[STONY]
Podía sentir ese nauseabundo olor de su omega, esa asquerosidad se implantaba en su nariz al igual que una daga a su corazón roto, su sentido alfa hervía en rabia que, por más que quisiera, no podía contener, aunque en realidad no quería contenerlo del todo...
-Tony...-
Le daba tanto asco sentir ese aroma, como la más repugnante de las cosas y era una lástima que viniera de aquel omega con quien antes de la Guerra Civil compartía el más grande amor. Pero como se dijo, eso fue antes...
-Estas embarazado...- Y no era de él.
-Si ¿Y?- Dijo con el total cinismo con el que se le caracterizaba al genio.
-¡¿Y?! ¡ME ENGAÑASTE!- Rugió con gran enojo que asusto al castaño, claro que este no lo demostraría por fuera.
-¿Eres idiota o solo te afecto el hielo? ¡¿YO TE ENGAÑE?! ¡TU ME ABANDONASTE! ¡CASI MUERO EN SIBERIA! ¡ADEMAS TU Y YO ESTAMOS "FELIZMENTE DIVORCIADOS"! ¡¿O ACASO TU QUERIDO EQUIPO NO TE LO DIJO?!- Sin más, abandono la sala pasando al lado de su ex, este quiso detenerlo del brazo pero ese fétido olor del otro alfa le asqueaba demasiado como para tener a Tony cerca suyo.
Steve estaba que hervía de celos, se supone que Fury los había reunido a todos para volver a ser un equipo, para ser la manada que era con los Acuerdos reestructurados, pero jamás imagino que el encuentro amoroso que imagino en su cabeza estuviera más fuera de la realidad. Estaba preparado para implorar perdón, para humillarse ante todos, de arrodillarse ante su omega en busca de que volviera a ser solo suyo, el tiempo que estuvo en Wakanda era una tortura constante donde no sabía que era de su Tony, y peor aún si otro maldito alfa quisiera aprovecharse de esa situación y lo tomara como suyo. Natasha se había encargado de vigilarlo por él, se supone que su omega estaba solo, no tenía a nadie, al menos lo que Nat sabia era eso. Impactante fue el ver llegar al genio a la reunión con un aura fresca y angelical que emanaba feromonas de embarazo a toda la sala, el olor hizo suspirar a unos pues no había nada más encantador que un omega preñado, incluso el equipo del Capitán quienes estaban resentidos contra Tony olvidaron por un momento las rivalidades y dejarse embriagar por el dulce aroma, lo cual no se hizo esperar de varias preguntas obvias como "¿Estas en cinta?" o "¿De quién es? ¿Cuántos meses tienes? ¿Sera niño o niña?" a lo cual el genio solo contesto a la primera pregunta, dejando en duda las demás, aunque con la ligera y tierna curva de su vientre podrían calcular unos 2 meses, en cuanto al sexo del cachorro y el padre de este aún seguía siendo un misterio.
Steve no podía creerlo, su omega ya era de otro, otro alfa se atrevió a tocar lo que era suyo y no solo eso, se atrevió a engendrar un cachorro con él. Lo mataría, en cuanto supiera quien era el padre lo destrozaría como lo hicieron con su corazón, Tony era suyo, era su omega. Dispuesto a descargar, o más bien practicar, su ira asesina fue al gimnasio a masacrar algunos sacos de arena, una a uno fueron cayendo, apenas duraban 5 minutos en el arranque cuando la arena salía volando al piso dejando el saco destripado en su relleno.
-¿Estamos enojados?- La Viuda Negra apareció después de un par de horas en que había dejado la junta.
-¡¿QUIÉN FUE NAT?!- Reclamo furioso Steve, yendo a paso amenazante contra la espía quien obviamente no se dejaría intimidar y como alfa se pondría en modo de defensa con sus feromonas y posición de combate en caso de tener que atacar a su amigo.
-¿Tú crees que si yo lo supiera no te lo habría dicho Steve? Estoy igual que tú, no sé qué paso, Tony no se había visto con nadie en todo este tiempo, apenas y salía con Rhodey, Pepper, Happy y ese chico a quien apoya... Peter Parker... Pero ninguno de ellos corresponde al olor de Tony ahora...-
-¿Cómo es posible que a una espía como tú se le escapara algo así?- Pregunto ofensivo a sus palabras, no quería ser cruel con ella pero un dato tan importante y de semejante magnitud no debió pasar desapercibido.
-Tal vez ya no soy buena para estas cosas...- Dijo decepcionante. Ambos ya tranquilos tomaron asiento en el suelo dispuesto a una pequeña charla que esperaban no acabar a golpes.
-¿Por qué Nat? ¿Por qué cuando quiero estar bien, termino mal o peor?- Le había pasado con Peggy, tal vez la omega más fuerte que jamás hubiera conocido, el tiempo hizo perder su oportunidad con ella y ahora había ocurrido lo mismo, pero a diferencia de Peggy, tendría el tortuoso tiempo de ver a Tony con su nuevo esposo alfa, de verlo criar a su cachorro, de verse remplazado otra vez.
-No lo sé Steve, creo que este mundo no es para alfas como nosotros...- A su mente vino el recuerdo de su Bruce, ese que aún vagaba por quién sabe dónde.
-No quiero Nat... No puedo aceptarlo... Es mi Tony...- Llevando sus manos a su rostro trato de relajar sus músculos faciales pero era demasiada la tensión que el pensamiento le daba que no aguanto más y comenzó a sollozar contra sus palmas.
-Steve...- Una mano amiga fue a su hombro tratando de calmar sus penas.
-Tony dijo que estábamos divorciados, ¿Es cierto?-
-Si...-
-¡¿Por qué no me lo...?!-
-Apenas lo acabo de confirmar...- Interrumpió la alfa.
El llanto se hizo más fuerte, Nat contrajo a Steve en un abrazo tratando de consolarle, nunca en su vida había visto un alfa tan destrozado como ahora, su amor a Tony era demasiado fuerte y destructivo. No podía más.
-¡ES SUFICIENTE!- Grito la Viuda zafándose del abrazo de forma tosca para levantarse y mirar hacia la puerta que Steve no se percató, permaneció abierta todo ese tiempo. Steve miro confundido, o lo mejor que pudo observar, debido a lo irritado de sus ojos por las lágrimas.
-Sí, con eso bastara...- Tony apareció del otro lado con sus brazos cruzados y una sonrisa burlona que a Nat no le causaba ninguna gracia.
-Aprendió la lección Tony...-
-¿Tú crees?- La mirada de reproche de la Viuda fue suficiente para el genio, quien además de temer que la espía lo castigara por eso, estaba sorprendido por la reacción compasiva que tuvo hacia Steve de no verle llorar más, por su parte tenía razón.
-¡¿QUÉ PASA?!- Steve atrajo la atención de ambos, Nat solo se limitó a sonreír y dejar con la palabra al rubio, mientras esta salía Tony entraba sonriendo cómplice con ella, cerrando finalmente la puerta tras de ella.
-Rogers...-
-Tony no...- El alfa no quería olerle otra vez, sentía que volvería a romper en llanto.
-¿Tan mal apesto?-
-¡ESTAS EMBARAZADO DE OTRO ALFA! ¡¿CÓMO QUIERES QUE ACEPTE ESO?!- Reclamo al punto de explotar, no sabía si terminaría llorando o confrontaría al castaño para quitarle ese olor de otro y remplazarlo con el suyo, no faltaba mucho para acorralarlo contra la pared o el suelo y obligarlo a ser suyo de nuevo, tomarlo y poseerlo con la desesperación acumulada de todo ese tiempo en Wakanda.
-Es tuyo... idiota...- Soltó el genio sin expresión alguna.
-¿Qué?-
-El cachorro es tuyo... ah... y no estamos divorciados...-
-¡DEJA DE JUGAR CONMIGO!- No podía perdonar esa burla, obedeciendo parte de sus instintos atrajo al genio hacia su pecho y ambas manos sujetando los hombros para ejercer presión y autoridad.
-Steve... huele...-
-¡¿QUÉ?!-
-Que respires mi aroma...-
-¡YO... YO.... Yo...!- La cercanía lo había obligado a aspirar el aroma otra vez, no era suyo, Tony solo quería burlarse, creía.
-Steve huéleme... Recuerda...- Tony mezclo sus feromonas con las de ese otro olor, con ambas manos contra el pecho del rubio, este sintió una calidez deliciosa cuando le toco, aspiro el aroma una y otra vez, no era suyo, para nada.
-No te burles Tony, por favor, deja de torturarme... Tienes poco tiempo de embarazo, no nos hemos visto en meses, no es mío...-
-Steve, este cachorro es tuyo... pero no lo es... es decir...- Soltando un suspiro cansado, trataba de organizar mejor lo que estaba pasando.
-Tony... ¿Tu alfa te abandono?- Un ligero brillo en los orbes azules se reflejaba, quería una pequeña esperanza de que Tony volviera a ser su omega sin importar que tuviera que criar el cachorro de otro, lo aceptaría con gusto.
-Si... me abandonaste...-
-Me refiero al otro...-
-¡QUE NO HAY NINGUN OTRO CAPIPALETA!- Se hartó. –ESTOY EMBARAZADO DE TI, DE TI ANTES DEL SUERO DEL SUPER SOLDADO!-
~ ♥ ~
~ ♥ ~
-...- La expresión boquiabierta del soldado era un poema del cual Tony esperaba que F.R.I.D.A.Y estuviera grabando por las cámaras de vigilancia para futuros chantajes. -¿Qué?-
-Steve este aroma es tuyo, de ti antes de que te sometieras al proyecto del súper soldado ¿Acaso no recuerdas tu antiguo olor?-
Sin permiso alguno hundió la nariz contra el cuello de su Tony, este ahogo un gemido por el rosa de la nariz del rubio contra su piel, causando un cosquilleo. Escuchaba la inhalación del alfa tan fuerte y áspera como si quisiera asesorarse de la verdad.
-Soy... yo...- Soltó incrédulo pero cierto, era el, era su aroma cuando era un debilucho, había pasado tanto tiempo que olvido que el suero altero sus glándulas y todo su olor se alteró por completo. –¿Pe.. Pero có-cómo?-
-¿Recuerdas que uno de los requisitos para entrar al ejército era la "Recolección Genética"?- La cara del soldado enrojeció por completo soltando una ligera risa al genio, y como no hacerlo cuando ese requisito se trataba de congelar el semen de los alfas militares en caso de que estos murieran en combate y sus parejas desearan tener un último cachorro de su ultimo amor. Con o sin pareja todos ellos tenían que pasar por ese trámite que para Steve fue vergonzoso y desalentador pues nunca creyó en encontrar a un omega con quien engendrar un cachorro y formar una familia ¿Quién querría hacerlo con un alfa tan débil y enfermizo como él? Apenas y con suerte había sido aceptado en el ejército, pero todo cambio al conocer a Peggy, si esta le aceptaba. Después vino su transformación a Capitán América y con ellos el olvido de lo que alguna vez fue. O tal vez no.
-No... puede... ser... ¡¿INSEMINACIÓN?!-
-¡Exacto Capitán!- Dijo orgulloso el genio, típico de él.
-Tony estamos hablando de... de...-
-¿Semen viejo?-
-¡NO LO DIGAS ASI! Pero... si...-
-Tecnología Stark, obvio Capipaleta, Howard fue parte del grupo de criogenia y encontró la manera de que el esperma fuera fértil más tiempo, al menos por un siglo y medio, por suerte llegue a tiempo antes de que tus soldaditos murieran... Y así me los pudiera meter por...-
-¡TONY!- Reprocho el rubio antes de que el castaño acabara su vulgar comentario, esas que extrañaba interrumpir.
-¿Ya entendiste?-
-No...-
-¡¿QUÉ PARTE NO ENTEND...?!- Su reclamo fue interrumpido por unos labios que se estamparon contra los suyos, hambrientos de él. Steve no se cohibió en su acto y sin descaro succionaba la lengua de su omega con tanta desesperación, la misma que se había aguantado en Wakanda por probar a su Tony una vez más, el castaño torpemente trataba de seguirle el paso al Capitán pero este demandaba sobre su boca y cuerpo que eran aprisionados en un abrazo posesivo, cuando al fin la falta de aire llego al rubio libero la boca del castaño y el abrazo se aflojo ligeramente pero seguía acorralándolo. –Ste... Ste... ve...-
-To... To... ny... ¿Por qué?-
-¿Qué?- Ambos pechos se agitaban, el del omega más acelerado que el de su alfa creando un ritmo desigual, pero ambas miradas azul y castaña no dejaban de clavarse entre sí.
-Mi cachorro Tony, mi cachorro puede... el... yo... yo Tony, yo fui un alfa débil, enfermizo, uno que pisoteaban todos los días, no quiero que mi cachorro sea como... como lo fui yo...-
-Lastima Steve... porque no lo será...-
-Pero...-
-¿Sabes por qué lo hice?-
-¿Por qué aun me amas?-
-No...- Esa respuesta fue otra apuñalada en el corazón del alfa.
-Yo te amo Tony, quiero estar contigo y criar a mi hijo...-
-Yo no quiero estar con este Steve que eres ahora, yo quiero estar con aquel Steve del que me enamore, el Steve que no deba menospreciarse de esa forma por lo que fue en el pasado... Te amo Capitán, acepto mis errores en la Guerra Civil, pero más que nada acepte que no podría tener ningún alfa más que no fueras tú, créeme... Lo intente. Si ya no querías estar a mi lado al menos deseaba tener un último detalle tuyo, un hijo... Solo pensé... "Si Bucky tenía al Steve ahora... Yo quiero al Steve del pasado".-
-¡TONY NO!- Las palabras del genio le dolían, acunándolo contra su pecho este se dejaba envolver por la calidez de su pecho. –Yo no soy de Bucky, yo no soy de nadie que no seas tú... Yo soy solo tuyo... siempre lo fui y lo seré, y tú eres mío mi dulce rollito, mi cachorro y tu... Son míos... Soy su alfa...-
-¡STEVE!- Los colmillos del Capitán se clavaron entre el cuello y el hombro del genio, el instinto del alfa no aguanto más y quiso dejar otra marca de posesión, Steve apenas lo había notado, aquella primera marca que había hecho detrás del cuello de su rollito ya casi estaba cicatrizando, al borde de desaparecer.
-Tony...- Lamiendo la sangre que broto de este ambos se envolvieron en un abrazo desesperado por sentir el calor y el aroma del otro. –Te amo...-
-Steve... también te amo...- Entre ambos un cosquilleo broto en el vientre del omega, el pequeño que creía dentro suyo estaba sintiendo el amor de ambos papis causándole un confort lleno de amor por parte de la pareja.
Tony se sentía libre, al fin pudo resolver su conflicto con su pareja, pero aún no acababa, aun había otro asunto que arreglar con cierto soldado congelado con el cual también deseaba hablar, ayudar y pedirse perdón entre sí. El tiempo le ayudo a razonar, Bucky no había tenido la culpa, fue Hydra quien tuvo la culpa y los destruiría por ello. Por ahora trataría de hacer la paz con Barnes y todo el equipo, arreglarían su amistad, formarían su manada e incluso la aumentarían, empezando con el pequeño dentro suyo que al nacer iría directamente a ser el ahijado de Bucky, claro si este aceptaba ser su padrino, otra sorpresa que tenía preparada para su amado y tonto Capipaleta.
Steve por su parte jamás se imaginó que estaba sintiendo celos de sí mismo, dándole vueltas al asunto en su mente se sentía como un completo idiota, deseando que su amigo le diera un coscorrón en la cabeza para aplacar su estupidez, se había rechazado a si mismo tan cruelmente que no se dio cuenta que su Tony, su amado rollito, su omega, su amor lo aceptaba y amaba demasiado que quiso tener un cachorro con él, sin importar que fuera de su yo del pasado, Tony lo amaría aunque no fuera el súper soldado que era ahora, lo amaba por lo que era, Steve Rogers, así lo harían con su cachorro, ese pequeño que desde el vientre de Tony se regocijaba de felicidad por sentir el amor de sus padres, en cuanto estuviera en sus manos lo amaría con la misma intensidad que a su omega, cuidaría de ambos, serian la familia con la que tanto soñó antes de quedar congelado en el hielo, su manada aumentaría más pues esperaba que sus amigos colaboraran con él y llenaran el complejo con pequeños, futuros vengadores.
Mientras la pareja se dejaba envolver en el amor de su reconciliación cierta espía les miraba por el monitor que conectaba a la cámara de vigilancia, sonriendo complaciente por ver a sus líderes unidos otra vez. El ambiente era cursi en ese momento pero sabía que no tardaría en ser bombardeaba por los reclamos del Capitán por haber sido cómplice en la broma cruel del omega genio.
-"No lo sé Steve..."- Repitió. -¿En verdad creías que una espía de mi nivel no descubriría un dato así? Jeje...- Juntarse con Stark ya traía sus consecuencias, pero regocijarse un poco de tus dotes de buena espía y casi actriz no tenía nada de malo ¿O sí?