazo.
—Ok. Iré contigo. —dijo serio, pero volteo a verme—. Dilan deberías de ir a comer algo. Por el momento no volveré. Pídelo a mi cuenta. —dijo acercándose y besándome en la mejilla—. Adiós.
Ellos desaparecieron de entre los arbustos. Yo... Estaba solo de nuevo. No sé si estaba feliz o no por ser interrumpido cuando ella vino.
Mire a mí alrededor, intentando recordar a donde debería ir para no estar cerca a la cabaña mayor, ya que de seguro estaría incomodando a Alexis cuando intenté separar a sus amigos.
Me fuí por un lado en el que apenas recordaba.
Tenía suerte de estar a distancia de la cabaña mayor.
Suspiré y camine en dirección a la cabaña de comida. Realmente tenía hambre, mi barriga en medio camino, inconscientemente había sonado cuando pensé en una hamburguesa.
Estaba pensando, en comida; realmente me distraigo demasiado rápido.
Me quedé mirando el piso, como idiota. Estaba muy en las nubes. Pero cuando alce la mirada hacia delante...
—¡Hijo de...! .—solté asustado. Pero cuando me fijé en la persona no termine de hablar.
Estaba con el rostro realmente molesto. Me parecía raro verlo así.
—¿Rayan? ¿Pasó algo? .—dije preocupado.
—El imbécil de Chock no dejo de hacerme preguntas sobre dónde estabas y- .—se detuvo y punto mi cuello—. ¿Que te paso en el cuello?
—Nada.
—Dilan...
—No es nada. Lo juro.
—¡Dilan! ¡Te conozco maldita sea! ¿Por qué me mientes? .—dijo un poco impaciente—. ¿Fue el tal Alexis que te dió las flores?.
—Ehh... Tal vez... Solo accidentalmente... Me mordió un poco...
—¿Accidentalmente? Puff No te creo. ¿Por qué no me dices quién es? No sé. Tal vez. Para conocerlo y aclararle alguna cosa sobre tí. Después de todo tu no eres de nadie para andar siendo marcado como una cosa. —dijo cruzando los brazos.
—Eh... Mmm... Mejor hablemos a solas. —dije con nervios.
—ok...
[...]
Rayan estaba masticando su hamburguesa sin dejar de verme fijamente. Yo me sentía incómodo de este modo. Y es que apenas le daba leves mordidas a mi hamburguesa. Lo único que podía hacer era beber un más de mi jugó.
Mi vista bajo a su camisa, la cuál se había manchado un poco con mostaza. Yo no pude evitar reírme.
—¿De qué te ríes? .—dijo dándole otra mordida a su hamburguesa.
Yo apunte su camisa. El se rió un poco. Agarré una servilleta y le intenté limpiar un poco.
—¡Más rápido mujer, tengo que ir al trabajo! .—grito burlón. Yo rodé los ojos y también me reí.
—Perdón mi amor, es que... los hijos. —dije siguiéndole la corriente. Los dos no paramos de reír. La atmósfera se volvía a tornar más calmada.
El y yo nos miramos y nos quedamos sonriendo.
—Oh mierda. Mi jugó. —soltó Rayan al ver su bebida en el piso—. Ja. Y bueno Dilan. ¿No me ibas a decir quién es el chico que te deja en las nubes? .—dijo agachando se para recoger su bebida.
Yo estaba mucho más calmado. Y ya tenía la confianza total para decirle.
—Pues... Es el chico más popular y conocido en todo el colegio. Tú ya sabes de qué Alexis hablo. —dije sonriendo.
Cuando apenas había agarrado su bebida, la dejó caer nuevamente al piso. El volteo su rostro, aún cuando estaba inclinado. Su rostro estaba más que pasmado.
—¿El? ¿Estás seguro? .—dijo con poco aire. Yo asentí—. ¡¿No puedes estar hablando encerio o sí?! .—dijo transformando su rostro en uno enojado.
—Claro que hablo encerio. Ehh... Que te pasa Rayan...
—¿Como que "Que me pasa"? ¡Él es el mismo chico que te golpeó el primer día de escuela! ¡No puedes negar eso, por qué tú no dejaste de llorar y repetir su nombre ese mismo día! .—grito—. Dilan. ¡No es sano estar con el! ¡Aléjate de el!
—¡Pero lo amo! .—reclame.
—¿Amor? ¡Dilan, lo que sientes por el es un amor enfermizo! ¡Sé que te está haciendo daño! ¡No solo físicamente, sino mental! ¡Te aseguro que te a golpeado tantas veces, que confundes el miedo por amor! ¡Lo mejor para ti es no estar cerca con el nunca más! ¡Además ese sujeto no me agrada en lo absoluto! ¡Odió a Alexis por el daño que te hizo de pequeño! ¡Date cuenta que todo lo que hace es un puto engaño!
Me levanté de la mesa de golpe y lo mire con enojó de la misma manera.
—¡Realmente pensé que entenderías! Pero resulta que no es así. Me largo. —dije dando medía vuelta y corriendo.
—¡Dilan espe-!
—Aqui están las ensaladas que ordenaron. —dijo un camarero.
—Yo no pedí ninguna maldita ensala- ¿Chock?¿Qué carajos haces aquí? .—dijo Rayan con sorpresa.
—Oh demonios... Por primera vez me dejan ayudar aquí y justo me toca con la persona que no me agrada.
—¡Este día puede empeorar! .—dijo Rayan jalando su cabello.
Continuará...